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Pablo Motos ha conectado con el actor por videollamada para saber cómo se encuentra tras su largo ingreso hospitalario por el bichito-19
María RobertActualizado:14/02/2022 22:47hGUARDAR
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El pasado 10 de febrero Antonio Resines recibía por fin el alta médica, después de permanecer 48 días ingresado en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, 36 de ellos en la UCI, a consecuencia de una insuficiencia respiratoria aguda secundaria a neumonía el bichito-19 bilateral. Aún convaleciente, el actor hizo pública una carta de agradecimiento a los sanitarios que lo atendieron durante su hospitalización
. En ella explicaba, además, que «queda un tiempo de recuperación en casa, para que me puedan dar el alta definitiva».
Sin embargo, este lunes 14 de febrero, el protagonista de ‘La buena estrella’ ha reaparecido inesperadamente en ‘El Hormiguero’ para explicar cómo se encuentra, aunque primero ha hablado por primera vez sobre el periplo que lo llevó al hospital.
«Yo no tenía nada. Me hice un test de antígenos y salió negativo. Al día siguiente rodé con Santiago Segura, solo tenía un poco de fiebre. Al día siguiente me hice una PCR y ya di positivo».
Lo siguiente fue una semana «de debacle». Se recuerda tosiendo un montón, y de repente lo llevaron al hospital. A partir de ahí, ha revelado, «no me acuerdo de nada». «Yo pensé que habían pasado 5 días, como un pequeño desmayo, y cuando me desperté el 20 y tantos de enero me quede acojonado», ha añadido.
Brevemente, porque aún se cansa bastante al hablar, ha recalcado las palabras expresadas en su misiva, haciendo un encendido alegato a favor del sistema sanitario y sus profesionales. «Hay que apoyar la sanidad pública como sea». De hecho, lo positivo que saca de esta historia «es que hay gente que estudia, se deja la vida… Había 14 turnos. Cuando yo entré en la UCI había 97 personas. Nos hemos salvado 80, que tiene narices».
Con total sinceridad y bromeando con la posibilidad de que lo tomen por loco, ha admitido que no se ha enterado de nada de lo acontecido durante los 38 días que ha pasado ingresado en cuidados intensivos. «Estaba en otro mundo paralelo. Vives un mundo extrañísimo que tiene puntos en común con la realidad, pero es otra cosa. Y se pasa muy mal, porque no controlas. Es un poco tremendo».
Y sin perder su característico sentido del humor ha buscado el lado menos malo de su estancia en el hospital. «Me venía muy bien adelgazar». Acto seguido, poniéndose serio, ha expuesto que sufre una atrofia del 80%. «No tengo músculos y ando mal, necesito andador. Por lo demás, me recuperaré. Lo que pasa es que es lento y complicado y hace falta esfuerzo».
Antes de despedirse, además, ha querido lanzar un mensaje clave a los telespectadores. «Que la gente sepa que esto es una cosa muy seria y que todo el mundo se vacune».