Pese a su juventud, Alicia Gil Gil (Zaragoza, 1970) es una de las más destacadas especialistas en Teoría Jurídica del Delito y Derecho Penal Internacional. Ávida estudiosa de nuestra tras*ición a la que dedicó una excelente monografía, acaba de publicar junto a otros colaboradores 'Consecuencias jurídicas del delito' una ambiciosa disertación sobre la respuesta al delito en España.
¿Es justificado el alarmismo respecto a la delincuencia sensual?
En España las violaciones -es decir: agresiones con penetración- y los delitos sensuales en general están por debajo de la media europea. Y hay que considerar que además Europa es el rincón del mundo donde menos delincuencia hay. La lista la encabeza Suecia. Sí sí, Suecia, que nos parece el modelo a seguir, encabeza y con una gran diferencia, el número de denuncias anuales por violación.
Será que los suecos están mucho más civilizados que los españoles y se atreverán a denunciar más.
Es posible que influya en las denuncias de delitos sensuales en general, pero no tanto si ponemos el foco en las agresiones sensuales con penetración. Es verdad que en Suecia el término violación engloba muchos más supuestos que aquí, pero si medimos sólo agresiones sensuales con penetración, es decir, con violencia o intimidación, Suecia también está a la cabeza de Europa, y muy lejos de España. Y España, como le digo, está por debajo de la media de los países europeos. Son los medios los que fomentan el alarmismo con el uso tergiversado de las estadísticas y los casos. Hace poco dijeron que las denuncias habían subido un 10%. Pero si nos fijamos en la tasa de criminalidad, es decir, si calculamos la cifra por cada 100.000 habitantes, resulta que el repunte ha sido mínimo. Y la tendencia general de la última década es a la baja.
Entonces la reacción popular tras la sentencia de La Manada...
...me parece desmedida y probablemente manipulada. Tengo la sensación de que hace tiempo que los políticos, de todos los colores, tratan de desgastar al adversario calentando la calle. Cuentan con sus asociaciones, sus grupos de presión que dependiendo de la tendencia política abanderan causas que presentan como indiscutibles pese a lo que se les pueda argumentar técnica y jurídicamente. Si rebates sus tesis te tildan de fascista y machista. Este juego es peligroso, porque luego, cuando se llega al poder, se tiene que seguir alimentando a esas asociaciones. Entonces pasamos a la legislación populista que en lugar de considerar el criterio de los expertos trata de dar respuesta a las voces de los opinionistas.
¿Qué le pareció la sentencia de la Manada?
A mí el fallo me parece correcto conforme a la legislación vigente y la jurisprudencia del Tribunal Supremo. Y la pena es rigurosa, pero correcta, si se compara con casos similares. Pero de nuevo caemos en la manipulación de los medios. Me llamó la atención que el día que se emitió la sentencia los titulares fueran «Los miembros de La manada absueltos de violación» en lugar de «Los miembros de La manada condenados a nueve años de prisión más cinco de libertad vigilada». Eso da sensación de impunidad. Y no es así.
¿Y el voto particular?
El voto particular básicamente discute la interpretación de las pruebas que realiza la sentencia. Yo no he visto los videos así que no puedo juzgar quién tiene razón. Sin embargo, es importante respetar que cada juez valore la prueba como él la ve. ¡Faltaría más!
Para las víctimas tanta atención tampoco será buena.
A veces la presión social llega a expropiar a la víctima de sus decisiones sobre su conflicto. Las asociaciones de víctimas de determinados delitos no siempre representan a todas las víctimas y sin embargo ejercen una presión como si hablaran en su nombre.
¿Qué le parece la propuesta de reforma del código penal a propósito de los delitos sensuales?
Si analizamos el eslogan de la ministra Carmen alopécico -«Sólo un sí es sí, y todo lo demás es no»- plantea muchos problemas. Primero: ¿por qué sólo la mujer tiene que consentir expresamente? ¿Los varones no tendrán que consentir expresamente? Hay una desigualdad de trato que no se entiende. Los hombres también pueden ser víctimas de delitos sensuales. Además esto va en contra de la práctica. En nuestras relaciones sensuales no estamos todo el rato diciendo sí, sí, sí.
