François
Madmaxista
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No soy suscriptor pero me imagino el resto.
Debe ser a esto a lo que se refieren
Hace apenas 12.000 la Tierra se recuperaba de su último periodo glaciar, la Edad de Hielo. Esta no era sino la última de una serie de periodos fríos intercalados con eras templadas que habría comenzado hace entre dos y tres millones de años. No sabemos exactamente qué causó estos periodos fríos, pero un equipo de astrónomos ha puesto la vista en las estrellas para encontrar el motivo.
Nubes interestelares. Según la hipótesis postulada por este grupo, nuestro sistema solar podría haberse cruzado con una densa nube interestelar. Esta nube interestelar habría actuado como las convencionales que, desde nuestra atmósfera, ocultan el Sol, enfriando en la práctica la superficie del planeta.
Encogiendo la heliosfera. El impacto de la nube habría ido más allá según esta hipótesis: también habría afectado a la heliosfera. Denominamos heliosfera al área de influencia del Sol, la región del universo donde los vientos solares y el magnetismo de nuestra estrella ejercen aún esta influencia.
La influencia de esta nube habría sido tal que llegara a “comprimir” la heliosfera a un radio inferior a la distancia a la que la Tierra orbita al Sol. Es decir, nuestro planeta habría quedado fuera de esta región, lo que habría permitido a la nube colarse entre nuestra estrella y la Tierra.
“[Esta investigación] es la primera en mostrar cuantitativamente que hubo un encuentro entre el Sol y algo fuera del sistema solar que habría afectado al clima de la Tierra,” señalaba en una nota de prensa Merav Opher, quien lidera el estudio.
El equipo retrocedió varios millones de años en el tiempo a través de simulaciones para comprender dónde estaban entonces el Sol y otros elementos clave de nuestro entorno galáctico. Elementos como el sistema llamado Lazo Local de Nubes Frías, un grupo de nubes que podrían haberse cruzado en el camino de nuestra estrella.
Los modelos mostraron que nuestro sistema solar podría haberse cruzado con un área específica del Lazo Local a la que el equipo denominó Lince Local de las Nubes Frías (Local Lynx of Cold Clouds) debido a que habría procedido aparentemente de la constelación del Lince.
Las pruebas. Más allá de los modelos, el equipo de Opher incluyó en su trabajo algunas pruebas de este posible encuentro. Se trata de altas concentraciones de dos isótopos del hierro y del plutonio (60Fe y 244Pu) en lugares como los océanos, la Luna y los estratos de nieve y hielo Antárticos que corresponden a este periodo.
En condiciones normales como las actuales la heliosfera nos protege de vientos interestelares así como de algunas partículas radioactivas resultante del estallido de estrellas, como estos isótopos. Sin embargo una heliosfera “comprimida” por las nubes interestelares podría habernos dejado al amparo de estos isótopos, que habrían llegado a la Tierra en mayor medida durante estas eras.
'Algo' fuera del Sistema Solar enfrió la Tierra hace dos millones de años
Un nuevo estudio sugiere que las glaciaciones sufridas por el planeta en el pasado podrían haber sido causadas por nuestro movimiento a través de la galaxia
www.abc.es
Debe ser a esto a lo que se refieren
Hace dos millones de años la Tierra se heló. Tenemos una nueva teoría del por qué
Hace apenas 12.000 la Tierra se recuperaba de su último periodo glaciar, la Edad de Hielo. Esta no era sino la última de una serie de periodos fríos...
www.xataka.com
Hace apenas 12.000 la Tierra se recuperaba de su último periodo glaciar, la Edad de Hielo. Esta no era sino la última de una serie de periodos fríos intercalados con eras templadas que habría comenzado hace entre dos y tres millones de años. No sabemos exactamente qué causó estos periodos fríos, pero un equipo de astrónomos ha puesto la vista en las estrellas para encontrar el motivo.
Nubes interestelares. Según la hipótesis postulada por este grupo, nuestro sistema solar podría haberse cruzado con una densa nube interestelar. Esta nube interestelar habría actuado como las convencionales que, desde nuestra atmósfera, ocultan el Sol, enfriando en la práctica la superficie del planeta.
Encogiendo la heliosfera. El impacto de la nube habría ido más allá según esta hipótesis: también habría afectado a la heliosfera. Denominamos heliosfera al área de influencia del Sol, la región del universo donde los vientos solares y el magnetismo de nuestra estrella ejercen aún esta influencia.
La influencia de esta nube habría sido tal que llegara a “comprimir” la heliosfera a un radio inferior a la distancia a la que la Tierra orbita al Sol. Es decir, nuestro planeta habría quedado fuera de esta región, lo que habría permitido a la nube colarse entre nuestra estrella y la Tierra.
“[Esta investigación] es la primera en mostrar cuantitativamente que hubo un encuentro entre el Sol y algo fuera del sistema solar que habría afectado al clima de la Tierra,” señalaba en una nota de prensa Merav Opher, quien lidera el estudio.
El equipo retrocedió varios millones de años en el tiempo a través de simulaciones para comprender dónde estaban entonces el Sol y otros elementos clave de nuestro entorno galáctico. Elementos como el sistema llamado Lazo Local de Nubes Frías, un grupo de nubes que podrían haberse cruzado en el camino de nuestra estrella.
Los modelos mostraron que nuestro sistema solar podría haberse cruzado con un área específica del Lazo Local a la que el equipo denominó Lince Local de las Nubes Frías (Local Lynx of Cold Clouds) debido a que habría procedido aparentemente de la constelación del Lince.
Las pruebas. Más allá de los modelos, el equipo de Opher incluyó en su trabajo algunas pruebas de este posible encuentro. Se trata de altas concentraciones de dos isótopos del hierro y del plutonio (60Fe y 244Pu) en lugares como los océanos, la Luna y los estratos de nieve y hielo Antárticos que corresponden a este periodo.
En condiciones normales como las actuales la heliosfera nos protege de vientos interestelares así como de algunas partículas radioactivas resultante del estallido de estrellas, como estos isótopos. Sin embargo una heliosfera “comprimida” por las nubes interestelares podría habernos dejado al amparo de estos isótopos, que habrían llegado a la Tierra en mayor medida durante estas eras.