AYN RANDiano2
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Lean ante todo la interesante historia de este jovenlandés. Démosla por cierta a modo discursivo, porque puede ser cierta y porque hay historias ciertas exactamente iguales:
«Prefiero morir a que me llamen forzador», dice el hombre absuelto tras pasar dos años en Martutene | El Diario Vasco
Badr Sahar ha pasado los dos últimos años en la guandoca de Martutene acusado de un delito de agresión sensual que supuestamente cometió junto a un «conocido» suyo, también jovenlandés. Sin embargo, la Justicia determinó hace un mes que no se puede probar que cometieran tales hechos y les otorgó la libertad.
El episodio ocurrió en enero de 2016. La denunciante, una mujer de mediana edad y de nacionalidad portuguesa, aseguró que los acusados le robaron, le golpearon y le agredieron sexualmente. Asimismo, su expareja también denunció que estos le dieron una paliza. No obstante, el día del juicio, la presunta víctima afirmó que no se acordaba de nada. La mujer, que sufre un trastorno psicótico, tuvo que abandonar la sala durante su declaración, que fue difusa, llena de silencios y en la que ni aclaró ni corroboró los hechos que en su día denunció ante la Ertzaintza.
Uno de los dos absueltos, Badr Sahar, de 33 años, explica la «pesadilla» que ha vivido desde el 8 de enero de 2016. Asegura que ese día le «cambió la vida», pero se esfuerza ahora en «pasar página sin guardar rencor». O al menos el menor rencor posible: «En esta vida los perdono, pero delante de Dios no le voy a perdonar ni a ella ni a él».
«Le pedí al juez que hiciese una rueda de reconocimiento para ver si me identificaba»
Badr llegó a Gipuzkoa en 2008, después de haber pasado primero por Murcia y Cataluña, donde conoció a una mujer con quien tiene un hijo de siete años.
En 2016 Badr trabajaba de chapista en Errenteria. Un viernes por la tarde se encontró con un compatriota suyo en Donostia. «Solo éramos conocidos, aún así me invitó a tomar algo en la casa donde vivía de okupa». Era el 8 de enero. «Estábamos tranquilamente en su casa y se desencadenó una discusión entre mi amigo y otro chico jovenlandés» que vivía en el mismo inmueble abandonado. «De repente, el otro vino con una porra y yo le agarré por el cuello y mi amigo del brazo. Entonces llamé al 112 :8: y pedí que viniera una patrulla». En ese momento, según la versión de Badr, el portador de la porra se fue y «nosotros esperamos a que llegase la policía, ya que era yo quien les había llamado :
:».
Pero cuando llegaron, «entraron con fuerza, no me dejaban ni respirar, me esposaron y les decía: 'pero que he llamado yo'. En la calle me desmayé y una ambulancia me llevó al hospital». Cuando se recuperó estaba esposado. «Yo no estaba ni borracho ni nada». Había habido una pelea, sí, pero según Badr, en ella no había mujer alguna implicada.
«Cuando me dijeron que era libre grité de alegría: 'la verdad ha salido a la luz'»
«Yo no vi a la chica hasta el domingo 10 de enero, que nos llevaron al Juzgado de Guardia. El problema había sido con el chico. A ella ni le vimos», reitera uno de los dos marroquíes ahora absueltos.
El domingo, a la guandoca
Aún así, el viernes ya pasaron la noche en el calabozo «y el sábado todo el día y toda la noche». A la una del mediodía del domingo fueron conducidos ante el juez «y a las dos ya estábamos en la guandoca, sin saber muy bien por qué».
La principal razón por la que se les ha mantenido en prisión durante 23 meses, según su abogado, Alfonso Iglesias, es «que no declararon ningún domicilio, por lo que no tenían arraigo y el riesgo de fuga era grande, porque al fin y al cabo les pedían muchos años de prisión».
