catleya
Madmaxista
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América de bandera blanca
LINH DINH • 21 DE AGOSTO DE 2021
• 800 PALABRAS • 24 COMMENTS • RESPONDER
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Washington DC, 2010
Cuando Ichiro jugaba en las Grandes Ligas, siempre lo perseguía una turba de periodistas y fotógrafos japoneses, comenzando con el primer día de los Entrenamientos de Primavera. Harto de esto, le dijo a un entrevistador que deseaba que simplemente desaparecieran.
"¿De tu vida?"
"No, de esta tierra".
Estados Unidos, sin embargo, no está siendo molestado sino deformado, debilitado y, bueno, francamente destruido por una gran cantidad de personas, muchas de las cuales quizás no hayas oído hablar, así que vamos a:
Imagina que no hay George Soros
Tampoco Bill Gates, Rupert Murdoch o Klaus Schwab.
Sin Jeff Zucker, Mark Zuckerberg, Arthur Sulzberger,
Jonathan Greenblatt, Larry Fink, David Solomon,
Robert Iger, Charles Scharf, Jamie Dimon,
Steve Schwarzman, Jeremy Zimmer, Len Blavatnik,
Andy Slavitt, Jeffrey Zients, Anthony Fauci,
Jessica Rosenworcel, Janet Yellen, Gary Gensler,
Betsy Berns Korn, Mort Fridman o, qué diablos,
Nancy Pelosi también, sobre todo porque es muy asquerosa.
Incluso más que la mayoría de las listas, está muy incompleta, pero ya entiendes la idea. O tal vez no. Es demasiado ecléctico, dices, si no confuso. ¿Qué tienen en común?
Todos son ingenieros sociales, dispuestos a rehacer Estados Unidos de maneras que no tienen nada que ver, al menos inicialmente, con los deseos de su mayoría, así que ahí va su democracia. A medida que las nuevas normas se propagan sin descanso, se legalizan y luego se imponen, la mayoría de los estadounidenses aprenderán a abrazar su yo recién acobardado y castrado.
Muchos claramente lo han hecho. Cuando traté de acusar a un tío Sam cínico y siniestro en mi último artículo, uno que ha arruinado no solo a docenas de países extranjeros, sino a la propia América, varios lectores se sintieron ofendidos, no por Sammy, el títere de los judíos, ¡sino por mí!
Claramente, se identifican con las botas de acero que están prendidas en sus rostros, tan finas, que les dejan abrazar su cada vez más perversos destino, pero ¿qué pasa con los demás? ¿Y sus hijos? Debido a la cobardía nauseabunda de sus padres, los niños estadounidenses están heredando el infierno.
Tenga en cuenta que no me molesté en enumerar a Biden, no porque ya esté muerto, sino porque los políticos estadounidenses son simplemente chicos y chicas de cabañas para sus pagadores de ingeniería social. De presidente para abajo, no deciden absolutamente nada.
Verdaderamente petulantes, los estadounidenses siguen esperando las próximas elecciones para votar por su salvador, o votan por un candidato "independiente" como gesto simbólico. Sin embargo, simplemente votando, respaldan un sistema que los está destruyendo abiertamente.
Con máquinas de votación que no pueden ser auditadas, las elecciones presidenciales estadounidenses están diseñadas para ser manipuladas, con uno de los dos candidatos examinados a los que se les permite ganar para mantener las disputas internas y la pelea de gatas dando bandazos, para distraer a los orates de ver lo que está sucediendo.
(La última política estadounidense con integridad fue Cynthia McKinney, y la han perseguido hasta Bangladesh. Una vez desaparecida, ningún excolega la menciona, tal es su cobardía colectiva).
En cualquier caso, no querrás convertir a un augusto como Obama o Trump, digamos, en un mártir o, Dios no lo quiera, en un héroe nacional, al que adorar durante siglos.
No es probable que Estados Unidos dure otra década, especialmente porque la mayoría de sus "patriotas" están acurrucados, con los ojos bien cerrados, mientras las olas de degeneración, merluzez e infamia se apoderan de ellos.
