Cirujano de hierro
Será en Octubre
El Ayuntamiento arrancará este mismo mes de febrero las obras que el alcalde Almeida prometió hace dos años.
Cuando vuelva a quedar con sus amigos en la Puerta del Sol, punto de encuentro tradicional del Madrid central, es probable que ya no lo vuelva a hacer en la ballena del Cercanías. Porque la cúpula ya tiene los días contados en el kilómetro cero de la capital. Ese será el primer paso que dará el Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida en la reforma del céntrico enclave para culminar su peatonalización que el Consistorio lleva planificando durante los dos últimos años.
En los próximos días se convertirá en realidad ya que, según ha podido saber EL MUNDO, el Gobierno municipal aprobará este mismo mes de febrero el proyecto en Junta de Gobierno y será también en este primer trimestre del año cuando se iniciarán las obras tras meses de redacción de una reforma que se ha ido retrasando por las continuas negociaciones para establecer cualquier cambio.
El primero de ellos, que ya cuenta con el visto bueno de Adif, será retirar la cúpula de entrada al Metro y al Cercanías de la Puerta de Sol. En su lugar, el Ayuntamiento instalará una nueva estructura que será totalmente tras*parente porque, explican en Cibeles, la actual "impide una visión total del espacio" y su retirada permite liberar espacio en la plaza.
La nueva cúpula tendrá una forma oval que permitirá observar la plaza desde todos sus puntos al no formarse ángulos y se integrará con las formas curvas que tienen las de derechasdas de los edificios de Sol. Y también será completamente tras*parente al estar construida de vidrio de forma íntegra salvo por una viga central de acero que estará apoyada sobres tres soportes del mismo material.
La actual cúpula en forma de ballena
Así la nueva entrada del Cercanías y Metro será un pabellón de vidrio y contará con dos accesos: una puerta doble de entrada en la zona sureste y otra de salida en el extremo opuesto, en el nordeste. Todas ellas del mismo material, el vidrio, que será el elemento dominante en la estructura, el cerramiento y la cubierta, que será a dos aguas ligeramente inclinadas hacia el norte y el sur.
Entre los elementos que el Gobierno municipal se plantea colocar en la nueva cúpula está una gran lámpara suspendida de forma anular y que se integraría en la iluminación general que se dará al pabellón. Así lo explican fuentes del Área de Obras y Equipamientos que será el departamento encargado de desarrollar los trabajos y cuyos técnicos han llevado las negociaciones de un proyecto que supondrá el primer paso de la reforma definitiva.
Una reforma que se ha ido demorando en el tiempo porque cada mínimo cambio en el céntrico enclave debe pasar por la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid al ser la Puerta del Sol Bien de Interés Cultural. A ese punto se suma que el número de interlocutores es elevado en el movimiento de elementos de la plaza.
Con este primer paso dado en Cibeles esperan que las obras, en las que estarán implicadas las áreas de Obras, Medio Ambiente y Movilidad, Seguridad y Emergencias y la Junta de distrito Centro, supongan un impulso para que la reforma esté desarrollada en el menor tiempo, justo a tiempo para el próximo año, cuando se celebran las elecciones municipales.
Dentro de los cambios, el Consistorio también ha intentado retirar alguno de los ascensores de la plaza e integrarlo dentro de la nueva cúpula. Pero finalmente las gestiones no han sido posibles y el ascenso anexo seguirá en el mismo lugar al menos de momento.
La remodelación de la Puerta del Sol está basada en el proyecto que presentaron en 2014, con motivo del concurso Piensa Sol, los arquitectos Ignacio Linazaroso y Ricardo Sánchez. Un proyecto que nunca se llevó a ejecución por coincidir con el cambio de Gobierno en el Palacio de Cibeles que en aquel momento dirigía Ana Botella. Ahora, es otro alcalde popular el que ha decidido retomarlo y usarlo como base para la redacción definitiva del mismo.
