Cirujano de hierro
Será en Octubre
Conoce las diferentes pruebas de agilidad, fuerza y resistencia que todo aspirante debe superar para ingresar en la Policía Nacional.
Convertirse en un miembro de la Policía Nacional no es un camino fácil. Más allá de la exigente formación académica, hay una serie de pruebas físicas que todo aspirante debe superar para demostrar su capacidad y preparación a la hora de enfrentar situaciones de riesgo. Y es que las pruebas físicas de la Policía Nacional están diseñadas para evaluar la agilidad, la fuerza y la resistencia de los aspirantes. Tres desafíos que pondrán a prueba no solo la destreza física, sino también la voluntad y la determinación de los candidatos.
La propia Policía Nacional ha publicado un vídeo ensu cuenta de Instagram donde explica en un minuto en qué consiste cada una de estas pruebas y cómo se deben afrontar:
La primera prueba, la prueba de agilidad, es un laberinto de obstáculos que cada opositor debe superar en un tiempo determinado. La agilidad, habilidad crucial para responder rápidamente a situaciones peligrosas, se pone a prueba con este circuito-
Corre hacia la primera barra vertical, sorteándola por el exterior, luego agachándote para superar una valla, para después encarar otra barra vertical. El desafío continúa con la pasada por debajo de otra valla y culmina con un sprint y un salto espectacular sobre la última valla. Este circuito no es solo una prueba de velocidad, sino un desafío que evalúa la habilidad táctica y la coordinación.
Prueba de fuerza: dominadas
La segunda fase del examen se centra en evaluar la fuerza física. Para los aspirantes masculinos, la prueba implica realizar entre 5 y 17 dominadas. Sujetos a una barra horizontal, los candidatos deben levantar su propio peso, llevando la barbilla hasta la barra y descendiendo lentamente. Cada movimiento cuenta, y los impulsos o balanceos pueden invalidar una repetición.
En el caso de las aspirantes femeninas, la prueba de fuerza implica la suspensión en barra. Manteniendo las manos separadas a la altura de los hombros en una barra horizontal, deben aguantar en suspensión el mayor tiempo posible. Sin movimientos de piernas, barbilla o cadera, la resistencia y la estabilidad son fundamentales.
Prueba de resistencia: carrera de 1000 metros
La última prueba, la carrera de 1000 metros, es un desafío de resistencia que pone a prueba la fuerza física y mental de los aspirantes. Realizada en pistas de atletismo, con suelos duros y superficies lisas, esta carrera implica correr junto a otros compañeros opositores.
Superar estas tres pruebas físicas significa estar un paso más cerca de cumplir el sueño de ser parte de la Policía Nacional. La agilidad, la fuerza y la resistencia son las claves que abren las puertas a una carrera dedicada a la protección y el servicio público.
En vídeo: ¿Aprobarías el examen para ser Policía Nacional? Estas son las pruebas que tienes que superar
Convertirse en un miembro de la Policía Nacional no es un camino fácil. Más allá de la exigente formación académica, hay una serie de pruebas físicas que todo aspirante debe superar para demostrar su capacidad y preparación a la hora de enfrentar situaciones de riesgo. Y es que las pruebas físicas de la Policía Nacional están diseñadas para evaluar la agilidad, la fuerza y la resistencia de los aspirantes. Tres desafíos que pondrán a prueba no solo la destreza física, sino también la voluntad y la determinación de los candidatos.
La propia Policía Nacional ha publicado un vídeo ensu cuenta de Instagram donde explica en un minuto en qué consiste cada una de estas pruebas y cómo se deben afrontar:
La primera prueba, la prueba de agilidad, es un laberinto de obstáculos que cada opositor debe superar en un tiempo determinado. La agilidad, habilidad crucial para responder rápidamente a situaciones peligrosas, se pone a prueba con este circuito-
Corre hacia la primera barra vertical, sorteándola por el exterior, luego agachándote para superar una valla, para después encarar otra barra vertical. El desafío continúa con la pasada por debajo de otra valla y culmina con un sprint y un salto espectacular sobre la última valla. Este circuito no es solo una prueba de velocidad, sino un desafío que evalúa la habilidad táctica y la coordinación.
Prueba de fuerza: dominadas
La segunda fase del examen se centra en evaluar la fuerza física. Para los aspirantes masculinos, la prueba implica realizar entre 5 y 17 dominadas. Sujetos a una barra horizontal, los candidatos deben levantar su propio peso, llevando la barbilla hasta la barra y descendiendo lentamente. Cada movimiento cuenta, y los impulsos o balanceos pueden invalidar una repetición.
En el caso de las aspirantes femeninas, la prueba de fuerza implica la suspensión en barra. Manteniendo las manos separadas a la altura de los hombros en una barra horizontal, deben aguantar en suspensión el mayor tiempo posible. Sin movimientos de piernas, barbilla o cadera, la resistencia y la estabilidad son fundamentales.
Prueba de resistencia: carrera de 1000 metros
La última prueba, la carrera de 1000 metros, es un desafío de resistencia que pone a prueba la fuerza física y mental de los aspirantes. Realizada en pistas de atletismo, con suelos duros y superficies lisas, esta carrera implica correr junto a otros compañeros opositores.
Superar estas tres pruebas físicas significa estar un paso más cerca de cumplir el sueño de ser parte de la Policía Nacional. La agilidad, la fuerza y la resistencia son las claves que abren las puertas a una carrera dedicada a la protección y el servicio público.
En vídeo: ¿Aprobarías el examen para ser Policía Nacional? Estas son las pruebas que tienes que superar