Así son las 365 medidas del programa de Feijóo: "erradicación" de la violencia de género, pactos de Estado y "solución justa" para el Sáhara

En Génova manejaban los plazos con sumo cuidado, y aunque en parte ya era conocido, esperaron a que el contador electoral estuviera por debajo de los 20 días para sacar a la luz el programa con el que Alberto Núñez Feijóo busca aglutinar la mayoría suficiente como para gobernar en solitario. Un plan para el día a día, con 365 medidas, "provisto de ilusiones, credenciales y propuestas" para "salir de la parálisis" causada por Pedro Sánchez y "volver a centrar en las personas y no en el poder" la gestión del Gobierno.

"Hay una España que dice basta y que pide un cambio de verdad. Para eso estamos aquí, para ser la alternativa", prometió Feijóo este martes durante la presentación del programa, el documento sobre el que pivota toda la estrategia electoral de la formación. Una hoja de ruta que en parte ha sido avanzada por EL MUNDO en las últimas semanas: Feijóo recupeará el delito de sedición y acometerá una profunda reforma judicial y otra fiscal; reestructurará la normativa para la elección de cargos públicos -como prueba, este mismo martes prometió que el primer cesado será José Félix Tezanos, presidente del CIS- e incluso propondrá un apagón de redes para los menores a partir de medianoche y en horario escolar.

Pero hay más: el programa popular, diseñado por la secretaria general, Cuca Gamarra, propone un "cambio tranquilo", a la medida de Feijóo, con el que no sólo busca iniciar una nueva era respecto a la legislatura socialista, sino también marcar distancias con Vox en un momento en el que ambos partidos están poniendo a prueba sus coincidencias y diferencias para alcanzar pactos en diversas regiones y ayuntamientos. Una postura moderada que a ojos de los de Santiago Abascal demuestra que Feijóo ha iniciado una aproximación a los postulados socialistas.

Se trata de 365 medidas acotadas en cinco grandes bloques y que, en síntesis, tienen objetivos específicos y al mismo tiempo tras*versales: blindar la sanidad pública, alcanzar un pacto estable por la calidad educativa, garantizar que los jóvenes vivan mejor que sus padres, aprovechar los fondos europeos, abordar los retos demográfico y de conciliación, asegurar la sostenibilidad y la protección del medio ambiente, así como poner en el centro de la política la gestión del agua.

EDUCACIÓN
Si el PP llega a La Moncloa, recuperará los itinerarios en los últimos cursos de la ESO que quitó el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Volverá a dividir a los alumnos en dos vías en función de sus intereses: una más académica que dé lugar al Bachillerato y una más profesionalizante que lleve hacia la FP. Así estaba con la Lomce de José Ignacio Wert pero con la Lomloe se cambió "para no segregar al alumnado".

A esta medida prevista por el equipo educativo de Feijóo para reducir el abandono escolar temprano se suma un programa de tutorías extraordinario que permita superar la pérdida de aprendizaje "que todavía persiste tras el el bichito-19", según indica el programa electoral.

Para su implantación, el PP pondría en marcha unas nuevas pruebas en Primaria sin efectos académicos para evaluar el nivel de los estudiantes. En la ESO y Bachillerato no habla el programa de recuperar las temidas 'reválidas', pero sí desliza que se definirán "estándares nacionales de evaluación" en el final de cada una de las etapas. Eso sí, se implantará una prueba de acceso a la universidad "común" (ya no se dice "única") para todo el territorio nacional.

La redacción del programa es deliberadamente ambigua porque el objetivo es buscar un Acuerdo Social en Educación (ya no se habla de un Pacto de Estado) y, si se usan determinadas palabras, se imposibilita el consenso. El texto no habla, de hecho, de derogar la Lomloe -se reformará- ni la Losu -se revisará-, y no se contempla una garantía del 25% de castellano en las escuelas de Cataluña, sino que se dice genéricamente que tanto el castellano como las lenguas cooficiales tendrán la consideración de lenguas vehiculares de la enseñanza "de acuerdo con el patrón de equilibrio lingüístico", asegurando "que todos los estudiantes escriban y se expresen correctamente en castellano y en la lengua cooficial correspondiente". En este redactado podría sentirse cómodo el PSOE y también la comunidad educativa.

DERECHOS SOCIALES

Es el gran punto de fricción con Vox y el que hasta ahora más quebraderos de cabeza ha causado a Feijóo en las negociaciones con los de Abascal. Mientras Vox apuesta por la derogación de todo el entramado legislativo diseñado por el ministerio de Igualdad en los últimos cuatro años, el PP defiende la aprobación de una nueva ley tras* que proteja a los menores con el "consenso" de todos los actores implicados.

También plantea una revisión del Código Penal tras las rebajas de condena y excarcelaciones a delincuentes sensuales que ha permitido la ley del sólo sí es sí. También promete una revisión de la Ley de Eutanasia y, en paralelo, potenciar los cuidados paliativos. Todas estas normas, según Vox, deben ser derogadas, como también es la del Aborto.

En este caso, la condición que busca incluir el PP, según recoge el programa, es el consentimiento paterno en el caso de las menores embarazadas que busquen abortar.

Especial atención dedica el PP en su programa al objetivo de "erradicar la violencia de género", término con el que choca frontalmente con Vox. Contra esta "lacra" Feijóo promete "cumplir" el Pacto de Estado promovido en 2017 en esta materia, revisar los mecanismos de seguimiento y control de penas y tipificar el delito de violencia digital, con especial atención a los casos de violencia contra las mujeres que se dan entre menores. Del mismo modo, los Juzgados de Violencia sobre la Mujer pasarán a ser los competentes para juzgar los delitos de violencia machista.

JUSTICIA
En materia judicial, como ya adelantó este diario este martes, Feijóo acometerá una reforma del Código Penal que permita recuperar los delitos derogados por Sánchez que afecten a los líderes del Procés y, en algunos casos incluso, endurecerlos.

El PP promete recuperar el delito de sedición y robustecer el de malversación, en dirección opuesta a lo que el actual Gobierno de coalición ha hecho a lo largo de la legislatura y tras otorgar los indultos a los dirigentes independentistas presos.

De la misma manera, Feijóo prevé reformar el método de elección del CGPJ, dotando de más competencias al órgano, y castigar las puertas giratorias en el sector judicial.

EXTERIORES
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Feijóo sabe que, de alcanzar La Moncloa, lo hará en plena presidencia de la UE por parte de nuestro país. El presidente del PP promete rendir cuentas antes las Cortes de forma habitual con motivo de la presidencia europea y en especial mientras dure la guerra.

También se comprometió este martes a aclarar ante la opinión pública, en la medida de sus posibilidades, los motivos que expliquen el cambio de posición de Sánchez respecto al Sáhara. En este sentido, en el programa electoral el PP promete "apoyar los esfuerzos de Naciones Unidas en el Sáhara Occidental para alcanzar una solución política justa, duradera y aceptable para las partes".

¿Y por qué no erradicar la violencia sin más? Se supone que la función más básica del Estado es combatir la violencia para que haya paz, pero ahora parece que sólo un tipo particular de violencia es importante. Un tipo que además no es mayoritaria y que comparte causas con otros tipos. Porque aquí sabemos todos que tanto el aumento de las violaciones como las agresiones callejeras o los ajustes entre bandas tienen una causa común y por tanto todas estas formas de delincuencia deberían ser combatidas con las mismas medidas y por los mismos organismos.