Según explican en su equipo, la nueva Puerta del Sol, como el espacio más significativo de la ciudad, se convertirá en " un foro urbano" para desarrollar todo tipo de actividades manteniendo siempre la compatibilidad con las funciones diarias comerciales y estacionales. "Este es el lugar más idóneo para desplegar todas esas funciones aunque su estado actual no resulte el más adecuado para ello", señalan fuentes consultadas por este diario.
Por eso, al margen del cambio de la cúpula, la reforma será integral en el kilómetro cero de Madrid afectando también a las calles aledañas para reordenar "el caos" que reina ahora mismo allí. De ahí que la principal idea del Gobierno municipal sea retirar el mayor número posible de elementos de un lugar en el que se acumulan varias estatuas, una fuente, multitud de puestos de venta de loterías, ascensores...
Pero el primer paso será la ballena, uno de los elementos más reconocibles en el enclave y punto de encuentro tradicional en el centro de la capital. Ese elemento, ideado por el arquitecto Antonio Fernández Alba, llegó a la plaza en el año 2009 coincidiendo con la apertura de la estación de Cercanías de Sol y ya en su momento la implantación estuvo rodeada de polémica.
Pese a algunas comparaciones con la pirámide del Louvre desde la Comunidad de Madrid durante su construcción, la cúpula no gustó a arquitectos ni a ciudadanos de la capital. Ahora casi 13 años después, su vida ha llegado al final dejando paso a la nueva estructura de vidrio tras*parente que arrancará los movimientos en la Puerta de Sol.
Estas obras darán así el pistoletazo de salida de un año en el que el Gobierno municipal ha puesto el foco en la reforma de muchos enclaves de la capital -la calle Alcalá, el barrio de Justicia...-. La tardanza en la redacción de los proyectos y los trámites administrativos hacen que el Consistorio se haya fijado este año como fundamental para acometer este tipo de trabajos. Eso implicará que en el 2023, con las elecciones municipales en primavera, se llevarán a cabo muchas de las inauguraciones. Movimiento político habitual en campaña.
Así será la nueva Puerta del Sol: más espacios, menos caos y sin la cúpula del Cercanías
Cuando vuelva a quedar con sus amigos en la Puerta del Sol, punto de encuentro tradicional del Madrid central, es probable que ya no lo vuelva a hacer en la ballena del Cercanías. Porque la cúpula ya tiene los días contados en el kilómetro cero de la capital. Ese será el primer paso que dará el Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida en la reforma del céntrico enclave para culminar su peatonalización que el Consistorio lleva planificando durante los dos últimos años.
En los próximos días se convertirá en realidad ya que, según ha podido saber EL MUNDO, el Gobierno municipal aprobará este mismo mes de febrero el proyecto en Junta de Gobierno y será también en este primer trimestre del año cuando se iniciarán las obras tras meses de redacción de una reforma que se ha ido retrasando por las continuas negociaciones para establecer cualquier cambio.
El primero de ellos, que ya cuenta con el visto bueno de Adif, será retirar la cúpula de entrada al Metro y al Cercanías de la Puerta de Sol. En su lugar, el Ayuntamiento instalará una nueva estructura que será totalmente tras*parente porque, explican en Cibeles, la actual "impide una visión total del espacio" y su retirada permite liberar espacio en la plaza.
La nueva cúpula tendrá una forma oval que permitirá observar la plaza desde todos sus puntos al no formarse ángulos y se integrará con las formas curvas que tienen las de derechasdas de los edificios de Sol. Y también será completamente tras*parente al estar construida de vidrio de forma íntegra salvo por una viga central de acero que estará apoyada sobres tres soportes del mismo material.
La actual cúpula en forma de ballena
Así la nueva entrada del Cercanías y Metro será un pabellón de vidrio y contará con dos accesos: una puerta doble de entrada en la zona sureste y otra de salida en el extremo opuesto, en el nordeste. Todas ellas del mismo material, el vidrio, que será el elemento dominante en la estructura, el cerramiento y la cubierta, que será a dos aguas ligeramente inclinadas hacia el norte y el sur.
