Vlad_Empalador
Será en Octubre
Alerta en la Moncloa: otoño de movilizaciones en la calle y miedo a una huelga general
El Gobierno se irá de vacaciones del 2 al 23 de agosto. El presidente prepara cambios de equipo para hacer frente al malestar por la alta inflación y las restricciones de gas
Celebración del Día de Europa en el Senado. (EFE/Mariscal)
Por
Pilar Gómez
17/07/2022 - 05:00
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores
El debate del estado de la nación ha cerrado el curso político y, en el balance interno, Pedro Sánchez ha salido "satisfecho" según diputados con los que ha compartido reflexiones estos días. El presidente se ha reafirmado en su conclusión de que el problema del retroceso en los sondeos no pasa por él, sino por su equipo, señalan las mismas fuentes. Sánchez estaría ya inmerso en los cambios tanto en Ferraz como en la Moncloa y en el Consejo de Ministros para afrontar un otoño que será "muy complicado", reconocen en la bancada azul. Si los acontecimientos lo permiten, el Gobierno se irá de vacaciones el 2 de agosto al 23 y la idea del presidente es buscar un revulsivo ante la tormenta perfecta que le espera a la vuelta.
En lo económico, el horizonte es neցro. España afrontará el último trimestre del año en con un crecimiento en negativo, así como el primero de 2023, según el último informe del BBVA que se daba a conocer esta semana y que venía a confirmar las previsiones del Instituto Nacional de Estadística. Una economía entra en recesión, según los expertos, cuando cae durante dos trimestres consecutivos. Una situación que comenzaría a producirse a la vuelta del verano. Pese a que en público el mensaje del presidente es descalificar a los "profetas del desastre", en privado hay preocupación.
Sánchez y Calviño en un momento del debate del estado de la nación. (EFE/Kiko Huesca)
El primer aviso lo dará este miércoles Bruselas con las primeras restricciones. "Ahorra gas para un invierno seguro" será el plan que se presente, con el que se pide que el aire acondicionado no pase de los 19 grados y la calefacción de los 25. El siguiente paso, asumen en el Ejecutivo, es que, desde la Unión Europea, se apelará a la "solidaridad" de España para que "reparta" su gas con los países más dependientes de la energía rusa. La situación de Alemania es crítica porque depende de pilinguin no solo para el gas, sino también para el petróleo y el diésel. En el caso de Francia, aunque es más independiente, tiene paradas más de la mitad de sus nucleares por problemas de mantenimiento. Con este panorama, nuestra fortaleza puede acabar siendo una debilidad, ya que, si nos obligan a compartir gas, también sufriremos restricciones y alzas de precio.
Opinión
El vampiro de la Moncloa vuelve a sonreír
Rubén Amón
El Gobierno trabaja en cómo explicar a los ciudadanos lo que viene sin crear una sensación de emergencia. "España está mucho mejor que el resto de Europa", insisten fuentes gubernamentales que confían en poder convencer a Bruselas de que la mejor opción es que se hagan compras conjuntas de gas desde la UE para mejorar los márgenes, aunque en estos momentos parece poco probable que se acepte. El problema es cómo aterrizar los mensajes en el día a día sin sublevar a la calle. En la Moncloa dan por hecho que, si el invierno es duro, las movilizaciones llegarán.
Los asesores más pesimistas cuentan incluso con que Sánchez se enfrente a su primera huelga general: "Todos los presidentes han tenido la suya". Las subidas de impuestos a la banca y a las eléctricas han alejado aún más las posturas con la patronal y el pacto de rentas está hoy más lejos. Los sindicatos han ido con pies de plomo con este Gobierno, pero, si hay un clima de emergencia social, no les quedará más remedio que ponerse del lado de los trabajadores. El aumento del sueldo de los funcionarios supondrá otro punto de conflicto. Las centrales sindicales exigen que, al igual que con los pensionistas, esté ligado a la inflación. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ya ha avanzado que el año cerrará con un 7,8 por ciento. Las cuentas no cuadran en el Ministerio de Hacienda.
