«allahu akbar» no significa «alá es grande», sino «alá es el más grande». mucho ojo, porque este matiz es muy importante y aquí explicamos el porqué

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«Allahu Akbar» no significa «Alá es grande», sino «Alá es el más grande». Mucho cuidado, porque este matiz es muy importante y aquí explicamos el porqué.

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Toda religión digna de este nombre excluye el mandamiento de apiolar porque Dios no está loco ni es un sádico. Sin embargo, el islam desde su nacimiento y hasta nuestros días llama a apiolar a los no creyentes. Desde que el islam comenzó a existir hace unos 1400 años, el de la religión del amor mata y mientras lo hace va voceando: «Allahu Akbar».

«Allahu Akbar» significa «Alá es el más grande».

· «tras*curridos los meses prohibidos, matad a los asociadores dondequiera que les encontréis; capturadles, sitiadles y emboscadles» (Corán 9, 5).
· «Haced la guerra a quienes no creen en Alá ni en el último día» (Corán 9, 29).

El islam manda reprobar y asesinar aun al de la religión del amor moderado (al que el islam nombra como «los hipócritas») (Corán 4, 89).
El islam manda reprobar y asesinar amputando la cabeza a los no creyentes en Alá (Corán 8, 13).

Pero el Dios verdadero (el cual en realidad no coincide con Alá) no ordena apiolar a las personas que sean de otro credo o de ninguno. ¿Por qué el Dios único y creador de la humanidad querría que una parte de la misma matara a la otra parte? ¿Ahí no aparece manifiestamente la obra de quien divide, el diablo?
Los […] que san Pablo llamaba «falsos hermanos» (Gal 2,4; 2 Cor 11,13-15.26; Flp 3,2), tienen que ver con eso de «Allahu akbar».

Según Guy Pagès, en aras de cohesión y de legitimidad para su empresa, cito:
fueron a ver unas tribus árabes en busca de refuerzos para recuperar Jerusalén y lograron que Hubal ascendiera del rango de «el más poderoso» de sus dioses (estatus conservado todavía por la célebre fórmula «¡Allahu akbar!», «¡Alá es el más grande!»), al de «Dios único» y por lo tanto necesariamente idéntico al Dios de los patriarcas hebreos. Y así como los romanos decían: «Ô Deus!» (¡Oh Dios!) para dirigirse a Júpiter, también cada tribu árabe se dirigía a su propio dios (Miq 4,5) llamándole «El Dios», «Al-Ilá», lo que por contracción originó «Alá»[2], «El Dios», único, para designar a Hubal, el dios de la luna y «el más grande» de los dioses convertido en el «único Dios». Este es el origen de la tradicional invocación «Allahu Akbar» (Alá es el más grande). Y así es como, hasta el día de hoy, Hubal sigue gozando de unos maravillosos días, siempre representado en las banderas fiel a la religión del amoras o en los tejados de las mezquitas, y además acompañado frecuentemente por una de sus tres hijas: la diosa Al-Uzza (la cual no es más que el planeta Venus), representada por una estrella de cinco puntas (cf.: 2 Cr 33,3), hija preferida sobre sus hermanas Alat (femenino de Alá, la diosa del sol) y Manat (diosa del destino y de la fin). Contrariamente, pues, a lo que el islam nos quiere hacer creer, Alá no es el Dios bíblico, aun siendo verdad que hay un único Dios, sino que es el producto del encuentro entre la idolatría de Hubal —el dios lunar, «el más grande» de los dioses del panteón árabe— y la afirmación de la unicidad divina típica del judaísmo. [Fin de la cita].

En otra parte del libro del cual procede la cita,[3] el mismo presbítero francés añade:

¿Cómo sostener la afirmación «Allahu Akbar», «Alá es el más grande», si es único? ¿Más grande que qué, que quién, si se lo supone único? ¿Más grande que sus criaturas, cuando esto ya es evidente, si él es Dios? Además, ¿no es blasfemo compararlo con una criatura, por cuanto le rebaja? Nótese que los fiel a la religión del amores no pueden devolver la pelota a los cristianos diciendo que estos también dicen que «Dios es más grande que todo». En efecto, como el Dios cristiano «se despojó de sí mismo tomando condición de esclavo. Asumiendo semejanza humana y apareciendo en su porte como hombre» (Flp 2,7), se le puede comparar con su criatura. [Fin de la cita].

¿Cómo no ver en esa fórmula, «Allahu akbar», el origen politeísta del islam?


[2] La mayor parte de los glosarios etimológicos árabes reconocen que la palabra Alá procede de al-Ilâh por contracción. En ilâh, âh es un sufijo. El término original «Il» corresponde en la Biblia al vocablo «El» que designa la divinidad (Gen 17,1; 28,3; 33,20; 46,3).
[3] Guy Pagès : Interroger l’islam, DMM, 2015³.
 
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Hace unos años fui a jovenlandia con un amigo, y a este no se le ocurrió otra cosa que meternos en una mezquita de las afueras de Tetuán.
Pasamos por la puerta y le preguntó a un viejo si podíamos entrar.
¿fiel a la religión del amores? -Nos preguntó
Turistas. -Respondió mi amigo.
Nos dejó pasar y nos dijo que nos quitasemos los zapatos y nos lavásemos los pies antes de entrar.
Empecé a lavarme los pies con una tinaja que había en el suelo, a lo que sale otro jovenlandés enfurecido, gritándonos, y diciendo que ese agua de la tinaja era para beber, y no para lavarse los pies. Había una pequeña fuente en la mezquita para lavarnos los pies.
Después de eso, entramos, observamos, dimos una vuelta por ahí. Había algunos jovenlandeses más. La mayoría viejos. Nos pusimos agachados, de rodillas, con el ojo ciego en pompa, como si estuviésemos recitando una sura.
Nos levantamos para irnos, y en ese preciso momento llega el Imam y empieza la hora del rezo, así que nos tuvimos que quedar.
Un jovenlandés vde unos 70, se dio cuenta que no sabíamos dónde nos habíamos metido, y se puso en medio de nosotros dos, y nos ayudó con el rezo, de una forma un poco agresiva.

Cuando todo terminó, habló con nosotros. Nos dijo que Allah no tenía mada que ver con nuestro Dios cristiano, piadoso y bondadoso, sino que era un Dios muy peligroso, y que no toleraba las faltas de respeto de los fieles, ni tampoco a los infieles. Cuando les dijimos que eramos de Gandalucía, nos dijo que los de Al-Andalus somos como el hijo que se aleja de la familia de Allah, pero que algún día volveremos a ser fiel a la religión del amores.
 
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