El modelo de asociaciones sin contenido real se ha agotado
Facua pierde los nervios y pone de manifiesto, en un comunicado en su web, la prescindibilidad de estructuras artificiales montadas exclusivamente para recibir subvenciones públicas sin aportar valor a la sociedad civil
Escrito por Redacción Martes, 25 de Octubre de 2011 14:36
La crisis de modelo de Estado y económico que nos afecta está teniendo también un lado positivo. La necesidad de recortar gastos superfluos y adelgazar las estructuras de unas Administraciones Públicas hipertrofiadas en las que se pagaba sin control a multitud de personas que no trabajaban en absoluto para los ciudadanos y además se subvencionaba a multitud de asociaciones de todo tipo cuya única esencia era recibir fondos públicos a cambio de servilismo o de corrupción, va a aclarar quién es quién en España.
En concreto, en el mundo de las asociaciones de consumidores se habían creado y hecho fuertes, con el apoyo del dinero público, organizaciones que no tienen ningún tipo de base real de asociados, ni realizan un servicio valorado y por tanto pagado por los usuarios de las mismas.
Se trata de montajes creados en torno a personas concretas o familias –Manuel Pardos en Adicae; Francisco *******, el padre y Rubén *******, el hijo, en Facua– que, partiendo de un entorno político sectario, han sido fuertemente subvencionados por los políticos del poder para que fueran sus correas de tras*misión en el mundo del consumo de España y también del extranjero a través del Instituto Nacional del Consumo de España, las autoridades regionales de consumo y el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, que les ha utilizado para comprar voluntades en Panamá o en Chile.
Subvenciones ilegales
El tema ha sido tan grave que el Tribunal Supremo dictó una sentencia en febrero de 2010 declarando la ilegalidad de 1,3 millones de euros de subvenciones concedidas a Adicae y otras entidades por el Ministerio de Sanidad y Consumo para controlar a los afectados de Fórum Filatélcio y Afinsa, cuyos directivos, más de cinco años y medio después, todavía no han sido acusados de ningún delito.
Por su parte, Ausbanc defendió, desde 1986, un modelo de asociación de consumidores cuyo objetivo era servir a los ciudadanos para resolver los casos concretos y por ello, recibir la contraprestación económica adecuada. Esta decisión rigurosa, honesta y valiente le sirvió para ser marcada como ‘hereje’ por los montadores de ‘chiringuitos familiares’ y sus patrones políticos.
Elena Salgado –tristemente famosa ya por su pésima gestión en Economía– informó a las asociaciones de consumidores en abril de 2005, por medio de sus comisarios políticos de consumo, que iba a expulsar a Ausbanc del Libro Registro de Asociaciones de Consumidores y que “si alguien se oponía, levantara la mano” –palabras textuales de un alto cargo de una asociación presente en la reunión–.
El fax de Puig de la Bellacasa
El servilismo de unos y la debilidad orgánica de otros en el contexto de un socialismo pletórico de poder y apetito de control social favoreció que el primer Gobierno de Rodríguez Zapatero tratara de ofrecer su primer trofeo a las grandes empresas y bancos: la fin civil de Ausbanc. Fernando Puig de la Bellacasa y Aguirre, a la sazón presidente del Instituto Nacional de Consumo, envió un fax “con un fuerte abrazo” a las patronales de las cajas –CECA– y de los bancos –AEB– en el que se incluía la buena nueva de la expulsión de Ausbanc –prueba aportada en los Tribunales de Justicia por letrados de Ausbanc–.
Pero han pasado seis años y medio, y quienes se van de verdad son los que expulsaron injustamente a Ausbanc del Libro Registro de Asociaciones de Consumidores del INC. Se van a ir, de acuerdo con las encuestas, porque la inmensa mayoría de los ciudadanos se han percatado de que han sido las víctimas inocentes de una gestión política y económica desastrosa en la que el dinero público ha sido utilizado como medio para comprar voluntades a costa de un insoportable déficit público acumulado y la consecuente generación de una inmensa deuda, que ahora tendremos dificultades para pagar.
Las Autonomías cierran el grifo
La renovación de las Administraciones autonómicas la pasada primavera ha supuesto ya el primer hito para esta nueva etapa. Los gobernantes más lúcidos y honestos se han puesto manos a la obra, omitiendo el tributo de la demagogia antes de las elecciones generales del 20-N, y han puesto un férreo control a los gastos. Por supuesto, eso incluye un análisis exhaustivo de las subvenciones a fundaciones, asociaciones culturales, sindicatos y asociaciones de consumidores.
Uno de estos presidentes que han liderado esta nueva etapa es José Ramón Bauzá, en las Islas Baleares. Éste ha cometido la ‘osadía’ de recibir en su despacho a Luis Pineda Salido, Isabel Martorell, y Hermenegildo García, presidente, delegada en Baleares y director de Relaciones Institucionales de Ausbanc. ¿Por qué? Porque Ausbanc ha organizado los días 20 y 21 de octubre un foro en Palma sobre el turismo y la protección de los derechos de los consumidores financieros con ponentes del Tribunal Supremo, de Costa Rica, Chile y miembros del propio Gobierno de Baleares.
Porque Ausbanc ha presentado un apasionante proyecto, ConsuMiami 2012, que supone impulsar energías en España, América Latina y Estados Unidos para organizar la primera feria mundial de los consumidores en la ciudad de Miami con liderazgo español, la semana del 19 al 24 de marzo de 2012.
Ausbanc no iba a ver al presidente Bauzá para implorarle dinero sino para informarle de todos estos proyectos interesantes para el desarrollo de la ‘marca Baleares’ en el mundo y, por tanto, para generar ingresos para sus ciudadanos y las depauperadas arcas públicas. Luis Pineda ratificaba de nuevo el modelo de organización que va a salir robustecido de este ‘tsunami’ que afecta a la sociedad española: el que se esfuerza en buscar ideas innovadoras, proyectos sugestivos que generen valor para los ciudadanos y las Administraciones Públicas y, por tanto, se financia a sí misma por la generación de recursos de su actividad en el sector privado.
Facua se queja Ésta es la explicación del extravagante comunicado hecho público por Facua el pasado jueves 20 de octubre, en el que “critica el favoritismo partidista en el apoyo de organizaciones como Ausbanc, que fue recibida ayer por el presidente del Govern”.
El ‘grave crimen’ de Bauzá y Pineda es buscar nuevos proyectos, cada uno desde su posición, para que este país salga del estancamiento y la falta de ideas que condena nuestras economías. Y no permitir que el dinero de los ciudadanos se vaya a los bolsillos de ‘profesionales de la subvención’ que no aportan nada a la sociedad civil que ésta necesite o quiera libremente aportar. La sociedad está indignada por la acumulación de los ‘impuestos revolucionarios’ creados por personas sin oficio ni beneficio que sólo emplean su tiempo en ordeñar las maltrechas arcas públicas para incrementar su patrimonio o comprar la voluntad de asociaciones en Panamá o Chile para que respondan a sus consignas ideológicas. El pesebrismo ha muerto. Viva la meritocracia.