castguer
Madmaxista
En estas seudo-democracias surgidas (tras la Segunda Guerra Mundial, previo división del mundo entre compadres) en los países europeos, socializadas pero sin sociedad viva, las ideas políticas conciben al sujeto no como un ente individual y por ese mismo hecho respetable tan solo por existir. El hombre ha de ser, debe ser por narices, un ser social y necesariamente sociable, domesticado. Lo que es magnífico si no se tratase de una imposición.
La idea parte de considerar al individuo como un incapaz, que necesita ayuda y esa ayuda sólo y únicamente se la puede ofrecer un estado, un estado protector y no los demás congéneres con quien él convive. El individuo no es considerado “alguien que está por encima de todo, que no es ni rico ni pobre, ni viejo ni joven, ni macho ni hembra o lo es todo a la vez. Y que es absolutamente libre y obedece sólo a normas jovenlandesales de hermandad, e igualdad.” (Henry Lefebvre).
Un hombre capaz de decidir por sí mismo sin encontrarse presionado por convencionalismos sociales interesados no es un hombre rentable, no ya porque se dedicaría a pensar desde su propia libertad, sino que desde un punto de vista económico sería tremendamente improductivo y, desde luego, inmanejable. Un hombre que es capaz de pensar qué le interesa más y además es libre para actuar, sin cortapisas en consecuencia, es una especie de malo, un terrorista de estado. Aterrador para esa estado protector. Por tanto no quieren, no buscan obtener un producto autosuficiente, un hombre que no necesite más allá de lo que puede obtener de su relación directa con otros hombres igualmente libres. Ese estado protector necesita otro tipo de sujeto, necesita un hombre cuarteado, mendicante y sumido en la más oscura de las ignorancias que justifique su existencia, que no es otra, en definitiva, que establecer y decidir que es “lo más conveniente para ti”. Dominación pura y dura.................
Demos
La idea parte de considerar al individuo como un incapaz, que necesita ayuda y esa ayuda sólo y únicamente se la puede ofrecer un estado, un estado protector y no los demás congéneres con quien él convive. El individuo no es considerado “alguien que está por encima de todo, que no es ni rico ni pobre, ni viejo ni joven, ni macho ni hembra o lo es todo a la vez. Y que es absolutamente libre y obedece sólo a normas jovenlandesales de hermandad, e igualdad.” (Henry Lefebvre).
Un hombre capaz de decidir por sí mismo sin encontrarse presionado por convencionalismos sociales interesados no es un hombre rentable, no ya porque se dedicaría a pensar desde su propia libertad, sino que desde un punto de vista económico sería tremendamente improductivo y, desde luego, inmanejable. Un hombre que es capaz de pensar qué le interesa más y además es libre para actuar, sin cortapisas en consecuencia, es una especie de malo, un terrorista de estado. Aterrador para esa estado protector. Por tanto no quieren, no buscan obtener un producto autosuficiente, un hombre que no necesite más allá de lo que puede obtener de su relación directa con otros hombres igualmente libres. Ese estado protector necesita otro tipo de sujeto, necesita un hombre cuarteado, mendicante y sumido en la más oscura de las ignorancias que justifique su existencia, que no es otra, en definitiva, que establecer y decidir que es “lo más conveniente para ti”. Dominación pura y dura.................
Demos