Heteropatriarca
Madmaxista
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Yasmina Alcaraz: "Pospuse mi embarazo porque tenía miedo de que afectara a mi carrera arbitral"
Yasmina Alcaraz (curiosamente el nombre y el apellido son de origen árabe), árbitra de la ACB, denuncia en esta entrevista en El Mundo que ha sufrido faltas de respeto por parte de "jugadores de otras culturas, internacionales", buen rodeo para no decir "jóvenes que no comen jamón". Buen ejemplo de cómo una mujer feminista y empoderada justifica con "cultura internacional" el machismo que jamás permitiría a un hombre blanco.
PREGUNTA. Desde sus inicios a la actualidad, ¿ha notado algo de evolución, de mejora?
RESPUESTA. Ha habido una evolución positiva, pero creo que el cambio más drástico se produjo antes. Tengo antecesoras como Pilar Landeira y Anna Cardús que han vivido momentos mucho peores. Es un trabajo duro y muy solitario. No he llegado al extremo de pensar en tirar la toalla, pero sí he sufrido entrar a una pista y que todo el mundo te mire porque ahí nunca había arbitrado una mujer. No he tenido un trato vejatorio por parte de los equipos, pero sí caras raras... A veces no saben cómo actuar, cómo dirigirse a ti. Incluso jugadores de otras culturas, internacionales de nuestra liga, que tienen a la mujer en un plano inferior y ni te dirigen la palabra o no te escuchan cuando les hablas o te faltan al respeto por ser mujer.
P. ¿En el extranjero la situación es peor?
R. Sí, incluso por parte de los propios compañeros. Hay compañeras europeas que sufren un trato irrespetuoso y machista. No se las evalúa por su nivel arbitral si no por el hecho de ser mujer y eso está bastante demorado en el tiempo. Fuera escuchas comentarios o actitudes que te chocan bastante. O que te faltan al respeto directamente. En la Euroliga femenina, cuando soy la árbitro principal, a algunos compañeros les cuesta tener que seguir la estela de una mujer. El otro día lo hablaba con Sandra [Sánchez], que fuera nos encontramos con cosas que no nos pasan en España. Son detalles, pero son despectivos hacia nuestro género y hacia nuestro trabajo. Nosotras lo que queremos es que nos consideren como uno más. Eso por suerte, lo tengo en ACB.
Yasmina Alcaraz (curiosamente el nombre y el apellido son de origen árabe), árbitra de la ACB, denuncia en esta entrevista en El Mundo que ha sufrido faltas de respeto por parte de "jugadores de otras culturas, internacionales", buen rodeo para no decir "jóvenes que no comen jamón". Buen ejemplo de cómo una mujer feminista y empoderada justifica con "cultura internacional" el machismo que jamás permitiría a un hombre blanco.
PREGUNTA. Desde sus inicios a la actualidad, ¿ha notado algo de evolución, de mejora?
RESPUESTA. Ha habido una evolución positiva, pero creo que el cambio más drástico se produjo antes. Tengo antecesoras como Pilar Landeira y Anna Cardús que han vivido momentos mucho peores. Es un trabajo duro y muy solitario. No he llegado al extremo de pensar en tirar la toalla, pero sí he sufrido entrar a una pista y que todo el mundo te mire porque ahí nunca había arbitrado una mujer. No he tenido un trato vejatorio por parte de los equipos, pero sí caras raras... A veces no saben cómo actuar, cómo dirigirse a ti. Incluso jugadores de otras culturas, internacionales de nuestra liga, que tienen a la mujer en un plano inferior y ni te dirigen la palabra o no te escuchan cuando les hablas o te faltan al respeto por ser mujer.
P. ¿En el extranjero la situación es peor?
R. Sí, incluso por parte de los propios compañeros. Hay compañeras europeas que sufren un trato irrespetuoso y machista. No se las evalúa por su nivel arbitral si no por el hecho de ser mujer y eso está bastante demorado en el tiempo. Fuera escuchas comentarios o actitudes que te chocan bastante. O que te faltan al respeto directamente. En la Euroliga femenina, cuando soy la árbitro principal, a algunos compañeros les cuesta tener que seguir la estela de una mujer. El otro día lo hablaba con Sandra [Sánchez], que fuera nos encontramos con cosas que no nos pasan en España. Son detalles, pero son despectivos hacia nuestro género y hacia nuestro trabajo. Nosotras lo que queremos es que nos consideren como uno más. Eso por suerte, lo tengo en ACB.
