Anecdotario hijil

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progenitora hace un par de años - He visto Memento, me ha encantado, creo que te gustaría mucho ¿la vemos?
Hijo - No

Hijo tiempo más tarde - Quiero ver una peli y no sé cual
progenitora - ¿Memento? Está muy chula

progenitora una tarde de invierno lluviosa - ¿Vemos una peli?
Hijo - vale, ¿cual?
progenitora - ¿Memento?
Hijo - Pfff, no.

Escenas repetidas a lo largo del tiempo mutatis mutandis

Hijo esta tarde - Mamá he estado leyendo que Memento es un peliculón, voy a ver si la descargo para verla
progenitora - Señor dame paciencia porque como me des fuerza :(

Y el cabrón de él la ha pillado a la primera

Ea, aquí dejo el hilo para que aportéis las anécdotas de vuestros cachorros, sobris y asimilados
 
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:XX::XX::XX::XX:
 
Octubre, creo que ahora entenderas el dicho de "Nadie es profeta en su tierra"

A mi me paso hace años, cuando era yo adolescente y mi hermano pequeño tenia como unos 5-7 años. Un dia ibamos caminando los dos con mi padre y mi hermano pequeño estaba muy muy revoltoso. Y al final mi padre ya cansado le dice "Mira, voy a entrar en esta tienda y te voy a dejar alli y me llevare a otro"

Ahora bien, que va el pequeñajo y responde: "Da igual, Papa, no va a encontrar otro como yo"

:XX::XX::XX::XX:

Todavia me acuerdo de la cara a cuadros de mi padre

:XX::XX:
 
Mi padre a mi hermana; como no estudies más voy a ir buscando internado para el próximo año.

Mi hermana; y yo voy a ir mirando residencia, una que sea baratita :XX::XX:
 
Mi hijo con dos años hablaba clarisimo.
Eso sí aprendió de mi todos los tacos que a base de años he ido corrigiendo y ya no digo tantos.
La familia lo cabreaba para que el niño largase sus piropos, por menos de nada "se cagaba en tu pu ta progenitora" y le reían la gracia.
Años le costó a la progenitora corregir el vocabulario del niño.
Vino una prima mia es de fuera y no lo conocía , el niño(unos tres años) en el vestibulo, le abre la puerta del ascensor.."pase señora"
Que niño mas educado!!, a lo que el niño añade: puñeteroN, Yo en esos momentos interioricé el "tierra trágame"
 
Mi primo cuando era pequeño ceceaba así cuando tenía ganas de irse a dormir decía: "mi ozo, mi zabana y mi zupe". Siempre se ina a dormir con esas tres cosas, un oso de peluche, una sabanita y el chupete.

Una tarde que mi tía quería que se echara la siesta le colocó el ozo, la zabana y en zupe y se fue con el al cuarto para que se durmiera. Pues como al cuarto de hora salió el cargado con sus tres cosas diciendo: "Shhhhh, ya se ha dormido."

Por supuesto la que se echó el siestón fue mi tía:XX::XX:
 
Esto ocurrió cuando yo tendría unos 6 años

- Yo: " Es que me canso de hacer deberes y me aburro estudiando"

- Padre: "El cuerpo aguanta todo lo que le eches, así que tienes que poder como hace todo el mundo"

- Yo: "Jo"

Unos días después fuimos los dos al trabajo de mi padre a recojer la nómina y a ver qué turno le tocaba

- Jefe: "Pues te ha tocado turno de tarde con éstos dos"

- Padre: "shishi, ya llevo varios seguidos, ya vale ¿no?

- Yo: "¿Pero el cuerpo no aguantaba todo lo que le eches?" :confused:

- Padre: "¡ Pero aquí en el trabajo no lo digas, que me la lías !" :ouch:


Risas de fondo de todo Dios en ese momento:XX:


Y ahí nacio una tocapelotas sin saberlo :D
 
Mi primera borrachera fue a los tres años, mi padre se trajo un amigo a casa y se sirvieron dos copas de coñac, a la que se descuidaron le robe la copa al amigo de mi padre y me la trinque de un trago, empece a dar tumbos y a pegarme cabezazos contra las paredes mientras me partia de risa, lo mejor fue la bronca que les echo a los dos mi progenitora.

A los cuatro años decidi que era hora de probar otros sabores y me trinque una botella de lejia de esas azules del caballito, no veas como corrian mi progenitora y las vecinas, me obligaron a tragar cafe y luego me metian los dedos en la garganta para provocarme el vomito, jorobar, acabe echando hasta la primera papilla.


A los seis o siete años me paso algo parecido a lo de la hermana de deva.

