pocholito
Madmaxista
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¿Allanará la esa época en el 2020 de la que yo le hablo el camino hacia una renta básica universal? (lavanguardia.com)
Cuando Andrew Yang se postuló como candidato demócrata a las elecciones presidenciales estadounidenses, su propuesta de un "Dividendo de Libertad" (pagos mensuales de 1.000 dólares básicamente en efectivo a todos los estadounidenses) lo distinguió como outsider y heterodoxo en un terreno muy concurrido. Casi dos años después, cuando Yang encabeza la carrera por la alcaldía de Nueva York, su plan de entregar dinero en efectivo a medio millón de neoyorquinos parece mucho menos radical y no sólo porque sea mucho más modesto que su idea de una renta básica universal (RBU) nacional.
Aunque la RBU sigue suscitando escepticismo en muchos sectores, la experiencia de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y la consiguiente explosión del gasto social han cambiado el tono de los debates sobre las reformas radicales en los Estados de bienestar. Las tras*ferencias de efectivo (como las que llevadas a cabo por muchos gobiernos durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo) han pasado a parecer una forma eficiente y eficaz de satisfacer todo tipo de necesidades sociales.
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Presidential candidates attend Democratic Debate in HoustonSeptember 12, 2019 - Houston, Texas USA.
EP
Pocos planes ofrecieron durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo pagos periódicos generalizados. Sin embargo, aunque la época de la RBU todavía no ha llegado, puede que la terrible experiencia de la el bichito nos la haya acercado.
Los argumentos en favor de los pagos de ingresos universales han florecido durante siglos. Thomas Paine sostuvo que la Tierra es una propiedad común, y que cuantos hacen uso de tierras y recursos deben a la sociedad una "renta del suelo", que debía financiar el pago de una "herencia natural" a todos los adultos.
Los planes de pagos universales, y la idea sutilmente diferente de una renta mínima garantizada, fueron una característica recurrente de los debates sobre el bienestar en el siglo XX. Sin embargo, a finales de siglo, los temores ante la posibilidad de abusos y la persistencia de unas elevadas tasas de desempleo en gran parte de Europa condujeron a reformas que endurecieron las prestaciones o las supeditaron al trabajo.
Referéndum en Suiza
Proyecto para pagar a todos los adultos una renta incondicional de unos 2.500 dólares al mes fue rechazado con casi el 80% de los votos en contra
La preocupación por la desigualdad y la creencia (en especial, en el ámbito tecnológico) de que los robots y la inteligencia artificial no tardarían en convertir en superfluos a muchos trabajadores condujeron a un renovado interés por las rentas básicas en la década de 2010. Sin embargo, escasearon las propuestas realistas, a pesar de la atrevida campaña presidencial de Yang. En Suiza, se celebró en 2016 un referéndum en el que un proyecto para pagar a todos los adultos una renta incondicional de unos 2.500 dólares al mes fue rechazado de modo rotundo, con casi el 80% de los votos en contra.
Un acto de campaña de los favorables a la renta básica universal en Suiza
Otras Fuentes
Luego llegó la el bichito. Las restricciones a la actividad colocaron a enormes franjas de la sociedad en una posición de extrema y urgente necesidad económica. Los gobiernos respondieron con grandes inyecciones de dinero en efectivo. Desde mediados de marzo hasta mediados de junio, más de 1.100 millones de personas recibieron pagos en efectivo, buena parte de los cuales fueron aprobados sin apenas oposición política. Según el Banco Mundial, las tras*ferencias de efectivo representaron en torno al tercio de todas las políticas de protección social relacionadas con la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Lee tambiénLa renta básica universal, entre la utopía y la realidad
LUIS FEDERICO FLORIOBARCELONA
Congreso de Estados Unidos
Ley de ayuda ante la el bichito que incluía una disposición para el envío sin condiciones cheques de hasta 1.200 dólares
El Congreso de Estados Unidos aprobó en marzo de 2020 de forma casi unánime una ley de ayuda ante la el bichito que incluía una disposición para el envío sin condiciones cheques de hasta 1.200 dólares a la mayoría de los ciudadanos adultos (a finales de año hubo una nueva ronda de cheques).