Algo que corrobora Badr Sahar: «Pedían 9 años de guandoca para nosotros. Imagínate que pasamos todo ese tiempo por algo que no hemos hecho. No puede ser, es una pesadilla», asegura este jovenlandés de 33 años que considera que «no puede ser [PUES ES] que una chica diga algo sin tener ninguna prueba y metan a unas personas en la guandoca. Le dije al juez que hiciese una rueda de reconocimiento para ver si me reconoce, porque para meter a alguien en la guandoca tienes que estar muy seguro».
Ya en prisión, «un agente judicial me dijo: 'toma este papel', y como no entendía bien se lo di a uno para que me lo leyera: 'Agresión sensual', le comunicó, dos palabras que resonaron en su cabeza como sendos disparos. '¿Estás leyendo bien?', le dijo. Yo me he peleado con un jovenlandés pero ahí no había ninguna chica», aseguró Badr. «Pues aquí pone agresión sensual», le confirmó el otro antes de añadir: «Estás estropeado».
«Empecé a llorar y a golpearme la cabeza contra la pared. Y cuando la gente me vio en esa tesitura nadie vino a consolarme porque se corrió la voz de que era un 'forzador'. Me decían: 'No bajas de los 12 años de guandoca'».
Este hombre -según cuenta- ha perdido 2 años de su vida en la guandoca, y se ha arriesgado a una condena de 9 años (la que pedía la fiscalía) y a ser agredido en prisión.
Podría haber evitado todo este calvario simplemente LARGÁNDOSE de la "Casa Okupada" a las primeras indicaciones de lío, y no quedándose allí confianzudamente tras llamar ÉL MISMO :8: a los policías que LE DETUVIERON PARA 2 AÑOS DE PRISIÓN PREVENTIVA :8:.
Y ahora, las LECCIONES APRENDIDAS:
CONCLUSIONES PRÁCTICAS:
Llamar a la Policía es como pedir un ataque aéreo si uno es infante.
Puede salir muy bien...o el ataque aéreo puede matarnos a nosotros si los aviadores se equivocan de objetivo.
Llamar a la policía es meter al Estado a desfacer entuertos, y -como todos deberíamos de saber- el Estado dista mucho de ser infalible.
Llame a la policía sólo en casos realmente graves o bien para ayudar a terceros.
Llamarla por temas menores (tipo "me han pegado", "me han amenazado", "me han tocado el pito") es JUGÁRSELA.
Yo les trato siempre de "Sr. Agente".
Tratar con exquisitos modales a los policías (bueno, y a todo el mundo en general) les señala:
Deje usted caer además algún que otro término jurídico en su conversación con un policía y optimizará sus probabilidades de que pierdan interés por uno.
Creo que es correcto decir que los CFSE que "procesen" A MARIO CONDE lo harán con un "cuidado" extra:
Cualquier CFSE sabe que Mario Conde es una persona persona muy inteligente y poderosa. Nadie quiere enemistarse ni tener lío alguno con alguien así...incluso si van a detenerlo.
Mi idea es que en mis tratos con los CFSE estos me perciban un "aire" a Mario Conde, esto es, alguien altamente educado y de clase social alta.
«Prefiero morir a que me llamen forzador», dice el hombre absuelto tras pasar dos años en Martutene | El Diario Vasco
Badr Sahar ha pasado los dos últimos años en la guandoca de Martutene acusado de un delito de agresión sensual que supuestamente cometió junto a un «conocido» suyo, también jovenlandés. Sin embargo, la Justicia determinó hace un mes que no se puede probar que cometieran tales hechos y les otorgó la libertad.
El episodio ocurrió en enero de 2016. La denunciante, una mujer de mediana edad y de nacionalidad portuguesa, aseguró que los acusados le robaron, le golpearon y le agredieron sexualmente. Asimismo, su expareja también denunció que estos le dieron una paliza. No obstante, el día del juicio, la presunta víctima afirmó que no se acordaba de nada. La mujer, que sufre un trastorno psicótico, tuvo que abandonar la sala durante su declaración, que fue difusa, llena de silencios y en la que ni aclaró ni corroboró los hechos que en su día denunció ante la Ertzaintza.