Mi padre me llevo a ver a un tio mio, me sentaron en medio de la mesa y empezaron con las tipicas insensateces para tomarle el pelo a los crios y pegarse unas risas. En un momento dado me preguntaron que haria con mi padre cuando fuera un anciano, mi padre sonrio e hincho el pecho todo orgulloso mientras yo pensaba seriamente la respuesta, entonces hice una asociacion y dije " ¡Ya se , lo llevare al asilo!"

Empezaron todos a partirse la caja y supe que habia dicho lo correcto , solo que mi padre tenia la sonrisa un poco congelada, cuando salimos me puso tibio "¿Asi que cuando sea viejo me abandonaras como a un perro?:(" El tio me la guardo un monton de años, cada vez que teniamos alguna historia me soltaba "si, ya se que cuando sea mayor me llevaras al asilo"
 
Última edición:
Agosto de principios de los 70. Octubrita veranea con sus tíos y sus abuelos en alguna zona x de Tarragona. 16:00 hora zulú. No se oye una mosca. A Octubrita sus tíos y sus abuelos le obligan a echar la siesta. En realidad le obligan a permanecer quieta y muda, mudísima, en una cama durante una hora aproximadamente bajo amenaza de que si mete ruido y despierta a sus mayores le arrancarán las uñas y le meterán los dedos en vinagre (digo yo, porque sino no sé por qué era tan efectiva lo que fuera con lo que le amenazaran, o quizás Octubrita era una niña muy buena pero no lo creo)

Tic-Tac, Tic-Tac, sólo se oye un reloj, una gota de agua de un grifo que no acaba de cerrar bien. El tiempo no pasa. Si sólo tuviera su consola (Ah!, no que todavía no se han inventado). En ese momento el sistema parasimpático de Octubrita relaja su esfinter traseril interno. ¡cosa! (Sí,hija, eso es, cosa). ¿Ganas de soltar justo ahora?. ¡Horror! ¡Meter ruido en la sacrosanta hora de la siesta!. Octubrita está convencida de que el duodécimo* mandamiento es "No tirarás de la cadena mientras los demás duermen" pero no encuentra cómo solucionarlo. El sistema parasimpático insiste en enviar las señales inequívocas del proceso que se está iniciando.

Pero Octubrita ve la luz. ¡Claro! ¡No hace falta tirar de la cadena porque....!. Octubrita sale de puntillas de su habitación. ¡Ñeeeeec! y se dirige decidida pero sigilosa hacia la habitación de sus tíos. - Bien, ambos duermen - Abre una puerta, se cuela dentro. Se pone en la postura adecuada y aaaaah! ¡por fin!. Sale, cierra la puerta del armario de la habitación de sus tíos y se dirige al baño a acabar de limpiarse. Del papel es más fácil deshacerse. Pim, pim, pim. En la cocina hay un cubo de sarama. - Venga, todo en orden, ahora a esperar a que el mundo despierte -

Y el mundo despertó. Y se puso echo una fiera. La pobre Octubrita se quedó castigada el resto de la tarde. Perpleja, no entendía por qué habían sabido que aquello era suyo. ¿Por qué habían descartado tan pronto a su abuelo? :(



*El úndecimo es no molestar
 
Tendría 3 o 4 años, y un tío mío muy fumador, de Celtas además, vino una tarde a casa de visita. Mientras se tomaban unas cervezas toda la familia yo pillé la caja de cerillas, la abrí y viendo que el fósforo era colorado me dije "esto hay que probarlo"..... y ahí que me puse a comer la cabeza de las cerillas (el palo lo tiraba).

Cuando mi tío fué a encenderse un cigarro vió que habían volado casi todas las cerillas, (a qué velocidad me las metería porque el tío se fumaba un cigarro detrás de otro), cuando se descubrió el pastel todo el mundo como loco a llevarme al hospital, yo no entendía nada, no me dolía nada, las cerillas no estaban malas, ni notaba nada, mi padre dijo que a lo mejor sujetandome por las patas y poníendome cabeza abajo recuperaríamos el material, (sí, mi padre ha visto muchas películas), yo dije que sí al experimento con tal de no ir al hospital (yo es que me apuntaba a todo) pero una mirada de sargento que le echó mi progenitora bastó para no hacerlo.

Total que acabamos en el hospital y al salir me dice mi padre, "menos mal que te las han sacado porque si te llegas a rascar la barriga te hubieses incendiado" :8: (yo me imaginé la escena sacando fuego por la boca) del susto saqué un puñado de cerillas del bolsillo que me había guardado con el revuelo (para comerlas por el camino en el coche) y se las di a mi padre, no me dijo nada, pero me da la impresión que sabía que yo tenía más cerillas guardadas.