Los residentes de Hong Kong recibieron pagos por valor de casi 1.300 dólares; los de Japón, unos 950 dólares; la mayoría de los adultos de Singapur, unos 425 dólares. Algunos gobiernos experimentaron con pagos que sólo podían utilizarse localmente, mediante vales (como en Malta) o tarjetas de débito precargadas (como en algunas partes de Corea del Sur). Sin embargo, la mayoría envió sencillamente dinero en efectivo.
El programa de Togo
tras*ferencias quincenales a los monederos móviles de los trabajadores informales en los lugares donde hay confinamientos
De todos modos, pocos o ninguno de esos sistemas ofrecieron una verdadera RBU. En el mundo rico, la mayoría de los programas de ayuda en efectivo fueron tras*ferencias puntuales, destinadas a estimular el consumo y amortiguar las crisis de ingresos. En los países pobres, las tras*ferencias se asemejaron más a una renta básica, ya que con frecuencia fueron periódicas. Sin embargo, la mayoría se dirigió a los pobres y vulnerables.
En el mayor programa asistencial de su historia, el gobierno brasileño proporcionó pagos mensuales al tercio más pobre de la población hasta diciembre de 2020. El programa de Togo envía tras*ferencias quincenales a los monederos móviles de los trabajadores informales en los lugares donde hay confinamientos.
El consejero de Economía del FMI y director del Departamento de Investigación, Maurice Obstfeld en la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Nusadua en el 2018
EFE
No obstante, a medida que se acerca el final de la fase aguda de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y poco a poco se reanuda la actividad económica normal, disminuye el número de programas que siguen en vigor. Sólo el 7% de las políticas se han prorrogado, y el plan medio duró tres meses, de acuerdo con el Banco Mundial.
Estados Unidos
La ayuda frente a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo no se tras*formará en unos programas sostenidos de renta básica
En Estados Unidos, el proyecto de ley de estímulo del presidente Joe Biden, que ha iniciado su andadura en el Congreso, prevé una tercera ronda de cheques, aunque los recibirán menos personas que en 2020. La ayuda frente a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo no se tras*formará en unos programas sostenidos de renta básica. De todos modos, la experiencia mundial con la el bichito podría hacer más probable su eventual adopción. Las encuestas indican que los jóvenes, tanto en Estados Unidos como en Europa, apoyan la RBU.
US President Joe Biden holds a face mask as he participates in a CNN town hall at the Pabst Theater in Milwaukee, Wisconsin, February 16, 2021. (Photo by SAUL LOEB / AFP)
SAUL LOEB / AFP
Tanto los demócratas como algunos republicanos han expresado su apoyo a la ampliación de las bonificaciones fiscales por hijo en Estados Unidos, lo que proporcionaría dinero en efectivo sin condiciones a las familias con bajos ingresos. Aunque los beneficios se reducen gradualmente para quienes tienen ingresos altos, el plan (que forma parte del proyecto de ley de alivio por la el bichito de Biden) se acerca mucho a proporcionar una renta básica a las familias con hijos.
Corea del Sur
Las elecciones presidenciales previstas para el año que viene se perfilan como una especie de referéndum sobre la RBU
En Corea del Sur, las elecciones presidenciales previstas para el año que viene se perfilan como una especie de referéndum sobre la RBU. Lee Jae-myung, un posible candidato que supervisó como gobernador de la provincia de Gyeonggi un programa regional de renta básica, propone que Corea del Sur adopte a nivel nacional una RBU anual de 500.000 wones (370 euros) que se iría aumentado poco a poco hasta alcanzar esa cantidad al mes. (Un posible rival a la presidencia, Chung Sye-kyun, actual primer ministro, se opone al plan).
