GrupoWagner
Himbersor
- Desde
- 23 Mar 2019
- Mensajes
- 909
- Reputación
- 3.025
Adolf Hitler – Un paladín para toda la humanidad
Hace 127 años (hoy 130), un hombre extraordinario nació en Braunau am Inn, una pequeña aldea no muy lejos de la frontera alemana, este mismo hombre haría temblar los cimientos del Régimen Judío en Occidente. Su “crimen” fue luchar por los suyos; negarse a esclavizar 80 millones de alemanes a los apetitos de una minoría judía despiadada. En honor al Último Defensor de Europa, y de Occidente o mejor dicho de todo el Mundo, porque como diría Jorge Luis Borges en su obra Deutsches Requiem: “Él creyó luchar por un país, pero luchó por todos, aun por aquellos que agredió y detestó. No importa que su yo lo ignorara; lo sabía su sangre, su voluntad. El mundo se moría de judaísmo.”
Hace 127 años, Adolf Hitler, un gran líder y guerrero, nació. El lucho contra el enemigo común de toda la humanidad, el judío eterno, y con gran éxito libero al pueblo alemán durante 12 años, desde 1933 hasta 1945. El pueblo alemán se elevó a alturas sin precedentes bajo su liderazgo y dirección, demostrando al mundo lo que la raza blanca es capaz de lograr, una vez es liberada de la aplastante opresión y envenenamiento espiritual, que resulta al encontrarse bajo el dominio del judío. Desafortunadamente, el poder judío en el resto del mundo ya para ese momento era bastante significativo, y Hitler, así como el glorioso Reich alemán – la más grande esperanza de libertad que el mundo moderno ha visto – fue destruido. No obstante, el valor de Hitler y el noble pueblo alemán durante esta era, salvo a los pueblos de Europa de una fin segura a manos de bolchevismo judío, que ya se había apoderado de Rusia, y por esto no será olvidado, y, si Dios quiere, sus muertes no serán en vano.
Durante su vida, con una impresionante previsión y genio, Hitler advirtió lo que le esperaba al mundo si se permitía que el bolchevismo y liberalismo judío actuaran sin ser desafiados. En la actualidad nos encontramos en aquella situación desesperada de la que nos había advertido, y por la cual lucho tanto para prevenir, ahogándonos en un mar de decadencia y al borde de la extinción racial. Hoy, en su 127 aniversario, deseo rendir homenaje a este magnífico hombre que nos mostró el camino y que gracias a sus acciones, le brindo al mundo tiempo extra para salir de este desastre. El único hombre cuyo espíritu brilla como un faro de luz en nuestra hora más oscura, la batalla final por el futuro y la supervivencia de nuestra querida raza blanca. Aunque su cuerpo puede ser cosa del pasado, su memoria y sus proféticas palabras viven. Sus palabras pueden darnos la sabiduría, su valor nos da fuerza, y que su poderoso espíritu nos guíe a la victoria.
El libro de Hitler, Mein Kampf, se ha convertido en quizás el libro más demonizado de todos los tiempos. Incluso está prohibido como “discurso de repruebo” en muchos países, debido al peligro que supone para los alubio*s y sus mentiras. Cualquier persona que lo lee pronto se dará cuenta de que no es en lo absoluto un libro de “repruebo”, como se nos dice, sino más bien un libro de amor –el amor por tu linaje-, así como la fórmula para liberarnos de la esclavitud del judaísmo internacional. Los siguientes pasajes, los he seleccionado directamente de Mein Kampf, con el fin de ilustrar la razón del porque los judíos aun temen todo lo que este hombre representa, incluso ahora, a casi 70 años después de su fin:
“En mis ojos la acusación contra el judaísmo se volvió grave en el momento en que descubrí las actividades judías en la prensa, en el arte, en la literatura y el teatro. Uno sólo tenía que mirar los carteles publicitarios de las horribles producciones del cine y el teatro, y estudiar los nombres de los autores que eran muy alabados allí, con el fin de adoptar una posición firme sobre las cuestiones judías. Aquí había una peste, una peste jovenlandesal, con la que se estaba infectando al público. Era peor que la Peste de color de hace mucho tiempo. Y en qué dosis poderosa este veneno se estaba fabricando y distribuyendo. Naturalmente, cuanto menor es el nivel jovenlandesal e intelectual de dicho autor de productos ‘artísticos’ más inagotable es su fecundidad. A veces se llegó al extremo de que uno de esos sujetos, actuando como una bomba de aguas residuales, disparaba su suciedad directamente en la cara del público. Con respecto esto hay que recordar que no hay límite en el número de tales personas. Uno debe darse cuenta de que para un Goethe, la naturaleza puede traer a la existencia diez mil tales escritorzuelos que actúan como el peor tipo de portadores de gérmenes envenenadores del alma humana. Era un pensamiento terrible, y sin embargo uno que no podría ser pasado por alto, que la mayor parte de los alubio*s parecían especialmente seleccionado por la naturaleza para desempeñar esta vergonzosa parte.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
“Lo que pronto me dio motivo para una consideración bastante seria, fueron las actividades de los alubio*s en ciertas ramas de la vida, un misterio que penetré poco a poco. ¿Había alguna sombría empresa, cualquier tipo de impureza, sobre todo en la vida cultural, en el que al menos un judío no participara? Al cuidadosamente sondear con cuidado ese tipo de absceso uno descubre de inmediato, como a un gusano en un cuerpo putrefacto, a un judío que a menudo era cegado por la luz repentina.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
“Un gran movimiento, llamado sionismo, surgió entre los alubio*s. Su objetivo era hacer valer el carácter nacional del judaísmo, y el movimiento fue fuertemente representado en Viena. A primera vista, parecía como si sólo un grupo de alubio*s defendía este movimiento, mientras que la gran mayoría lo desaprobaba, o incluso repudiaba. Sin embargo, una investigación de la situación demostró que esas apariencias eran deliberadamente engañosas. Estas apariencias surgieron de una niebla de teorías que habían sido producidas por razones de conveniencia, si no con fines de engaño puro. Ya que esa parte de la comunidad judía liberal no renegaba de los sionistas como si no fueran miembros de su raza, sino como hermanos alubio*s que profesaban públicamente su fe de una manera poco práctica, cosa que crearía un peligro para el mismo judaísmo. No había ninguna grieta real en su solidaridad interna. Este conflicto ficticio entre los alubio*s sionistas y los alubio*s ‘liberales’ pronto me repugno; pues era falso hasta la médula.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
“El sionismo es judaísmo, y el judaísmo es impensable sin el sionismo” — Enciclopedia Harper de Historia de los Estados Unidos, Volumen X, “Sionista”, p. 501, Harper and Brothers Publishers, New York. 1902.
Los supuestos alubio*s contra el sionismo, en realidad no se preocupan por el sufrimiento de los palestinos. Es evidente que solo les preocupa el hecho de que los flagrantes delitos del estado judío de Israel, eventualmente podrían causar una reacción violenta contra los alubio*s. Todos los alubio*s operan bajo el principio “¿es bueno para los alubio*s?” a todo momento. La mayoría de ellos no tienen ninguna simpatía por los gentiles en absoluto.
