El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Las salas de asilo del aeropuerto de Madrid-Barajas siguen aguantando un nivel de presión que es muy superior a la que están preparadas para soportar. El hacinamiento y la suciedad se mantienen, aunque los policías nacionales que prestan servicio en el mismo empiezan a ser optimistas porque la situación parece que empieza a mejorar con el paso de las horas. Algunas de las medidas tomadas empiezan a funcionar.
En primer lugar, se están otorgando permisos de entrada excepcional en territorio español a algunos de los solicitantes de asilo, especialmente a mujeres que se habían puesto en huelga de hambre. En segundo lugar, por la apertura de la cuarta sala de asilo en el aeródromo madrileño, lo que ha permitido tener más espacio y vaciar temporalmente algunas salas para proceder a su fumigación, para acabar con los chinches y cucarachas.
Otra causa fundamental es que ya ha empezado a surgir efecto la decisión del Ministerio del Interior de solicitar visados de tránsito (VTA) –exige para cambiar de avión en España los mismos requisitos que cumple la gente que viene con destino a España–. Esto ha provocado que el número de senegaleses –una de las nacionalidades, junto a la jovenlandés, con mayor número de solicitantes– se haya desplomado drásticamente en las últimas horas.
Esto se debe a que las compañías aéreas no dejan embarcar en sus aviones a aquellos viajeros que no cumplen con los requisitos de entrada a un país, debido a que una vez llega esa persona al país y es rechazada por las autoridades locales, es la compañía no solo la que debe hacer retornar al viajero, sino que además recibe una multa que en el caso de los aeropuertos españoles asciende a 8.000 euros por viajero.
Hay que recordar que la Policía Nacional tuvo que desplegar el fin de semana a un subgrupo de las Unidades de Intervención Policial (UIP), conocidos popularmente como antidisturbios, para frenar las reyertas y peleas que grupos de senegaleses y marroquíes estaban protagonizando en estas salas de asilo para tratar de ganar espacio.
Pero si primero fueron los keniatas –durante el mes de diciembre- y ahora estaban siendo senegaleses y marroquíes –durante este mes de enero–, la alerta ha saltado ahora en el aeropuerto de Madrid-Barajas por la llegada en masa de mauritanos solicitando asilo. Fuentes del Sindicato Unificado de Policía (SUP) han explicado que entre el lunes y el martes han llegado 72 mauritanos, una nacionalidad que hasta ahora no estaba representada.
Estos mauritanos han llegado utilizando la ruta caliente Casablanca-Madrid, en vuelo de Royal Air Maroc, la compañía de bandera jovenlandés, la misma que han venido utilizando hasta ahora los solicitantes de asilo de nacionalidad keniatas, senegalesas o los propios marroquíes. Y lo hacen gracias a que el Gobierno de España no pide visado de tránsito para los ciudadanos de Mauritania que cambian de avión en nuestro país. En la gran mayoría de los casos estaban en tránsito rumbo a El Salvador.
Es por ello que el SUP ha pedido este miércoles al Ministerio del Interior que imponga los visados de tránsito a los ciudadanos de Mauritania y de "todos los países de África subsahariana que a día de hoy no se les haya solicitado, con el objeto de erradicar de una vez por todas este problema, que deja en situación de vulnerabilidad a estas personas, con deudas que después tienen que pagar a las mafias y que alimenta las redes de inmi gración ilegal".
En primer lugar, se están otorgando permisos de entrada excepcional en territorio español a algunos de los solicitantes de asilo, especialmente a mujeres que se habían puesto en huelga de hambre. En segundo lugar, por la apertura de la cuarta sala de asilo en el aeródromo madrileño, lo que ha permitido tener más espacio y vaciar temporalmente algunas salas para proceder a su fumigación, para acabar con los chinches y cucarachas.
Otra causa fundamental es que ya ha empezado a surgir efecto la decisión del Ministerio del Interior de solicitar visados de tránsito (VTA) –exige para cambiar de avión en España los mismos requisitos que cumple la gente que viene con destino a España–. Esto ha provocado que el número de senegaleses –una de las nacionalidades, junto a la jovenlandés, con mayor número de solicitantes– se haya desplomado drásticamente en las últimas horas.
Esto se debe a que las compañías aéreas no dejan embarcar en sus aviones a aquellos viajeros que no cumplen con los requisitos de entrada a un país, debido a que una vez llega esa persona al país y es rechazada por las autoridades locales, es la compañía no solo la que debe hacer retornar al viajero, sino que además recibe una multa que en el caso de los aeropuertos españoles asciende a 8.000 euros por viajero.
Hay que recordar que la Policía Nacional tuvo que desplegar el fin de semana a un subgrupo de las Unidades de Intervención Policial (UIP), conocidos popularmente como antidisturbios, para frenar las reyertas y peleas que grupos de senegaleses y marroquíes estaban protagonizando en estas salas de asilo para tratar de ganar espacio.
Pero si primero fueron los keniatas –durante el mes de diciembre- y ahora estaban siendo senegaleses y marroquíes –durante este mes de enero–, la alerta ha saltado ahora en el aeropuerto de Madrid-Barajas por la llegada en masa de mauritanos solicitando asilo. Fuentes del Sindicato Unificado de Policía (SUP) han explicado que entre el lunes y el martes han llegado 72 mauritanos, una nacionalidad que hasta ahora no estaba representada.
Estos mauritanos han llegado utilizando la ruta caliente Casablanca-Madrid, en vuelo de Royal Air Maroc, la compañía de bandera jovenlandés, la misma que han venido utilizando hasta ahora los solicitantes de asilo de nacionalidad keniatas, senegalesas o los propios marroquíes. Y lo hacen gracias a que el Gobierno de España no pide visado de tránsito para los ciudadanos de Mauritania que cambian de avión en nuestro país. En la gran mayoría de los casos estaban en tránsito rumbo a El Salvador.
Es por ello que el SUP ha pedido este miércoles al Ministerio del Interior que imponga los visados de tránsito a los ciudadanos de Mauritania y de "todos los países de África subsahariana que a día de hoy no se les haya solicitado, con el objeto de erradicar de una vez por todas este problema, que deja en situación de vulnerabilidad a estas personas, con deudas que después tienen que pagar a las mafias y que alimenta las redes de inmi gración ilegal".
Alerta en el aeropuerto de Barajas por la llegada ahora de mauritanos en masa solicitando asilo
El número de senegaleses se ha reducido notablemente con los visados de tránsito (VTA), pero se ha disparado el número de mauritanos en solo dos días.
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