El candidato presidencial surcoreano Moon Jae-in, del Partido Democrático de Corea, saluda a sus simpatizantes durante un acto de campaña en Goyang, en la provincia de Gyeonggi-do el 4 de mayo de 2017
EFE
La experiencia pandémica también proporciona un creciente conjunto de pruebas sobre los efectos de los programas de tras*ferencia de efectivo. En respuesta al aumento del interés por la RBU, investigadores y gobiernos de todo el mundo pusieron en marcha diversos experimentos; y, entre ellos, algunos ya habían empezado a dar resultados antes de la aparición de la el bichito.
Finlandia
2.000 finlandeses desempleados seleccionados al azar recibieron un modesto ingreso mensual
Finlandia, por ejemplo, llevó a cabo en 2017-2018 una prueba durante la cual 2.000 finlandeses desempleados seleccionados al azar recibieron un modesto ingreso mensual, equivalente más o menos a la prestación de desempleo, que se garantizó mientras duró el ensayo.
Los datos del experimento se vieron enturbiados por el cambio de una ley en 2018, que endureció las condiciones para recibir las prestaciones de desempleo. Aun así, los resultados son interesantes. Entre los mayores temores relacionados con la RBU se encuentra la posibilidad de que pueda desanimar a los beneficiarios a buscar un trabajo remunerado.
Sin embargo, los participantes que recibieron pagos incondicionales trabajaron más que quienes estaban en el paro. El bienestar declarado fue sustancialmente mayor en el grupo experimental; los beneficiarios declararon niveles más bajos de depresión y estrés, un mayor grado de confianza en sus capacidades y más confianza social que los del grupo de control.
Sabia tras*ferencia
Los resultados finlandeses coinciden en términos generales con las conclusiones de otros experimentos. Rebecca Hasdell, investigadora del Laboratorio de Renta Básica de la Universidad Stanford, realizó en 2020 una revisión de 16 estudios sobre renta básica publicados entre 2009 y 2019 que abarcaban países ricos y pobres. La investigación proporciona pruebas consistentes de un efecto positivo en los logros educativos, los niveles de salud física y mental y la reducción de la pobreza.
Los efectos sobre la participación en el mercado laboral son, por lo general, pequeños; la mitad de los estudios que evalúan su impacto no encuentran un efecto estadísticamente significativo. La mayoría del resto encuentra un efecto positivo, escribe Hasdell.
Otros estudios
La renta básica también parece reducir la participación de los trabajadores de más edad
En los países con ingresos bajos y medios, el aumento de los cuidados suele estar vinculado con una menor participación de las mujeres en el mercado laboral. En algunos estudios, la renta básica también parece reducir la participación de los trabajadores de más edad.
En algunos casos, los efectos beneficiosos de la RBU parecen haber persistido durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Un equipo de economistas que había iniciado un experimento a gran escala sobre la RBU en Kenia antes del brote de el bichito-19 pudo supervisar su rendimiento durante la crisis.
Modelo de emprendeduría y crecimiento empresarial
Terceros
Los beneficiarios declararon niveles de bienestar modestos pero significativamente superiores a los del grupo de control. Los efectos sobre los resultados sanitarios fueron ambiguos. Sin embargo, los receptores de pagos fueron más propensos a participar en actividades comerciales de riesgo; quizás, sugieren los autores, debido al seguro proporcionado por las tras*ferencias.
Esos resultados indican que, si bien las rentas básicas desalienten algunos tipos de trabajo, pueden fomentar otras actividades deseables, como la emprendeduría. La extrapolación de esos resultados es una tarea difícil.
Conclusiones
Las normas relativas al trabajo y al ocio podrían adaptarse en modos que alteren la respuesta a los pagos, para bien o para mal
Los estudios sobre sistemas establecidos desde hace tiempo con características similares a la RBU (como el Fondo Permanente de Alaska, que invierte los ingresos del petróleo y distribuye dividendos a los ciudadanos) también indican que los efectos sobre el empleo de un pago universal parecen ser pequeños (y pueden ser positivos).
