manuelp
Madmaxista
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Este sábado 10 de febrero se cumplen 75 años de la batalla mas dura librada por la Division Azul en Rusia.
A las 6,45 horas del 10 de febrero de hace 75 años (1943) rompen el fuego sobre las líneas españolas de la División Azul 1.000 piezas de artillería y lanzacohetes soviéticos afectos al 55º Ejército del general Vladimir Petrovich Sviridov del Frente (Grupo de Ejércitos) de Leningrado del general Leonid Alexandrovich Govorov.
El objetivo era preparar el ataque de cuatro divisiones (72ª de fusileros del coronel Iastrebov, 63ª de la Guardia del general Simoniak, 43ª de fusileros del coronel Sinkevicht y 45ª de la Guardia del general Krasnov) para romper el frente español en el poblado de Krasni Bor y penetrar en la dirección de Ssablino-Ulianovska para a continuación enlazar con las fuerzas del 54º Ejército del general Sujomlin del Frente del Voljov que atacarían desde Pagoste y cercar así al 18º Ejército alemán. Simultáneamente desde el Frente Noroeste del mariscal Timoschenko se atacaría al 16ª Ejército alemán en el saliente de Demyansk y después los tres Frentes soviéticos (Leningrado, Voljov y Noroeste) cercarían y aniquilarían al Grupo de Ejércitos Norte alemán.
Esta grandiosa operación denominada “Estrella Polar” la dirigía el mariscal Zhukov el más brillante (y uno de los más despiadados) comandantes soviéticos de la guerra.
En lo tocante a las fuerzas españolas el principal (con mucho) esfuerzo atacante del 55º Ejército se dirigiría contra sólo uno de los 3 regimientos de la División Azul que defendía la zona de ruptura de Krasni Bor –el 262º regimiento al mando del coronel Manuel Sagrado Marchena – si bien reforzado por el Batallón de Reserva divisionario al mando del capitán Alfredo Miranda Labrador, el Grupo de Exploración al mando del capitán García Ciudad, el grupo de Antitanques al mando del comandante La Cruz, el Batallón de zapadores al mando del comandante Bellod, el I Grupo de artillería de la división al mando del comandante Guillermo Reinlein y la Compañía de esquiadores al mando del capitán Gómez de Salazar con un total de poco más de 5.000 combatientes que recibirían la ayuda de algunas otras unidades a lo largo de la batalla.
La zona de ruptura prevista por el mando soviético era la comprendida entre el pueblo de Putrulovo donde la carretera Moscú-Leningrado cruzaba el rio Ishora y punto de unión entre el III batallón del 262 regimiento y el batallón de reserva al Oeste y la zona próxima al ferrocarril Moscú-Leningrado donde el I batallón del 262 regimiento enlazaba con la 4ª División SS cerca del rio Tosna al Este.
Estos planes soviéticos eran conocidos por el Estado Mayor del L Cuerpo de Ejército alemán del general Philipp Kleffel bajo cuyo mando estaba la División Azul y los había tras*mitido al mando de esta, general Esteban Infantes, pero las recomendaciones alemanas de que en la noche anterior se desalojaran las trincheras de primera línea que sufrirían el bombardeo artillero soviético y al acabar este se regresara a ellas era imposible de cumplir porque además de no tener instalaciones de segunda línea preparadas para acoger a todas las tropas y ser imposible aguardar con 30 grados bajo cero a campo abierto es que los soviéticos eran expertos en crear campos de fuego artilleros en profundidad, no en vano tanto el jefe del Frente Leningrado como el del 55º Ejército eran especialistas artilleros y sus batería machacaban en una profundidad de al menos 1 kilómetro el frente para evitar que esa maniobra fuese eficaz.
Por tanto en el amanecer del día 10 de febrero el sector español que iba a ser atacado desplegaba una primera línea con todas las compañías de infantería disponibles reforzadas con las baterías antitanque que en su mayoría eran de 37 mm. e ineficaces contra los carros medios T-34 y pesados KV-1, un segundo escalón con las fuerzas de zapadores y la compañía de esquiadores en grupos dispersos y un tercer escalón con los escuadrones del Grupo de Exploración como masa de maniobra. La artillería desplegaba en profundidad con las líneas de piezas en la parte meridional del poblado de Krasni Bor y la divisionaria y la del cuerpo de ejército más alejadas pero preparadas para cooperar con sus fuegos a la defensa. Esta cooperación fue decisiva para evitar que las fuerzas de ruptura soviéticas penetrasen en el dispositivo español pues cuando los restos aislados de las destruidas posiciones españolas de primera línea resistían desesperadamente las piezas pesadas españolas y alemanas se cebaron en las masas atacantes amontonadas en frentes estrechos ocasionándoles tales pérdidas que hicieron imposible el cumplimiento de los objetivos soviéticos. Si las fuerzas hispano-alemanas hubiesen dispuesto de aviación y tanques comparables a los soviéticos estos hubiesen sufrido una derrota total.