“Lo que era imposible de entender era el repruebo sin límites que ellos [los trabajadores alemanes] expresaban en contra de sus propios conciudadanos, la forma en que desacreditan a su propia nación, se burlaban de su grandeza, injuriaron su historia y arrastraron los nombres de sus hombres más ilustres en la cuneta. Esta hostilidad hacia sus propios parientes y amigos, su tierra natal y hogar era tan irracional como era incomprensible, antinatural… Entre más me familiarice con los líderes individuales, o al menos los propagandistas, de la social democracia, mi amor por mi propio pueblo aumento correspondientemente. Teniendo en cuenta la habilidad satánica, que estos malvados consejeros muestran, ¿cómo se podía culpar a sus desafortunadas víctimas? En efecto, encontré extremadamente difícil el estar a la altura de la perfidia dialéctica de esa raza. Lo inútil que era intentar ganar a esas personas con argumentos, al ver que sus propias bocas distorsionan la verdad, desconociendo las mismas palabras que acababan de usar y adoptar de nuevo unos minutos después para servir a sus propios fines en la discusión. Entre más conocía al judío, más fácil me era el excusar a los trabajadores.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
“La ignorancia de las masas sobre el carácter interno de la judío, y la falta de instinto e intuición que han mostrado nuestras clases altas, son algunas de las razones que explican cómo es que tantas personas son presa fácil de la campaña sistemática de falsedad que el judío continúa. Mientras que las clases altas, con su cobardía innata, se alejan de cualquier persona que el judío ataque con la mentira y la calumnia, la gente común se cree cualquier cosa, ya sea a causa de su ignorancia o su simpleza mental. Las autoridades gubernamentales se envuelven en un manto de silencio, pero con mayor frecuencia persiguen a las víctimas de ataques judíos con el fin de detener la campaña en la prensa judía.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
“La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la naturaleza y la sustituye por el privilegio eterno de la fuerza y la energía, la masa numérica y su peso muerto. Por lo tanto, niega el valor individual de la personalidad humana, impugna la enseñanza de que la nación y la raza tienen una importancia primordial, y al hacer esto elimina las bases mismas de la existencia y civilización humana. Si la enseñanza marxista se aceptara como el fundamento de la vida del universo, daría lugar a la desaparición de todo orden que es concebible para la mente humana. Y por lo tanto la adopción de dicha tipo de ley provocaría el caos en la estructura del mayor organismo que conocemos, con el resultado de que los habitantes de este planeta terrenal acabarían por desaparecer. En caso de que el judío, con la ayuda de su credo marxista, triunfa sobre los pueblos de este mundo, su corona será el funeral de la humanidad, y este planeta volverá a seguir su órbita a través éter, sin ningún tipo de vida humana en su superficie, como lo hizo hace millones de años.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
En este momento estamos viviendo en las etapas finales de este mundo de pesadilla que Hitler previó en el pasaje anterior. Al derrotar Nacionalsocialismo hemos permitido al marxismo florecer. El resultado final será la degeneración completa de todo lo que es bueno y saludable en todo el planeta, y la elevación de todo lo que está enfermo, mal y antinatural
UN PALADÍN PARA TODA LA HUMANIDAD
Si bien es cierto que Hitler alabó la grandeza la raza blanca en general, y del pueblo alemán en particular, su amor por su pueblo nunca tomó la forma de repruebo hacia otras razas, ni el deseo de gobernar sobre ellas. Por el contrario, Hitler llegó a creer que los europeos habían hecho daño a otras razas, y a sí mismos.
“En ellos [los asiáticos], las razas blancas han impuesto su voluntad por la fuerza, y la influencia que han tenido sobre los habitantes nativos ha sido insignificante; los hindúes han permanecido hindúes, los chinos han permanecido chinos, y los fiel a la religión del amores siguen siendo fiel a la religión del amores. No se han producido profundas tras*formaciones y tales cambios como se han producido son menos importantes en el campo religioso, a pesar de los enormes esfuerzos de los misioneros cristianos, que cualquier otro. Ha habido un par de extrañas conversiones, cuya sinceridad esta abierta a muchas dudas, excepto, tal vez en el caso de unos simplones y deficientes mentales. Las razas blancas, por supuesto, dieron algunas cosas a los nativos, y fueron los peores regalos que posiblemente podrían haber dado, esas plagas de nuestra propia civilización moderna: materialismo, fanatismo, alcoholismo y la sífilis. Para el resto, ya que estos pueblos poseían cualidades propias que eran superiores a cualquier cosa que pudiéramos ofrecerles, han permanecido esencialmente sin cambios… La colonización no es una actividad por la cual los alemanes se sientan impulsados a perseguir… El orgullo racial, y esto no implica el repruebo a otras razas, es un sentimiento normal y saludable. Yo nunca ha considerado a los chinos o japoneses como inferiores a nosotros, y admito tranquilamente que su pasado es superior al nuestro. Tienen derecho a sentirse orgullosos de su pasado, de la misma manera que nosotros nos sentimos orgullosos por la civilización a la cual pertenecemos. De hecho, creo que entre más firme sea el orgullo racial de los chinos y los japoneses, más fácil me será el seguir adelante con ellos.” – Documentos Hitler-Bormann, 1945.
