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Las armas rusas llegan a manos de los delincuentes españoles.
Crimen organizado
Fusiles, munición de guerra y tiros al aire en las Tres Mil Viviendas de SevillaREDES
Andros Lozano
Actualizado Lunes,14octubre2024-22:51
Durante diez minutos, los vecinos de la barriada más conflictiva de la capital andaluza, y una de las más complicadas para acceder de toda España para los cuerpos policiales, escucharon tiroteos. Varias ráfagas lanzadas al aire se produjeron con armas de guerra, probablemente AK-47, los kalashnikovs. «Vamos a intentar que la sangre no llegue al río», le dice a EL MUNDO el citado patriarca, que sólo acepta hablar con este reportero bajo la condición de mantenerse en el anonimato. «Hay cosas que es mejor que se arreglen entre nosotros. Ya hay mucha gente tratando de solventar las desavenencias que existen entre dos clanes de aquí. Ojalá todo quede en un susto y en el silbido de cuatro balazos».
El patriarca de otra familia histórica de las Tres Mil declina hablar con este periódico, salvo para confirmar que él es una de las personas que está mediando para calmar los ánimos en el barrio. «Yo he aportado mi granito y la cosa ya está calmada. El motivo del roce ni lo sé ni me interesa. Tampoco voy a preguntar. Nada más», explica.
«Yo primero oigo una pistola, varios balazos. Luego, una primera ráfaga de un AK-47. Más tarde, un subfusil, quizás un naranjero español, es lo más probable. Se fabricaron en Valencia durante la República, de ahí su nombre», explica José Planelles, criminólogo forense experto en armas y explosivos. Este perito judicial participa en numerosas causas determinando el origen de armas intervenidas en operativos policiales o utilizadas en casos de muertes violentas.
«Es falso que los AK-47 procedan de Ucrania, cuyas fronteras ahora mismo están sumamente controladas. No digo que no lleguen a futuro, pero ahora no. Proceden de la región del Sahel, de países como Mauritania, Malí, Níger, Chad... Los narcotraficantes del sur de la península las traen en sus lanchas, entre fardos de hachís y de cocaína», añade Planelles.
Ráfagas de disparos con balas trazadoras, cuya estela se hace visible.CRÓNICA
Este criminólogo afirma que la Mocromafia, nombre que aglutina a los grupos criminales asentados en países como Bélgica y Holanda cuyos miembros tienen ascendencia joven y se dedican al crimen organizado, son quienes también los importan a Europa a través contenedores de mercancías en los que introducen sus portes de droja. «El uso de un AK es sencillísimo. Sólo tiene ráfaga y automático. Su proyectil puede alcanzar un objetivo a ocho kilómetros. Un tiro perdido al aire con un arma de ese estilo, a 45 grados de inclinación, puede alcanzar esa distancia. El otro día pudo morir cualquier persona en la otra punta de Sevilla».
Este lunes, la Plataforma Nosotros También Somos Sevilla, que aglutina a diversos colectivos del Polígono Sur, donde se encuentra la barriada de las Tres Mil, lamentó el enésimo tiroteo que se ha dado en la zona en los últimos meses. Rosario García, portavoz de la plataforma, pidió «acabar con la impunidad» de quienes delinquen y rompen la convivencia, e instó a las autoridades políticas, policiales y judiciales a hacerlo antes de «esperar a que haya una guerra». Recordó que en 2013 falleció una niña de siete años alcanzada por una bala perdida tras un cruce de disparos entre dos clanes enfrentados.
La Policía Nacional, que intervino el pasado sábado, ha abierto una investigación. Por el momento no se han producido detenciones. Los agentes que intervinieron localizaron varios impactos de bala en vehículos aparcados y en la ventana de una vivienda de la calle Lazarillo de Tormes. Allí se encontró también un piso en el que se intervino un arma y munición.
El comisionado para el Polígono Sur de Sevilla, Jaime Bretón, reclamó que se imponga el estado de derecho en el barrio. Bretón insistió en que todas las administraciones —Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Estado—, den una respuesta más contundente a los clanes criminales asentados en las Tres Mil. Propone controles aleatorios de vehículos que entran y salen del barrio, controles de armas en registros judiciales en viviendas y bloques, y también controles de tráfico de drojas.
El último tiroteo con víctimas mortales en las Tres Mil Viviendas de Sevilla ocurrió el pasado 3 de junio, en la calle Victoria Domínguez Cerrato. Fallecieron dos varones, padre e hijo, tras resultar heridos graves en una reyerta a tiros y tortas por unas rencillas con otra familia.
El sindicato Jupol, mayoritario en la Policía Nacional, emitió este lunes una nueva petición urgente dirigida al Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Policía. Jupol insistió en la necesidad de que cada ciudad de más de 250.000 habitantes, donde la Policía Nacional tiene competencias en materia de seguridad ciudadana, cuente con al menos un vehículo blindado para hacer frente a posibles enfrentamientos armados, como en intervenciones que involucren armas de guerra o la actuación de bandas criminales.
Los clanes de la droga empuñan armas de guerra en las Tres Mil Viviendas de Sevilla: "Llevan AK-47 procedentes del Sahel"
Como en una suerte de justicia paralela mezclada con cierta dosis de omertá, un patriarca de una de las familias más importantes de las Tres Mil Viviendas de Sevilla accede a...