Pero si una mujer denuncia...
Claro. Pero si hay un consentimiento no viciado, pero que no se expresó, ¿por qué vamos a castigar a ese señor? Además esto podría dar lugar a abusos.
Abusos por parte de...
Si no hay violencia, ni hay un prevalimiento o una intimidación, si el acusado no ha viciado con su comportamiento el consentimiento de la otra parte, cada cual debe ser responsable de sus decisiones o de sus indecisiones. Por ejemplo: «Me planteé rechazar la relación sensual, no estaba convencida, pero me dio vergüenza que pensara que soy una mojigata -o el motivo personal que sea y ahora me arrepiento»-. Creo que el Derecho penal no tiene que entrar a solucionar ese tipo de conflictos y que con una legislación como la que se propone corremos el riesgo de llegar a esto. Además, los problemas de prueba subsisten aunque se exija un consentimiento expreso. Por otro lado el caso de La manada demuestra que no hace falta que la víctima verbalice su no consentimiento para que se condene a los procesados, si es esto lo que nos preocupa. Se les ha condenado porque se prueba que no había un consentimiento no viciado, aunque ella no dijera que no. La propuesta de la ministra daría lugar a que cuando sí hay consentimiento, pero no se verbaliza, se tenga que castigar.
¿Debe existir en la Justicia la perspectiva de género?
Pues yo particularmente creo que no, la Justicia tiene que ser igual para todos. Lo importante es que las leyes se hagan bien, con el informe de los expertos.
¿Y la Ley de Violencia de Género?
La ley de Violencia de Género introdujo en el código penal una serie de agravaciones que convierten en delito lo que fuera de ese entorno doméstico y de relación de pareja hombre-mujer eran meras faltas -hoy delitos leves o nada-. Hubo muchas cuestiones de inconstitucionalidad y se desestimaron, pero a mí me parece preocupante. Por ejemplo, si yo le doy un empujón a mi marido, quizás no se considere siquiera delito leve o como mucho se me condene a una multa. Si me lo hace él a mí puede ser condenado incluso a penas de prisión. Esto se justifica en que hay una superioridad del varón, etc. pero me parece, primero, que el salto es desmesurado, y, segundo, hay agravantes genéricas que, si concurren en el caso concreto, se pueden aplicar, pero si no concurren... ¿por qué vamos a pretender que automáticamente en ese ámbito los hechos cometidos por varón se valoren como delitos mucho más graves que los mismos hechos cuando son cometidos por la mujer? Esto es, en mi opinión, muy discutible.
Estadísticamente endurecer el código penal sirve de poco. ¿Qué se puede hacer para prevenir los delitos sensuales?
Hay mucho mito también sobre la delincuencia sensual. Es verdad que hay un pequeño grupo de delincuentes sensuales que tienen problemas psicológicos y necesitan tratamiento en prisión, pero muchos delitos sensuales son cometidos por personas que no presentan una patología.
Entonces... ¿cómo se corrige eso?
Pues con educación. El caso de la La manada nos muestra fallos de socialización adecuada en valores esenciales para la convivencia, como el respeto al prójimo. Pero fíjese que, encendemos la televisión y nos encontramos con programas como Mujeres y Hombres y Viceversa, vídeos musicales en los que, se cante lo que se cante, sale una chica...
¿Perreando?
Si, el sesso vende, sobre todo para la edad adolescente. Está en todo hasta en los anuncios de bollos para el recreo. Quizás deberíamos preocuparnos por la imagen del sesso que se trasmite a los adolescentes ¿Es la de una relación libre y respetuosa entre personas iguales en dignidad y derechos? Si no lo es habrá que corregir eso antes que el código penal.
Usted ha estudiado a fondo la tras*ición. La reconciliación puede ser un fin legítimo en lo que en la aplicación de la justicia se refiere. Pero ¿y las víctimas?
