Aburrido y aún medio dormido...

Clavisto

Será en Octubre
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10 Sep 2013
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Aburrido y aún medio dormido, mirando el infinito horizonte azul a través del cristal de mi coche, estaba fumándome el primer cigarrillo de la mañana mientras escuchaba una sonata de Beethoven cuando ha venido a mí el tradicional, y no por ello menos sorpresivo, apretón matutino. Si estás en movimiento, caminando, no pasa nada, es soportable, pero daba la casualidad que hoy no he salido a andar, tocaba descanso, así que lo que no suele pasar de una ligera incomodidad se ha trastocado en una perentoria necesidad, pues de todos es sabido que cuando estás cagándote vivo no vale ni Beethoven, ni Rachel, ni Cristo bendito, somos tan perfectos que ya puede estar cayéndose el cielo sobre nuestras cabezas que cuando la cosa llama a tu puerta trasera todo queda en un segundo plano. O milésimo.

"Paz universal, el fin del hambre en el mundo, derechos humanos...". Que nos pille cagados.

Bien, vale, de acuerdo, estaba solo en los aledaños de un merendero-mirador, a lo lejos se veían a dos operarios de la limpieza a los que escuchaba sus paridas por la fuerza del viento, no sé, parecía cosa de poco, podía esperar a que se largaran si apretaba un poco más el ojo ciego...venga a mirar, venga a mirar...en esto que aparece un iluso con dos cortesanazos, iba a darles de beber en la fuente que quedaba a mis espaldas, malditos perros, paciencia Kufisto, paciencia...

He pensado en largarme a casa, cinco minutos de coche y asunto arreglao, pero ya os digo que no llevaba ni media hora despierto, y en esos momentos los niveles están aún más descompensados de lo habitual, la cabeza anda seca, la sangre aún está desperezándose...he recordado que hacía como un cuarto de siglo que no jiñaba en el campo, bajo la luz del sol, al aire libre, y me ha asaltado la luminosa idea de que haciéndolo allí los dioses agradecerían mi ofrenda, recompensándome esta noche con los favores de una bella dama y tal, o acertando cinco y el complementario en la bonoloto, o enlazando mi blog en la web de coca-cola...paciencia Kufisto, paciencia...¡AHORA ES EL MOMENTO!.

Bajo del coche. Compruebo la dirección del viento. Me refugio tras el motor. Me quito el bañador y los calzoncillos, en pelota picá...

No se había asomado por la ventana la cabeza del primer truño cuando he visto y oído a una moto de cross acercarse por la ladera a toda velocidad, un minuto escaso nos separaba, "suficiente"...no, por la derecha hacía acto de aparición un vehículo de mantenimiento, no más de treinta segundos, ¡RÁPIDO KUFISTO, POR LO QUE MÁS QUIERAS, YA NO HAY MARCHA ATRÁS!...no me ha dado tiempo ni a soltar la mitad de la carga, casi ni a miccionar, me he limpiado como si estuvieran cronometrándome y me he puesto a la buena de Dios los calzones y el bañador, aquellos con las dos piernas por el mismo agujero, show...

Cinco segundos después ha pasado el del coche, rápida mirada, descubrimiento y cara de ir pensando en hacer conmigo lo mismo que yo acababa de hacer sobre la Pacha Mama. A continuación el de la moto, frenazo en seco y dedo medio al cielo, ha dado la vuelta y ha salido disparado. He creído oír el aleteo de un helicóptero pero no lo he llegado a ver, un tren de viajeros cruzaba a toda leche, supongo que conteniendo la respiración, abochornado he ido a la búsqueda de una piedra para tapar mi seta mágica, a fin de cuentas no soy un animal, al menos recordaba que en el campo la ocre se tapa, un detalle para el que venga después...He cogido un buen ejemplar, pero con los nervios lo he dejado caer a demasiada altura provocando la natural expansión del abono orgánico como si de una bomba de racimo se tratara, día de fiesta para el mosquerío de la zona. Maldita sea mi estampa.

Me he subido al coche, lo he arrancado y he dejado atrás al Vigilante con sus prismáticos, haciéndose el loco, supongo que acordándose en mi fruta vida.

Al dejar toda la cosa atrás me ha dado un golpe de risa, nerviosa, loca, absurda, casi se me han saltado las lágrimas...he puesto rumbo al bar para adecentarme un poco los bajos, he pasado todo digno, repartiendo buenos días y apretones de manos, al salir he visto a una pureta sentada en la terraza, "me voy al parque a ver a los patos" le he dicho, "dales recuerdos de mi parte, Kufis".


Sí, hoy no me olvidarán unos cuantos.


Espero que los dioses tampoco.


Porque sino serán ellos los próximos.
 
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