Otro testimonio que demuestra la tolerancia racial de Hitler llega a nosotros desde el héroe afro-americano de los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín, Jesse Owens. Al refutar la gran mentira que Hitler le ignoro abandonando el estadio después de las victorias de Owens.
Jesse Owens (The Pittsburgh Press – Lunes, 24 Ago 1936, p. 26)
Por último, en 2009, un periodista deportivo alemán, Siegfried Mischner, reveló que no solo Hitler se tomó una foto con Owens, sino que Owens llevaba la foto siempre con él en su cartera y que quería que la prensa publicara.
“Michener afirmó que Owens le mostró la fotografía y le dijo: ‘Ese fue uno de mis momentos más bellos’” – Mischner dijo: “[La foto] Fue tomada detrás del podio de honor y por lo tanto no fue capturada por la prensa mundial. Pero yo lo vi, lo vi estrechar la mano de Hitler.” – DAILYMAIL, POR ALLAN HALL, 11 DE AGOSTO DE 2009.
El 20 de abril de 2015, un miembro de la familia real tailandesa, Rungguna Kitiyakara, dijo:
“¿Por qué Hitler es considerado como malvado? ¿Debido a que encontró una manera de liberar a la gente de ser esclavos de los alubio*s? ¿Debido a que encontró una manera de crear un mundo mejor, libre de los sionistas? Ya que eso es lo que hizo. Hitler era un hombre del pueblo. Fue el padre de Alemania. Su pueblo lo amaba, y él amó a su pueblo. ¡Heil Hitler… feliz cumpleaños! Hitler fue un verdadero genio y un patriota. Todo en Alemania fue mejor gracias a él. La historia fue escrita por los vencedores, por las fuerzas aliadas. Los sionistas y los banqueros judíos no quieren que la verdad se revele. Destruyeron a Hitler y a Alemania. Hitler ha sido imputado como el malo de la película por el llamado Holocausto, que en realidad nunca sucedió.”
“La humanidad se hundiría en la oscuridad eterna, caería en un estado sombrío y primitivo, si los alubio*s ganan esta guerra” — Joseph Goebbels, “Die Urheber des Unglücks der Welt (Los creadores de las desgracias del mundo)” Das Reich, 21 de enero de 1945, p. 2.
Hace 127 años (hoy 130), un hombre extraordinario nació en Braunau am Inn, una pequeña aldea no muy lejos de la frontera alemana, este mismo hombre haría temblar los cimientos del Régimen Judío en Occidente. Su “crimen” fue luchar por los suyos; negarse a esclavizar 80 millones de alemanes a los apetitos de una minoría judía despiadada. En honor al Último Defensor de Europa, y de Occidente o mejor dicho de todo el Mundo, porque como diría Jorge Luis Borges en su obra Deutsches Requiem: “Él creyó luchar por un país, pero luchó por todos, aun por aquellos que agredió y detestó. No importa que su yo lo ignorara; lo sabía su sangre, su voluntad. El mundo se moría de judaísmo.”
Hace 127 años, Adolf Hitler, un gran líder y guerrero, nació. El lucho contra el enemigo común de toda la humanidad, el judío eterno, y con gran éxito libero al pueblo alemán durante 12 años, desde 1933 hasta 1945. El pueblo alemán se elevó a alturas sin precedentes bajo su liderazgo y dirección, demostrando al mundo lo que la raza blanca es capaz de lograr, una vez es liberada de la aplastante opresión y envenenamiento espiritual, que resulta al encontrarse bajo el dominio del judío. Desafortunadamente, el poder judío en el resto del mundo ya para ese momento era bastante significativo, y Hitler, así como el glorioso Reich alemán – la más grande esperanza de libertad que el mundo moderno ha visto – fue destruido. No obstante, el valor de Hitler y el noble pueblo alemán durante esta era, salvo a los pueblos de Europa de una fin segura a manos de bolchevismo judío, que ya se había apoderado de Rusia, y por esto no será olvidado, y, si Dios quiere, sus muertes no serán en vano.
