Cirujano de hierro
Será en Octubre
Un joven envió un mensaje @policia diciendo que una chica a la que conocía se quería dar de baja. La agente que intervino cuenta cómo le salvaron la vida.
El mensaje llegó por privado a la cuenta de Twitter de la Policía Nacional -@policia, 3,7 millones de seguidores- a las 20.15 horas del pasado 8 de septiembre. Los buzones de las redes sociales del cuerpo policial reciben cientos de comunicaciones todos los días, pero ésta captó de inmediato la atención de Silvia, de 30 años, la agente del departamento de prensa que estaba en ese momento al frente de las redes sociales. Se trataba de un chico que escribía usando un perfil anónimo. "Nos decía que necesitaba ayuda, que una chica que él conocía se quería dar de baja", comienza el relato de lo sucedido la propia agente.
"Le pregunté dónde vivía esa chica para empezar a localizar el hecho. Ella se encontraba en un pequeño municipio de la provincia de Badajoz y él estaba en Cáceres, por lo que no podía acercarse a su vivienda. Comunicaba que se había puesto en contacto con una prima de ella y que ésta se iba a desplazar a su domicilio", continúa Silvia.
"Comenzó a pasarme las capturas de pantalla de la conversación que había mantenido con la chica para que viese la envergadura de la situación. Ella le decía que se quería morir, que no merecía la pena vivir, que así no sufría más, que le perdonara... Las personas que llevan a cabo intentos autolíticos suelen pedir perdón. El chico le decía: 'Por favor, llama a tu prima, no estés sola, contéstame'. Pero llegó un momento en que ella dejó de responderle".
La agente, extremeña como la chica en peligro -justo ese día se celebraba el día de Extremadura y dos después el Día Mundial para la Prevención del Suicidio-, comprobó que no había Policía Nacional en la localidad en la que la joven se encontraba y se puso en contacto con la Policía local. "A la vez, iba pidiéndole al chico la dirección de la joven, su nombre, un teléfono de contacto de la prima que se dirigía hacia la vivienda... Estábamos a tres bandas. El chico me iba contando, yo le pasaba la información a la sala de la policía local y ésta al indicativo que iba hacia la casa".
Agentes de la Policía Local de la localidad en cuestión se trasladaron inmediatamente al domicilio indicado. La joven no contestaba a las llamadas a la puerta y tampoco cogía el teléfono. "Habían comisionado a los bomberos, pero los compañeros vieron que tenían que actuar rápido y decidieron entrar. Tuvieron que forzar la puerta. La chica había ingerido una gran cantidad de pastillas y se encontraba inconsciente en el suelo. Se avisó a los servicios médicos y fue trasladada al hospital de Badajoz. Se encuentra bien", relata Silvia el final feliz de la historia.
"Gracias a que movilicé pronto a los compañeros y a que ellos llegaron rápido se pudo salvar la vida a esta chica. Si tardo una hora más en leer el mensaje, que por el enorme número que recibimos no sería extraño, no sabemos qué hubiera pasado. Destacar que los compañeros de la policía local actuaron genial". Al día siguiente, el chico que había pedido ayuda a través de Twitter, volvió a escribirles para darles las gracias.
Advierte la agente a los ciudadanos de que las redes sociales de la Policía no son un canal de emergencia: "No contamos, por ejemplo, con equipo para poder comisionar rápido a un zeta, aunque actuemos si la situación lo requiere". Y emplaza a contactar con el 091 o el 112 en caso de necesidad.
No es la primera vez, no obstante, que reciben avisos de intentos de suicidios y de otros tipos a través de sus redes sociales. "«Una vez, un hombre iba viajando en un tren Barcelona-Madrid y nos comunicó a través del chat de Facebook que tenía delante a un pasajero que estaba contactando con menores y proponiéndoles mantener relaciones sensuales. Le pedimos la descripción de esta persona y le preguntamos hacia dónde iba el tren, que era Atocha [Madrid]. Enviamos allí un dispositivo y gracias a la descripción que nos había dado del presunto ******filo se le pudo identificar y tomar declaración".
