Ruso
Madmaxista
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El próximo 28 de junio se estrenará en España la película After Earth, que ha dado lugar a muchos comentarios relativos a la Iglesia de la Cienciología, muy presente en Hollywood. Recapitulamos en este apartado algunas de las informaciones publicadas por los medios españoles e iberoamericanos, y en concreto tomamos dos críticas de cine.
¿Es After Earth propaganda secreta de la Cienciología?
After Earth fue diseñada por su estudio para ser uno de las grandes apuestas de este verano cinematográfico, cuenta Juan Manuel González en Libertad Digital. Pero en lugar de eso, la película es ya el gran fracaso de la temporada, dada su baja recaudación y horribles críticas. Ingredientes para el éxito no le faltaban: una estrella hasta ahora infalible (Will Smith), un director de bandera (M. Night Shyamalan) y un popurrí de géneros populares (aventuras y ciencia ficción).
Una gran producción ideada por Smith para su propio lucimiento y el de su hijo Jaden, que la protagoniza junto a él, en manos de un realizador de prestigio, pero que en unos pocos años ha visto como el éxito comercial y crítico de El Sexto Sentido era sustituido (debido a largometrajes como Airbender o El incidente) por el escarnio, el ridículo y la etiqueta de “director maldito".
Y es que la película rindió muy por debajo de las cifras esperadas, con unos exiguos 27 millones de dólares, quedando tercera y por debajo de una mucho menos ambiciosa y exhibida en bastantes menos cines, el thriller de robos Ahora me ves, y la imbatible cinta de acción Fast & Furious 6, que conservó el liderato de la semana anterior sin dificultades. Las previsiones más optimistas no la sitúan muy por encima de los 60 millones de dólares, menos de la mitad de su presupuesto de 130 (sin incluir publicidad).
Pero la película dirigida por Shyamalan, cuya presencia tras las cámaras ha sido ocultada por su estudio tanto como le ha sido posible (su nombre no aparecía en la campaña de promoción del largometraje, ni en los tráilers o vallas publicitarias) tiene otro frente abierto en su país. Y es que no faltan voces que lo acusan de ser propaganda de la Iglesia de la Cienciología.
The Hollywood Reporter publicó una reseña especial del filme realizada por el ex-cienciólogo Marc Headley, en el que la integrante de esta sect… perdón, organización, consejero de Tom Cruise y autor de algún best-seller sobre esta disciplina, aseguraba que había un buen número de “coincidencias” o similitudes entre el guión y la doctrina propagada por L. Ron Hubbard (que, si recuerdan, ya dio su salto al cine a colación de la adaptación Campo de Batalla: la Tierra, uno de los grandes fracasos del 2000 y la gran losa que aún arrastra su estrella principal, el también cienciólogo John Travolta).
Sin ir más lejos, el eslogan publicitario del filme, “El peligro es real, el miedo es una opción”; o algunas de las enseñanzas del padre interpretado por Will Smith a su hijo, “vive el momento presente”; “¿qué ves, sientes, hueles?”, tema central del largometraje, responden a postulados de la Iglesia, señalando también una serie de paralelismos entre el clímax, que sucede dentro de un volcán, y lo escrito por Hubbard en su tratado Dianética: El poder del pensamiento sobre el cuerpo, en cuya portada aparecía precisamente eso… un volcán.
Para la periodista Nikki Finke la cuestión no es si Will Smith o M. Night están lanzando secretamente proclamas cienciólogas al público, sino por qué una publicación prestigiosa como THR ha dado la oportunidad a uno de ellos para escribir una reseña en vez de a sus críticos habituales. En todo caso, otros autores han encontrado similitudes entre la película y la doctrina ciencióloga, ésa que Paul Thomas Anderson criticó de manera explícita en The Master: al fin y al cabo, lo que el filme narra es la batalla de un padre y un hijo contra un enemigo invisible, el miedo, así como el proceso de adiestramiento del primero al segundo en un entorno hostil (algo que los seguidores de Shyamalan reconocerán de inmediato, en tanto entronca con el minimalismo formal que siempre ha exhibido el hindú).
Sea como fuere la crítica norteamericana, que se la tiene jurada al director desde La joven del agua, ha dado buena cuenta de la película. Algo que las agencias de noticias no han tardado en recoger. He aquí algunos de sus párrafos:
“En ninguna parte se nota la presencia del talentoso director de El Sexto Sentido que una vez nos trajo piezas intrincadamente elaboradas y prestidigitación cinemática, incluso con la más pequeña de sus películas”. Scott Foundas, de Variety.