Son cosas diferentes. En la Justicia tras*icional el tránsito a la democracia, la pacificación, la consolidación del nuevo Estado, pueden prevalecer sobre otros fines. Pero eso no tiene que suponer un olvido de las víctimas. Lo que pasa es que muchas veces se identifica el derecho de las víctimas a la justicia como un derecho al castigo. Y esto es lo que muchos defendemos que no existe, y que cuando se habla de Justicia para las víctimas hay que tener un concepto de Justicia mucho más amplio, que no se limite a la justicia penal. Tiene que haber medidas de reconocimiento, de reparación, medidas que tiendan a recuperar a la víctima para la sociedad, a sanar sus heridas...
Pero casi desde el inicio de la tras*ición en España, se han quitado las calles, se ha reconocido a los cargos republicanos, se ha exhumado...
Hay muchas cosas que se han hecho, y que se siguen haciendo. La Ley de Memoria Histórica de 2007 no venía a hacer nada especialmente llamativo que no se viniera haciendo desde que se inició la tras*ición. Pero también quedan cosas pendientes. Por ejemplo, el reconocimiento de un estatus legal de víctima o la anulación de los juicios y sentencias injustas. Aquí lo que hizo la Ley de Memoria Histórica fue simplemente una declaración de la ilegitimidad de estas condenas pero no se anularon. Sospecho que es porque habría que asumir indemnizaciones.
Si se anulan por ejemplo supondría que muchos de los responsables de las matanzas en la retaguardia republicana quedarían resarcidos como otras víctimas inocentes del franquismo.
La solución alemana plantea un recurso, es decir, que se tiene que solicitar caso por caso. Pero los motivos por los que se puede solicitar la nulidad de esa condena son generales. Por ejemplo, si la sentencia la dictó un tribunal sin garantías, ese juicio no fue imparcial y por lo tanto es nulo. O si la condena fue simplemente por ejercer lo que hoy se considera un derecho fundamental. Por ejemplo: condenar por rebelión a quienes no se adhirieron al bando franquista. Se trata de identificar correctamente qué tipo de sentencias queremos anular. No se trata de anular sin más la sentencia de alguien que asesinó a otro, salvo que efectivamente haya sido condenado sin juicio, o con un juicio sin garantías. Se comprenderían los motivos que hoy en día, con nuestra Constitución, llevarían a considerar el juicio nulo.
En el debate de la prespitación, ¿dónde se posiciona?
Yo creo que deberíamos estudiar legalizarla, regular la prespitación libremente ejercida y que se persiguiera, pero se persiguiera sin...
Sin cuartel...
Sí, perseguir con todos los medios la prespitación forzada. Porque ahora ni una cosa ni la otra. Hay permisibilidad de facto incluso con explotación sensual, mientras que quien la ejerce libremente no tiene ninguna protección, derechos, ni tampoco controles y obligaciones.
¿Y penar al consumidor, como se hace por ejemplo en Suecia, donde según me ha dicho hay más violaciones...?
Yo creo que esa medida no va a acabar con la prespitación. ¿Ha acabado eso con la prespitación en Suecia? La prespitación existe, ha existido siempre. Negarlo, o negar que alguien libremente se quiera dedicar a la prespitación es intentar imponer una determinada jovenlandesal.
Ya, pero dirán que España es un sistema patriarcal que empuja a muchas mujeres con su violencia a ejercer... Y por tanto lo de la prespitación libre...
Habrá quien defienda que nadie ejerce la prespitación libremente, pero en mi opinión esta afirmación es fruto de una determinada ideología que disfrazada de feminismo les está diciendo a las mujeres que se dedican a esto que no son capaces de decidir por sí mismas lo que quieren y lo que no. Esta actitud en el fondo paternalista y fundamentalista no tiene nada que ver con el verdadero feminismo. Yo no me dedicaría a la prespitación, ni quisiera que una hija o hijo míos se dedicaran a la prespitación, para eso tendré que educar a mis hijos, darles posibilidades para que tengan otros medios para ganarse la vida, etc. Por supuesto, hay que luchar por la igualdad de oportunidades (esta es la tarea del verdadero feminismo), pero si dándole oportunidades una persona decide hacer eso con su cuerpo...En definitiva habrá que peguntarle a cada uno (que no se nos olvide la prespitación masculina), ¿no? Por otro lado, yo no tengo esa visión de España. Al contrario. Soy optimista. Tenemos un gran potencial.
Alicia Gil Gil: "En el sesso no se puede estar todo el tiempo diciendo 'sí, sí, sí'" | Opinión
¿Es justificado el alarmismo respecto a la delincuencia sensual?
En España las violaciones -es decir: agresiones con penetración- y los delitos sensuales en general están por debajo de la media europea. Y hay que considerar que además Europa es el rincón del mundo donde menos delincuencia hay. La lista la encabeza Suecia. Sí sí, Suecia, que nos parece el modelo a seguir, encabeza y con una gran diferencia, el número de denuncias anuales por violación.
Será que los suecos están mucho más civilizados que los españoles y se atreverán a denunciar más.
Es posible que influya en las denuncias de delitos sensuales en general, pero no tanto si ponemos el foco en las agresiones sensuales con penetración. Es verdad que en Suecia el término violación engloba muchos más supuestos que aquí, pero si medimos sólo agresiones sensuales con penetración, es decir, con violencia o intimidación, Suecia también está a la cabeza de Europa, y muy lejos de España. Y España, como le digo, está por debajo de la media de los países europeos. Son los medios los que fomentan el alarmismo con el uso tergiversado de las estadísticas y los casos. Hace poco dijeron que las denuncias habían subido un 10%. Pero si nos fijamos en la tasa de criminalidad, es decir, si calculamos la cifra por cada 100.000 habitantes, resulta que el repunte ha sido mínimo. Y la tendencia general de la última década es a la baja.
Entonces la reacción popular tras la sentencia de La Manada...
...me parece desmedida y probablemente manipulada. Tengo la sensación de que hace tiempo que los políticos, de todos los colores, tratan de desgastar al adversario calentando la calle. Cuentan con sus asociaciones, sus grupos de presión que dependiendo de la tendencia política abanderan causas que presentan como indiscutibles pese a lo que se les pueda argumentar técnica y jurídicamente. Si rebates sus tesis te tildan de fascista y machista. Este juego es peligroso, porque luego, cuando se llega al poder, se tiene que seguir alimentando a esas asociaciones. Entonces pasamos a la legislación populista que en lugar de considerar el criterio de los expertos trata de dar respuesta a las voces de los opinionistas.
¿Qué le pareció la sentencia de la Manada?
A mí el fallo me parece correcto conforme a la legislación vigente y la jurisprudencia del Tribunal Supremo. Y la pena es rigurosa, pero correcta, si se compara con casos similares. Pero de nuevo caemos en la manipulación de los medios. Me llamó la atención que el día que se emitió la sentencia los titulares fueran «Los miembros de La manada absueltos de violación» en lugar de «Los miembros de La manada condenados a nueve años de prisión más cinco de libertad vigilada». Eso da sensación de impunidad. Y no es así.
¿Y el voto particular?
El voto particular básicamente discute la interpretación de las pruebas que realiza la sentencia. Yo no he visto los videos así que no puedo juzgar quién tiene razón. Sin embargo, es importante respetar que cada juez valore la prueba como él la ve. ¡Faltaría más!
Para las víctimas tanta atención tampoco será buena.
A veces la presión social llega a expropiar a la víctima de sus decisiones sobre su conflicto. Las asociaciones de víctimas de determinados delitos no siempre representan a todas las víctimas y sin embargo ejercen una presión como si hablaran en su nombre.
¿Qué le parece la propuesta de reforma del código penal a propósito de los delitos sensuales?
Si analizamos el eslogan de la ministra Carmen alopécico -«Sólo un sí es sí, y todo lo demás es no»- plantea muchos problemas. Primero: ¿por qué sólo la mujer tiene que consentir expresamente? ¿Los varones no tendrán que consentir expresamente? Hay una desigualdad de trato que no se entiende. Los hombres también pueden ser víctimas de delitos sensuales. Además esto va en contra de la práctica. En nuestras relaciones sensuales no estamos todo el rato diciendo sí, sí, sí.
Pero si una mujer denuncia...
Claro. Pero si hay un consentimiento no viciado, pero que no se expresó, ¿por qué vamos a castigar a ese señor? Además esto podría dar lugar a abusos.
Abusos por parte de...
Si no hay violencia, ni hay un prevalimiento o una intimidación, si el acusado no ha viciado con su comportamiento el consentimiento de la otra parte, cada cual debe ser responsable de sus decisiones o de sus indecisiones. Por ejemplo: «Me planteé rechazar la relación sensual, no estaba convencida, pero me dio vergüenza que pensara que soy una mojigata -o el motivo personal que sea y ahora me arrepiento»-. Creo que el Derecho penal no tiene que entrar a solucionar ese tipo de conflictos y que con una legislación como la que se propone corremos el riesgo de llegar a esto. Además, los problemas de prueba subsisten aunque se exija un consentimiento expreso. Por otro lado el caso de La manada demuestra que no hace falta que la víctima verbalice su no consentimiento para que se condene a los procesados, si es esto lo que nos preocupa. Se les ha condenado porque se prueba que no había un consentimiento no viciado, aunque ella no dijera que no. La propuesta de la ministra daría lugar a que cuando sí hay consentimiento, pero no se verbaliza, se tenga que castigar.
¿Debe existir en la Justicia la perspectiva de género?
Pues yo particularmente creo que no, la Justicia tiene que ser igual para todos. Lo importante es que las leyes se hagan bien, con el informe de los expertos.
¿Y la Ley de Violencia de Género?
La ley de Violencia de Género introdujo en el código penal una serie de agravaciones que convierten en delito lo que fuera de ese entorno doméstico y de relación de pareja hombre-mujer eran meras faltas -hoy delitos leves o nada-. Hubo muchas cuestiones de inconstitucionalidad y se desestimaron, pero a mí me parece preocupante. Por ejemplo, si yo le doy un empujón a mi marido, quizás no se considere siquiera delito leve o como mucho se me condene a una multa. Si me lo hace él a mí puede ser condenado incluso a penas de prisión. Esto se justifica en que hay una superioridad del varón, etc. pero me parece, primero, que el salto es desmesurado, y, segundo, hay agravantes genéricas que, si concurren en el caso concreto, se pueden aplicar, pero si no concurren... ¿por qué vamos a pretender que automáticamente en ese ámbito los hechos cometidos por varón se valoren como delitos mucho más graves que los mismos hechos cuando son cometidos por la mujer? Esto es, en mi opinión, muy discutible.
Estadísticamente endurecer el código penal sirve de poco. ¿Qué se puede hacer para prevenir los delitos sensuales?
Hay mucho mito también sobre la delincuencia sensual. Es verdad que hay un pequeño grupo de delincuentes sensuales que tienen problemas psicológicos y necesitan tratamiento en prisión, pero muchos delitos sensuales son cometidos por personas que no presentan una patología.
Entonces... ¿cómo se corrige eso?
Pues con educación. El caso de la La manada nos muestra fallos de socialización adecuada en valores esenciales para la convivencia, como el respeto al prójimo. Pero fíjese que, encendemos la televisión y nos encontramos con programas como Mujeres y Hombres y Viceversa, vídeos musicales en los que, se cante lo que se cante, sale una chica...
¿Perreando?
Si, el sesso vende, sobre todo para la edad adolescente. Está en todo hasta en los anuncios de bollos para el recreo. Quizás deberíamos preocuparnos por la imagen del sesso que se trasmite a los adolescentes ¿Es la de una relación libre y respetuosa entre personas iguales en dignidad y derechos? Si no lo es habrá que corregir eso antes que el código penal.
Usted ha estudiado a fondo la tras*ición. La reconciliación puede ser un fin legítimo en lo que en la aplicación de la justicia se refiere. Pero ¿y las víctimas?
Son cosas diferentes. En la Justicia tras*icional el tránsito a la democracia, la pacificación, la consolidación del nuevo Estado, pueden prevalecer sobre otros fines. Pero eso no tiene que suponer un olvido de las víctimas. Lo que pasa es que muchas veces se identifica el derecho de las víctimas a la justicia como un derecho al castigo. Y esto es lo que muchos defendemos que no existe, y que cuando se habla de Justicia para las víctimas hay que tener un concepto de Justicia mucho más amplio, que no se limite a la justicia penal. Tiene que haber medidas de reconocimiento, de reparación, medidas que tiendan a recuperar a la víctima para la sociedad, a sanar sus heridas...