10 de febrero sobre las 6:15 horas
Se perfilan frente al sector español que va a ser atacado unos 10 carros de combate pesados KV-1 del 31º regimiento acorazado de ruptura de la Guardia que van a constituir la vanguardia de la principal unidad de ruptura soviética- la 63ª división de la Guardia – y otros 40 carros medios T-34 y ligeros T-26 de la 222ª brigada acorazada como vanguardia de las 72ª y 43ª divisiones de fusileros. Son cañoneados brevemente desde las posiciones artilleras españolas del I batallón del regimiento de artillería.
6:45 horas
Rompen el fuego unas mil piezas de artillería de todos los calibres y lanzacohetes de las cuatro divisiones soviéticas y del 55º Ejército y de las Agrupaciones del Frente Leningrado sobre las líneas españolas con una densidad de fuego comparable a la de la batalla de Verdún.
7:15 horas
30 bombarderos y 20 cazas del 13º Ejército Aéreo soviético del general Rybalichenko atacan las posiciones españolas.
8:00 horas
Comprobado que el centro de gravedad del ataque era el poblado de Krasni Bor el jefe de la División Azul- general Esteban Infantes – ordena a la reserva de dos compañías del I batallón del 263 regimiento situadas en Federovskoye acudan a Krasni Bor y él mismo se traslada con el Jefe de Operaciones y el oficial de información del Estado Mayor al puesto de mando avanzado en Raikolovo sufriendo el fuego soviético a cinco kilómetros de la primera línea española lo que da idea de la densidad y extensión del bombardeo artillero.
8:40 horas
La artillería soviética alarga el tiro para impedir la llegada de refuerzos. En la primera línea española hay compañías que han sufrido un 80% de bajas siendo la media de pérdidas de un 50% y casi todo el armamento pesado. Comienza el asalto en toda la zona de ruptura de forma simultánea.
Asalto a la derecha española
Era la posición ocupada por las compañías 1ª, 2ª y 3ª del I batallón del regimiento 262 y la 3ª compañía antitanque en primera línea y la 1ª compañía de zapadores y la compañía de esquiadores en segundo escalón. Contra ellos se lanzaron 25 carros de combate y los fusileros de los 3 batallones del 708º regimiento y un batallón del 65º regimiento de la 43ª división, contra esta masa poco pudieron hacer los antitanques de 37 mm. a los que eran invulnerables los T-34 y los escasos soldados que habían sobrevivido al bombardeo artillero y casi inmediatamente fue perforada la línea española. El jefe del batallón –comandante Mariano Rubio- manda a la compañía de esquiadores a taponar la brecha y esta es atacada por la aviación soviética y tiene que replegarse hacia la 4ª división SS igual que los supervivientes de la 2ª compañía.
Las compañías 1ª y 3ª sobre el ferrocarril Moscú-Leningrado resisten a los carros y a los fusileros enemigos en combates cuerpo a cuerpo y se van replegando poco a poco igual que los zapadores de la 1ª compañía que lo hacen hacia Krasni Bor. El 3º escuadrón el Grupo de Exploración enviado en ayuda es diezmado y se tiene que replegar al puesto de mando del batallón que también es arrollado y se retira con los supervivientes y los restos de las compañías hacia el sur hasta la estación de Popovka.
El I batallón había sido destruido con 9 oficiales muertos y todos los demás heridos excepto uno prisionero pero su increíble resistencia durante cinco horas ha impedido a los soviéticos irrumpir en el flanco de la 4ª división SS y abrir el camino hacia el enlace con el Frente del Voljov.
Asalto al centro español
Era la posición ocupada por las compañías 5ª, 6ª y 7ª del II batallón del regimiento 262 y las 1ª y 4ª compañías antitanque en primera línea y la 8ª compañía y la 3ª de zapadores en segunda línea. Contra ella se lanzaron 10 carros pesados KV-1 y los regimientos 342, 270 y 269 de la 63ª división de la Guardia para adueñarse rápidamente de Krasni Bor que era el punto crucial de la ruptura. El terrible castigo que habían sufrido los españoles en el bombardeo previo y el empuje de la mejor unidad soviética atacante al mando del general más capaz hizo que las líneas españolas cedieran y el general Simoniak una hora después del inicio del asalto informó que la toma de Krasni Bor estaba ultimada, pero se precipitó grandemente porque tanto la 5ª compañía del capitán Palacios Cueto como los restos del batallón al mando de su jefe –comandante Payeras- reforzado por el 2ª escuadrón del Grupo de Exploración siguieron resistiendo durante siete horas.