Mientras los guardias gobernantes cagan sobre las tumbas de sus familias de forma rutinaria, estos patriotas ensuciados con los pantalones siguen murmurando: “¡Por favor, no me despidan, no me bajen de la plataforma ni me cancelen, massa! Haré lo que me digas. Nunca he susurrado una mala palabra sobre ti, ni siquiera en línea. Solo he usado mi privilegio de Internet para escupir a los refugiados afganos y a los lavaplatos mexicanos, pero no, no, no, ¡no soy racista! ¡Las vidas de los neցros son importantes! ¡Por favor, dame la chancleta más de color para el beso francés! "
Condicionados por Hollywood para disfrutar de que otros sean picados o volados, muchos estadounidenses están disfrutando del terror y el pánico actuales en Afganistán. Algunos justifican esta schadenfreude enfermiza diciendo que estos afganos son colaboradores que merecen plenamente su castigo o incluso la fin, pero ¿adivinen qué país ha proporcionado más colaboradores, de lejos, al imperio del mal?
América, por supuesto.
A los millones que han luchado por los especuladores de la guerra y los judíos, debe agregar a todos los empleados de Lockheed Martin, Northrop Grumman, Boeing, General Dynamics y Raytheon, etc., así como a todos los académicos que están de acuerdo con los pervertidos, en su mayoría judíos. la agenda de la ingeniería social, y los periodistas que escupen tonterías y mentiras a diario, una y otra vez, de modo que, en realidad, los únicos estadounidenses inocentes son los niños pequeños, los que heredarán una realidad infernal y desnaturalizada construida por sus despistados o padres cobardes, sin mencionar una montaña astronómica de deudas, surgidas por un sistema bancario dominado por judíos.
Muchos estadounidenses también se ríen del rápido colapso del ejército afgano, pero 66.000 de ellos murieron luchando contra los talibanes y otros grupos de oposición (que sufrieron 51.191 muertes). 117.191 hombres afganos, entonces, dieron sus vidas por versiones conflictivas de Afganistán.
Demuéstreme que estoy equivocado, pero el único país que está cayendo sin lucha alguna es los Estados Unidos de América.
LINH DINH • 21 DE AGOSTO DE 2021
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Washington DC, 2010
Cuando Ichiro jugaba en las Grandes Ligas, siempre lo perseguía una turba de periodistas y fotógrafos japoneses, comenzando con el primer día de los Entrenamientos de Primavera. Harto de esto, le dijo a un entrevistador que deseaba que simplemente desaparecieran.
"¿De tu vida?"
"No, de esta tierra".
Estados Unidos, sin embargo, no está siendo molestado sino deformado, debilitado y, bueno, francamente destruido por una gran cantidad de personas, muchas de las cuales quizás no hayas oído hablar, así que vamos a:
Imagina que no hay George Soros
Tampoco Bill Gates, Rupert Murdoch o Klaus Schwab.
Sin Jeff Zucker, Mark Zuckerberg, Arthur Sulzberger,
Jonathan Greenblatt, Larry Fink, David Solomon,
Robert Iger, Charles Scharf, Jamie Dimon,
Steve Schwarzman, Jeremy Zimmer, Len Blavatnik,
Andy Slavitt, Jeffrey Zients, Anthony Fauci,
Jessica Rosenworcel, Janet Yellen, Gary Gensler,
Betsy Berns Korn, Mort Fridman o, qué diablos,
Nancy Pelosi también, sobre todo porque es muy asquerosa.
Incluso más que la mayoría de las listas, está muy incompleta, pero ya entiendes la idea. O tal vez no. Es demasiado ecléctico, dices, si no confuso. ¿Qué tienen en común?
Todos son ingenieros sociales, dispuestos a rehacer Estados Unidos de maneras que no tienen nada que ver, al menos inicialmente, con los deseos de su mayoría, así que ahí va su democracia. A medida que las nuevas normas se propagan sin descanso, se legalizan y luego se imponen, la mayoría de los estadounidenses aprenderán a abrazar su yo recién acobardado y castrado.
