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| Balance de los agentes españoles en los juegos: "en francia, hemos pasado del portazo cuando eta al aplauso"

Henna · 2024-08-16T19:09:11+00:00

¿Ha pedido perdón algún expresidente o exministro del interior francés por el apoyo a ETA? ¿Han dado alguna pista que permita aclarar los centenares de asesinatos que están sin resolver? Que yo sepa no. Sin embargo nos felicitamos por haber sido unos buenos perritos de la policía gala. Ni olvido ni perdón. Balance de los agentes españoles en los Juegos: "En Francia, hemos pasado del portazo cuando ETA al aplauso" El despliegue olímpico, el mayor fuera de España, certifica el viraje en la relación. Un policía nacional y una agente británica, durante el operativo en los Juegos Olímpicos.CNP «Ha sido una experiencia única. Ha sido un momento histórico. Ha sido el mayor despliegue de nuestras fuerzas policiales fuera de nuestras fronteras. Y sí, nos merecemos una medalla de oro». Entre risas y en un ambiente distendido ahora, los responsables del dispositivo policial desplegado en París con motivo de los Juegos Olímpicos se felicitan de que «todo haya salido más que bien, como una balsa de aceite». Y ponen sobre la mesa documentos oficiales del Ministerio del Interior galo con felicitaciones a los agentes españoles desplegados en la capital de Francia para participar en la seguridad olímpica, en el mayor dispositivo de seguridad se que se ha puesto en marcha en Europa. «Ya solo faltan las condecoraciones y los reconocimientos en España», apuntan también en tono distendido. Este periódico dio cuenta del gran despliegue llevado a cabo por el Ministerio del Interior para atender la petición de ayuda por parte de las autoridades francesas. Porque durante los Juegos Olímpicos han participado en la seguridad, que apenas ha generado problemas reseñables, 150 agentes de la Policía Nacional, una cifra similar de guardias civiles y un número representativo de militares. «Nuestro gran éxito es que no se han producido noticias, que la seguridad, que los uniformados, no hemos tenido que ser protagonistas», resume el comisario jefe que ha planificado el despliegue, Eduardo Gutiérrez, uno de los máximos responsables de este éxito de París. Junto a él compartimos mesa y anécdotas con otros dos mandos de policía que estuvieron en el día a día de las operaciones. Se intervino en la detención de tres delincuentes organizados «Ya la logística, el traslado de todos los efectivos, fue una operación de vértigo. Había que llevar caballos, perros, drones; desplazar a los efectivos con su armamento... No se había producido un movimiento así jamás», explican estos mandos, que subrayan que la logística de la llegada fue perfecta y que en apenas tres días los efectivos policiales estaban ya actuando de forma sincronizada y con una comunicación fluida con sus colegas franceses y de otras naciones europeas, fundamentalmente alemanes. Aunque no se le bautizó oficialmente, la operación del despliegue en París se conoce como operación Eiffel. «Quién nos lo iba a decir. No hace tantas décadas nos costaba mucho que nos dejaran entrar por la frontera -y sin armas- para combatir a ETA, donde los terroristas habían creado su santuario. De aquel portazo a que ahora nos aplaudan en las calles de París con la pistola al cinto», rememora un veterano agente sobre la falta de colaboración francesa para luchar contra el terrorismo de ETA que, posteriormente, se fue corrigiendo. Consideran que se ha producido un antes y un después, que la colaboración con Francia es extraordinaria y que será difícil retroceder. Un centenar de detenciones Porque, como apuntan, las patrullas conjuntas con los agentes franceses han dado muchos frutos. Según las estimaciones que se manejan en el Ministerio del Interior, el número de detenciones en las que han participado agentes españoles ha superado el centenar. «En los partes de novedades diarios siempre aparecía alguna actuación en la que los nuestros habían tenido un papel capital», recuerdan. De hecho, aunque insisten en que no se ha registrado «por fortuna» ningún incidente en los Juegos digno de alterar el dispositivo, sí relatan que cuatro policías españoles, junto a dos alemanes y los franceses (que siempre eran los que mandaban) intervinieron en una operación en Hendaya. Capturaron a tres integrantes de una mafia del crimen organizado. Se les interceptaron 16.000 euros en metálico más artículos de lujo de primeras marcas por varios cientos de miles de euros. «Sin duda, la clave de la seguridad olímpica ha estado en la espectacular presencia policial y militar. Si alguien traía otras intenciones, al ver semejante contingente repartido por toda la capital francesa, se le han quitado las ganas», resume gráficamente un especialista. Todo ha tras*currido sin sobresaltos importantes, «ni uno», insisten. Trapicheos, tirones, alguna pelea en barrios más polémicos, drojas en pequeña escala..., eso sí. Los agentes españoles estaban distribuidos en el denominado «último kilómetro», la zona más caliente cerca de los estadios donde se llevaban a cabo las pruebas deportivas. El peso de la operación consistía en actividades de seguridad ciudadana y de control de masas, donde las Unidades de Intervención Policial tienen también un papel importante. «Se han creado unas sinergias muy importantes en estas semanas que nos permiten futuros avances en la colaboración policial de estas unidades», sostienen. Inciden en que la coordinación con los antidisturbios franceses (son más de 14.000 agentes mientras en España hay 2.600) es uno de los «grandes» tesoros que se llevan las fuerzas de seguridad de aquí. «La alta presencia policial paralizaba a cualquiera con mala intención» El despliegue español comprobó con satisfacción la importancia que tuvo para los franceses la llegada «de nuestros drones, mucho más avanzados». «Estuvieron muy interesados en conocer todos los detalles de nuestro manejo y control». Sirvieron para blindar los espacios aéreos donde se iban a celebrar competiciones, explican estas fuentes, que tampoco destacan que se produjeran episodios relevantes en esa vigilancia. Lo que no quieren olvidarse es del «enorme cariño» de los españoles cuando estaban con agentes uniformados de su país. «Ha sido espectacular». La experiencia también dejó su chascarrillo, al final, cuando en el viaje de regreso, la parte más delicada, las pistolas, llegaron a una terminal de Madrid donde no eran esperadas. Un golpe de simpatía que se corrigió en minutos y que agrietó con serena indiferencia la perfección de esta seguridad olímpica. Tras las resolución de ese dispositivo especial, se ha comenzado a preparar el siguiente gran despliegue, que afecta a toda España, con el Mundial de fútbol de 2030. Ya está prevista la primera reunión oficial. «Esto es un no parar»