Sin embargo, las conclusiones extraídas de programas de alcance geográfico o temporal limitado quizás no reflejen plenamente las formas en que una sociedad puede verse afectada por una RBU permanente a gran escala. Las normas relativas al trabajo y al ocio podrían adaptarse en modos que alteren la respuesta a los pagos, para bien o para mal.
Cambio de actitud
A medida que un mayor número de miembros de la sociedad recibe generosos pagos de ingresos, debido tal vez a un "efecto multiplicador social"
El comportamiento podría modificarse a medida que un mayor número de miembros de la sociedad recibe generosos pagos de ingresos, debido tal vez a un "efecto multiplicador social" que refleje el hecho de que algunas actividades se vuelven más agradables a medida que más personas se dedican a ellas. Es decir, los beneficiarios de la RBU del experimento finlandés, por ejemplo, podrían estar más inclinados a buscar trabajo porque trabajar es más atractivo (y no trabajar no tanto) cuando la mayoría de las personas está empleada, una dinámica que podría cambiar si los pagos de ingresos se hicieran universales.
The young tailor working near the sewing machine
Viacheslav Peretiatko
Aun así, los alentadores resultados de las pruebas con la RBU probablemente fomenten nuevos experimentos. También pueden servir de apoyo a otras políticas de bienestar que comparten algunas características de la RBU pero no todas, como la universalidad, un enfoque relajado ante la cuestión de los incentivos laborales o una renta garantizada para algunos grupos, según propone ahora Yang. Esto se debe a que el obstáculo más formidable al que se enfrentan los programas de RBU de pleno derecho sigue siendo la pequeña cuestión de la financiación.
Propuesta de Yang
Coste alrededor del 14% del PIB al año, aunque ese porcentaje podría reducirse en parte con la racionalización de otros programas asistenciales
La propuesta original de Yang para una RBU, por ejemplo, habría costado alrededor del 14% del PIB al año, aunque ese porcentaje podría reducirse en parte con la racionalización de otros programas asistenciales. (A modo de comparación, el gasto federal global ascendió al 21% del PIB en 2019). Ni las pruebas a corto plazo con la RBU ni las tras*ferencias masivas de dinero en efectivo en respuesta a la el bichito han requerido que los gobiernos asuman la difícil tarea de financiar nuevas y enormes ampliaciones del Estado de bienestar.
Gran parte de la ayuda proporcionada a los hogares durante el año pasado se ha financiado con nueva deuda pública, incluidas las propuestas de Biden. Por complacientes que hayan sido los mercados con el endeudamiento público durante el pasado año, parece poco probable que los sueños de una RBU puedan materializarse sin que al final se plantee y responda a la cuestión de la financiación.
Chequeo de realidad
Algunos políticos están empezando a abordar esa cuestión. Lee considera que en Corea del Sur se podría pagar una pequeña RBU ajustando el presupuesto existente, pero admite que aumentar la generosidad de los pagos requeriría dinero adicional. Los impuestos sobre el suelo, las emisiones de carbono y los servicios digitales son sus mecanismos de financiación preferidos. Yang, por su parte, sostiene que las tras*ferencias de efectivo que propone (que sólo cubrirían a los neoyorquinos más pobres)se pueden pagar con una combinación de reducción de las ineficiencias en el gasto y de donaciones filantrópicas.
Las grandes ampliaciones del Estado del bienestar de mediados del siglo XX fueron posibles gracias a un espíritu de solidaridad y abnegación forjado en la depresión y la guerra que hizo políticamente posible la financiación fiscal de las nuevas prestaciones; sin embargo, el nuevo entusiasmo por las tras*ferencias monetarias se debe más a una relajación generalizada de la preocupación por el endeudamiento público.
Lee también¿Cuánto costaría la renta básica universal en España?
EFEMADRID
Cuando desaparezca la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, puede que también cambie esa actitud relajada, al menos entre algunos segmentos del espectro político. Sólo entonces sabremos hasta qué punto la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha hecho avanzar a la sociedad hacia la adopción de una RBU.
© 2020 The Economist Newspaper Limited. All rights reserved.