“Los estudiantes informales de la Cienciología podrían reconocer esas máximas debido a que el miedo y su derrota reciben mucha prominencia en Dianética, un texto básico del creador de la cienciología, el escritor de ciencia ficción L. Ron Hubbard”. Manohla Dargis, de The New York Times.
“El sermón hace eco de un tema central de la Cienciología. ¿Es ése el subtexto de la producción o hay razones aún sin descubrir por las cuales el humor y la humanidad han sido esencialmente proscritos?, ¿por qué todo el mundo luce tan incómodo?, ¿por qué la misma noción de entretenimiento ha sido prohibida para favorecer una didáctica jovenlandesalizadora?, y ¿por qué Smith, quien ha sido un artista tan brillante durante años, luce como si se hubiera sometido a una ‘carismasectomía’?”.
Joe Morgenstern, de The Wall Street Journal.
“El filme es soso, aburrido, sin gracia”. Richard Corliss, de la revista Time.
Preguntas, preguntas. ¿Encontrará Shyamalan defensores en Europa, como le ocurrió con La Joven del Agua o El Incidente? ¿Se merecía ese maltrato crítico Airbender: El último guerrero? (oh, sí) ¿Han pagado cara Smith y Shyamalan su autocomplacencia? (sin duda). Y… ¿se ha convertido Shyamalan en un artista infravalorado por un público ansioso de emociones intrascendentes, o bien un director víctima de sí mismo? (me da que las dos cosas).
Will Smith coquetea con la Cienciología
Primero lo intentó, sin éxito, John Travolta. El actor, uno de los rostros más reconocidos por su activismo en pro de la Cienciología, intentó trasladar los dogmas de L. Ronald Hubbard a la gran pantalla con el fiasco que supuso Battlefield Earth (Roger Christian, 2000). Ahora es Will Smith el que llega dispuesto a ‘evangelizar’ a las masas con las doctrinas de la Cienciología, vía blockbuster. Smith y su hijo Jaden protagonizan After Earth, una cinta de ciencia ficción, dirigida y escrita por M. Night Shyamalan (El sexto sentido, Señales), en la que Smith se ha encargado de desarrollar la historia (suya fue la idea) y que según la crítica es una “carta de amor” que el actor ha dedicado a la religión –en Alemania y Francia, considerada secta– más controvertida de Hollywood.
Según explica Noelia Ramírez en El País, no han sido pocos los que defienden que la cinta es un planfleto. Tanto desde Reddit, como la revista New York o Los Angeles Times, pasando por The Hollywood Reporter (que pidió a un ex-confeso de la doctrina que analizase la simbología del film), la crítica ha enarcado la ceja ante una historia que, según dicen “sin ser demasiado obvia”, tiene demasiados puntos en común con las bases ideológicas de la organización.
La trama sitúa la historia en un futuro lejano, mil años después de que la Tierra sufriera un cataclismo. Los protagonistas son un padre y su hijo que deben hacer frente a los aliens que ahora habitan en el planeta. Éstos son algunos símiles que los expertos en la Cienciología han encontrado en After Earth:
1) Una “auditación” de padre a hijo: El peligro es real. El miedo, una elección. Esta frase, que el personaje de Smith apunta a su hijo en un momento de la película y que aparece en el poster promocional, se correspondería con las enseñanzas de Hubbard. Teniendo en cuenta que en la trama de la película los aliens que ahora habitan en la Tierra se alimentan de los miedos de la humanidad, conseguir librarse de las cargas emocionales supondrá la victoria. Tal y como defiende la Cienciología.
Los expertos creen que Smith ‘audita’ (las auditaciones son las diferentes sesiones a las que se someten los confesos para subir niveles en la organización) a su hijo durante todo el metraje. El personaje de Jaden Smith, ‘Kitai’, deberá superar sus cargas y miedos para alcanzar lo que en la doctrina se considera como la persecución del Thetán Operante (alcanzar el “yo básico” para “ser capaz de actuar y mejorar las cosas”). Las aventuras de Kitai, además, seguirían el patrón de superar niveles que rige a la organización. Algunos críticos defienden que el entrenamiento que el chaval recibe durante el film se correspondería con la ‘Tecnología de Estudio’ que desarrolló Hubbard.
