Abortar a las niñas, los neցros y los gays

Vamos a pensar por un momento que el aborto es algo maravilloso en vez de lo peor. Vamos a pensar que es un derecho en vez de un atropello al derecho. Asumiremos el inexistente derecho a apiolar en vez del existente derecho a vivir de los seres humanos. Pero vamos a hacerlo en un supuesto un tanto especial. Los clásicos del pensamiento lo llamarían reductio ad absurdum y no es la primera vez que lo hemos utilizado en relación al aborto. Por ejemplo, si sólo se dejara abortar a las negras o a las etnianas, ¿se consideraría que gozan respecto a las demás de un privilegio? O por el contrario, ¿no consideraríamos un acto de persecución y de racismo permitir abortar sólo a las negras y a las etnianas? ¿En qué momento entonces se puede convertir un mal en un bien por el mero hecho de universalizarlo?

El supuesto que hoy les proponemos, sin embargo, es algo distinto. Imaginemos que, al igual que antes del nacimiento se puede saber si un niño va a tener ciertas malformaciones o discapacidades, como el síndrome de Down, también se pudiera saber si va a ser lgtb o tras*exual, por poner dos ejemplos polémicos. O sea, supongamos que la gaysidad o la tras*exualidad son un fenómeno biológico, acaso genético, y que pudiera detectarse en un ser humano desde su concepción, de modo que entre la toda información que ofrecen las pruebas médicas a los padres a lo largo del embarazo también pudiera conocerse esta cuestión. Pues bien, ¿qué pasaría si alguien decidiera abortar a su hijo al detectarse que es lgtb?

O sea, el aborto es libre en España hasta la semana 14. Si en la semana 12 pudiera saberse si el niño va a ser lgtb y los padres deciden abortarlo, ¿cuál sería el obstáculo?

Utilizando otro de los supuestos con los que encabezábamos esta reflexión, una cosa que sí se puede saber de un niño de menos de 14 semanas es si es neցro o mestizo. No hace falta un alarde de imaginación para pensar algún supuesto en el que un niño mestizo puede resultar para algún padre una sorpresa inconveniente. De hecho este es un supuesto que perfectamente puede haberse producido en el mundo real muchas veces, más allá de nuestra pequeña elucubración ad absurdum. Si no lo sabemos con seguridad es porque con las leyes de plazos no hay que explicar que al niño se le mata por ser neցro. Para apiolar un niño en plazo no hace falta aportar motivos de ningún tipo. O sea, de hecho se acepta que ese pueda ser el motivo.

O que el niño sea una niña.

Una forma de elegir el sesso de un hijo es abortar a todos los hijos con el género no deseado. Es decir, aunque es técnicamente posible elegir el sesso del bebé en los casos de fecundación in vitro, la ley no lo permite. O sea, que la forma de elegir es el aborto. A fin de cuentas la fecundación in vitro allí donde se puede elegir es un poco lo mismo. Se fecundan varios óvulos, se determina su sesso y se eliminan los no deseados. A esto es a lo que llamamos que es técnicamente posible elegir el sesso del niño con la fecundación in vitro, aunque no se permita. ¿Hay alguien en España que haya abortado un niño porque quería una niña o viceversa? Como la ley no exige tener que aportar explicaciones puede ser perfectamente posible que así haya sido. ¿Cómo llamaría Montero a alguien que ha estado matando a varias niñas porque quería tener un niño? ¿Y a ella por permitirlo?

Volviendo a la fecundación in vitro, la selección de sesso allí donde es legal se realiza determinando el sesso de los óvulos fecundados y eliminando al resto. Porque resulta que a los pocos días de ser fecundados ya se puede determinar el sesso del nuevo ser. Esto quiere decir que todos los no nacidos que se abortan en España, y en el mundo, tienen ya su género, y que por lo tanto son ya mujeres u hombres, y que la mitad de las abortadas en el mundo son niñas, aunque se nos venda el aborto como un derecho de la mujer. O aunque se nos diga que el niño o la niña eliminados son la mujer decidiendo sobre su propio cuerpo, como si al quedarse embarazada la mujer tuviera dos sexos, el suyo y el del feto. o dos corazones (el primer latido del niño se produce a los 16 días de la concepción).

Retomando el hilo inicial de la reflexión, el hecho es que ya a día de hoy las leyes abortistas y el abortismo en general están abiertos de hecho a que se mate niños por ser mestizos o por su género. Obviamente esto no lo explicita nadie al abortar, básicamente porque para abortar no se pide ninguna explicación en las primeras 14 semanas, pero que esto sucede algunas veces, y que desde luego es una posibilidad como consecuencia del aborto libre hasta la semana 14, es una de esas cosas de las que se puede decir que no tenemos pruebas pero tampoco dudas. No es un escándalo porque el progresismo dominante decide lo que es un escándalo y lo que no. Si ahora mismo el aborto no permite eliminar niños porque sean lgtb es sólo porque no hay una técnica para detectar a un niño lgtb dentro del plazo legal para abortar. Si abortar por la raza o el género (cosa que ya puede hacerse ahora) o la condición sensual no nos parece un avance del progreso, cabría preguntarse también por qué esto que nos parecería horrible en ciertos supuestos deja de parecernos mal cuando se generaliza. O sea, apiolar niños neցros está mal, pero apiolar a cualquier niño está bien. Como si discriminar fuera peor que apiolar. Como si tener que elegir no fuera la barbarie. Como si la civilización no fuera ni discriminar ni apiolar.

me ha gustado la primera frase, veamos el resto