Alemania asume la realidad de la democracia formal y se convierte en un régimen de partido único. Ni Chávez ni los Mullahs iranís podrían llegar a soñar con tal nivel de sometimiento de su población... Heil Frau Merkel
Más que un debate, un dueto
Más que un debate, un dueto
Dos semanas antes de las elecciones generales, la canciller de la Unión Cristianodemócrata (CDU) Angela Merkel y su principal contrincante en las elecciones generales del próximo 27 de septiembre, el vicecanciller Frank-Walter Steinmeier, se han enfrentado a careo televisado de 90 minutos. El primer y único debate en televisión de la campaña.
Desde el principio del debate ha quedado claro que se sentían muy cómodos y destilaban complicidad. Uno de los presentadores les ha calificado como un viejo matrimonio bien avenido. Fueron más críticos y agresivos (eran los únicos que osaban interrumpir, por ejemplo) los cuatro periodistas con los candidatos que los dos contrincantes entre sí.
Frank-Walte Steimeier (traje oscuro, corbata roja y verbo sereno) y Angela Merkel (traje oscuro e impecable licra blanca cubriendo recatadamente el balcón que tanto ha dado que hablar en los últimos meses), respetaron sin gran esfuerzo las reglas del debate: para cada respuesta disponían de 90 segundos. En muchas ocasiones, no los apuraban hasta el final.
Estas fueron las principales áreas abordadas.
Crisis económica
En el asunto clave y que se prestaba a los matices, la crisis económica y sus consecuencias, apenas han quedado fisuras entre las dos posiciones: Merkel ha dicho que había "comprobado que es necesaria una nueva economía social de mercado", mientras que Steinmeier apostaba por "un nuevo Estado de la economía de mercado", a lo que la canciller asentía con la cabeza.
Merkel repetía su receta contra la crisis: "crecimiento, fuste y trabajo". Steinmeier se negó a rebajar el salario mínimo interprofesional en aras de la competitividad, alegando que "nos encontramos en una espiral internacional de salarios a la baja".
- Opel. Otra cuestión candente y por cuya intervención Merkel había recibido graves críticas en las últimas horas es la de la venta de OPEL -que contempla la eliminación de unos 10.000 empleos en Europa-. La canciller afirmó que "no se trataba de salvar definitivamente una empresa, sino de darle otra oportunidad tras una dura crisis". Steinmeier añadió que está "orgulloso por haber garantizado la permanencia de las fábricas alemanas".
- Bancos. Sobre los bonus que cobran los altos ejecutivos de la banca, su coincidencia era plena: es necesario regularlos, al igual que los productos financieros de riesgo. Steinmeier, aquí, dio un paso más allá, preguntándose si, después de la cumbre del G-20, si no se consigue una regulación internacional, Alemania tendrá el coraje de legislar por su parte y para su territorio, pero tampoco se aventuró a una respuesta a su propia pregunta. Merkel sacó aquí las uñas y dijo que "habíamos llegado a una situación en que bancos y gestoras de activos habían creído que en este mundo tenía que haber leyes para todos menos para ellos, y eso se ha terminado".
Afganistán
Las preguntas sobre Afganistán cerraron el debate. Los periodistas les reprocharon falta de credibilidad -por el caos informativo que envolvió al Ministerio de Defensa tras el bombardeo ordenado por un mando alemán de la ISAF, en el que murieron decenas de civiles- Steinmeier se remitió al pleno parlamentario convocado por Merkel y en el que la canciller, personalmente, se encargó de poner fin a las críticas y se permitió no dar un solo dato sobre la operación.
Sobre la fecha de salida de las tropas internacionales de territorio afgano, para la que Merkel pide cinco años y Steinmeier sólo hasta 2013 (el socialdemócrata bebe agua, la cristiano demócrata carraspea), la canciller resumió que lo importante es agilizar la salida de las tropas internacionales sin causar nuevos problemas de seguridad y se situó junto a su supuesto contrario, al cumplimiento de los plazos que establezca la hoja de ruta que salga de la conferencia de la ONU, que debería determinar, objetivos y fechas muy concretos.
Lenguaje corporal
Ninguno de los dos miraba directamente a la cámara, sino a quienes realizaban las preguntas. Merkel mostraba vista cansada. A Steinmeier le traicionaban un tic en la comisura de la boca cuando mencionaba, al hilo de la deuda pública, su proyecto de política económica.
Tampoco quisieron responder cuando les preguntaron por el lujoso coche oficial robado en Denia (Alicante) a la ministra de Sanidad, Ulla Schmidt (SPD), cuando disfrutaba de unas vacaciones, lo que puso al descubierto el uso de coches oficiales para fines privados.
Cuando le preguntaron "por qué no debe ser canciller Merkel la próxima legislatura", respondió: "porque hay mejores alternativas". Merkel se salió por la tangente y no contestó.
Según un sondeo realizado durante el debate por la cadena de televisión ARD, el socialdemócrata habrá ganado ante la audiencia por un 42% frente a Merkel con el 32%. La encuesta del canal RTL, sin embargo, daba un 37% a Merkel y un 35% a Steinmeier. Sí coinciden en que Merkel infundió más confianza y parece más competente para gestionar la crisis, mientras que Steinmeier resultó más simpático y más creíble. El 84% de los encuestados aseguró que haber visto el debate no va a influirá en su intención de voto.