2) El volcán, ese símbolo de la discordia. El clímax de la película acontece en un volcán muy similar al que aparece en la portada de Dianética (uno de los títulos clave de Hubbard) y en múltiples vídeos promocionales de la Cienciología. Un ex-miembro de la organización, Marc Headley (autor del best seller Blown for Good: Behind the Iron Curtain of Scientology) apunta, para delirio de los conspiracionistas, que en las enseñanzas de nivel superior de la Cienciología (“después de gastar cientos de miles de dólares”) los miembros aprenden que “el jefe supremo intergaláctico Xenú, en complot con los psiquiatras del universo, vertió millones de almas encarceladas en –ya lo han adivinado– volcanes de la tierra”. ¿Casualidad o guiño al culto cienciólogo?
3) Aliens que en realidad representan el ‘mal de la psiquiatría’. Matt Patches, de la revista New York, va más allá y asegura que los amenazantes aliens devora emociones de la película en realidad representan a la medicina psiquiátrica, los mayores enemigos reconocidos de la organización (Tom Cruise reprendió en su día a Brooke Shields por haberse medicado para superar una depresión posparto y en un reportaje de la BBC Panorama, varios cienciólogos explicaron que “la psiquiatría provocó el Holocausto”).
Que Will Smith sea el nuevo predicador de la Cienciología en Hollywood no sorprenderá a muchos. Aunque siempre se ha mostrado ambiguo sobre su relación con la organización, tanto él como su mujer han acudido a varios encuentros de la Iglesia, junto a su buen amigo Tom Cruise, y han donado cuantías millonarias para asociaciones relacionadas con los dogmas de Hubbard o para fundar escuelas de la organización.
El experimento fílmico, eso sí, no parece estar dando el resultado esperado. Con un presupuesto de 130 millones de dólares, apenas ha recaudado en su estreno, el pasado fin de semana, 27 millones (unos 21 millones de euros) y ha quedado en tercer puesto en la taquilla estadounidense. La media de puntuación entre los críticos virtuales, además, es desalentadora: Metacritic le da un 32 sobre 100 y Rotten Tomatoes, un 12 sobre 100. Si respetamos la teoría conspiracionista de que éste es un film pro Cienciología y tenemos en cuenta que Battlefield Earth tampocó gustó al gran público, ¿será que la Cienciología no engancha en la taquilla?
¿Es After Earth propaganda secreta de la Cienciología?
After Earth fue diseñada por su estudio para ser uno de las grandes apuestas de este verano cinematográfico, cuenta Juan Manuel González en Libertad Digital. Pero en lugar de eso, la película es ya el gran fracaso de la temporada, dada su baja recaudación y horribles críticas. Ingredientes para el éxito no le faltaban: una estrella hasta ahora infalible (Will Smith), un director de bandera (M. Night Shyamalan) y un popurrí de géneros populares (aventuras y ciencia ficción).
Una gran producción ideada por Smith para su propio lucimiento y el de su hijo Jaden, que la protagoniza junto a él, en manos de un realizador de prestigio, pero que en unos pocos años ha visto como el éxito comercial y crítico de El Sexto Sentido era sustituido (debido a largometrajes como Airbender o El incidente) por el escarnio, el ridículo y la etiqueta de “director maldito".
Y es que la película rindió muy por debajo de las cifras esperadas, con unos exiguos 27 millones de dólares, quedando tercera y por debajo de una mucho menos ambiciosa y exhibida en bastantes menos cines, el thriller de robos Ahora me ves, y la imbatible cinta de acción Fast & Furious 6, que conservó el liderato de la semana anterior sin dificultades. Las previsiones más optimistas no la sitúan muy por encima de los 60 millones de dólares, menos de la mitad de su presupuesto de 130 (sin incluir publicidad).
Pero la película dirigida por Shyamalan, cuya presencia tras las cámaras ha sido ocultada por su estudio tanto como le ha sido posible (su nombre no aparecía en la campaña de promoción del largometraje, ni en los tráilers o vallas publicitarias) tiene otro frente abierto en su país. Y es que no faltan voces que lo acusan de ser propaganda de la Iglesia de la Cienciología.
The Hollywood Reporter publicó una reseña especial del filme realizada por el ex-cienciólogo Marc Headley, en el que la integrante de esta sect… perdón, organización, consejero de Tom Cruise y autor de algún best-seller sobre esta disciplina, aseguraba que había un buen número de “coincidencias” o similitudes entre el guión y la doctrina propagada por L. Ron Hubbard (que, si recuerdan, ya dio su salto al cine a colación de la adaptación Campo de Batalla: la Tierra, uno de los grandes fracasos del 2000 y la gran losa que aún arrastra su estrella principal, el también cienciólogo John Travolta).
Sin ir más lejos, el eslogan publicitario del filme, “El peligro es real, el miedo es una opción”; o algunas de las enseñanzas del padre interpretado por Will Smith a su hijo, “vive el momento presente”; “¿qué ves, sientes, hueles?”, tema central del largometraje, responden a postulados de la Iglesia, señalando también una serie de paralelismos entre el clímax, que sucede dentro de un volcán, y lo escrito por Hubbard en su tratado Dianética: El poder del pensamiento sobre el cuerpo, en cuya portada aparecía precisamente eso… un volcán.
Para la periodista Nikki Finke la cuestión no es si Will Smith o M. Night están lanzando secretamente proclamas cienciólogas al público, sino por qué una publicación prestigiosa como THR ha dado la oportunidad a uno de ellos para escribir una reseña en vez de a sus críticos habituales. En todo caso, otros autores han encontrado similitudes entre la película y la doctrina ciencióloga, ésa que Paul Thomas Anderson criticó de manera explícita en The Master: al fin y al cabo, lo que el filme narra es la batalla de un padre y un hijo contra un enemigo invisible, el miedo, así como el proceso de adiestramiento del primero al segundo en un entorno hostil (algo que los seguidores de Shyamalan reconocerán de inmediato, en tanto entronca con el minimalismo formal que siempre ha exhibido el hindú).
Sea como fuere la crítica norteamericana, que se la tiene jurada al director desde La joven del agua, ha dado buena cuenta de la película. Algo que las agencias de noticias no han tardado en recoger. He aquí algunos de sus párrafos:
“En ninguna parte se nota la presencia del talentoso director de El Sexto Sentido que una vez nos trajo piezas intrincadamente elaboradas y prestidigitación cinemática, incluso con la más pequeña de sus películas”. Scott Foundas, de Variety.
“Los estudiantes informales de la Cienciología podrían reconocer esas máximas debido a que el miedo y su derrota reciben mucha prominencia en Dianética, un texto básico del creador de la cienciología, el escritor de ciencia ficción L. Ron Hubbard”. Manohla Dargis, de The New York Times.
“El sermón hace eco de un tema central de la Cienciología. ¿Es ése el subtexto de la producción o hay razones aún sin descubrir por las cuales el humor y la humanidad han sido esencialmente proscritos?, ¿por qué todo el mundo luce tan incómodo?, ¿por qué la misma noción de entretenimiento ha sido prohibida para favorecer una didáctica jovenlandesalizadora?, y ¿por qué Smith, quien ha sido un artista tan brillante durante años, luce como si se hubiera sometido a una ‘carismasectomía’?”.
Joe Morgenstern, de The Wall Street Journal.
“El filme es soso, aburrido, sin gracia”. Richard Corliss, de la revista Time.
Preguntas, preguntas. ¿Encontrará Shyamalan defensores en Europa, como le ocurrió con La Joven del Agua o El Incidente? ¿Se merecía ese maltrato crítico Airbender: El último guerrero? (oh, sí) ¿Han pagado cara Smith y Shyamalan su autocomplacencia? (sin duda). Y… ¿se ha convertido Shyamalan en un artista infravalorado por un público ansioso de emociones intrascendentes, o bien un director víctima de sí mismo? (me da que las dos cosas).
Will Smith coquetea con la Cienciología
Primero lo intentó, sin éxito, John Travolta. El actor, uno de los rostros más reconocidos por su activismo en pro de la Cienciología, intentó trasladar los dogmas de L. Ronald Hubbard a la gran pantalla con el fiasco que supuso Battlefield Earth (Roger Christian, 2000). Ahora es Will Smith el que llega dispuesto a ‘evangelizar’ a las masas con las doctrinas de la Cienciología, vía blockbuster. Smith y su hijo Jaden protagonizan After Earth, una cinta de ciencia ficción, dirigida y escrita por M. Night Shyamalan (El sexto sentido, Señales), en la que Smith se ha encargado de desarrollar la historia (suya fue la idea) y que según la crítica es una “carta de amor” que el actor ha dedicado a la religión –en Alemania y Francia, considerada secta– más controvertida de Hollywood.