De The Economist, traducido para La Vanguardia, publicado bajo licencia. El artículo original, en inglés, puede consultarse en www.economist.com.
Traducción: Juan Gabriel López Guix
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Cuando Andrew Yang se postuló como candidato demócrata a las elecciones presidenciales estadounidenses, su propuesta de un "Dividendo de Libertad" (pagos mensuales de 1.000 dólares básicamente en efectivo a todos los estadounidenses) lo distinguió como outsider y heterodoxo en un terreno muy concurrido. Casi dos años después, cuando Yang encabeza la carrera por la alcaldía de Nueva York, su plan de entregar dinero en efectivo a medio millón de neoyorquinos parece mucho menos radical y no sólo porque sea mucho más modesto que su idea de una renta básica universal (RBU) nacional.
Aunque la RBU sigue suscitando escepticismo en muchos sectores, la experiencia de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y la consiguiente explosión del gasto social han cambiado el tono de los debates sobre las reformas radicales en los Estados de bienestar. Las tras*ferencias de efectivo (como las que llevadas a cabo por muchos gobiernos durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo) han pasado a parecer una forma eficiente y eficaz de satisfacer todo tipo de necesidades sociales.
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Presidential candidates attend Democratic Debate in HoustonSeptember 12, 2019 - Houston, Texas USA.
EP
Pocos planes ofrecieron durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo pagos periódicos generalizados. Sin embargo, aunque la época de la RBU todavía no ha llegado, puede que la terrible experiencia de la el bichito nos la haya acercado.
Los argumentos en favor de los pagos de ingresos universales han florecido durante siglos. Thomas Paine sostuvo que la Tierra es una propiedad común, y que cuantos hacen uso de tierras y recursos deben a la sociedad una "renta del suelo", que debía financiar el pago de una "herencia natural" a todos los adultos.
Los planes de pagos universales, y la idea sutilmente diferente de una renta mínima garantizada, fueron una característica recurrente de los debates sobre el bienestar en el siglo XX. Sin embargo, a finales de siglo, los temores ante la posibilidad de abusos y la persistencia de unas elevadas tasas de desempleo en gran parte de Europa condujeron a reformas que endurecieron las prestaciones o las supeditaron al trabajo.
Referéndum en Suiza
Proyecto para pagar a todos los adultos una renta incondicional de unos 2.500 dólares al mes fue rechazado con casi el 80% de los votos en contra
La preocupación por la desigualdad y la creencia (en especial, en el ámbito tecnológico) de que los robots y la inteligencia artificial no tardarían en convertir en superfluos a muchos trabajadores condujeron a un renovado interés por las rentas básicas en la década de 2010. Sin embargo, escasearon las propuestas realistas, a pesar de la atrevida campaña presidencial de Yang. En Suiza, se celebró en 2016 un referéndum en el que un proyecto para pagar a todos los adultos una renta incondicional de unos 2.500 dólares al mes fue rechazado de modo rotundo, con casi el 80% de los votos en contra.
Un acto de campaña de los favorables a la renta básica universal en Suiza
Otras Fuentes
Luego llegó la el bichito. Las restricciones a la actividad colocaron a enormes franjas de la sociedad en una posición de extrema y urgente necesidad económica. Los gobiernos respondieron con grandes inyecciones de dinero en efectivo. Desde mediados de marzo hasta mediados de junio, más de 1.100 millones de personas recibieron pagos en efectivo, buena parte de los cuales fueron aprobados sin apenas oposición política. Según el Banco Mundial, las tras*ferencias de efectivo representaron en torno al tercio de todas las políticas de protección social relacionadas con la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Lee tambiénLa renta básica universal, entre la utopía y la realidad
LUIS FEDERICO FLORIOBARCELONA
Ley de ayuda ante la el bichito que incluía una disposición para el envío sin condiciones cheques de hasta 1.200 dólares
El Congreso de Estados Unidos aprobó en marzo de 2020 de forma casi unánime una ley de ayuda ante la el bichito que incluía una disposición para el envío sin condiciones cheques de hasta 1.200 dólares a la mayoría de los ciudadanos adultos (a finales de año hubo una nueva ronda de cheques).