Con la economía camino del rojo, el presidente ha consumado su giro a la izquierda en busca de un discurso que empatice con las clases medias. El debate del estado de la nación le ha reconciliado con sus socios de investidura. Podemos, ERC y Bildu han loado su posicionamiento contra los "poderosos". ¿Pero rentabilizará en votos el PSOE esta comunión con el discurso de los jovenlandesados? En el partido creen que no. El diagnóstico es que no hay margen a la izquierda para sumar votantes y, por el contrario, se están perdiendo los del centro en favor del PP. Más de medio millón de electores socialistas prefieren en este momento a Alberto Núñez Feijóo, según las encuestas publicadas.
Patxi López, junto a Félix Bolaños, suena como revulsivo ante la crisis de portavoces. (EFE/Mariscal)
El análisis vuelve a remitir a los equipos. En la Moncloa y en Ferraz sigue en el ambiente el movimiento de peones que el presidente retrasó ante el debate. El nombre de Patxi López suena cada vez con más fuerza para escalar posiciones. Algunos le ven ya como el nuevo portavoz en el Congreso en sustitución de Héctor Gómez. Esto supondrá una desautorización para Adriana Lastra y Santos Cerdán. Sánchez está "disgustado" con ambos por sus guerras internas y el fracaso en las últimas citas electorales. La vuelta al pasado la consumaría dando más galones a Antonio Hernando. En el cuaderno de Sánchez también estaría el nombre del secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés. Tradicionalmente, un periodista ha ocupado este cargo y parece que su perfil político no está funcionando. Sánchez quiere "bajar a la calle" su mensaje del debate del estado de la nación y no ve capaz a su coro.
La situación económica e internacional se va a complicar en los próximos meses. Será un milagro que Sánchez no llegue muy tocado a las municipales y autonómicas de 2023 en las que casi se jugará las generales. Algún ministro saltará para ser cabeza de lista y se aprovechará para incorporar perfiles más políticos. La remodelación de hace un año no ha funcionado. Mientras ministras como Calviño han despegado de lo técnico al barro político, hay otros desconocidos para la opinión pública.
"En el PP barajan que se haga coincidir las generales con autonómicas y municipales"
La radiografía lleva al PP a no descartar que Sánchez acabe haciendo coincidir las elecciones generales con las municipales y autonómicas. El llamado "superdomingo" que amarga a los barones socialistas. La Moncloa en estos momentos lo descarta, pero habrá que ver cómo evoluciona el calendario. La presidencia europea en el último semestre de 2023 da fuerza a que se agote la legislatura. En cualquier caso, el principal partido de la oposición traslada que está preparado para dar a España "un Gobierno mejor". Pese al perfil bajo de su líder en el debate, no hay crítica interna. Para los populares es un valor de su presidente el no exponerse.
"La gente tiene una opinión buena ya de Feijóo, que arriesgue Sánchez", se escucha entre diputados y senadores donde, aunque se justifica en la denuncia de los pactos con Bildu que Cuca Gamarra arrancase su discurso con Miguel Ángel Blanco, se pide no apartarse del foco de la economía que es "nuestro punto fuerte". Génova lo sabe y es lo que explotará. ¿Algún ciudadano vive mejor después de los anuncios del presidente? Se preguntan retóricamente en la fontanería del PP. Calculadora en mano, se encaminan según sus sondeos internos a ensanchar cada vez más la diferencia de escaños con el PSOE: "Robamos votos a Ciudadanos, a Vox y al PSOE". Incluso en el cuartel general azul no niegan que el mérito de su desembarco en la Moncloa será en buena parte de Sánchez.
El debate del estado de la nación ha cerrado el curso político y, en el balance interno, Pedro Sánchez ha salido "satisfecho" según diputados con los que ha compartido reflexiones estos días. El presidente se ha reafirmado en su conclusión de que el problema del retroceso en los sondeos no pasa por él, sino por su equipo, señalan las mismas fuentes. Sánchez estaría ya inmerso en los cambios tanto en Ferraz como en la Moncloa y en el Consejo de Ministros para afrontar un otoño que será "muy complicado", reconocen en la bancada azul. Si los acontecimientos lo permiten, el Gobierno se irá de vacaciones el 2 de agosto al 23 y la idea del presidente es buscar un revulsivo ante la tormenta perfecta que le espera a la vuelta.
