KUTRONIO
Será en Octubre
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Ayer acaeció uno de los sucesos más terribles de los últimos tiempos. Un refugiado sirio apuñaló sin piedad en un parque francés a varios bebés en sus carritos. Si alguien no cree en la existencia del mal y del diablo, que vea el vídeo. Si puede, porque el vídeo ha sido objeto de una censura masiva.
En realidad no le recomendaríamos a nadie ver el vídeo, pero quizá tampoco le quitaríamos la libertad de verlo que es lo que se está haciendo. Lo sospechoso es que el criterio no es uniforme. O enseñamos a todos los niños o no enseñamos a ninguno. Si hacemos famosa la foto del niño ahogado al tratar de cruzar el Mediterráneo en patera no podemos aplicar otro rasero a los niños apuñalados por un viajero sirio. Podemos, pero es sospechoso.
De hecho no es ya que el vídeo se haya censurado masivamente, eliminándolo de todas las redes sociales, sino que la propia noticia se ha ido minimizando poco a poco en los grandes medios, pasado el primer impacto. La explicación a lo mejor la ofrecen los colaboradores de alguno de esos grandes medios, más preocupados por si el atroz atentado podía dar votos a la extrema derecha que por los propios niños acuchillados.
Como a menudo en estos casos, algunos tertulianos de izquierda no dejaron pasar la oportunidad de alcanzar nuevas cotas de bajeza en la historia de la televisión, justificando, blanqueando o contextualizando este ataque atroz. La culpa para algunos prácticamente no era del apuñalador, sino de la sociedad de acogida, del paro, de las condiciones socioeconómicas, del racismo… Obviamente ninguno de estos observadores justificaría hoy un atentado contra una mezquita por el atentado de ayer, desplazando la culpa del autor del atentado hacia sus víctimas. En esto también se observa siempre una doble vara de medir.
Por lo demás también es casualidad que de millones de parados el que se pone a apuñalar bebés sea un refugiado sirio. Por no hablar de la oportuna circunstancia también de que el apuñalador llevara encima, según han publicado algunos medios, estampas de la Virgen y de Jesús. Con todos los millones de cristianos no dudosos que hay en Europa, el que se pone a apuñalar a bebés es un viajero sirio, otra vez puñetera casualidad. A lo mejor tenemos que ir acostumbrándonos a que todos los terroristas islámicos o todos los delincuentes de origen viajero empiecen a llevar estampas cristianas para dejar tranquilos a algunos tertulianos o a algunas presentadoras de televisión. Esas estampas podrían ser la respuesta a cómo puedo apuñalar a unos cuantos niños sin favorecer a la ultraderecha o sin que crezcan la islamofobia o la xenofobia. Mete en el bolsillo unas estampas de Jesús y de la Virgen para facilitar tu defensa a los opinadores de la televisión. Católico seguro es el joven que se enfrentó al apuñalador.
Existe en el Islam una controvertida herramienta llamada la Taqiyya. Se trata de una especie de bula para mentir sobre las propias creencias y ocultar la fidelidad al Islam. En otras épocas esta herramienta la utilizaban los fiel a la religión del amores para evitar persecuciones, cuando vivían en territorios controlados por los cristianos, pero actualmente se amontonan las evidencias de que se está usando para la creación de falsas banderas.
No es posible ignorar por otro lado que de un tiempo a esta parte la violencia islamista está siendo minimizada por los medios. Cuando como en este caso no se puede ocultar por completo, se desvincula del terrorismo o del islamismo atribuyéndola a casos de locura particular, aunque al parecer todos los locos tengan el mismo perfil. Las imágenes del ataque se censuran y en la delincuencia común del día a día, cuando es de origen viajero, se omite la nacionalidad de los detenidos. Para evitar el racismo y la xenofobia, se nos dice, para evitar lo que la gente pueda pensar al ver la verdad sin censurar, en realidad.