Asalto a la izquierda española
Era la posición ocupada por las compañías 2ª y 3ª del batallón de Reserva (conocido como La tía Bernarda) en primera línea y las 1ª y 4ª compañías del mismo batallón y dos piezas de 150 mm. de la 13ª compañía del 262º regimiento en segunda línea. Contra ellas se lanzaron 15 carros de combate y dos de los tres regimientos de la 72ª división de fusileros mientras que el tercer regimiento fijaba al III batallón del 262º regimiento. Los soviéticos lograron penetrar la línea pero el jefe del batallón de Reserva – capitán Miranda – encabezó un contraataque con los restos de las compañías muriendo en el intento mientras que el 1er. Escuadrón del Grupo de Exploración intentaba taponar la brecha sufriendo enormes bajas. Pero la 3ª compañía del capitán Oroquieta se mantenía sobre la carretera Moscú-Leningrado taponando la vía de penetración de los planes soviéticos. Las vanguardias soviéticas de desviaron hacia las márgenes del rio Ishora donde el teniente coronel Araújo –jefe del subsector- empleó todos los restos de unidades que pudo reunir para impedir el cruce del río en la “fábrica de papel” y los caseríos de Samsonovka y Podolovo.
11:00 horas
La primera línea española está aniquilada, los batallones I/262, II/262 y Reserva han sido desarticulados pero los puntos de resistencia españoles siguen luchando heroicamente y los jefes supervivientes rehacen una y otra vez los maltrechos restos de compañías, escuadrones y baterías y resistiendo e incluso contraatacando con lo que las puntas de lanza de las unidades de ruptura soviéticas se embotan cada vez más sin alcanzar los objetivos fijados.
El batallón III/262 es el único que ha conservado sus posiciones y pivotando sobre ellas se retiran a la orilla izquierda del río Ishora todas las unidades aplastadas españolas del batallón de Reserva para mantener un frente que impida a la 72ª división de fusileros rodear a los otros dos regimientos de la División Azul. La lucha por las aldeas de Samsonovka, Staraia Mysa, Podolovo y Raykolovo, todas en las orillas del río, va a comprometer a compañías y baterías que al mando de sus oficiales improvisan posiciones defensivas a la espera de refuerzos (3ª y 4ª compañías del regimiento 263º, resto del I batallón de este regimiento y II batallón del regimiento 269º) y las mantienen con espíritu numantino. Además sobre la carretera Moscú-Leningrado las compañías 8ª del 262º regimiento y 3ª del Grupo de zapadores muy bien fortificadas en el denominado “Bastión” impiden a las vanguardias soviéticas progresar por esa vía vital recogiendo a todos los fugitivos que van llegando de la destrozada primera línea española.
11:30 horas
El general jefe del L Cuerpo de Ejército alemán se reúne con el general Esteban Infantes para procurar remedio a la situación. Ya se había aprovechado la situación de la línea férrea de Ulianovska a Mga en paralelo a retaguardia de la línea de la División Azul para que los poderosos cañones alemanes montados en tren cañoneasen a las masas de asalto soviéticas causándoles grandes pérdidas y ahora se sabía por la información de inteligencia del 18º Ejército que los soviéticos disponían de otras tres divisiones de fusileros, una brigada acorazada y una brigada de esquiadores para lanzarlas en explotación una vez se hubiese acabado con la resistencia española y conquistado totalmente Krasni Bor. A diez kilómetros al sur de Krasni Bor estaba el 390º regimiento alemán en la estación de Ssablino, con un contingente de zapadores y una batería de cañones de asalto todo ello al mando del coronel Heckel y se le dio orden de avanzar hasta Krasni Bor así como a los pocos carros Tiger y Panzer III y cazacarros Marder que eran todos los medios acorazados del 18º Ejército pero estos no podrían llegar antes de 24 horas. Asimismo se encaminaron los regimientos 316º y 374º para taponar las brechas causadas en el dispositivo español y de la 4ª división SS y se ordenó constituir con todas esas fuerzas un Kampfgruppe (Grupo de combate) divisionario al general Reymann basado en su Cuartel General de la 212ª división. Esta tarea necesitaba su tiempo, tiempo que les proporcionaron los islotes de resistencia y la línea improvisada de contención que los españoles mantenían en las afueras de Krasni Bor.
13:00 horas
Las unidades de ruptura soviéticas están atascadas y su mejor unidad, la 63ª división de la Guardia, fuertemente desgastada ante Krasni Bor no es capaz de someter la línea de resistencia española y avanzar hacia Ssablino para tomar la vía férrea de Mga, así que el mando soviético lanza otra fuerza de ruptura bordeando Krasni Bor por el este en dirección a Nikolskoye en la retaguardia de la 4ª división SS. Está compuesta por el 129º regimiento de la 45ª división de la Guardia, las 250ª y 35ª brigadas de esquiadores, la 123ª brigada motorizada y la 222ª brigada acorazada al mando del general de la 45ª división de la Guardia Krasnov. En cuanto empezó a moverse esta fuerza ya la artillería alemana de gran calibre dirigida por los aviones de observación la bombardeo contundentemente y una vez atravesada la destruida primera línea española se topó con la resistencia de los españoles en las aldeas de Stepanovka y Chernisovo y la estación de Popovka que reunidos en abigarradas formaciones a base de los restos de las unidades destruidas luchan tenazmente sin cejar.
Con su inmensa superioridad los soviéticos se abren penosamente camino pero por un pasillo estrecho que no cesaba de ser hostigado por los españoles del comandante Bellod desde el este de Krasni Bor y por un Grupo de Combate del SS Obersturmbannführer Bock, de la 4ª División SS desde Porkusi, que retrasaron tanto su marcha que no fue capaz de operar en la dirección asignada hasta que ya había caído la noche sobre las 16 horas lo que le valdrá la fulminante destitución a Krasnov al acabar el día y su sustitución por el general Liubovtsev 2º jefe del 55º Ejército.
14:00 horas
Las dos compañías (1ª y 2ª) del batallón I/263 y el batallón II/269 que habían llegado de refuerzo reciben la orden de atacar para taponar el boquete de penetración soviético entre el río Ishora y la carretera Moscú-Leningrado en el límite occidental de Krasni Bor. Además de ser una misión suicida para fuerzas sin armamento pesado ni tanques es que ya empezaba a caer la noche (a partir de las 15:30) y hubiese sido más sensato atrincherarse y fortificar las posiciones del Ishora que a partir del día siguiente iban a ser atacadas pero el general Esteban Infantes quería recuperar el terreno perdido. El ataque fracasó con muchas pérdidas españolas e incluso llegó a estar amenazado el puesto de mando avanzado divisionario de Raykolovo.
16 horas:
Llegan tres compañías del 659ª Batallón Estonio al mando del capitán Mikumägi a las que el teniente coronel Robles (que estaba para repatriarse a España pero que ante la emergencia fue nombrado jefe del subsector del Ishora) hace entrar en posición en Podolovo aunque esos soldados eran teóricamente la protección del Grupo de Artillería 928º que el L Cuerpo de Ejército alemán había reasignado como apoyo de fuego a los españoles.
Un poco después llegó también una compañía flamenca de la 2ª Brigada SS.
18:30 horas
La débil línea de defensa española en las afueras meridionales de Krasni Bor pero que impedía el avance de la ya muy desgastada 63ª división de la Guardia liderada por los comandantes Reinlein al Oeste y Bellod al Este ve aparecer las vanguardias del 374º regimiento alemán del coronel von Below que llegan a hacerse cargo del Sector y relevan a las exhaustas fuerzas españolas que se retiran hacia la estación de Ssablino. Pero el comandante Reinlein no quiere partir sin recoger a los hombres de los capitanes Aramburu y Arozarena que mantenían “El Bastión” inconquistado.
20:00 horas
La artillería alemana acorta el tiro sobre la línea de contacto de la 63ª división de Guardias en Krasni Bor y ante el peligro de recibir sus disparos finalmente los comandantes Reinlein y La Cruz abandonan Krasni Bor con el resto de sus fuerzas sobre las 24 horas hacia las posiciones del 390º regimiento alemán.
00:40 horas día 11
Los 200 últimos españoles defensores de “El Bastión” se repliegan hacia Ssablino llegando a las 06:30 horas a las líneas propias después de 16 horas ininterrumpidas de combate.
A partir del día 11 la División Azul combate en el sector del Ishora y el de Krasni Bor pasa a responsabilidad alemana y hasta el 2 de abril el mariscal Zhukov no cejó en sus intentos de conseguir sus objetivos sin lograrlo a pesar de las enormes pérdidas sufridas.
En esta tremenda batalla del día 10 de febrero las bajas españolas pueden cuantificarse en aproximadamente 1.000 muertos, 200 prisioneros y 1.500 heridos y enfermos o sea un 50% de las fuerzas intervinientes. Por parte soviética fueron-como mínimo- el triple de las españolas y en los casos de las primeras oleadas que casi siempre estaban formadas por compañías de castigo caerían casi todos.