Durante su vida, con una impresionante previsión y genio, Hitler advirtió lo que le esperaba al mundo si se permitía que el bolchevismo y liberalismo judío actuaran sin ser desafiados. En la actualidad nos encontramos en aquella situación desesperada de la que nos había advertido, y por la cual lucho tanto para prevenir, ahogándonos en un mar de decadencia y al borde de la extinción racial. Hoy, en su 127 aniversario, deseo rendir homenaje a este magnífico hombre que nos mostró el camino y que gracias a sus acciones, le brindo al mundo tiempo extra para salir de este desastre. El único hombre cuyo espíritu brilla como un faro de luz en nuestra hora más oscura, la batalla final por el futuro y la supervivencia de nuestra querida raza blanca. Aunque su cuerpo puede ser cosa del pasado, su memoria y sus proféticas palabras viven. Sus palabras pueden darnos la sabiduría, su valor nos da fuerza, y que su poderoso espíritu nos guíe a la victoria.
El libro de Hitler, Mein Kampf, se ha convertido en quizás el libro más demonizado de todos los tiempos. Incluso está prohibido como “discurso de repruebo” en muchos países, debido al peligro que supone para los alubio*s y sus mentiras. Cualquier persona que lo lee pronto se dará cuenta de que no es en lo absoluto un libro de “repruebo”, como se nos dice, sino más bien un libro de amor –el amor por tu linaje-, así como la fórmula para liberarnos de la esclavitud del judaísmo internacional. Los siguientes pasajes, los he seleccionado directamente de Mein Kampf, con el fin de ilustrar la razón del porque los judíos aun temen todo lo que este hombre representa, incluso ahora, a casi 70 años después de su fin:
“En mis ojos la acusación contra el judaísmo se volvió grave en el momento en que descubrí las actividades judías en la prensa, en el arte, en la literatura y el teatro. Uno sólo tenía que mirar los carteles publicitarios de las horribles producciones del cine y el teatro, y estudiar los nombres de los autores que eran muy alabados allí, con el fin de adoptar una posición firme sobre las cuestiones judías. Aquí había una peste, una peste jovenlandesal, con la que se estaba infectando al público. Era peor que la Peste de color de hace mucho tiempo. Y en qué dosis poderosa este veneno se estaba fabricando y distribuyendo. Naturalmente, cuanto menor es el nivel jovenlandesal e intelectual de dicho autor de productos ‘artísticos’ más inagotable es su fecundidad. A veces se llegó al extremo de que uno de esos sujetos, actuando como una bomba de aguas residuales, disparaba su suciedad directamente en la cara del público. Con respecto esto hay que recordar que no hay límite en el número de tales personas. Uno debe darse cuenta de que para un Goethe, la naturaleza puede traer a la existencia diez mil tales escritorzuelos que actúan como el peor tipo de portadores de gérmenes envenenadores del alma humana. Era un pensamiento terrible, y sin embargo uno que no podría ser pasado por alto, que la mayor parte de los alubio*s parecían especialmente seleccionado por la naturaleza para desempeñar esta vergonzosa parte.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
“Lo que pronto me dio motivo para una consideración bastante seria, fueron las actividades de los alubio*s en ciertas ramas de la vida, un misterio que penetré poco a poco. ¿Había alguna sombría empresa, cualquier tipo de impureza, sobre todo en la vida cultural, en el que al menos un judío no participara? Al cuidadosamente sondear con cuidado ese tipo de absceso uno descubre de inmediato, como a un gusano en un cuerpo putrefacto, a un judío que a menudo era cegado por la luz repentina.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
“Un gran movimiento, llamado sionismo, surgió entre los alubio*s. Su objetivo era hacer valer el carácter nacional del judaísmo, y el movimiento fue fuertemente representado en Viena. A primera vista, parecía como si sólo un grupo de alubio*s defendía este movimiento, mientras que la gran mayoría lo desaprobaba, o incluso repudiaba. Sin embargo, una investigación de la situación demostró que esas apariencias eran deliberadamente engañosas. Estas apariencias surgieron de una niebla de teorías que habían sido producidas por razones de conveniencia, si no con fines de engaño puro. Ya que esa parte de la comunidad judía liberal no renegaba de los sionistas como si no fueran miembros de su raza, sino como hermanos alubio*s que profesaban públicamente su fe de una manera poco práctica, cosa que crearía un peligro para el mismo judaísmo. No había ninguna grieta real en su solidaridad interna. Este conflicto ficticio entre los alubio*s sionistas y los alubio*s ‘liberales’ pronto me repugno; pues era falso hasta la médula.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
“El sionismo es judaísmo, y el judaísmo es impensable sin el sionismo” — Enciclopedia Harper de Historia de los Estados Unidos, Volumen X, “Sionista”, p. 501, Harper and Brothers Publishers, New York. 1902.
