Solidario García
Madmaxista
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Exhumar a los republicanos y expulsar a los benedictinos: los siguientes pasos en la resignificación del Valle de Cuelgamuros
Tras el traslado de los cuerpos de Franco y de Primo de Rivera fuera de la basílica, el Gobierno prosigue con sus planes para trasformar el antiguo Valle de los Caídos
elpais.com
El traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange, del Valle de Cuelgamuros, antes llamado de los Caídos, es, en palabras del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, “un paso más en la resignificación” del monumento, un proceso que comenzó en 2007, con la primera ley de memoria, que prohibía los actos de exaltación del franquismo en el recinto. El segundo gran hito fue la exhumación, en octubre de 2019, de los restos de Franco, decisión avalada por los tres poderes del Estado: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. La Ley de Memoria Democrática aprobada el pasado octubre incluyó el cambio de nombre y otras medidas aún no ejecutadas. En ese complejo proceso para arrebatar a Franco el monumento ideado para inmortalizar su victoria quedan todavía pendientes las siguientes fases:
El complejo ha sido administrado por la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, creada por un decreto de 1957 para “rogar a Dios por las almas de los muertos en la Cruzada Nacional”. Un convenio de 1958 encomendó esa tarea a la comunidad benedictina. Tras la accidentada exhumación de los restos de Franco —el prior, que se opuso en todo momento al traslado, estuvo a punto de ser detenido—, fuentes del Gobierno señalaron que los benedictinos se habían “ganado a pulso” su expulsión sin contemplaciones del Valle, y que su actitud hasta la fecha no era compatible con el nuevo significado que se quiere dar al monumento. La Ley de Memoria Democrática aprobada el pasado octubre establece en su artículo 54.5 que “se declara extinguida y prohibida la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, por resultar incompatibles sus fines con los principios y valores constitucionales”. Esa extinción se materializará al entrar en vigor un real decreto —todavía no aprobado— que “establecerá el nuevo marco jurídico aplicable al Valle de Cuelgamuros que determine la organización, funcionamiento y régimen patrimonial”.