SI VAMOS A CREERLE al Oxford Keys English Dictionary —y no tenemos por qué no creerle—, la primera documentación de esta voz, en inglés, es de 1948. Es probable que sólo después de esa fecha haya sido empleada en español. Si esto es cierto, estaríamos frente al curioso caso de un anglicismo constituido por una voz de fisonomía, morfología y origen claramente hispánicos. Podría alguien pensar que se trata de un hispanismo más de los muchos que hoy considera como voces inglesas el mismo célebre diccionario, como podría ser el caso de picador (de toros bravos). Son empero fenómenos distintos: picador, por el hecho de aparecer en textos ingleses, se convierte, de conformidad con los criterios del diccionario de Oxford, en un elemento más del enorme vocabulario de esa lengua, sin dejar de ser español; es, simplemente, un hispanismo del inglés. Por lo contrario, machismo, mientras no se documente en algún texto español anterior a 1948, es un vocablo derivado inventado en inglés sobre la base de un primitivo español y de acuerdo con las reglas morfológicas del español. Dado que en el español contemporáneo la voz machismo tiene plena vigencia, no nos queda otra que aceptarla como un anglicismo, así sea muy sui géneris.
Ahora bien, ¿qué significa y de dónde proviene el vocablo machismo? Podría, por una parte, resumirse su sentido diciendo que con ello se quiere expresar una 'actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres'. Por otra, no cabe duda de que proviene de macho. Sin embargo, en el español general, macho, como sustantivo, significa 'animal del sesso masculino' o 'mulo' y, como adjetivo, 'fuerte, vigoroso, valiente, esforzado'. Ninguno de estos sentidos sirve de base para la formación de machismo como 'actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres'. El que un varón sea fuerte y valiente no explica ni mucho menos justifica que se muestre prepotente con las mujeres; en todo caso, esperaría uno lo contrario, que un hombre vigoroso y esforzado las respete y defienda.
Es probable que el vocablo seudoespañol o seudoinglés (como quiera verse) machismo tenga su origen en el mexicanismo macho, es decir en el particular sentido que tiene macho en el español mexicano. Además de las acepciones del español general ('animal de sesso masculino', 'mulo', 'fuerte, valiente'), macho, desde hace mucho, en México tiene otra, que fue muy bien explicada por Santamaría en su Diccionario de mejicanismos. Al principio mismo de la entrada macho, nuestro imprescindible lexicógrafo anota lo siguiente, a manera de primera (y más importante) acepción: "Por influencia de la tradición indígena en la evolución semántica, esta voz no indica precisamente sesso, con relación a plantas y a cosas, sino superioridad en tamaño, condición, fuerza u otro atributo". En este particular sentido, en el español mexicano, el macho, referido a varón, es el superior. Al sentirse el hombre superior (en cualquier sentido) a la mujer, puede incurrir en actitudes y conductas prepotentes ('que abusa de su poder o que hace alarde de él'), es decir: en el machismo. Esta particular acepción de macho ('superior') es diferente, en el español mexicano, a la que alude a virtudes como la fortaleza o la valentía. Por ello, para esto último, Santamaría reserva la acepción 3: 'dícese del hombre de muchas y grandes energías, o muy valiente, o de mucho carácter'.
Nótese empero que en Santamaría no se encuentra para macho el sentido preciso de 'prepotente'. Este giro semántico de la voz pudo ser el producto del cruce y la mezcla de las dos acepciones explicadas. El (seudo)anglicismo machismo no proviene simplemente de macho igual a superior (acepción de Santamaría), sino de macho igual a prepotente (acepción no documentada en Santamaría). Con este último sentido el vocablo puede ser relativamente reciente en el español mexicano. Está ya documentado, como segunda acepción, en el Diccionario del español usual en México (1996): 'hombre que considera al sesso masculino como naturalmente superior al femenino, exalta las características tradicionalmente atribuidas a los hombres y pretende imponerse y dominar a las mujeres o demostrar su fuerza, su virilidad, etc., ante ellas u otros hombres: macho mexicano. ¡Aguántese como los machos!'
En el Oxford Keys, machismo se explica como Mexican Spanish. Ahí mismo se consigna que macho está atestiguada, en inglés, en 1928. Termino anotando algunas dudas. Independientemente de que siempre haya habido en México (y en otros muchos lugares) hombres prepotentes que pretenden imponerse y dominar a las mujeres, no necesariamente se les designaba como machos. Tengo la impresión de que fueron los norteamericanos los que, inspirados en los charros de las novelas y, sobre todo, de las películas mexicanas de los años treinta y cuarenta, comenzaron a hablar precisamente de los machos mexicanos. Fue formándose el estereotipo. De la imagen del charro mexicano macho (cantador, borracho, mujeriego, pendenciero, jugador y, ciertamente, con alguna frecuencia, prepotente) se pasó a emplear el vocablo macho, en inglés, con un nuevo y específico valor, mucho más técnico, con evidentes ribetes sociológicos y psicológicos, ausentes en la voz española (macho igual a 'prepotente', sobre todo con las mujeres). En otras palabras: con macho había sucedido lo mismo que sucedería después con machismo. Fueron los anglohablantes los que asignaron a macho el sentido de 'prepotente'. Si esto es cierto, macho ('prepotente') es un anglicismo, en este caso consistente en haber dado un significado específico a la voz con el que no contaba en español. Por tanto, en inglés, macho ('prepotente') puede (o debe) verse como un hispanismo (o, si se quiere, como un mexicanismo), pues la voz misma, sin ese preciso significado, es española; pero, en el español mexicano actual (y en el español general), puede verse (igual que machismo) como un anglicismo, ya que fue en inglés donde se empleó por primera vez con el específico significado de 'prepotente'.