Los residentes de Hong Kong recibieron pagos por valor de casi 1.300 dólares; los de Japón, unos 950 dólares; la mayoría de los adultos de Singapur, unos 425 dólares. Algunos gobiernos experimentaron con pagos que sólo podían utilizarse localmente, mediante vales (como en Malta) o tarjetas de débito precargadas (como en algunas partes de Corea del Sur). Sin embargo, la mayoría envió sencillamente dinero en efectivo.
El programa de Togo
tras*ferencias quincenales a los monederos móviles de los trabajadores informales en los lugares donde hay confinamientos
De todos modos, pocos o ninguno de esos sistemas ofrecieron una verdadera RBU. En el mundo rico, la mayoría de los programas de ayuda en efectivo fueron tras*ferencias puntuales, destinadas a estimular el consumo y amortiguar las crisis de ingresos. En los países pobres, las tras*ferencias se asemejaron más a una renta básica, ya que con frecuencia fueron periódicas. Sin embargo, la mayoría se dirigió a los pobres y vulnerables.
En el mayor programa asistencial de su historia, el gobierno brasileño proporcionó pagos mensuales al tercio más pobre de la población hasta diciembre de 2020. El programa de Togo envía tras*ferencias quincenales a los monederos móviles de los trabajadores informales en los lugares donde hay confinamientos.
El consejero de Economía del FMI y director del Departamento de Investigación, Maurice Obstfeld en la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Nusadua en el 2018
EFE
No obstante, a medida que se acerca el final de la fase aguda de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y poco a poco se reanuda la actividad económica normal, disminuye el número de programas que siguen en vigor. Sólo el 7% de las políticas se han prorrogado, y el plan medio duró tres meses, de acuerdo con el Banco Mundial.
Estados Unidos
La ayuda frente a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo no se tras*formará en unos programas sostenidos de renta básica
En Estados Unidos, el proyecto de ley de estímulo del presidente Joe Biden, que ha iniciado su andadura en el Congreso, prevé una tercera ronda de cheques, aunque los recibirán menos personas que en 2020. La ayuda frente a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo no se tras*formará en unos programas sostenidos de renta básica. De todos modos, la experiencia mundial con la el bichito podría hacer más probable su eventual adopción. Las encuestas indican que los jóvenes, tanto en Estados Unidos como en Europa, apoyan la RBU.
US President Joe Biden holds a face mask as he participates in a CNN town hall at the Pabst Theater in Milwaukee, Wisconsin, February 16, 2021. (Photo by SAUL LOEB / AFP)
SAUL LOEB / AFP
Tanto los demócratas como algunos republicanos han expresado su apoyo a la ampliación de las bonificaciones fiscales por hijo en Estados Unidos, lo que proporcionaría dinero en efectivo sin condiciones a las familias con bajos ingresos. Aunque los beneficios se reducen gradualmente para quienes tienen ingresos altos, el plan (que forma parte del proyecto de ley de alivio por la el bichito de Biden) se acerca mucho a proporcionar una renta básica a las familias con hijos.
Corea del Sur
Las elecciones presidenciales previstas para el año que viene se perfilan como una especie de referéndum sobre la RBU
En Corea del Sur, las elecciones presidenciales previstas para el año que viene se perfilan como una especie de referéndum sobre la RBU. Lee Jae-myung, un posible candidato que supervisó como gobernador de la provincia de Gyeonggi un programa regional de renta básica, propone que Corea del Sur adopte a nivel nacional una RBU anual de 500.000 wones (370 euros) que se iría aumentado poco a poco hasta alcanzar esa cantidad al mes. (Un posible rival a la presidencia, Chung Sye-kyun, actual primer ministro, se opone al plan).