Muchos claramente lo han hecho. Cuando traté de acusar a un tío Sam cínico y siniestro en mi último artículo, uno que ha arruinado no solo a docenas de países extranjeros, sino a la propia América, varios lectores se sintieron ofendidos, no por Sammy, el títere de los judíos, ¡sino por mí!
Claramente, se identifican con las botas de acero que están prendidas en sus rostros, tan finas, que les dejan abrazar su cada vez más perversos destino, pero ¿qué pasa con los demás? ¿Y sus hijos? Debido a la cobardía nauseabunda de sus padres, los niños estadounidenses están heredando el infierno.
Tenga en cuenta que no me molesté en enumerar a Biden, no porque ya esté muerto, sino porque los políticos estadounidenses son simplemente chicos y chicas de cabañas para sus pagadores de ingeniería social. De presidente para abajo, no deciden absolutamente nada.
Verdaderamente petulantes, los estadounidenses siguen esperando las próximas elecciones para votar por su salvador, o votan por un candidato "independiente" como gesto simbólico. Sin embargo, simplemente votando, respaldan un sistema que los está destruyendo abiertamente.
Con máquinas de votación que no pueden ser auditadas, las elecciones presidenciales estadounidenses están diseñadas para ser manipuladas, con uno de los dos candidatos examinados a los que se les permite ganar para mantener las disputas internas y la pelea de gatas dando bandazos, para distraer a los orates de ver lo que está sucediendo.
(La última política estadounidense con integridad fue Cynthia McKinney, y la han perseguido hasta Bangladesh. Una vez desaparecida, ningún excolega la menciona, tal es su cobardía colectiva).
En cualquier caso, no querrás convertir a un augusto como Obama o Trump, digamos, en un mártir o, Dios no lo quiera, en un héroe nacional, al que adorar durante siglos.
No es probable que Estados Unidos dure otra década, especialmente porque la mayoría de sus "patriotas" están acurrucados, con los ojos bien cerrados, mientras las olas de degeneración, merluzez e infamia se apoderan de ellos.
Mientras los guardias gobernantes cagan sobre las tumbas de sus familias de forma rutinaria, estos patriotas ensuciados con los pantalones siguen murmurando: “¡Por favor, no me despidan, no me bajen de la plataforma ni me cancelen, massa! Haré lo que me digas. Nunca he susurrado una mala palabra sobre ti, ni siquiera en línea. Solo he usado mi privilegio de Internet para escupir a los refugiados afganos y a los lavaplatos mexicanos, pero no, no, no, ¡no soy racista! ¡Las vidas de los neցros son importantes! ¡Por favor, dame la chancleta más de color para el beso francés! "
Condicionados por Hollywood para disfrutar de que otros sean picados o volados, muchos estadounidenses están disfrutando del terror y el pánico actuales en Afganistán. Algunos justifican esta schadenfreude enfermiza diciendo que estos afganos son colaboradores que merecen plenamente su castigo o incluso la fin, pero ¿adivinen qué país ha proporcionado más colaboradores, de lejos, al imperio del mal?
América, por supuesto.
A los millones que han luchado por los especuladores de la guerra y los judíos, debe agregar a todos los empleados de Lockheed Martin, Northrop Grumman, Boeing, General Dynamics y Raytheon, etc., así como a todos los académicos que están de acuerdo con los pervertidos, en su mayoría judíos. la agenda de la ingeniería social, y los periodistas que escupen tonterías y mentiras a diario, una y otra vez, de modo que, en realidad, los únicos estadounidenses inocentes son los niños pequeños, los que heredarán una realidad infernal y desnaturalizada construida por sus despistados o padres cobardes, sin mencionar una montaña astronómica de deudas, surgidas por un sistema bancario dominado por judíos.
Muchos estadounidenses también se ríen del rápido colapso del ejército afgano, pero 66.000 de ellos murieron luchando contra los talibanes y otros grupos de oposición (que sufrieron 51.191 muertes). 117.191 hombres afganos, entonces, dieron sus vidas por versiones conflictivas de Afganistán.
Demuéstreme que estoy equivocado, pero el único país que está cayendo sin lucha alguna es los Estados Unidos de América.