El Gobierno se irá de vacaciones del 2 al 23 de agosto. El presidente prepara cambios de equipo para hacer frente al malestar por la alta inflación y las restricciones de gas
Por
Pilar Gómez
17/07/2022 - 05:00
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores
El debate del estado de la nación ha cerrado el curso político y, en el balance interno, Pedro Sánchez ha salido "satisfecho" según diputados con los que ha compartido reflexiones estos días. El presidente se ha reafirmado en su conclusión de que el problema del retroceso en los sondeos no pasa por él, sino por su equipo, señalan las mismas fuentes. Sánchez estaría ya inmerso en los cambios tanto en Ferraz como en la Moncloa y en el Consejo de Ministros para afrontar un otoño que será "muy complicado", reconocen en la bancada azul. Si los acontecimientos lo permiten, el Gobierno se irá de vacaciones el 2 de agosto al 23 y la idea del presidente es buscar un revulsivo ante la tormenta perfecta que le espera a la vuelta.
En lo económico, el horizonte es neցro. España afrontará el último trimestre del año en con un crecimiento en negativo, así como el primero de 2023, según el último informe del BBVA que se daba a conocer esta semana y que venía a confirmar las previsiones del Instituto Nacional de Estadística. Una economía entra en recesión, según los expertos, cuando cae durante dos trimestres consecutivos. Una situación que comenzaría a producirse a la vuelta del verano. Pese a que en público el mensaje del presidente es descalificar a los "profetas del desastre", en privado hay preocupación.
Sánchez y Calviño en un momento del debate del estado de la nación. (EFE/Kiko Huesca)
El primer aviso lo dará este miércoles Bruselas con las primeras restricciones. "Ahorra gas para un invierno seguro" será el plan que se presente, con el que se pide que el aire acondicionado no pase de los 19 grados y la calefacción de los 25. El siguiente paso, asumen en el Ejecutivo, es que, desde la Unión Europea, se apelará a la "solidaridad" de España para que "reparta" su gas con los países más dependientes de la energía rusa. La situación de Alemania es crítica porque depende de pilinguin no solo para el gas, sino también para el petróleo y el diésel. En el caso de Francia, aunque es más independiente, tiene paradas más de la mitad de sus nucleares por problemas de mantenimiento. Con este panorama, nuestra fortaleza puede acabar siendo una debilidad, ya que, si nos obligan a compartir gas, también sufriremos restricciones y alzas de precio.
Opinión
El vampiro de la Moncloa vuelve a sonreír
Rubén Amón
El Gobierno trabaja en cómo explicar a los ciudadanos lo que viene sin crear una sensación de emergencia. "España está mucho mejor que el resto de Europa", insisten fuentes gubernamentales que confían en poder convencer a Bruselas de que la mejor opción es que se hagan compras conjuntas de gas desde la UE para mejorar los márgenes, aunque en estos momentos parece poco probable que se acepte. El problema es cómo aterrizar los mensajes en el día a día sin sublevar a la calle. En la Moncloa dan por hecho que, si el invierno es duro, las movilizaciones llegarán.
Los asesores más pesimistas cuentan incluso con que Sánchez se enfrente a su primera huelga general: "Todos los presidentes han tenido la suya". Las subidas de impuestos a la banca y a las eléctricas han alejado aún más las posturas con la patronal y el pacto de rentas está hoy más lejos. Los sindicatos han ido con pies de plomo con este Gobierno, pero, si hay un clima de emergencia social, no les quedará más remedio que ponerse del lado de los trabajadores. El aumento del sueldo de los funcionarios supondrá otro punto de conflicto. Las centrales sindicales exigen que, al igual que con los pensionistas, esté ligado a la inflación. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ya ha avanzado que el año cerrará con un 7,8 por ciento. Las cuentas no cuadran en el Ministerio de Hacienda.