Pero casi desde el inicio de la tras*ición en España, se han quitado las calles, se ha reconocido a los cargos republicanos, se ha exhumado...
Hay muchas cosas que se han hecho, y que se siguen haciendo. La Ley de Memoria Histórica de 2007 no venía a hacer nada especialmente llamativo que no se viniera haciendo desde que se inició la tras*ición. Pero también quedan cosas pendientes. Por ejemplo, el reconocimiento de un estatus legal de víctima o la anulación de los juicios y sentencias injustas. Aquí lo que hizo la Ley de Memoria Histórica fue simplemente una declaración de la ilegitimidad de estas condenas pero no se anularon. Sospecho que es porque habría que asumir indemnizaciones.
Si se anulan por ejemplo supondría que muchos de los responsables de las matanzas en la retaguardia republicana quedarían resarcidos como otras víctimas inocentes del franquismo.
La solución alemana plantea un recurso, es decir, que se tiene que solicitar caso por caso. Pero los motivos por los que se puede solicitar la nulidad de esa condena son generales. Por ejemplo, si la sentencia la dictó un tribunal sin garantías, ese juicio no fue imparcial y por lo tanto es nulo. O si la condena fue simplemente por ejercer lo que hoy se considera un derecho fundamental. Por ejemplo: condenar por rebelión a quienes no se adhirieron al bando franquista. Se trata de identificar correctamente qué tipo de sentencias queremos anular. No se trata de anular sin más la sentencia de alguien que asesinó a otro, salvo que efectivamente haya sido condenado sin juicio, o con un juicio sin garantías. Se comprenderían los motivos que hoy en día, con nuestra Constitución, llevarían a considerar el juicio nulo.
En el debate de la prespitación, ¿dónde se posiciona?
Yo creo que deberíamos estudiar legalizarla, regular la prespitación libremente ejercida y que se persiguiera, pero se persiguiera sin...
Sin cuartel...
Sí, perseguir con todos los medios la prespitación forzada. Porque ahora ni una cosa ni la otra. Hay permisibilidad de facto incluso con explotación sensual, mientras que quien la ejerce libremente no tiene ninguna protección, derechos, ni tampoco controles y obligaciones.
¿Y penar al consumidor, como se hace por ejemplo en Suecia, donde según me ha dicho hay más violaciones...?
Yo creo que esa medida no va a acabar con la prespitación. ¿Ha acabado eso con la prespitación en Suecia? La prespitación existe, ha existido siempre. Negarlo, o negar que alguien libremente se quiera dedicar a la prespitación es intentar imponer una determinada jovenlandesal.
Ya, pero dirán que España es un sistema patriarcal que empuja a muchas mujeres con su violencia a ejercer... Y por tanto lo de la prespitación libre...
Habrá quien defienda que nadie ejerce la prespitación libremente, pero en mi opinión esta afirmación es fruto de una determinada ideología que disfrazada de feminismo les está diciendo a las mujeres que se dedican a esto que no son capaces de decidir por sí mismas lo que quieren y lo que no. Esta actitud en el fondo paternalista y fundamentalista no tiene nada que ver con el verdadero feminismo. Yo no me dedicaría a la prespitación, ni quisiera que una hija o hijo míos se dedicaran a la prespitación, para eso tendré que educar a mis hijos, darles posibilidades para que tengan otros medios para ganarse la vida, etc. Por supuesto, hay que luchar por la igualdad de oportunidades (esta es la tarea del verdadero feminismo), pero si dándole oportunidades una persona decide hacer eso con su cuerpo...En definitiva habrá que peguntarle a cada uno (que no se nos olvide la prespitación masculina), ¿no? Por otro lado, yo no tengo esa visión de España. Al contrario. Soy optimista. Tenemos un gran potencial.
Alicia Gil Gil: "En el sesso no se puede estar todo el tiempo diciendo 'sí, sí, sí'" | Opinión