Uno de los dos absueltos, Badr Sahar, de 33 años, explica la «pesadilla» que ha vivido desde el 8 de enero de 2016. Asegura que ese día le «cambió la vida», pero se esfuerza ahora en «pasar página sin guardar rencor». O al menos el menor rencor posible: «En esta vida los perdono, pero delante de Dios no le voy a perdonar ni a ella ni a él».
«Le pedí al juez que hiciese una rueda de reconocimiento para ver si me identificaba»
Badr llegó a Gipuzkoa en 2008, después de haber pasado primero por Murcia y Cataluña, donde conoció a una mujer con quien tiene un hijo de siete años.
En 2016 Badr trabajaba de chapista en Errenteria. Un viernes por la tarde se encontró con un compatriota suyo en Donostia. «Solo éramos conocidos, aún así me invitó a tomar algo en la casa donde vivía de okupa». Era el 8 de enero. «Estábamos tranquilamente en su casa y se desencadenó una discusión entre mi amigo y otro chico jovenlandés» que vivía en el mismo inmueble abandonado. «De repente, el otro vino con una porra y yo le agarré por el cuello y mi amigo del brazo. Entonces llamé al 112 :8: y pedí que viniera una patrulla». En ese momento, según la versión de Badr, el portador de la porra se fue y «nosotros esperamos a que llegase la policía, ya que era yo quien les había llamado :
:».Pero cuando llegaron, «entraron con fuerza, no me dejaban ni respirar, me esposaron y les decía: 'pero que he llamado yo'. En la calle me desmayé y una ambulancia me llevó al hospital». Cuando se recuperó estaba esposado. «Yo no estaba ni borracho ni nada». Había habido una pelea, sí, pero según Badr, en ella no había mujer alguna implicada.
«Cuando me dijeron que era libre grité de alegría: 'la verdad ha salido a la luz'»
«Yo no vi a la chica hasta el domingo 10 de enero, que nos llevaron al Juzgado de Guardia. El problema había sido con el chico. A ella ni le vimos», reitera uno de los dos marroquíes ahora absueltos.
El domingo, a la guandoca
Aún así, el viernes ya pasaron la noche en el calabozo «y el sábado todo el día y toda la noche». A la una del mediodía del domingo fueron conducidos ante el juez «y a las dos ya estábamos en la guandoca, sin saber muy bien por qué».
La principal razón por la que se les ha mantenido en prisión durante 23 meses, según su abogado, Alfonso Iglesias, es «que no declararon ningún domicilio, por lo que no tenían arraigo y el riesgo de fuga era grande, porque al fin y al cabo les pedían muchos años de prisión».
Algo que corrobora Badr Sahar: «Pedían 9 años de guandoca para nosotros. Imagínate que pasamos todo ese tiempo por algo que no hemos hecho. No puede ser, es una pesadilla», asegura este jovenlandés de 33 años que considera que «no puede ser [PUES ES] que una chica diga algo sin tener ninguna prueba y metan a unas personas en la guandoca. Le dije al juez que hiciese una rueda de reconocimiento para ver si me reconoce, porque para meter a alguien en la guandoca tienes que estar muy seguro».
Ya en prisión, «un agente judicial me dijo: 'toma este papel', y como no entendía bien se lo di a uno para que me lo leyera: 'Agresión sensual', le comunicó, dos palabras que resonaron en su cabeza como sendos disparos. '¿Estás leyendo bien?', le dijo. Yo me he peleado con un jovenlandés pero ahí no había ninguna chica», aseguró Badr. «Pues aquí pone agresión sensual», le confirmó el otro antes de añadir: «Estás estropeado».
«Empecé a llorar y a golpearme la cabeza contra la pared. Y cuando la gente me vio en esa tesitura nadie vino a consolarme porque se corrió la voz de que era un 'forzador'. Me decían: 'No bajas de los 12 años de guandoca'».
