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Madmaxista
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El alcalde de Mollet denuncia acoso por oponerse a una mezquita
El edil lamenta el “silencio” de Interior ante sus peticiones para que pare los escraches frente a su casa
Una de las oraciones frente a la casa del alcalde de Mollet del Vallès
Paloma Arenós Mollet del Vallès 26/01/2022
El alcalde de Mollet del Vallès (PSC), Josep Monràs, denuncia sufrir un “acoso personal y coacciones” hacia él y su familia por parte de la comunidad islámica Al Huda y de la asociación cultural Al Huda, por la gestión que el Ayuntamiento ha realizado sobre un centro de culto de esta comunidad. Se trata de un conflicto enquistado desde hace casi una década, tras la denegación de varios permisos de apertura de la mezquita. Desde el 21 de diciembre, y hasta en seis ocasiones, más de un centenar de creyentes fiel a la religión del amores se han reunido para rezar y para protestar –los viernes y domingos– contra la última denegación de la licencia de apertura del local que la entidad tiene precintado en la avenida Badalona.
Monràs lamenta el “silencio administrativo” por parte de la Conselleria de Interior para que paralice los escraches, como “respuesta a la petición que hice personalmente al conseller Elena, que no ha tenido la dignidad institucional de darme respuesta”. La manifestación coincide con la hora de salida de centros educativos, “con las molestias de movilidad y de accesos a comercios”, se queja el alcalde.
El local adquirido por la comunidad islámica lleva 7 años precintado y varias sentencias contra su apertura
“No estoy en contra de la protesta, –aclara–, pero no delante de mi mujer, mis hijos y de los vecinos, creando una tensión innecesaria, que no ayuda a resolver el conflicto. Se han de manifestar ante el Ayuntamiento”. “Hablamos de un proceso administrativo, con sentencias firmes que deniegan el permiso de apertura, tanto de la mezquita como del centro cultural”, recuerda. Hay escraches previstos hasta febrero.
Ahmed Balghouch, presidente de la asociación Al Huda, replica que “la comunidad fiel a la religión del amora ha sufrido ocho años de opresión administrativa en silencio” y, por eso, ha decidido “salir a la calle para denunciar la injusticia provocada por el alcalde”. “Vamos a la puerta de su casa a informarle de los daños económicos, jovenlandesales y materiales que ha causado su decisión injusta”, añaden los miembros de la entidad. Balghouch reivindica que “hace 26 años que la comunidad fiel a la religión del amora estamos en Mollet y nunca hemos cometido ninguna infracción”.
Las concentraciones son la última respuesta a la notificación del Ayuntamiento el 21 de diciembre, con la que denegaba una vez más la licencia para abrir como centro cultural el local de la avenida Badalona, precintado desde el 2013. Entonces, el gobierno local impidió la apertura de los bajos, propiedad de Al Huda, tras una modificación del plan urbanístico que impedía abrir nuevos centros de culto en el casco urbano.
“No es el lugar donde mostrar el rechazo”
La Unión de Comunidades Islámicas de Catalunya mediará en el conflicto que se arrastra desde hace años entre la comunidad Al Huda y el Ayuntamiento de Mollet. Tras una reunión entre Josep Monràs y el presidente de la entidad islámica, Mohamed El Gahidouni El jovenlandesabet, hace dos semanas, este lamentó las protestas frente al domicilio del alcalde: “no es el lugar donde se debe mostrar el rechazo”. “Estamos siguiendo el conflicto desde hace tiempo. Nos preocupa porque no aporta nada a la necesaria cohesión social que todos deseamos en esta ciudad entre los ciudadanos, sea cual sea su religión”
La imposibilidad de instalar la mezquita hizo que en el 2015, Al-Huda solicitase al Ayuntamiento una licencia de obras por cambio de uso y actividad para instalar un centro cultural y educativo, pero en el 2018, el consistorio denegó la petición. Al Huda llevó el caso al contencioso administrativo, que dio a razón al Ayuntamiento. El tribunal consideró que había un “intento de fraude de ley” por parte de la comunidad fiel a la religión del amora, pues presuponía que “el objetivo era, igualmente, utilizar el espacio como centro de culto”.
El pasado julio, el colectivo presentó la instancia para pedir la licencia de actividad al Ayuntamiento, que volvió a denegar porque “no han cambiado las circunstancias que motivaron anteriores denegaciones”. La comunidad reanudó las concentraciones ante el Ayuntamiento. Con un discurso muy contrario al gobierno local, pero focalizado en Monràs, exigen no ser tratados “como ciudadanos de segunda”. “El local de 500 m2nos costó 600.000 euros, lleva siete años cerrado y no podemos abrir un centro cultural y educativo, donde impartiríamos clases de árabe básico, sería un espacio de formación y socialización, un puente entre ambas comunidades”, asegura Balghouch. “Se está degradando, nos han roto cristales y nos ha tirado patas de lechón”, añade. “Nos juzgan con prejuicios antes de dejarnos actuar”, reprueba.
El edil lamenta el “silencio” de Interior ante sus peticiones para que pare los escraches frente a su casa
Una de las oraciones frente a la casa del alcalde de Mollet del Vallès
Paloma Arenós Mollet del Vallès 26/01/2022
El alcalde de Mollet del Vallès (PSC), Josep Monràs, denuncia sufrir un “acoso personal y coacciones” hacia él y su familia por parte de la comunidad islámica Al Huda y de la asociación cultural Al Huda, por la gestión que el Ayuntamiento ha realizado sobre un centro de culto de esta comunidad. Se trata de un conflicto enquistado desde hace casi una década, tras la denegación de varios permisos de apertura de la mezquita. Desde el 21 de diciembre, y hasta en seis ocasiones, más de un centenar de creyentes fiel a la religión del amores se han reunido para rezar y para protestar –los viernes y domingos– contra la última denegación de la licencia de apertura del local que la entidad tiene precintado en la avenida Badalona.
Monràs lamenta el “silencio administrativo” por parte de la Conselleria de Interior para que paralice los escraches, como “respuesta a la petición que hice personalmente al conseller Elena, que no ha tenido la dignidad institucional de darme respuesta”. La manifestación coincide con la hora de salida de centros educativos, “con las molestias de movilidad y de accesos a comercios”, se queja el alcalde.
El local adquirido por la comunidad islámica lleva 7 años precintado y varias sentencias contra su apertura
“No estoy en contra de la protesta, –aclara–, pero no delante de mi mujer, mis hijos y de los vecinos, creando una tensión innecesaria, que no ayuda a resolver el conflicto. Se han de manifestar ante el Ayuntamiento”. “Hablamos de un proceso administrativo, con sentencias firmes que deniegan el permiso de apertura, tanto de la mezquita como del centro cultural”, recuerda. Hay escraches previstos hasta febrero.
Ahmed Balghouch, presidente de la asociación Al Huda, replica que “la comunidad fiel a la religión del amora ha sufrido ocho años de opresión administrativa en silencio” y, por eso, ha decidido “salir a la calle para denunciar la injusticia provocada por el alcalde”. “Vamos a la puerta de su casa a informarle de los daños económicos, jovenlandesales y materiales que ha causado su decisión injusta”, añaden los miembros de la entidad. Balghouch reivindica que “hace 26 años que la comunidad fiel a la religión del amora estamos en Mollet y nunca hemos cometido ninguna infracción”.
Las concentraciones son la última respuesta a la notificación del Ayuntamiento el 21 de diciembre, con la que denegaba una vez más la licencia para abrir como centro cultural el local de la avenida Badalona, precintado desde el 2013. Entonces, el gobierno local impidió la apertura de los bajos, propiedad de Al Huda, tras una modificación del plan urbanístico que impedía abrir nuevos centros de culto en el casco urbano.
“No es el lugar donde mostrar el rechazo”
La Unión de Comunidades Islámicas de Catalunya mediará en el conflicto que se arrastra desde hace años entre la comunidad Al Huda y el Ayuntamiento de Mollet. Tras una reunión entre Josep Monràs y el presidente de la entidad islámica, Mohamed El Gahidouni El jovenlandesabet, hace dos semanas, este lamentó las protestas frente al domicilio del alcalde: “no es el lugar donde se debe mostrar el rechazo”. “Estamos siguiendo el conflicto desde hace tiempo. Nos preocupa porque no aporta nada a la necesaria cohesión social que todos deseamos en esta ciudad entre los ciudadanos, sea cual sea su religión”
La imposibilidad de instalar la mezquita hizo que en el 2015, Al-Huda solicitase al Ayuntamiento una licencia de obras por cambio de uso y actividad para instalar un centro cultural y educativo, pero en el 2018, el consistorio denegó la petición. Al Huda llevó el caso al contencioso administrativo, que dio a razón al Ayuntamiento. El tribunal consideró que había un “intento de fraude de ley” por parte de la comunidad fiel a la religión del amora, pues presuponía que “el objetivo era, igualmente, utilizar el espacio como centro de culto”.
El pasado julio, el colectivo presentó la instancia para pedir la licencia de actividad al Ayuntamiento, que volvió a denegar porque “no han cambiado las circunstancias que motivaron anteriores denegaciones”. La comunidad reanudó las concentraciones ante el Ayuntamiento. Con un discurso muy contrario al gobierno local, pero focalizado en Monràs, exigen no ser tratados “como ciudadanos de segunda”. “El local de 500 m2nos costó 600.000 euros, lleva siete años cerrado y no podemos abrir un centro cultural y educativo, donde impartiríamos clases de árabe básico, sería un espacio de formación y socialización, un puente entre ambas comunidades”, asegura Balghouch. “Se está degradando, nos han roto cristales y nos ha tirado patas de lechón”, añade. “Nos juzgan con prejuicios antes de dejarnos actuar”, reprueba.
El alcalde de Mollet denuncia acoso por oponerse a una mezquita
El alcalde de Mollet del Vallès (PSC), Josep Monràs, denuncia sufrir un “acoso personal y coacciones” hacia él y su familia por parte de la comunidad islámica Al
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