Con la economía camino del rojo, el presidente ha consumado su giro a la izquierda en busca de un discurso que empatice con las clases medias. El debate del estado de la nación le ha reconciliado con sus socios de investidura. Podemos, ERC y Bildu han loado su posicionamiento contra los "poderosos". ¿Pero rentabilizará en votos el PSOE esta comunión con el discurso de los jovenlandesados? En el partido creen que no. El diagnóstico es que no hay margen a la izquierda para sumar votantes y, por el contrario, se están perdiendo los del centro en favor del PP. Más de medio millón de electores socialistas prefieren en este momento a Alberto Núñez Feijóo, según las encuestas publicadas.
Patxi López, junto a Félix Bolaños, suena como revulsivo ante la crisis de portavoces. (EFE/Mariscal)
El análisis vuelve a remitir a los equipos. En la Moncloa y en Ferraz sigue en el ambiente el movimiento de peones que el presidente retrasó ante el debate. El nombre de Patxi López suena cada vez con más fuerza para escalar posiciones. Algunos le ven ya como el nuevo portavoz en el Congreso en sustitución de Héctor Gómez. Esto supondrá una desautorización para Adriana Lastra y Santos Cerdán. Sánchez está "disgustado" con ambos por sus guerras internas y el fracaso en las últimas citas electorales. La vuelta al pasado la consumaría dando más galones a Antonio Hernando. En el cuaderno de Sánchez también estaría el nombre del secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés. Tradicionalmente, un periodista ha ocupado este cargo y parece que su perfil político no está funcionando. Sánchez quiere "bajar a la calle" su mensaje del debate del estado de la nación y no ve capaz a su coro.
La situación económica e internacional se va a complicar en los próximos meses. Será un milagro que Sánchez no llegue muy tocado a las municipales y autonómicas de 2023 en las que casi se jugará las generales. Algún ministro saltará para ser cabeza de lista y se aprovechará para incorporar perfiles más políticos. La remodelación de hace un año no ha funcionado. Mientras ministras como Calviño han despegado de lo técnico al barro político, hay otros desconocidos para la opinión pública.
"En el PP barajan que se haga coincidir las generales con autonómicas y municipales"
La radiografía lleva al PP a no descartar que Sánchez acabe haciendo coincidir las elecciones generales con las municipales y autonómicas. El llamado "superdomingo" que amarga a los barones socialistas. La Moncloa en estos momentos lo descarta, pero habrá que ver cómo evoluciona el calendario. La presidencia europea en el último semestre de 2023 da fuerza a que se agote la legislatura. En cualquier caso, el principal partido de la oposición traslada que está preparado para dar a España "un Gobierno mejor". Pese al perfil bajo de su líder en el debate, no hay crítica interna. Para los populares es un valor de su presidente el no exponerse.
"La gente tiene una opinión buena ya de Feijóo, que arriesgue Sánchez", se escucha entre diputados y senadores donde, aunque se justifica en la denuncia de los pactos con Bildu que Cuca Gamarra arrancase su discurso con Miguel Ángel Blanco, se pide no apartarse del foco de la economía que es "nuestro punto fuerte". Génova lo sabe y es lo que explotará. ¿Algún ciudadano vive mejor después de los anuncios del presidente? Se preguntan retóricamente en la fontanería del PP. Calculadora en mano, se encaminan según sus sondeos internos a ensanchar cada vez más la diferencia de escaños con el PSOE: "Robamos votos a Ciudadanos, a Vox y al PSOE". Incluso en el cuartel general azul no niegan que el mérito de su desembarco en la Moncloa será en buena parte de Sánchez.
El debate del estado de la nación ha cerrado el curso político y, en el balance interno, Pedro Sánchez ha salido "satisfecho" según diputados con los que ha compartido reflexiones estos días. El presidente se ha reafirmado en su conclusión de que el problema del retroceso en los sondeos no pasa por él, sino por su equipo, señalan las mismas fuentes. Sánchez estaría ya inmerso en los cambios tanto en Ferraz como en la Moncloa y en el Consejo de Ministros para afrontar un otoño que será "muy complicado", reconocen en la bancada azul. Si los acontecimientos lo permiten, el Gobierno se irá de vacaciones el 2 de agosto al 23 y la idea del presidente es buscar un revulsivo ante la tormenta perfecta que le espera a la vuelta.