No he vuelto a comer cerillas, por cierto :D
 
Agosto de principios de los 70. Octubrita veranea con sus tíos y sus abuelos en alguna zona x de Tarragona. 16:00 hora zulú. No se oye una mosca. A Octubrita sus tíos y sus abuelos le obligan a echar la siesta. En realidad le obligan a permanecer quieta y muda, mudísima, en una cama durante una hora aproximadamente bajo amenaza de que si mete ruido y despierta a sus mayores le arrancarán las uñas y le meterán los dedos en vinagre (digo yo, porque sino no sé por qué era tan efectiva lo que fuera con lo que le amenazaran, o quizás Octubrita era una niña muy buena pero no lo creo)

Tic-Tac, Tic-Tac, sólo se oye un reloj, una gota de agua de un grifo que no acaba de cerrar bien. El tiempo no pasa. Si sólo tuviera su consola (Ah!, no que todavía no se han inventado). En ese momento el sistema parasimpático de Octubrita relaja su esfinter traseril interno. ¡cosa! (Sí,hija, eso es, cosa). ¿Ganas de soltar justo ahora?. ¡Horror! ¡Meter ruido en la sacrosanta hora de la siesta!. Octubrita está convencida de que el duodécimo* mandamiento es "No tirarás de la cadena mientras los demás duermen" pero no encuentra cómo solucionarlo. El sistema parasimpático insiste en enviar las señales inequívocas del proceso que se está iniciando.

Pero Octubrita ve la luz. ¡Claro! ¡No hace falta tirar de la cadena porque....!. Octubrita sale de puntillas de su habitación. ¡Ñeeeeec! y se dirige decidida pero sigilosa hacia la habitación de sus tíos. - Bien, ambos duermen - Abre una puerta, se cuela dentro. Se pone en la postura adecuada y aaaaah! ¡por fin!. Sale, cierra la puerta del armario de la habitación de sus tíos y se dirige al baño a acabar de limpiarse. Del papel es más fácil deshacerse. Pim, pim, pim. En la cocina hay un cubo de sarama. - Venga, todo en orden, ahora a esperar a que el mundo despierte -

Y el mundo despertó. Y se puso echo una fiera. La pobre Octubrita se quedó castigada el resto de la tarde. Perpleja, no entendía por qué habían sabido que aquello era suyo. ¿Por qué habían descartado tan pronto a su abuelo? :(



*El úndecimo es no molestar

Qué horror eso de hacer a los niños dormir la siesta por ******** yo nunca la dormí hasta resacosa de bien mayor, y me dejaban con la condición de no hacer ruido, una de esas tardes con mi prima, otra que no dormía, pensamos que los patos que nos había regalado el bisabuelo a cada nieto y bisnieto estaban muy sucios y los lavamos...con agua y jabón de lagarto, después los tendimos al sol para que se sacaran y cuando se levantó el personal aquello era la matanza silenciosa de los patos...No digáis nada por favor, ya estoy lo suficientemente atormentada por el recuerdo de mi crueldad :roto2:
 
Mi sobrino el mayor, siete añitos, una comida familiar.
Todo se desarrolla según lo previsto: los mayores haciendo los animales y los pequeños observando la situación con ojos desorbitados.

De repente al niño no se le ocurre otra cosa que lanzar un sonoro eructo. Nunca entenderé como de un cuerpo tan pequeño pudo surgir un ruido semejante.
Bronca de la progenitora y carcajadas generalizadas.

Cuando su progenitora le pregunto "¿Por qué haces eso?" al niño no se le ocurrió otra cosa que decir: "Para ser un hombre hay que ser un marrano".

Esa frase ha marcado mi vida...:D:D
 
De niño recuerdo yo que me dejaban a veces en casa de mis abuelos y por las tardes, habia que ver la tele porque ponian los toros. A mi me parecia un autentico ******. Y encima cuando preguntaba: "¿Y que ha hecho el toro para que lo castiguen asi?" se reian y me decian "Cuando crezcas lo entenderas"...

Pues nada, que hoy en dia sigo sin entenderlo
 
Hace unas semanas le regalé a mi sobrino favorito (9 años) un librillo de historia de España
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El chiquillo lo cogió con afición (hasta el punto de haber protagonizado anecdotas del tipo "mamá: Deja el libro
Niño: ¿No ves que estoy aprendiendo?
Mamá: Pues deja de aprender que tienes que ir al colegio" :p

EL caso es que se lo ha tomado muy a pecho y el sábado, en casa de los abuelos, se dedicó a escribir la historia ilustrada de la segunda guerra de la sucesión, de como se acababa la dinastía Borbón y empezaba a reinar mi padre. Para el 2050, previa abdicación de mi hermano (que no estaba interesado en "eso de ser rey"), y asegurándose que, sin embargo, sus hijas seguirían siendo infantas, reinaría él, como Jaime II "El Recopilador". Teníais que haber visto al tipo todo serio explicando el tema. :))
 
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