¿Alguien se acuerda de cuando los desahuciados se suicidaban? O aseguro que los progres NO

KUTRONIO

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10 Mar 2010
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Hay cosas que son o no son noticia según quién esté en el gobierno. ¿No es esto un suceso milagroso? Pero no es que según gobierne la izquierda o la derecha una cosa obtenga un nivel de atención mediano o pase a gozar de un nivel de atención mediática descomunal, sino que lo que abre las portadas y los telediarios todos los días, incendiando las redes sociales de paso, de repente por un cambio de gobierno a la izquierda desaparece por completo, se evapora, se hace el silencio absoluto. O casi absoluto.

Hace unos días, por ejemplo, pasaba sin pena ni gloria por las secciones de sucesos la noticia de que un hombre de 70 años, presa de la desesperación, se había suicidado en un parque de Sabadell al ser desahuciado del piso en el que vivía alquilado desde hace 30 años con su mujer, una persona con movilidad reducida.



Una noticia así, antes de la llegada del sanchismo al poder, hubiera acaparado todos los telediarios, las portadas de todos los vegetales, la atención de todos los digitales, la ira de todos los minerales. Pero ahora que ya la izquierda ha conseguido llegar al poder, en parte debido a la utilización política de todo este tipo de muertes, da igual el suicido de Alex y el desamparo de su mujer. Los escasos medios de la derecha no usan a los muertos así y a los medios de la izquierda, cuando gobierna la izquierda, los suicidios tras un desahucio les dejan de importar. De hecho, ¿les importaron alguna vez? Si sólo te importan los desahuciados hasta que llegas al poder, ¿te importan los desahuciados o te importa sólo el poder?

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Habiéndose dejado de hablar de los desahucios y de los suicidios relacionados, es probable que una gran parte de la población, desde luego la gran mayoría de los votantes de izquierdas, piense que con la llegada de la izquierda el poder ha desaparecido el problema. Que todos esos dramas que copaban los noticiarios cuando gobernaba la derecha ya no ocurren cuando gobierna la izquierda. ¿No estamos pagando muchos más impuestos? ¿No está gastando el gobierno mucho más dinero? Pues será por haber acabado con esto. Para eso mucha gente vota a la izquierda.




La triste realidad es que cuando gobierna la izquierda simplemente se deja de hablar de ello. De hecho la situación es peor que cuando gobierna la derecha, porque al problema se suma el manto de silencio sobre el problema. ¿Por qué gana la izquierda? ¿Acaso porque hay menos desahucios? ¿Acaso porque hay menos suicidios? ¿O sólo porque goza de una mayoría mediática tan abrumadora que le permite encender y apagar los problemas a voluntad?







La realidad es que el gobierno no ha resuelto en absoluto el problema de la vivienda y de los desahucios. Ha tomado una serie de medidas, como desproteger aún más a los propietarios o intervenir los precios, cuyas consecuencias han sido reducir la oferta de vivienda en alquiler y subir los precios. O forzar a los arrendadores a ser más selectivos. El derecho a la vivienda, en vez de el estado al que pagamos los impuestos, al parecer lo tienen que garantizar los propietarios que alquilan un piso. ¿Pero al menos ahora que gobierna la izquierda se ha conseguido ofrecer una alternativa desde el estado a las personas especialmente vulnerables que acaban sufriendo un desahucio? En absoluto, como evidencian este caso y otros muchos de los que nunca nos enteramos. Que los okupas campen a sus anchas no es una compensación por garantizar el derecho a la vivienda de gente como Alex. La izquierda no resuelve ninguno de los dos problemas, a un mal simplemente añade otro mal. Pero la izquierda, gracias al control de la mayoría de los medios, lo que sí tiene es el poder de tapar todo lo que no es capaz de resolver. O de mover el foco de debate hacia otro punto cuando le interesa para desviar la atención. De hecho este es el principal problema de la derecha en España: cómo tener una mayoría social y electoral sin tener al mismo tiempo una mayoría mediática y cultural, en realidad padeciendo una abrumadora minoría mediática y cultural.
 
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