Entre los elementos que el Gobierno municipal se plantea colocar en la nueva cúpula está una gran lámpara suspendida de forma anular y que se integraría en la iluminación general que se dará al pabellón. Así lo explican fuentes del Área de Obras y Equipamientos que será el departamento encargado de desarrollar los trabajos y cuyos técnicos han llevado las negociaciones de un proyecto que supondrá el primer paso de la reforma definitiva.
Una reforma que se ha ido demorando en el tiempo porque cada mínimo cambio en el céntrico enclave debe pasar por la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid al ser la Puerta del Sol Bien de Interés Cultural. A ese punto se suma que el número de interlocutores es elevado en el movimiento de elementos de la plaza.
Con este primer paso dado en Cibeles esperan que las obras, en las que estarán implicadas las áreas de Obras, Medio Ambiente y Movilidad, Seguridad y Emergencias y la Junta de distrito Centro, supongan un impulso para que la reforma esté desarrollada en el menor tiempo, justo a tiempo para el próximo año, cuando se celebran las elecciones municipales.
Dentro de los cambios, el Consistorio también ha intentado retirar alguno de los ascensores de la plaza e integrarlo dentro de la nueva cúpula. Pero finalmente las gestiones no han sido posibles y el ascenso anexo seguirá en el mismo lugar al menos de momento.
La remodelación de la Puerta del Sol está basada en el proyecto que presentaron en 2014, con motivo del concurso Piensa Sol, los arquitectos Ignacio Linazaroso y Ricardo Sánchez. Un proyecto que nunca se llevó a ejecución por coincidir con el cambio de Gobierno en el Palacio de Cibeles que en aquel momento dirigía Ana Botella. Ahora, es otro alcalde popular el que ha decidido retomarlo y usarlo como base para la redacción definitiva del mismo.
Según explican en su equipo, la nueva Puerta del Sol, como el espacio más significativo de la ciudad, se convertirá en " un foro urbano" para desarrollar todo tipo de actividades manteniendo siempre la compatibilidad con las funciones diarias comerciales y estacionales. "Este es el lugar más idóneo para desplegar todas esas funciones aunque su estado actual no resulte el más adecuado para ello", señalan fuentes consultadas por este diario.
Por eso, al margen del cambio de la cúpula, la reforma será integral en el kilómetro cero de Madrid afectando también a las calles aledañas para reordenar "el caos" que reina ahora mismo allí. De ahí que la principal idea del Gobierno municipal sea retirar el mayor número posible de elementos de un lugar en el que se acumulan varias estatuas, una fuente, multitud de puestos de venta de loterías, ascensores...
Pero el primer paso será la ballena, uno de los elementos más reconocibles en el enclave y punto de encuentro tradicional en el centro de la capital. Ese elemento, ideado por el arquitecto Antonio Fernández Alba, llegó a la plaza en el año 2009 coincidiendo con la apertura de la estación de Cercanías de Sol y ya en su momento la implantación estuvo rodeada de polémica.
Pese a algunas comparaciones con la pirámide del Louvre desde la Comunidad de Madrid durante su construcción, la cúpula no gustó a arquitectos ni a ciudadanos de la capital. Ahora casi 13 años después, su vida ha llegado al final dejando paso a la nueva estructura de vidrio tras*parente que arrancará los movimientos en la Puerta de Sol.
Estas obras darán así el pistoletazo de salida de un año en el que el Gobierno municipal ha puesto el foco en la reforma de muchos enclaves de la capital -la calle Alcalá, el barrio de Justicia...-. La tardanza en la redacción de los proyectos y los trámites administrativos hacen que el Consistorio se haya fijado este año como fundamental para acometer este tipo de trabajos. Eso implicará que en el 2023, con las elecciones municipales en primavera, se llevarán a cabo muchas de las inauguraciones. Movimiento político habitual en campaña.
Así será la nueva Puerta del Sol: más espacios, menos caos y sin la cúpula del Cercanías
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