Este hombre -según cuenta- ha perdido 2 años de su vida en la guandoca, y se ha arriesgado a una condena de 9 años (la que pedía la fiscalía) y a ser agredido en prisión.
Podría haber evitado todo este calvario simplemente LARGÁNDOSE de la "Casa Okupada" a las primeras indicaciones de lío, y no quedándose allí confianzudamente tras llamar ÉL MISMO :8: a los policías que LE DETUVIERON PARA 2 AÑOS DE PRISIÓN PREVENTIVA :8:.
Y ahora, las LECCIONES APRENDIDAS:
* Los policías son humanos, ergo falibles.
* Los policías no son Omniscientes. Según llegan a donde se les ha llamado han de decidir quién es el "malo". Pueden equivocarse. En USA a veces han apiolado a tiros (por error) al "bueno" que les ha llamado.
* Los policías obedecen a "protocolos". Si el "protocolo" dice que hagan A, harán A, por muy "injusto" que a usted le parezca.
* No puede usted predecir lo que hará la otra parte, los "denunciados". Desde autolesionarse para culparle a usted por las lesiones hasta alegar "agresión sensual" (este caso) o "agresión homófoba" o "agresión racista" o lo que sea. El Sistema al cual sirven los policías puede perfectamente volverse contra usted, por mucha "razón" que usted tenga.
* El mero hecho de decir "voy a llamar a la policía" puede precipitar una reacción peor de quienes vaya usted a denunciar, reacción que le pillará a usted con un teléfono en la mano y quizás hasta distraído marcando o hablando. Si hay "lío" ponerse a hablar por teléfono es una imprudencia. Si hay "lío" hay que estar a lo que hay que estar, esto es, a defenderse y a huír a la menor oportunidad.
* Llamar a la Policía implica que SU NOMBRE Y DIRECCIÓN terminen en manos de su agresor:
* Los policías no son Omniscientes. Según llegan a donde se les ha llamado han de decidir quién es el "malo". Pueden equivocarse. En USA a veces han apiolado a tiros (por error) al "bueno" que les ha llamado.
* Los policías obedecen a "protocolos". Si el "protocolo" dice que hagan A, harán A, por muy "injusto" que a usted le parezca.
* No puede usted predecir lo que hará la otra parte, los "denunciados". Desde autolesionarse para culparle a usted por las lesiones hasta alegar "agresión sensual" (este caso) o "agresión homófoba" o "agresión racista" o lo que sea. El Sistema al cual sirven los policías puede perfectamente volverse contra usted, por mucha "razón" que usted tenga.
* El mero hecho de decir "voy a llamar a la policía" puede precipitar una reacción peor de quienes vaya usted a denunciar, reacción que le pillará a usted con un teléfono en la mano y quizás hasta distraído marcando o hablando. Si hay "lío" ponerse a hablar por teléfono es una imprudencia. Si hay "lío" hay que estar a lo que hay que estar, esto es, a defenderse y a huír a la menor oportunidad.
* Llamar a la Policía implica que SU NOMBRE Y DIRECCIÓN terminen en manos de su agresor:
¿Recuerdan ustedes el Malagagate?
Identidad y foto de la falsa "violeada" de Málaga
El nombre de la supuesta amada sin consentimiento terminó en pantalla en prime time:
¿Quiere usted que todo su barrio, sus amistades o todo el "Clan" de su agresor sepan dónde vive usted y como se llama?
¿No quiere usted que lo sepan?
Pues entonces mejor no llame a la policía, porque la policía apuntará su nombre, que terminará en expedientes que pueden terminar en manos d ela otra parte.
Identidad y foto de la falsa "violeada" de Málaga
El nombre de la supuesta amada sin consentimiento terminó en pantalla en prime time:
¿Quiere usted que todo su barrio, sus amistades o todo el "Clan" de su agresor sepan dónde vive usted y como se llama?
¿No quiere usted que lo sepan?
Pues entonces mejor no llame a la policía, porque la policía apuntará su nombre, que terminará en expedientes que pueden terminar en manos d ela otra parte.