Según explica Noelia Ramírez en El País, no han sido pocos los que defienden que la cinta es un planfleto. Tanto desde Reddit, como la revista New York o Los Angeles Times, pasando por The Hollywood Reporter (que pidió a un ex-confeso de la doctrina que analizase la simbología del film), la crítica ha enarcado la ceja ante una historia que, según dicen “sin ser demasiado obvia”, tiene demasiados puntos en común con las bases ideológicas de la organización.
La trama sitúa la historia en un futuro lejano, mil años después de que la Tierra sufriera un cataclismo. Los protagonistas son un padre y su hijo que deben hacer frente a los aliens que ahora habitan en el planeta. Éstos son algunos símiles que los expertos en la Cienciología han encontrado en After Earth:
1) Una “auditación” de padre a hijo: El peligro es real. El miedo, una elección. Esta frase, que el personaje de Smith apunta a su hijo en un momento de la película y que aparece en el poster promocional, se correspondería con las enseñanzas de Hubbard. Teniendo en cuenta que en la trama de la película los aliens que ahora habitan en la Tierra se alimentan de los miedos de la humanidad, conseguir librarse de las cargas emocionales supondrá la victoria. Tal y como defiende la Cienciología.
Los expertos creen que Smith ‘audita’ (las auditaciones son las diferentes sesiones a las que se someten los confesos para subir niveles en la organización) a su hijo durante todo el metraje. El personaje de Jaden Smith, ‘Kitai’, deberá superar sus cargas y miedos para alcanzar lo que en la doctrina se considera como la persecución del Thetán Operante (alcanzar el “yo básico” para “ser capaz de actuar y mejorar las cosas”). Las aventuras de Kitai, además, seguirían el patrón de superar niveles que rige a la organización. Algunos críticos defienden que el entrenamiento que el chaval recibe durante el film se correspondería con la ‘Tecnología de Estudio’ que desarrolló Hubbard.
2) El volcán, ese símbolo de la discordia. El clímax de la película acontece en un volcán muy similar al que aparece en la portada de Dianética (uno de los títulos clave de Hubbard) y en múltiples vídeos promocionales de la Cienciología. Un ex-miembro de la organización, Marc Headley (autor del best seller Blown for Good: Behind the Iron Curtain of Scientology) apunta, para delirio de los conspiracionistas, que en las enseñanzas de nivel superior de la Cienciología (“después de gastar cientos de miles de dólares”) los miembros aprenden que “el jefe supremo intergaláctico Xenú, en complot con los psiquiatras del universo, vertió millones de almas encarceladas en –ya lo han adivinado– volcanes de la tierra”. ¿Casualidad o guiño al culto cienciólogo?
3) Aliens que en realidad representan el ‘mal de la psiquiatría’. Matt Patches, de la revista New York, va más allá y asegura que los amenazantes aliens devora emociones de la película en realidad representan a la medicina psiquiátrica, los mayores enemigos reconocidos de la organización (Tom Cruise reprendió en su día a Brooke Shields por haberse medicado para superar una depresión posparto y en un reportaje de la BBC Panorama, varios cienciólogos explicaron que “la psiquiatría provocó el Holocausto”).
Que Will Smith sea el nuevo predicador de la Cienciología en Hollywood no sorprenderá a muchos. Aunque siempre se ha mostrado ambiguo sobre su relación con la organización, tanto él como su mujer han acudido a varios encuentros de la Iglesia, junto a su buen amigo Tom Cruise, y han donado cuantías millonarias para asociaciones relacionadas con los dogmas de Hubbard o para fundar escuelas de la organización.
El experimento fílmico, eso sí, no parece estar dando el resultado esperado. Con un presupuesto de 130 millones de dólares, apenas ha recaudado en su estreno, el pasado fin de semana, 27 millones (unos 21 millones de euros) y ha quedado en tercer puesto en la taquilla estadounidense. La media de puntuación entre los críticos virtuales, además, es desalentadora: Metacritic le da un 32 sobre 100 y Rotten Tomatoes, un 12 sobre 100. Si respetamos la teoría conspiracionista de que éste es un film pro Cienciología y tenemos en cuenta que Battlefield Earth tampocó gustó al gran público, ¿será que la Cienciología no engancha en la taquilla?