Son casos poco usuales, porque mayoritariamente los ciudadanos que se dirigen a ellos a través de Facebook o Twitter les piden información: dónde me puedo hacer el DNI, qué documentación necesito para esto.... Las redes sociales canalizan también la ayuda de la población. "Hay muchísima colaboración ciudadana: 'Mirad, me esta llegando este mensaje de estafa y no quiero que le pase a nadie mas' o 'en tal sitio hay una mochila que me parece sospechosa, a ver si podéis hacer algo'. En este último caso, llamamos a los compañeros que están cerca a ver si se pueden pasar".
Las redes sociales de la Policía Nacional -Twitter, Facebook, Instagram y TikTok- suman siete millones de seguidores. Están entre las más populares de los cuerpos y fuerzas de seguridad a nivel mundial. Frente a sus 3,7 millones de usuarios en Twitter, por ejemplo, la policía italiana cuenta con 634.200 y la francesa con 245.000.
En noviembre de 2020, se estrenó en TikTok, la red social dirigida al público más joven -la mayoría de los usuarios tienen entre 16 y 25 años-, con un vídeo que alcanzó 1,4 millones de reproducciones. Dos años después, la cuenta tiene ya 1,3 millones de seguidores.
A través de ella se difunden mensajes contra el acoso escolar antes del inicio de curso: "¿Listo para volver al cole? Claro, echas de menos a todos tus compañeros, en especial a ese al que pusiste mote para reírte de él y al que tanto te gusta humillar delante de todos...". Se dan clases de civismo: "¿Te gusta llevar la música a todo volumen? Usa Cascos, que no todos tenemos tus gustos musicales". O se advierte a los más listillos. "¿Pierdes o te quitan el móvil sin que te des cuenta y denuncias un robo con violencia para que tu seguro te dé uno nuevo? Pues que sepas que estás cometiendo un delito y una estafa a tu seguro".
La Policía evita un suicidio a través de Twitter: "Cuando los agentes llegaron, la chica estaba inconsciente"
El mensaje llegó por privado a la cuenta de Twitter de la Policía Nacional -@policia, 3,7 millones de seguidores- a las 20.15 horas del pasado 8 de septiembre. Los buzones de las redes sociales del cuerpo policial reciben cientos de comunicaciones todos los días, pero ésta captó de inmediato la atención de Silvia, de 30 años, la agente del departamento de prensa que estaba en ese momento al frente de las redes sociales. Se trataba de un chico que escribía usando un perfil anónimo. "Nos decía que necesitaba ayuda, que una chica que él conocía se quería dar de baja", comienza el relato de lo sucedido la propia agente.
"Le pregunté dónde vivía esa chica para empezar a localizar el hecho. Ella se encontraba en un pequeño municipio de la provincia de Badajoz y él estaba en Cáceres, por lo que no podía acercarse a su vivienda. Comunicaba que se había puesto en contacto con una prima de ella y que ésta se iba a desplazar a su domicilio", continúa Silvia.
"Comenzó a pasarme las capturas de pantalla de la conversación que había mantenido con la chica para que viese la envergadura de la situación. Ella le decía que se quería morir, que no merecía la pena vivir, que así no sufría más, que le perdonara... Las personas que llevan a cabo intentos autolíticos suelen pedir perdón. El chico le decía: 'Por favor, llama a tu prima, no estés sola, contéstame'. Pero llegó un momento en que ella dejó de responderle".
La agente, extremeña como la chica en peligro -justo ese día se celebraba el día de Extremadura y dos después el Día Mundial para la Prevención del Suicidio-, comprobó que no había Policía Nacional en la localidad en la que la joven se encontraba y se puso en contacto con la Policía local. "A la vez, iba pidiéndole al chico la dirección de la joven, su nombre, un teléfono de contacto de la prima que se dirigía hacia la vivienda... Estábamos a tres bandas. El chico me iba contando, yo le pasaba la información a la sala de la policía local y ésta al indicativo que iba hacia la casa".