Los supuestos alubio*s contra el sionismo, en realidad no se preocupan por el sufrimiento de los palestinos. Es evidente que solo les preocupa el hecho de que los flagrantes delitos del estado judío de Israel, eventualmente podrían causar una reacción violenta contra los alubio*s. Todos los alubio*s operan bajo el principio “¿es bueno para los alubio*s?” a todo momento. La mayoría de ellos no tienen ninguna simpatía por los gentiles en absoluto.
“Lo que era imposible de entender era el repruebo sin límites que ellos [los trabajadores alemanes] expresaban en contra de sus propios conciudadanos, la forma en que desacreditan a su propia nación, se burlaban de su grandeza, injuriaron su historia y arrastraron los nombres de sus hombres más ilustres en la cuneta. Esta hostilidad hacia sus propios parientes y amigos, su tierra natal y hogar era tan irracional como era incomprensible, antinatural… Entre más me familiarice con los líderes individuales, o al menos los propagandistas, de la social democracia, mi amor por mi propio pueblo aumento correspondientemente. Teniendo en cuenta la habilidad satánica, que estos malvados consejeros muestran, ¿cómo se podía culpar a sus desafortunadas víctimas? En efecto, encontré extremadamente difícil el estar a la altura de la perfidia dialéctica de esa raza. Lo inútil que era intentar ganar a esas personas con argumentos, al ver que sus propias bocas distorsionan la verdad, desconociendo las mismas palabras que acababan de usar y adoptar de nuevo unos minutos después para servir a sus propios fines en la discusión. Entre más conocía al judío, más fácil me era el excusar a los trabajadores.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
“La ignorancia de las masas sobre el carácter interno de la judío, y la falta de instinto e intuición que han mostrado nuestras clases altas, son algunas de las razones que explican cómo es que tantas personas son presa fácil de la campaña sistemática de falsedad que el judío continúa. Mientras que las clases altas, con su cobardía innata, se alejan de cualquier persona que el judío ataque con la mentira y la calumnia, la gente común se cree cualquier cosa, ya sea a causa de su ignorancia o su simpleza mental. Las autoridades gubernamentales se envuelven en un manto de silencio, pero con mayor frecuencia persiguen a las víctimas de ataques judíos con el fin de detener la campaña en la prensa judía.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
“La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la naturaleza y la sustituye por el privilegio eterno de la fuerza y la energía, la masa numérica y su peso muerto. Por lo tanto, niega el valor individual de la personalidad humana, impugna la enseñanza de que la nación y la raza tienen una importancia primordial, y al hacer esto elimina las bases mismas de la existencia y civilización humana. Si la enseñanza marxista se aceptara como el fundamento de la vida del universo, daría lugar a la desaparición de todo orden que es concebible para la mente humana. Y por lo tanto la adopción de dicha tipo de ley provocaría el caos en la estructura del mayor organismo que conocemos, con el resultado de que los habitantes de este planeta terrenal acabarían por desaparecer. En caso de que el judío, con la ayuda de su credo marxista, triunfa sobre los pueblos de este mundo, su corona será el funeral de la humanidad, y este planeta volverá a seguir su órbita a través éter, sin ningún tipo de vida humana en su superficie, como lo hizo hace millones de años.” - Adolf Hitler, Mein Kampf
En este momento estamos viviendo en las etapas finales de este mundo de pesadilla que Hitler previó en el pasaje anterior. Al derrotar Nacionalsocialismo hemos permitido al marxismo florecer. El resultado final será la degeneración completa de todo lo que es bueno y saludable en todo el planeta, y la elevación de todo lo que está enfermo, mal y antinatural
UN PALADÍN PARA TODA LA HUMANIDAD
Si bien es cierto que Hitler alabó la grandeza la raza blanca en general, y del pueblo alemán en particular, su amor por su pueblo nunca tomó la forma de repruebo hacia otras razas, ni el deseo de gobernar sobre ellas. Por el contrario, Hitler llegó a creer que los europeos habían hecho daño a otras razas, y a sí mismos.