Se concedieron tres Laureadas de San Fernando por los combates de ese día:
Capitán Manuel Ruiz de Huidobro de la 3ª/262º- muerto en combate
Capitán Teodoro palacios Cueto de la 5ª/262º - prisionero
Cabo Antonio Ponte Anido de la 3ª/Bón. Zapadores – muerto en combate
A las 6,45 horas del 10 de febrero de hace 75 años (1943) rompen el fuego sobre las líneas españolas de la División Azul 1.000 piezas de artillería y lanzacohetes soviéticos afectos al 55º Ejército del general Vladimir Petrovich Sviridov del Frente (Grupo de Ejércitos) de Leningrado del general Leonid Alexandrovich Govorov.
El objetivo era preparar el ataque de cuatro divisiones (72ª de fusileros del coronel Iastrebov, 63ª de la Guardia del general Simoniak, 43ª de fusileros del coronel Sinkevicht y 45ª de la Guardia del general Krasnov) para romper el frente español en el poblado de Krasni Bor y penetrar en la dirección de Ssablino-Ulianovska para a continuación enlazar con las fuerzas del 54º Ejército del general Sujomlin del Frente del Voljov que atacarían desde Pagoste y cercar así al 18º Ejército alemán. Simultáneamente desde el Frente Noroeste del mariscal Timoschenko se atacaría al 16ª Ejército alemán en el saliente de Demyansk y después los tres Frentes soviéticos (Leningrado, Voljov y Noroeste) cercarían y aniquilarían al Grupo de Ejércitos Norte alemán.
Esta grandiosa operación denominada “Estrella Polar” la dirigía el mariscal Zhukov el más brillante (y uno de los más despiadados) comandantes soviéticos de la guerra.
En lo tocante a las fuerzas españolas el principal (con mucho) esfuerzo atacante del 55º Ejército se dirigiría contra sólo uno de los 3 regimientos de la División Azul que defendía la zona de ruptura de Krasni Bor –el 262º regimiento al mando del coronel Manuel Sagrado Marchena – si bien reforzado por el Batallón de Reserva divisionario al mando del capitán Alfredo Miranda Labrador, el Grupo de Exploración al mando del capitán García Ciudad, el grupo de Antitanques al mando del comandante La Cruz, el Batallón de zapadores al mando del comandante Bellod, el I Grupo de artillería de la división al mando del comandante Guillermo Reinlein y la Compañía de esquiadores al mando del capitán Gómez de Salazar con un total de poco más de 5.000 combatientes que recibirían la ayuda de algunas otras unidades a lo largo de la batalla.
La zona de ruptura prevista por el mando soviético era la comprendida entre el pueblo de Putrulovo donde la carretera Moscú-Leningrado cruzaba el rio Ishora y punto de unión entre el III batallón del 262 regimiento y el batallón de reserva al Oeste y la zona próxima al ferrocarril Moscú-Leningrado donde el I batallón del 262 regimiento enlazaba con la 4ª División SS cerca del rio Tosna al Este.
Estos planes soviéticos eran conocidos por el Estado Mayor del L Cuerpo de Ejército alemán del general Philipp Kleffel bajo cuyo mando estaba la División Azul y los había tras*mitido al mando de esta, general Esteban Infantes, pero las recomendaciones alemanas de que en la noche anterior se desalojaran las trincheras de primera línea que sufrirían el bombardeo artillero soviético y al acabar este se regresara a ellas era imposible de cumplir porque además de no tener instalaciones de segunda línea preparadas para acoger a todas las tropas y ser imposible aguardar con 30 grados bajo cero a campo abierto es que los soviéticos eran expertos en crear campos de fuego artilleros en profundidad, no en vano tanto el jefe del Frente Leningrado como el del 55º Ejército eran especialistas artilleros y sus batería machacaban en una profundidad de al menos 1 kilómetro el frente para evitar que esa maniobra fuese eficaz.
