La Guardia Civil y la Policía buscan a una mujer de 28 años fugada de un centro psiquiátrico de Ávila que, según los médicos y su propia familia, es un peligro para ella y para los demás.
Su familia teme ante todo por la integridad de la enferma, extremadamente vulnerable debido a su perfil psiquiátrico y la falta de medicación, pero también por representar un peligro para los demás por su gran capacidad de manipulación y su historial de denuncias falsas y hechos violentos.
En esos doce años, la familia ha batallado por mejorar la salud mental de Lorena que ya cuenta con más de 400 ingresos hospitalarios por enfermedades inventadas (síndrome de Munchausen), intentos autolíticos o episodios violentos. A pesar de las advertencias de la familia, siempre pendientes de su estado, los médicos terminaban dándole la razón a la enferma que ha sido intubada sin motivo en varias ocasiones gracias a su gran poder de manipulación y de ascendencia sobre los demás.
A pesar de su habilidad para cambiar de aspecto físico, Lorena posee una cicatriz en el cuello, producto de una traqueotomía innecesaria, una ronquera notable y sobrepeso. La familia teme que esté escondida en cualquier sitio, a merced de alguien, o manipulando a alguien, «suele buscar «una víctima o un aliado» al que agarrarse y a la vez aprovecharse de él o ella». Inés no disimula su honda preocupación por su hija y la esperanza de que la encuentren para que siga su tratamiento y consiga una ansiada rehabilitación.
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