CONCLUSIONES PRÁCTICAS:
* Si tiene algún lío del cual pueda irse sin más, váyase de inmediato. No se quede a llamar a la policía para "hacer valer su razón". Normalmente nada va a sacar de semejante "hacerse valer".
* Si hay un lìo que le involucre a usted, de cualquier forma lo prudente es largarse ASAP sin dar la espalda. Llamar a la policía supone llamarla (momento peligroso 1), esperarla (momento peligroso 2) y que esta llegue (momento peligroso 3, como se ha visto en este caso). ¿Para qué quiere usted someterse a estos 3 momentos peligrosos si puede simplemente largarse?
* Si el lío involucra a terceros desconocidos (o sea, un lío que vea usted desde la distancia), llamar a la Policía también supone un mínimo riesgo de enmarronarse, pero es tan bajo el riesgo que en este caso sí aconsejo (por civismo) llamar a la Policía como única intervención razonable en conflictos ajenos.
* Si hay un lìo que le involucre a usted, de cualquier forma lo prudente es largarse ASAP sin dar la espalda. Llamar a la policía supone llamarla (momento peligroso 1), esperarla (momento peligroso 2) y que esta llegue (momento peligroso 3, como se ha visto en este caso). ¿Para qué quiere usted someterse a estos 3 momentos peligrosos si puede simplemente largarse?
* Si el lío involucra a terceros desconocidos (o sea, un lío que vea usted desde la distancia), llamar a la Policía también supone un mínimo riesgo de enmarronarse, pero es tan bajo el riesgo que en este caso sí aconsejo (por civismo) llamar a la Policía como única intervención razonable en conflictos ajenos.
Yo de hecho llamo mucho al 112, pero es siempre por temas AJENOS: Peleas callejeras que veo desde mi casa, un caballo vagando por una carretera, carga caída de camión en la calzada...todo cosas así.
Nunca llamo por algo MÍO. LO MÍO PROCURO GESTIONÁRMELO YO.
Nunca llamo por algo MÍO. LO MÍO PROCURO GESTIONÁRMELO YO.
Llamar a la Policía es como pedir un ataque aéreo si uno es infante.
Puede salir muy bien...o el ataque aéreo puede matarnos a nosotros si los aviadores se equivocan de objetivo.
Llamar a la policía es meter al Estado a desfacer entuertos, y -como todos deberíamos de saber- el Estado dista mucho de ser infalible.
Llame a la policía sólo en casos realmente graves o bien para ayudar a terceros.
Llamarla por temas menores (tipo "me han pegado", "me han amenazado", "me han tocado el pito") es JUGÁRSELA.
Yo les trato siempre de "Sr. Agente".
¿En qué puedo ayudarle, Sr, Agente?
¿Qué desea, Sr. Agente?
¿Puedo marcharma ya, Sr. Agente?
¿Qué desea, Sr. Agente?
¿Puedo marcharma ya, Sr. Agente?
Tratar con exquisitos modales a los policías (bueno, y a todo el mundo en general) les señala:
1. Que respetas su autoridad.
2. Que eres de una clase social cultivada que conoce sus derechos y tiene recursos.
3. Que es altamente improbable que te hayas enmarronado en algo.
2. Que eres de una clase social cultivada que conoce sus derechos y tiene recursos.
3. Que es altamente improbable que te hayas enmarronado en algo.
Deje usted caer además algún que otro término jurídico en su conversación con un policía y optimizará sus probabilidades de que pierdan interés por uno.
Creo que es correcto decir que los CFSE que "procesen" A MARIO CONDE lo harán con un "cuidado" extra:
Cualquier CFSE sabe que Mario Conde es una persona persona muy inteligente y poderosa. Nadie quiere enemistarse ni tener lío alguno con alguien así...incluso si van a detenerlo.
Mi idea es que en mis tratos con los CFSE estos me perciban un "aire" a Mario Conde, esto es, alguien altamente educado y de clase social alta.
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