Por tanto en el amanecer del día 10 de febrero el sector español que iba a ser atacado desplegaba una primera línea con todas las compañías de infantería disponibles reforzadas con las baterías antitanque que en su mayoría eran de 37 mm. e ineficaces contra los carros medios T-34 y pesados KV-1, un segundo escalón con las fuerzas de zapadores y la compañía de esquiadores en grupos dispersos y un tercer escalón con los escuadrones del Grupo de Exploración como masa de maniobra. La artillería desplegaba en profundidad con las líneas de piezas en la parte meridional del poblado de Krasni Bor y la divisionaria y la del cuerpo de ejército más alejadas pero preparadas para cooperar con sus fuegos a la defensa. Esta cooperación fue decisiva para evitar que las fuerzas de ruptura soviéticas penetrasen en el dispositivo español pues cuando los restos aislados de las destruidas posiciones españolas de primera línea resistían desesperadamente las piezas pesadas españolas y alemanas se cebaron en las masas atacantes amontonadas en frentes estrechos ocasionándoles tales pérdidas que hicieron imposible el cumplimiento de los objetivos soviéticos. Si las fuerzas hispano-alemanas hubiesen dispuesto de aviación y tanques comparables a los soviéticos estos hubiesen sufrido una derrota total.
10 de febrero sobre las 6:15 horas
Se perfilan frente al sector español que va a ser atacado unos 10 carros de combate pesados KV-1 del 31º regimiento acorazado de ruptura de la Guardia que van a constituir la vanguardia de la principal unidad de ruptura soviética- la 63ª división de la Guardia – y otros 40 carros medios T-34 y ligeros T-26 de la 222ª brigada acorazada como vanguardia de las 72ª y 43ª divisiones de fusileros. Son cañoneados brevemente desde las posiciones artilleras españolas del I batallón del regimiento de artillería.
6:45 horas
Rompen el fuego unas mil piezas de artillería de todos los calibres y lanzacohetes de las cuatro divisiones soviéticas y del 55º Ejército y de las Agrupaciones del Frente Leningrado sobre las líneas españolas con una densidad de fuego comparable a la de la batalla de Verdún.
7:15 horas
30 bombarderos y 20 cazas del 13º Ejército Aéreo soviético del general Rybalichenko atacan las posiciones españolas.
8:00 horas
Comprobado que el centro de gravedad del ataque era el poblado de Krasni Bor el jefe de la División Azul- general Esteban Infantes – ordena a la reserva de dos compañías del I batallón del 263 regimiento situadas en Federovskoye acudan a Krasni Bor y él mismo se traslada con el Jefe de Operaciones y el oficial de información del Estado Mayor al puesto de mando avanzado en Raikolovo sufriendo el fuego soviético a cinco kilómetros de la primera línea española lo que da idea de la densidad y extensión del bombardeo artillero.
8:40 horas
La artillería soviética alarga el tiro para impedir la llegada de refuerzos. En la primera línea española hay compañías que han sufrido un 80% de bajas siendo la media de pérdidas de un 50% y casi todo el armamento pesado. Comienza el asalto en toda la zona de ruptura de forma simultánea.
Asalto a la derecha española
Era la posición ocupada por las compañías 1ª, 2ª y 3ª del I batallón del regimiento 262 y la 3ª compañía antitanque en primera línea y la 1ª compañía de zapadores y la compañía de esquiadores en segundo escalón. Contra ellos se lanzaron 25 carros de combate y los fusileros de los 3 batallones del 708º regimiento y un batallón del 65º regimiento de la 43ª división, contra esta masa poco pudieron hacer los antitanques de 37 mm. a los que eran invulnerables los T-34 y los escasos soldados que habían sobrevivido al bombardeo artillero y casi inmediatamente fue perforada la línea española. El jefe del batallón –comandante Mariano Rubio- manda a la compañía de esquiadores a taponar la brecha y esta es atacada por la aviación soviética y tiene que replegarse hacia la 4ª división SS igual que los supervivientes de la 2ª compañía.
Las compañías 1ª y 3ª sobre el ferrocarril Moscú-Leningrado resisten a los carros y a los fusileros enemigos en combates cuerpo a cuerpo y se van replegando poco a poco igual que los zapadores de la 1ª compañía que lo hacen hacia Krasni Bor. El 3º escuadrón el Grupo de Exploración enviado en ayuda es diezmado y se tiene que replegar al puesto de mando del batallón que también es arrollado y se retira con los supervivientes y los restos de las compañías hacia el sur hasta la estación de Popovka.
El I batallón había sido destruido con 9 oficiales muertos y todos los demás heridos excepto uno prisionero pero su increíble resistencia durante cinco horas ha impedido a los soviéticos irrumpir en el flanco de la 4ª división SS y abrir el camino hacia el enlace con el Frente del Voljov.
