Dr Polux
FEOfobo & CALVOfobo
Podemos sigue sumando escisiones. A la traumática salida del ex número dos del partido Íñigo Errejón para formar Más País, o la abrupta ruptura con su líder en Andalucía, Teresa Rodríguez, quien compitió electoralmente en los últimos comicios con la formación que contribuyó a fundar, ahora se consuma el lanzamiento desde Canarias de un nuevo proyecto político auspiciado por el exsecretario de Organización del partido Alberto Rodríguez. El canario, que sigue peleando en los tribunales por recuperar su acta en el Congreso —y ha dejado a Podemos con un escaño menos, con la colaboración del resto de miembros que lo seguían en la lista—, acabó este lunes con el misterio sobre su futuro político fuera de Podemos. Bajo el nombre de Proyecto Drago, Rodríguez presentó la plataforma de "obediencia canaria" con la que batallará en los próximos comicios municipales, insulares y autonómicos. Será en clave regionalista, siguiendo la estela del proyecto netamente andaluz de Teresa Rodríguez.
El portazo de Rodríguez guarda algunas similitudes con los protagonizados anteriormente por otras figuras destacadas del partido. En lo referente a los argumentos para justificarlo, como la "falta de respeto a los territorios" o el desencanto entre las bases por la falta de participación interna, en las críticas a la dirección por "presiones" o "centralismo" y en el ánimo de impulsar un espacio que vuelva a recoger el "carácter popular" originario de la formación y más pegado a los movimientos sociales. En el caso de Rodríguez, chocan algunas de las denuncias que poco a poco fue diseminando desde la pérdida de su acta al haber ocupado el cargo de secretario de Organización y, por tanto, con atribuciones para corregirlas. Si bien dimitió de su cargo antes de la asamblea que encumbró a Ione Belarra a la secretaría del partido, lo hizo sin abrir ninguna disputa pública.
Una persona de la confianza de Díaz acudió a la presentación del nuevo proyecto de Rodríguez, que abre la puerta a pactos con Sumar
"Toca cerrar una etapa", trasladó entonces, tras dos años como número tres del partido. Eso sí, recalcó que su paso a un lado no tenía "nada que ver con la injusta persecución policial que sufro". Una decisión que "estaba ya tomada antes de la última comunicación judicial" que terminó con su inhabilitación por atentado a la autoridad. En el partido, en pleno proceso de renovación tras la salida de Pablo Iglesias, se afanaron por asociar su salida de la dirección con su situación judicial. "Frente a la criminalización, siempre estaremos a tu lado", respondía a su despedida Belarra.
No fue hasta su primera aparición televisa tras perder su escaño cuando Rodríguez puso en duda este supuesto respaldo de la dirección. Preguntado por su inhabilitación en el programa 'Salvados' de La Sexta, el canario espetó que "se podría haber hecho mucho más para evitar que 64.000 canarios y canarias perdieran su representación". Desde el partido se guardó silencio, al tiempo que se contuvo la respiración con la esperanza de evitar no ya la salida, sino una nueva escisión con otra de sus caras públicas más reconocidas detrás. En juego estaba también desbloquear la situación originada en Podemos Canarias para volver a recuperar la representación del escaño de Rodríguez. Tampoco se consiguió, optando por forzar la estrategia de dejar el escaño vacío, lo que también se acompañó de denuncias sobre presiones desde Madrid tanto a él como a personas de su entorno.
Si la salida de Rodríguez de la Secretaría de Organización se intentó cerrar "sin dramas", no tardó es reconocerse "defraudado" y hoy, un año y medio después, lanza su propia marca política al margen de Podemos. Este paso se produce cuando el partido fundado por Pablo Iglesias está pendiente de negociar su papel en el futuro proyecto político de Yolanda Díaz con la exigencia de no perder protagonismo.