“En ellos [los asiáticos], las razas blancas han impuesto su voluntad por la fuerza, y la influencia que han tenido sobre los habitantes nativos ha sido insignificante; los hindúes han permanecido hindúes, los chinos han permanecido chinos, y los fiel a la religión del amores siguen siendo fiel a la religión del amores. No se han producido profundas tras*formaciones y tales cambios como se han producido son menos importantes en el campo religioso, a pesar de los enormes esfuerzos de los misioneros cristianos, que cualquier otro. Ha habido un par de extrañas conversiones, cuya sinceridad esta abierta a muchas dudas, excepto, tal vez en el caso de unos simplones y deficientes mentales. Las razas blancas, por supuesto, dieron algunas cosas a los nativos, y fueron los peores regalos que posiblemente podrían haber dado, esas plagas de nuestra propia civilización moderna: materialismo, fanatismo, alcoholismo y la sífilis. Para el resto, ya que estos pueblos poseían cualidades propias que eran superiores a cualquier cosa que pudiéramos ofrecerles, han permanecido esencialmente sin cambios… La colonización no es una actividad por la cual los alemanes se sientan impulsados a perseguir… El orgullo racial, y esto no implica el repruebo a otras razas, es un sentimiento normal y saludable. Yo nunca ha considerado a los chinos o japoneses como inferiores a nosotros, y admito tranquilamente que su pasado es superior al nuestro. Tienen derecho a sentirse orgullosos de su pasado, de la misma manera que nosotros nos sentimos orgullosos por la civilización a la cual pertenecemos. De hecho, creo que entre más firme sea el orgullo racial de los chinos y los japoneses, más fácil me será el seguir adelante con ellos.” – Documentos Hitler-Bormann, 1945.
Otro testimonio que demuestra la tolerancia racial de Hitler llega a nosotros desde el héroe afro-americano de los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín, Jesse Owens. Al refutar la gran mentira que Hitler le ignoro abandonando el estadio después de las victorias de Owens.
Jesse Owens (The Pittsburgh Press – Lunes, 24 Ago 1936, p. 26)
Por último, en 2009, un periodista deportivo alemán, Siegfried Mischner, reveló que no solo Hitler se tomó una foto con Owens, sino que Owens llevaba la foto siempre con él en su cartera y que quería que la prensa publicara.
“Michener afirmó que Owens le mostró la fotografía y le dijo: ‘Ese fue uno de mis momentos más bellos’” – Mischner dijo: “[La foto] Fue tomada detrás del podio de honor y por lo tanto no fue capturada por la prensa mundial. Pero yo lo vi, lo vi estrechar la mano de Hitler.” – DAILYMAIL, POR ALLAN HALL, 11 DE AGOSTO DE 2009.
El 20 de abril de 2015, un miembro de la familia real tailandesa, Rungguna Kitiyakara, dijo:
“¿Por qué Hitler es considerado como malvado? ¿Debido a que encontró una manera de liberar a la gente de ser esclavos de los alubio*s? ¿Debido a que encontró una manera de crear un mundo mejor, libre de los sionistas? Ya que eso es lo que hizo. Hitler era un hombre del pueblo. Fue el padre de Alemania. Su pueblo lo amaba, y él amó a su pueblo. ¡Heil Hitler… feliz cumpleaños! Hitler fue un verdadero genio y un patriota. Todo en Alemania fue mejor gracias a él. La historia fue escrita por los vencedores, por las fuerzas aliadas. Los sionistas y los banqueros judíos no quieren que la verdad se revele. Destruyeron a Hitler y a Alemania. Hitler ha sido imputado como el malo de la película por el llamado Holocausto, que en realidad nunca sucedió.”
“La humanidad se hundiría en la oscuridad eterna, caería en un estado sombrío y primitivo, si los alubio*s ganan esta guerra” — Joseph Goebbels, “Die Urheber des Unglücks der Welt (Los creadores de las desgracias del mundo)” Das Reich, 21 de enero de 1945, p. 2.
Última edición: