Iron John
Madmaxista
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Si nos guiamos por desinformadores y engañabobos resulta que Abascal es un tío que ha vivido de la política toda su vida, cierto si consideramos "ser un vividor" a ostentar un cargo que nadie más quería donde tenías que ir con escoltas y estabas amenazado a toda hora y en todo lugar.
Pero la mayor mentira es que "se fue del PP porque le quitaron la mamandurria". No señores, se fue poniendo sus principios con dos huevones por delante de una seguridad económica que podía haber seguido manteniendo agachando la cabeza ante la cobardía y la indignidad.
A ver que puñetero político de este país es capaz de hacer lo mismo, dejar sueldazo y carguito por dignidad para comenzar una travesía por el desierto por puros principios.
Pero la mayor mentira es que "se fue del PP porque le quitaron la mamandurria". No señores, se fue poniendo sus principios con dos huevones por delante de una seguridad económica que podía haber seguido manteniendo agachando la cabeza ante la cobardía y la indignidad.
A ver que puñetero político de este país es capaz de hacer lo mismo, dejar sueldazo y carguito por dignidad para comenzar una travesía por el desierto por puros principios.
Abascal deja el PP y acusa a Rajoy de 'traicionar sus ideas' - El Mundo 25/11/2013
Abascal deja el PP y acusa a Rajoy de 'traicionar sus ideas'
Avisa de que 'muchos otros' castigarán 'en el futuro' sus 'decisiones e indecisiones'
Devolvió ayer, tras casi 'dos décadas' su carné, 'profundamente decepcionado'
IÑAKI ANDRÉS
CARMEN REMÍREZ DE GANUZA Madrid
25/11/2013 16:08 horas
Santiago Abascal, ex diputado del País Vasco, presidente de Denaes y uno de los símbolos más reconocibles de una de las "dos almas" del PP, es el último de los militantes críticos del Congreso de Valencia de 2008 en dar un portazo a Mariano Rajoy.
A través de una carta remitida al líder de la formación y en la víspera del Comité Ejecutivo, en el que hoy mismo el presidente del Gobierno sacará pecho en el ecuador de su mandato, Abascal devolvía ayer, "profundamente decepcionado", y tras casi "dos décadas", su carné de afiliado número 1.999.
Devuelve 'profundamente decepcionado', y tras casi 'dos décadas', su carné de afiliado número 1.999.
Abascal lo hacía con "tristeza", pero con un crudo mensaje de denuncia, acusando a Rajoy y su cúpula de "secuestrar" al partido, "traicionar" sus "ideas y valores"; de no actuar contra "la corrupción que ha afectado al PP"; de "pisotear" los Estatutos, y de ser "los verdaderos disidentes" de una formación ahora "acartonada" por su "implacable maquinaria".
El todavía director de la Fundación de Patrocinio y Mecenazgo de la Comunidad de Madrid ponía también ayer su cargo a disposición de su presidente, Ignacio González. Aunque agradecido al PP de Madrid, y en particular a Esperanza Aguirre, que le acogió en el exilio político que siguió al relevo de María San Gil y a su propio choque con la actual cúpula del PP vasco, Abascal daba su adiós completo a una formación "imposible" de cambiar "por dentro".
El encontronazo entre Rajoy y San Gil, a cuenta del acercamiento doctrinal del PP al diálogo con los nacionalistas en los albores del Congreso de Valencia, está en el origen de una ruptura interna que ya en su día produjo duros desgarros para el PP, como fue la salida del partido de José Antonio Ortega Lara, máximo símbolo de las víctimas supervivientes de ETA, al que el propio Abascal evoca en su carta.
'La excarcelación de terribles criminales', detonante
En estos dos años no ha dejado de significarse por su oposición interna al PP de Antonio Basagoiti, de Iñaki Oyarzábal, de Borja Sémper... Por su beligerante apoyo a las víctimas del terrorismo. Y por sus públicos exhortos a la dirección del partido. Años en que se echó a la espalda algunos episodios personales, como su forzada renuncia por escrito al escaño en el Parlamento vasco; o políticos, como la excarcelación del etarra Bolinaga.
Twitter, las manifestaciones callejeras o algún singular y nada exitoso emplazamiento a Génova, como el que hizo hace unas semanas, en compañía del actual vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal Quadras, y el profesor José luis González Quirós, para que convocara una Junta Directiva Nacional, parecían servir de escape a su incomodidad. Pero, tal y como él mismo justifica en su carta a Rajoy, "la excarcelación de terribles criminales" tras la condena de la doctrina Parot ha obrado como detonante, la "gota que ha colmado el vaso" de su recurrente rebeldía hacia el líder del PP.
Atrás queda su oposición, junto a otros ocho díscolos del PP vasco, a la reelección de Basagoiti en su segundo congreso. Mucho más atrás aún, el día en que Rajoy y el amigo de San Gil cruzaron un par de palabras -primero cordiales, luego tensas- en una cafetería cercana a la sede de Génova, y cuyos detalles Abascal ha empezado a desgranar en un libro de próxima publicación.
'Me voy del partido de mi padre'
Y es que el hijo y nieto de una conocida saga de políticos del PP de Álava -"me voy del partido de mi padre», dice en su carta-, especialmente acosados por ETA en los años sangrientos de la banda, asegura a este diario que ha abierto "un periodo de reflexión". Un periodo en el que, además de escribir y de replantearse su futuro profesional, pensará en cómo reconducir su vocación política: "No descarto nada".
Claro que el daño que la salida de Abascal pueda causar a Rajoy es muy limitado -la dirección del PP reaccionará previsiblemente con más desdén que alivio-, pero el efecto de su crítica puede ser mucho menos desdeñable, en tanto conecta, precisamente ahora y en vísperas de las europeas, con una masa electoral descontenta.
'Esta decisión la tomarán muchos en el futuro próximo, motivados a partes iguales por tus decisiones e indecisiones como líder del partido'
"Llueve, presidente. Llueve sobre mojado", le dice Abascal a Rajoy en su carta, en explícito reproche al primer e improvisado comentario público del presidente del Gobierno tras la sentencia del Tribunal de Estrasburgo.
Porque no es sólo Abascal, sino toda una masa crítica de las bases del PP la que reniega de «la actitud pasmada y pasmosa» de Rajoy ante los desafíos más políticos de la legislatura; léase, la vuelta de los abertzales a las instituciones, la propia salida de etarras y el independentismo catalán. Y Abascal tampoco es el único, ni mucho menos, que en materia económica regatea a Rajoy el éxito de haber evitado el rescate, y le critica por el «incumplimiento flagrante» del programa electoral con los impuestos. Un incumplimiento que ha tenido, con la renovación del Consejo General del Poder Judicial, un último episodio. Pero el ya ex militante del PP sí ha sido el primero en equiparar (y condenar) el "sectarismo" de Zapatero con el "fatalismo" de Rajoy.
Ni José María Aznar, ni Jaime Mayor Oreja -aún pendiente de si Rajoy, en contra de sus más fieles, le permite encabezar por tercera vez la candidatura europea-, ni la propia Aguirre, ni tantos como aparecen ponderados en la carta, llevan trazas de romper la baraja. Sin embargo, ésa es la advertencia que Abascal desliza en su misiva: "Esta decisión la tomarán muchos en el futuro próximo, motivados a partes iguales por tus decisiones e indecisiones como líder del partido". Claro que ni esta advertencia ni ninguna otra perturbará hoy la paz del muy autocomplaciente Comité Ejecutivo del PP. Ni de su inmutable presidente.