Podemos ha elevado su órdago en las últimas semanas a Díaz, a la par que desarrolla su proceso de primarias para elegir las listas electorales para las municipales y autonómicas. De aceptar una disolución de sus siglas y el liderazgo total de la vicepresidenta segunda, siempre y cuando se preservara un peso notorio de los miembros de su organización en la futura candidatura, ha pasado a exigir formar una "coalición". De igual a igual, cuando hasta hace tan solo unas semanas se hablaba de "frente amplio". La máxima es que no vuelva a repetirse la experiencia de las pasadas elecciones andaluzas, donde su marca quedó fuera de juego. Si la gallega busca superar los partidos políticos para impulsar una plataforma política sin dependencia de las siglas, los jovenlandesados han elevado la presión para mantener intacta su cuota.
De la casa común al puzle de siglas
Si el lanzamiento de la plataforma política de Rodríguez ha sido un duro golpe para los intereses de Podemos en Canarias, donde gobiernan en coalición con los socialistas, desde fuentes cercanas a Yolanda Díaz dicen "desearle toda la suerte" y reconocen la afinidad personal de la vicepresidenta segunda con el exdiputado. Eso sí, oficialmente evitan hacer valoraciones políticas y señalan que el proyecto de la gallega se centra en las generales y que el de Rodríguez está enfocado a las municipales y autonómicas.
De las tres personas que rodearon a Alberto Rodríguez en la presentación oficial de Proyecto Drago, una de ellas fue Héctor Morán, integrante del grupo de asesores de la vicepresidenta segunda que forman parte de su primer círculo de confianza. Otras fuentes de la plataforma Sumar reconocen que este proyecto tendría más afinidad con su plataforma que una candidatura en solitario liderada por Podemos. Con todo, niegan cualquier participación y lo vinculan a un proyecto 100% en clave canaria, que se comenzó a fraguar antes incluso que Sumar.
El exdirigente de Podemos, preguntado por la posibilidad de llegar a acuerdos con Sumar, ha dejado abierta esta puerta siempre que se compartan planteamientos y se respete la autonomía de decisión. La plataforma canaria irrumpe así junto a otros espacios políticos de ámbito regional como Más Madrid o Compromís —que en alianza con Más País tiene acuerdos de colaboración con CHA, Més per Mallorca y Coalición por Melilla—, que podrían servir de lanzadera de Sumar en estos territorios para las generales, con o sin Podemos. Además del apoyo ya garantizado de los 'comuns' de Ada Colau en Cataluña. Una reconfiguración de las alianzas de cara a las próximas elecciones generales, o más bien, de recomposición tras una fragmentación sostenida en el tiempo.
El portazo de Rodríguez guarda algunas similitudes con los protagonizados anteriormente por otras figuras destacadas del partido. En lo referente a los argumentos para justificarlo, como la "falta de respeto a los territorios" o el desencanto entre las bases por la falta de participación interna, en las críticas a la dirección por "presiones" o "centralismo" y en el ánimo de impulsar un espacio que vuelva a recoger el "carácter popular" originario de la formación y más pegado a los movimientos sociales. En el caso de Rodríguez, chocan algunas de las denuncias que poco a poco fue diseminando desde la pérdida de su acta al haber ocupado el cargo de secretario de Organización y, por tanto, con atribuciones para corregirlas. Si bien dimitió de su cargo antes de la asamblea que encumbró a Ione Belarra a la secretaría del partido, lo hizo sin abrir ninguna disputa pública.
Una persona de la confianza de Díaz acudió a la presentación del nuevo proyecto de Rodríguez, que abre la puerta a pactos con Sumar
"Toca cerrar una etapa", trasladó entonces, tras dos años como número tres del partido. Eso sí, recalcó que su paso a un lado no tenía "nada que ver con la injusta persecución policial que sufro". Una decisión que "estaba ya tomada antes de la última comunicación judicial" que terminó con su inhabilitación por atentado a la autoridad. En el partido, en pleno proceso de renovación tras la salida de Pablo Iglesias, se afanaron por asociar su salida de la dirección con su situación judicial. "Frente a la criminalización, siempre estaremos a tu lado", respondía a su despedida Belarra.