Asalto al centro español
Era la posición ocupada por las compañías 5ª, 6ª y 7ª del II batallón del regimiento 262 y las 1ª y 4ª compañías antitanque en primera línea y la 8ª compañía y la 3ª de zapadores en segunda línea. Contra ella se lanzaron 10 carros pesados KV-1 y los regimientos 342, 270 y 269 de la 63ª división de la Guardia para adueñarse rápidamente de Krasni Bor que era el punto crucial de la ruptura. El terrible castigo que habían sufrido los españoles en el bombardeo previo y el empuje de la mejor unidad soviética atacante al mando del general más capaz hizo que las líneas españolas cedieran y el general Simoniak una hora después del inicio del asalto informó que la toma de Krasni Bor estaba ultimada, pero se precipitó grandemente porque tanto la 5ª compañía del capitán Palacios Cueto como los restos del batallón al mando de su jefe –comandante Payeras- reforzado por el 2ª escuadrón del Grupo de Exploración siguieron resistiendo durante siete horas.
Asalto a la izquierda española
Era la posición ocupada por las compañías 2ª y 3ª del batallón de Reserva (conocido como La tía Bernarda) en primera línea y las 1ª y 4ª compañías del mismo batallón y dos piezas de 150 mm. de la 13ª compañía del 262º regimiento en segunda línea. Contra ellas se lanzaron 15 carros de combate y dos de los tres regimientos de la 72ª división de fusileros mientras que el tercer regimiento fijaba al III batallón del 262º regimiento. Los soviéticos lograron penetrar la línea pero el jefe del batallón de Reserva – capitán Miranda – encabezó un contraataque con los restos de las compañías muriendo en el intento mientras que el 1er. Escuadrón del Grupo de Exploración intentaba taponar la brecha sufriendo enormes bajas. Pero la 3ª compañía del capitán Oroquieta se mantenía sobre la carretera Moscú-Leningrado taponando la vía de penetración de los planes soviéticos. Las vanguardias soviéticas de desviaron hacia las márgenes del rio Ishora donde el teniente coronel Araújo –jefe del subsector- empleó todos los restos de unidades que pudo reunir para impedir el cruce del río en la “fábrica de papel” y los caseríos de Samsonovka y Podolovo.
11:00 horas
La primera línea española está aniquilada, los batallones I/262, II/262 y Reserva han sido desarticulados pero los puntos de resistencia españoles siguen luchando heroicamente y los jefes supervivientes rehacen una y otra vez los maltrechos restos de compañías, escuadrones y baterías y resistiendo e incluso contraatacando con lo que las puntas de lanza de las unidades de ruptura soviéticas se embotan cada vez más sin alcanzar los objetivos fijados.
El batallón III/262 es el único que ha conservado sus posiciones y pivotando sobre ellas se retiran a la orilla izquierda del río Ishora todas las unidades aplastadas españolas del batallón de Reserva para mantener un frente que impida a la 72ª división de fusileros rodear a los otros dos regimientos de la División Azul. La lucha por las aldeas de Samsonovka, Staraia Mysa, Podolovo y Raykolovo, todas en las orillas del río, va a comprometer a compañías y baterías que al mando de sus oficiales improvisan posiciones defensivas a la espera de refuerzos (3ª y 4ª compañías del regimiento 263º, resto del I batallón de este regimiento y II batallón del regimiento 269º) y las mantienen con espíritu numantino. Además sobre la carretera Moscú-Leningrado las compañías 8ª del 262º regimiento y 3ª del Grupo de zapadores muy bien fortificadas en el denominado “Bastión” impiden a las vanguardias soviéticas progresar por esa vía vital recogiendo a todos los fugitivos que van llegando de la destrozada primera línea española.
11:30 horas
El general jefe del L Cuerpo de Ejército alemán se reúne con el general Esteban Infantes para procurar remedio a la situación. Ya se había aprovechado la situación de la línea férrea de Ulianovska a Mga en paralelo a retaguardia de la línea de la División Azul para que los poderosos cañones alemanes montados en tren cañoneasen a las masas de asalto soviéticas causándoles grandes pérdidas y ahora se sabía por la información de inteligencia del 18º Ejército que los soviéticos disponían de otras tres divisiones de fusileros, una brigada acorazada y una brigada de esquiadores para lanzarlas en explotación una vez se hubiese acabado con la resistencia española y conquistado totalmente Krasni Bor. A diez kilómetros al sur de Krasni Bor estaba el 390º regimiento alemán en la estación de Ssablino, con un contingente de zapadores y una batería de cañones de asalto todo ello al mando del coronel Heckel y se le dio orden de avanzar hasta Krasni Bor así como a los pocos carros Tiger y Panzer III y cazacarros Marder que eran todos los medios acorazados del 18º Ejército pero estos no podrían llegar antes de 24 horas. Asimismo se encaminaron los regimientos 316º y 374º para taponar las brechas causadas en el dispositivo español y de la 4ª división SS y se ordenó constituir con todas esas fuerzas un Kampfgruppe (Grupo de combate) divisionario al general Reymann basado en su Cuartel General de la 212ª división. Esta tarea necesitaba su tiempo, tiempo que les proporcionaron los islotes de resistencia y la línea improvisada de contención que los españoles mantenían en las afueras de Krasni Bor.