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Crimen organizado
Los clanes de la droja empuñan armas de guerra en las Tres Mil Viviendas de Sevilla: "Llevan AK-47 procedentes del Sahel"
El robo de un cargamento supuso el detonante del último enfrentamiento a tiros, con fusiles incluidos, en uno de los barrios más violentos y complicados para la Policía en todo el paísFusiles, munición de guerra y tiros al aire en las Tres Mil Viviendas de SevillaREDES
Andros Lozano
Actualizado Lunes,14octubre2024-22:51
- CRÓNICA El narcopiloto invisible del Atlántico es 'el Judío' de Madrid
- CRÓNICA 'Tayena' debía morir, pero en su lugar mataron a un niño
Durante diez minutos, los vecinos de la barriada más conflictiva de la capital andaluza, y una de las más complicadas para acceder de toda España para los cuerpos policiales, escucharon tiroteos. Varias ráfagas lanzadas al aire se produjeron con armas de guerra, probablemente AK-47, los kalashnikovs. «Vamos a intentar que la sangre no llegue al río», le dice a EL MUNDO el citado patriarca, que sólo acepta hablar con este reportero bajo la condición de mantenerse en el anonimato. «Hay cosas que es mejor que se arreglen entre nosotros. Ya hay mucha gente tratando de solventar las desavenencias que existen entre dos clanes de aquí. Ojalá todo quede en un susto y en el silbido de cuatro balazos».
El patriarca de otra familia histórica de las Tres Mil declina hablar con este periódico, salvo para confirmar que él es una de las personas que está mediando para calmar los ánimos en el barrio. «Yo he aportado mi granito y la cosa ya está calmada. El motivo del roce ni lo sé ni me interesa. Tampoco voy a preguntar. Nada más», explica.
BALAS TRAZADORAS
Desde la noche del pasado sábado, un puñado de vídeos grabados por vecinos de distintos sectores de Las Tres Mil Viviendas circulan por las redes sociales y de móvil en móvil. En uno de ellos se escucha, y se ve, una ráfaga de disparos lanzada al aire. Se trataban de balas trazadoras, cuya munición describe una estela visible al ser disparadas, lo que permite a los tiradores ver la trayectoria del proyectil en tiempo real.«Yo primero oigo una pistola, varios balazos. Luego, una primera ráfaga de un AK-47. Más tarde, un subfusil, quizás un naranjero español, es lo más probable. Se fabricaron en Valencia durante la República, de ahí su nombre», explica José Planelles, criminólogo forense experto en armas y explosivos. Este perito judicial participa en numerosas causas determinando el origen de armas intervenidas en operativos policiales o utilizadas en casos de muertes violentas.
«Es falso que los AK-47 procedan de Ucrania, cuyas fronteras ahora mismo están sumamente controladas. No digo que no lleguen a futuro, pero ahora no. Proceden de la región del Sahel, de países como Mauritania, Malí, Níger, Chad... Los narcotraficantes del sur de la península las traen en sus lanchas, entre fardos de hachís y de cocaína», añade Planelles.
Ráfagas de disparos con balas trazadoras, cuya estela se hace visible.CRÓNICA
Este criminólogo afirma que la Mocromafia, nombre que aglutina a los grupos criminales asentados en países como Bélgica y Holanda cuyos miembros tienen ascendencia joven y se dedican al crimen organizado, son quienes también los importan a Europa a través contenedores de mercancías en los que introducen sus portes de droja. «El uso de un AK es sencillísimo. Sólo tiene ráfaga y automático. Su proyectil puede alcanzar un objetivo a ocho kilómetros. Un tiro perdido al aire con un arma de ese estilo, a 45 grados de inclinación, puede alcanzar esa distancia. El otro día pudo morir cualquier persona en la otra punta de Sevilla».
Este lunes, la Plataforma Nosotros También Somos Sevilla, que aglutina a diversos colectivos del Polígono Sur, donde se encuentra la barriada de las Tres Mil, lamentó el enésimo tiroteo que se ha dado en la zona en los últimos meses. Rosario García, portavoz de la plataforma, pidió «acabar con la impunidad» de quienes delinquen y rompen la convivencia, e instó a las autoridades políticas, policiales y judiciales a hacerlo antes de «esperar a que haya una guerra». Recordó que en 2013 falleció una niña de siete años alcanzada por una bala perdida tras un cruce de disparos entre dos clanes enfrentados.
La Policía Nacional, que intervino el pasado sábado, ha abierto una investigación. Por el momento no se han producido detenciones. Los agentes que intervinieron localizaron varios impactos de bala en vehículos aparcados y en la ventana de una vivienda de la calle Lazarillo de Tormes. Allí se encontró también un piso en el que se intervino un arma y munición.
El comisionado para el Polígono Sur de Sevilla, Jaime Bretón, reclamó que se imponga el estado de derecho en el barrio. Bretón insistió en que todas las administraciones —Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Estado—, den una respuesta más contundente a los clanes criminales asentados en las Tres Mil. Propone controles aleatorios de vehículos que entran y salen del barrio, controles de armas en registros judiciales en viviendas y bloques, y también controles de tráfico de drojas.
El último tiroteo con víctimas mortales en las Tres Mil Viviendas de Sevilla ocurrió el pasado 3 de junio, en la calle Victoria Domínguez Cerrato. Fallecieron dos varones, padre e hijo, tras resultar heridos graves en una reyerta a tiros y tortas por unas rencillas con otra familia.
El sindicato Jupol, mayoritario en la Policía Nacional, emitió este lunes una nueva petición urgente dirigida al Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Policía. Jupol insistió en la necesidad de que cada ciudad de más de 250.000 habitantes, donde la Policía Nacional tiene competencias en materia de seguridad ciudadana, cuente con al menos un vehículo blindado para hacer frente a posibles enfrentamientos armados, como en intervenciones que involucren armas de guerra o la actuación de bandas criminales.