No fue hasta su primera aparición televisa tras perder su escaño cuando Rodríguez puso en duda este supuesto respaldo de la dirección. Preguntado por su inhabilitación en el programa 'Salvados' de La Sexta, el canario espetó que "se podría haber hecho mucho más para evitar que 64.000 canarios y canarias perdieran su representación". Desde el partido se guardó silencio, al tiempo que se contuvo la respiración con la esperanza de evitar no ya la salida, sino una nueva escisión con otra de sus caras públicas más reconocidas detrás. En juego estaba también desbloquear la situación originada en Podemos Canarias para volver a recuperar la representación del escaño de Rodríguez. Tampoco se consiguió, optando por forzar la estrategia de dejar el escaño vacío, lo que también se acompañó de denuncias sobre presiones desde Madrid tanto a él como a personas de su entorno.
Si la salida de Rodríguez de la Secretaría de Organización se intentó cerrar "sin dramas", no tardó es reconocerse "defraudado" y hoy, un año y medio después, lanza su propia marca política al margen de Podemos. Este paso se produce cuando el partido fundado por Pablo Iglesias está pendiente de negociar su papel en el futuro proyecto político de Yolanda Díaz con la exigencia de no perder protagonismo.
Podemos ha elevado su órdago en las últimas semanas a Díaz, a la par que desarrolla su proceso de primarias para elegir las listas electorales para las municipales y autonómicas. De aceptar una disolución de sus siglas y el liderazgo total de la vicepresidenta segunda, siempre y cuando se preservara un peso notorio de los miembros de su organización en la futura candidatura, ha pasado a exigir formar una "coalición". De igual a igual, cuando hasta hace tan solo unas semanas se hablaba de "frente amplio". La máxima es que no vuelva a repetirse la experiencia de las pasadas elecciones andaluzas, donde su marca quedó fuera de juego. Si la gallega busca superar los partidos políticos para impulsar una plataforma política sin dependencia de las siglas, los jovenlandesados han elevado la presión para mantener intacta su cuota.
De la casa común al puzle de siglas
Si el lanzamiento de la plataforma política de Rodríguez ha sido un duro golpe para los intereses de Podemos en Canarias, donde gobiernan en coalición con los socialistas, desde fuentes cercanas a Yolanda Díaz dicen "desearle toda la suerte" y reconocen la afinidad personal de la vicepresidenta segunda con el exdiputado. Eso sí, oficialmente evitan hacer valoraciones políticas y señalan que el proyecto de la gallega se centra en las generales y que el de Rodríguez está enfocado a las municipales y autonómicas.
De las tres personas que rodearon a Alberto Rodríguez en la presentación oficial de Proyecto Drago, una de ellas fue Héctor Morán, integrante del grupo de asesores de la vicepresidenta segunda que forman parte de su primer círculo de confianza. Otras fuentes de la plataforma Sumar reconocen que este proyecto tendría más afinidad con su plataforma que una candidatura en solitario liderada por Podemos. Con todo, niegan cualquier participación y lo vinculan a un proyecto 100% en clave canaria, que se comenzó a fraguar antes incluso que Sumar.
El exdirigente de Podemos, preguntado por la posibilidad de llegar a acuerdos con Sumar, ha dejado abierta esta puerta siempre que se compartan planteamientos y se respete la autonomía de decisión. La plataforma canaria irrumpe así junto a otros espacios políticos de ámbito regional como Más Madrid o Compromís —que en alianza con Más País tiene acuerdos de colaboración con CHA, Més per Mallorca y Coalición por Melilla—, que podrían servir de lanzadera de Sumar en estos territorios para las generales, con o sin Podemos. Además del apoyo ya garantizado de los 'comuns' de Ada Colau en Cataluña. Una reconfiguración de las alianzas de cara a las próximas elecciones generales, o más bien, de recomposición tras una fragmentación sostenida en el tiempo.
Alberto Rodríguez golpea a Podemos con otra escisión regionalista en Canarias
Desde fuentes cercanas a Yolanda Díaz, dicen "desearle toda la suerte" al exdiputado canario, que forzó su escaño vacío en el Congreso tras la inhabilitación. Rodríguez abre la puerta a pactos con Sumar
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