Agentes de la Policía Local de la localidad en cuestión se trasladaron inmediatamente al domicilio indicado. La joven no contestaba a las llamadas a la puerta y tampoco cogía el teléfono. "Habían comisionado a los bomberos, pero los compañeros vieron que tenían que actuar rápido y decidieron entrar. Tuvieron que forzar la puerta. La chica había ingerido una gran cantidad de pastillas y se encontraba inconsciente en el suelo. Se avisó a los servicios médicos y fue trasladada al hospital de Badajoz. Se encuentra bien", relata Silvia el final feliz de la historia.
"Gracias a que movilicé pronto a los compañeros y a que ellos llegaron rápido se pudo salvar la vida a esta chica. Si tardo una hora más en leer el mensaje, que por el enorme número que recibimos no sería extraño, no sabemos qué hubiera pasado. Destacar que los compañeros de la policía local actuaron genial". Al día siguiente, el chico que había pedido ayuda a través de Twitter, volvió a escribirles para darles las gracias.
Advierte la agente a los ciudadanos de que las redes sociales de la Policía no son un canal de emergencia: "No contamos, por ejemplo, con equipo para poder comisionar rápido a un zeta, aunque actuemos si la situación lo requiere". Y emplaza a contactar con el 091 o el 112 en caso de necesidad.
No es la primera vez, no obstante, que reciben avisos de intentos de suicidios y de otros tipos a través de sus redes sociales. "«Una vez, un hombre iba viajando en un tren Barcelona-Madrid y nos comunicó a través del chat de Facebook que tenía delante a un pasajero que estaba contactando con menores y proponiéndoles mantener relaciones sensuales. Le pedimos la descripción de esta persona y le preguntamos hacia dónde iba el tren, que era Atocha [Madrid]. Enviamos allí un dispositivo y gracias a la descripción que nos había dado del presunto ******filo se le pudo identificar y tomar declaración".
Son casos poco usuales, porque mayoritariamente los ciudadanos que se dirigen a ellos a través de Facebook o Twitter les piden información: dónde me puedo hacer el DNI, qué documentación necesito para esto.... Las redes sociales canalizan también la ayuda de la población. "Hay muchísima colaboración ciudadana: 'Mirad, me esta llegando este mensaje de estafa y no quiero que le pase a nadie mas' o 'en tal sitio hay una mochila que me parece sospechosa, a ver si podéis hacer algo'. En este último caso, llamamos a los compañeros que están cerca a ver si se pueden pasar".
Las redes sociales de la Policía Nacional -Twitter, Facebook, Instagram y TikTok- suman siete millones de seguidores. Están entre las más populares de los cuerpos y fuerzas de seguridad a nivel mundial. Frente a sus 3,7 millones de usuarios en Twitter, por ejemplo, la policía italiana cuenta con 634.200 y la francesa con 245.000.
En noviembre de 2020, se estrenó en TikTok, la red social dirigida al público más joven -la mayoría de los usuarios tienen entre 16 y 25 años-, con un vídeo que alcanzó 1,4 millones de reproducciones. Dos años después, la cuenta tiene ya 1,3 millones de seguidores.
A través de ella se difunden mensajes contra el acoso escolar antes del inicio de curso: "¿Listo para volver al cole? Claro, echas de menos a todos tus compañeros, en especial a ese al que pusiste mote para reírte de él y al que tanto te gusta humillar delante de todos...". Se dan clases de civismo: "¿Te gusta llevar la música a todo volumen? Usa Cascos, que no todos tenemos tus gustos musicales". O se advierte a los más listillos. "¿Pierdes o te quitan el móvil sin que te des cuenta y denuncias un robo con violencia para que tu seguro te dé uno nuevo? Pues que sepas que estás cometiendo un delito y una estafa a tu seguro".
La Policía evita un suicidio a través de Twitter: "Cuando los agentes llegaron, la chica estaba inconsciente"