El candidato presidencial surcoreano Moon Jae-in, del Partido Democrático de Corea, saluda a sus simpatizantes durante un acto de campaña en Goyang, en la provincia de Gyeonggi-do el 4 de mayo de 2017
EFE
La experiencia pandémica también proporciona un creciente conjunto de pruebas sobre los efectos de los programas de tras*ferencia de efectivo. En respuesta al aumento del interés por la RBU, investigadores y gobiernos de todo el mundo pusieron en marcha diversos experimentos; y, entre ellos, algunos ya habían empezado a dar resultados antes de la aparición de la el bichito.
Finlandia
2.000 finlandeses desempleados seleccionados al azar recibieron un modesto ingreso mensual
Finlandia, por ejemplo, llevó a cabo en 2017-2018 una prueba durante la cual 2.000 finlandeses desempleados seleccionados al azar recibieron un modesto ingreso mensual, equivalente más o menos a la prestación de desempleo, que se garantizó mientras duró el ensayo.
Los datos del experimento se vieron enturbiados por el cambio de una ley en 2018, que endureció las condiciones para recibir las prestaciones de desempleo. Aun así, los resultados son interesantes. Entre los mayores temores relacionados con la RBU se encuentra la posibilidad de que pueda desanimar a los beneficiarios a buscar un trabajo remunerado.
Sin embargo, los participantes que recibieron pagos incondicionales trabajaron más que quienes estaban en el paro. El bienestar declarado fue sustancialmente mayor en el grupo experimental; los beneficiarios declararon niveles más bajos de depresión y estrés, un mayor grado de confianza en sus capacidades y más confianza social que los del grupo de control.
Sabia tras*ferencia
Los resultados finlandeses coinciden en términos generales con las conclusiones de otros experimentos. Rebecca Hasdell, investigadora del Laboratorio de Renta Básica de la Universidad Stanford, realizó en 2020 una revisión de 16 estudios sobre renta básica publicados entre 2009 y 2019 que abarcaban países ricos y pobres. La investigación proporciona pruebas consistentes de un efecto positivo en los logros educativos, los niveles de salud física y mental y la reducción de la pobreza.
Los efectos sobre la participación en el mercado laboral son, por lo general, pequeños; la mitad de los estudios que evalúan su impacto no encuentran un efecto estadísticamente significativo. La mayoría del resto encuentra un efecto positivo, escribe Hasdell.
Otros estudios
La renta básica también parece reducir la participación de los trabajadores de más edad
En los países con ingresos bajos y medios, el aumento de los cuidados suele estar vinculado con una menor participación de las mujeres en el mercado laboral. En algunos estudios, la renta básica también parece reducir la participación de los trabajadores de más edad.
En algunos casos, los efectos beneficiosos de la RBU parecen haber persistido durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Un equipo de economistas que había iniciado un experimento a gran escala sobre la RBU en Kenia antes del brote de el bichito-19 pudo supervisar su rendimiento durante la crisis.
Modelo de emprendeduría y crecimiento empresarial
Terceros
Los beneficiarios declararon niveles de bienestar modestos pero significativamente superiores a los del grupo de control. Los efectos sobre los resultados sanitarios fueron ambiguos. Sin embargo, los receptores de pagos fueron más propensos a participar en actividades comerciales de riesgo; quizás, sugieren los autores, debido al seguro proporcionado por las tras*ferencias.
Esos resultados indican que, si bien las rentas básicas desalienten algunos tipos de trabajo, pueden fomentar otras actividades deseables, como la emprendeduría. La extrapolación de esos resultados es una tarea difícil.
Conclusiones
Las normas relativas al trabajo y al ocio podrían adaptarse en modos que alteren la respuesta a los pagos, para bien o para mal
Los estudios sobre sistemas establecidos desde hace tiempo con características similares a la RBU (como el Fondo Permanente de Alaska, que invierte los ingresos del petróleo y distribuye dividendos a los ciudadanos) también indican que los efectos sobre el empleo de un pago universal parecen ser pequeños (y pueden ser positivos).
Sin embargo, las conclusiones extraídas de programas de alcance geográfico o temporal limitado quizás no reflejen plenamente las formas en que una sociedad puede verse afectada por una RBU permanente a gran escala. Las normas relativas al trabajo y al ocio podrían adaptarse en modos que alteren la respuesta a los pagos, para bien o para mal.
