Id por ese camino, que ya veréis que bien nos va
Hasta que lo decidió la UE, en el comercio internacional siempre siempre se pagaba sociedades en el país de origen de la empresa.
Hasta que la UE, que veía como no tiene grandes tecnológicas (por qué será!) y que vio que los Amazon, Google, Linkedin, etc, tenían enormes beneficios, y quería parte del pastel.
Y entonces decidió obligar a que tuvieran sede física en la UE. Y pasó lo de Irlanda y tal. Una medida absolutamente arbitraria, que tenía un fin exclusivamente recaudatorio.
Y para reforzar su visión, no deja de meter en la cabeza de la gente la poca falta de cultura absolutamente tiránica de que los impuestos hay que pagarlos en el lugar de destino del producto o servicio, y no en el de origen. Porque claro, si es un software, estamos hablando de que se podría tener casi la totalidad de la producción en otros países, como mucho en el origen tienen una pequeña red comercial.
Eso está muy bonito y muy bien, pero NO OS HACÉIS IDEA de hasta qué punto podemos irnos a la cosa. Por intentar meterle mano a unas cuantas gigantes (porque patatas, simplemente porque son ricas y tienen pasta...), estas teorías del impuesto en el lugar de adquisición están empezando a echar raíces, y ya veréis cuando se empiecen a expandir. Que ya estamos en ello.
Qué risas cuando una pyme que fabrica muebles para Francia e Italia tenga que dividir su facturación y presentar declaraciones en tres países distintos, tres idiomas distintos, con tres legislaciones distintas. O la empresa que hace cursos y vende en Colombia y México tenga que presentar allí sus impuestos, e intentar desglosar todo como si fueran empresas distintas. O el youtuber al que escuchan en Argentina o Chile, que tenga que declarar tres veces. O la distribuidora de mangueras que las trae de China y luego comercializa en España y media Europa.
Creo que no veis los hilos, ni llegáis a imaginar de qué estamos hablando. Simplemente, en el momento en que hay una globalización de mercado y una comunicación que hace que por fin la pequeña y mediana empresa pueda de verdad comerciar con otros países, les calzamos unas normas que no es que aumente un poco la burocracia, es que la multiplicará por 10 y obligará de facto a cualquier empresa que comercialice en más de un país a tener sedes sociales físicas en cada uno de esos países.
De verdad, que no sabéis qué monstruo estáis alimentando. Ni os lo imagináis; España salió económicamente de la crisis del ladrillo principalmente porque se aumentó exportaciones, por supuesto gracias a la tecnología que permite hacerlo. Y estamos hablando de un camino que, simplemente, impedirá comercializar con otros países. Porque solo aquellos en los que tengas una facturación enorme compensará, en todos los demás tendrás que abandonar ese mercado. Lo cual implica que jamás te aventurarás a comercializar en países nuevos, porque seguramente tardarás años en poder generar lo suficiente como para amortizar la locura administrativa que significaría.
Como rompamos la baraja (que ya se ha roto con estas empresas americanas de forma completamente arbitraria...), vamos a volver al siglo XIX.