Cambio de actitud
A medida que un mayor número de miembros de la sociedad recibe generosos pagos de ingresos, debido tal vez a un "efecto multiplicador social"
El comportamiento podría modificarse a medida que un mayor número de miembros de la sociedad recibe generosos pagos de ingresos, debido tal vez a un "efecto multiplicador social" que refleje el hecho de que algunas actividades se vuelven más agradables a medida que más personas se dedican a ellas. Es decir, los beneficiarios de la RBU del experimento finlandés, por ejemplo, podrían estar más inclinados a buscar trabajo porque trabajar es más atractivo (y no trabajar no tanto) cuando la mayoría de las personas está empleada, una dinámica que podría cambiar si los pagos de ingresos se hicieran universales.
The young tailor working near the sewing machine
Viacheslav Peretiatko
Aun así, los alentadores resultados de las pruebas con la RBU probablemente fomenten nuevos experimentos. También pueden servir de apoyo a otras políticas de bienestar que comparten algunas características de la RBU pero no todas, como la universalidad, un enfoque relajado ante la cuestión de los incentivos laborales o una renta garantizada para algunos grupos, según propone ahora Yang. Esto se debe a que el obstáculo más formidable al que se enfrentan los programas de RBU de pleno derecho sigue siendo la pequeña cuestión de la financiación.
Propuesta de Yang
Coste alrededor del 14% del PIB al año, aunque ese porcentaje podría reducirse en parte con la racionalización de otros programas asistenciales
La propuesta original de Yang para una RBU, por ejemplo, habría costado alrededor del 14% del PIB al año, aunque ese porcentaje podría reducirse en parte con la racionalización de otros programas asistenciales. (A modo de comparación, el gasto federal global ascendió al 21% del PIB en 2019). Ni las pruebas a corto plazo con la RBU ni las tras*ferencias masivas de dinero en efectivo en respuesta a la el bichito han requerido que los gobiernos asuman la difícil tarea de financiar nuevas y enormes ampliaciones del Estado de bienestar.
Gran parte de la ayuda proporcionada a los hogares durante el año pasado se ha financiado con nueva deuda pública, incluidas las propuestas de Biden. Por complacientes que hayan sido los mercados con el endeudamiento público durante el pasado año, parece poco probable que los sueños de una RBU puedan materializarse sin que al final se plantee y responda a la cuestión de la financiación.
Chequeo de realidad
Algunos políticos están empezando a abordar esa cuestión. Lee considera que en Corea del Sur se podría pagar una pequeña RBU ajustando el presupuesto existente, pero admite que aumentar la generosidad de los pagos requeriría dinero adicional. Los impuestos sobre el suelo, las emisiones de carbono y los servicios digitales son sus mecanismos de financiación preferidos. Yang, por su parte, sostiene que las tras*ferencias de efectivo que propone (que sólo cubrirían a los neoyorquinos más pobres)se pueden pagar con una combinación de reducción de las ineficiencias en el gasto y de donaciones filantrópicas.
Las grandes ampliaciones del Estado del bienestar de mediados del siglo XX fueron posibles gracias a un espíritu de solidaridad y abnegación forjado en la depresión y la guerra que hizo políticamente posible la financiación fiscal de las nuevas prestaciones; sin embargo, el nuevo entusiasmo por las tras*ferencias monetarias se debe más a una relajación generalizada de la preocupación por el endeudamiento público.
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EFEMADRID
Cuando desaparezca la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, puede que también cambie esa actitud relajada, al menos entre algunos segmentos del espectro político. Sólo entonces sabremos hasta qué punto la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha hecho avanzar a la sociedad hacia la adopción de una RBU.
© 2020 The Economist Newspaper Limited. All rights reserved.
De The Economist, traducido para La Vanguardia, publicado bajo licencia. El artículo original, en inglés, puede consultarse en www.economist.com.
Traducción: Juan Gabriel López Guix
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