13:00 horas
Las unidades de ruptura soviéticas están atascadas y su mejor unidad, la 63ª división de la Guardia, fuertemente desgastada ante Krasni Bor no es capaz de someter la línea de resistencia española y avanzar hacia Ssablino para tomar la vía férrea de Mga, así que el mando soviético lanza otra fuerza de ruptura bordeando Krasni Bor por el este en dirección a Nikolskoye en la retaguardia de la 4ª división SS. Está compuesta por el 129º regimiento de la 45ª división de la Guardia, las 250ª y 35ª brigadas de esquiadores, la 123ª brigada motorizada y la 222ª brigada acorazada al mando del general de la 45ª división de la Guardia Krasnov. En cuanto empezó a moverse esta fuerza ya la artillería alemana de gran calibre dirigida por los aviones de observación la bombardeo contundentemente y una vez atravesada la destruida primera línea española se topó con la resistencia de los españoles en las aldeas de Stepanovka y Chernisovo y la estación de Popovka que reunidos en abigarradas formaciones a base de los restos de las unidades destruidas luchan tenazmente sin cejar.
Con su inmensa superioridad los soviéticos se abren penosamente camino pero por un pasillo estrecho que no cesaba de ser hostigado por los españoles del comandante Bellod desde el este de Krasni Bor y por un Grupo de Combate del SS Obersturmbannführer Bock, de la 4ª División SS desde Porkusi, que retrasaron tanto su marcha que no fue capaz de operar en la dirección asignada hasta que ya había caído la noche sobre las 16 horas lo que le valdrá la fulminante destitución a Krasnov al acabar el día y su sustitución por el general Liubovtsev 2º jefe del 55º Ejército.
14:00 horas
Las dos compañías (1ª y 2ª) del batallón I/263 y el batallón II/269 que habían llegado de refuerzo reciben la orden de atacar para taponar el boquete de penetración soviético entre el río Ishora y la carretera Moscú-Leningrado en el límite occidental de Krasni Bor. Además de ser una misión suicida para fuerzas sin armamento pesado ni tanques es que ya empezaba a caer la noche (a partir de las 15:30) y hubiese sido más sensato atrincherarse y fortificar las posiciones del Ishora que a partir del día siguiente iban a ser atacadas pero el general Esteban Infantes quería recuperar el terreno perdido. El ataque fracasó con muchas pérdidas españolas e incluso llegó a estar amenazado el puesto de mando avanzado divisionario de Raykolovo.
16 horas:
Llegan tres compañías del 659ª Batallón Estonio al mando del capitán Mikumägi a las que el teniente coronel Robles (que estaba para repatriarse a España pero que ante la emergencia fue nombrado jefe del subsector del Ishora) hace entrar en posición en Podolovo aunque esos soldados eran teóricamente la protección del Grupo de Artillería 928º que el L Cuerpo de Ejército alemán había reasignado como apoyo de fuego a los españoles.
Un poco después llegó también una compañía flamenca de la 2ª Brigada SS.
18:30 horas
La débil línea de defensa española en las afueras meridionales de Krasni Bor pero que impedía el avance de la ya muy desgastada 63ª división de la Guardia liderada por los comandantes Reinlein al Oeste y Bellod al Este ve aparecer las vanguardias del 374º regimiento alemán del coronel von Below que llegan a hacerse cargo del Sector y relevan a las exhaustas fuerzas españolas que se retiran hacia la estación de Ssablino. Pero el comandante Reinlein no quiere partir sin recoger a los hombres de los capitanes Aramburu y Arozarena que mantenían “El Bastión” inconquistado.
20:00 horas
La artillería alemana acorta el tiro sobre la línea de contacto de la 63ª división de Guardias en Krasni Bor y ante el peligro de recibir sus disparos finalmente los comandantes Reinlein y La Cruz abandonan Krasni Bor con el resto de sus fuerzas sobre las 24 horas hacia las posiciones del 390º regimiento alemán.
00:40 horas día 11
Los 200 últimos españoles defensores de “El Bastión” se repliegan hacia Ssablino llegando a las 06:30 horas a las líneas propias después de 16 horas ininterrumpidas de combate.
A partir del día 11 la División Azul combate en el sector del Ishora y el de Krasni Bor pasa a responsabilidad alemana y hasta el 2 de abril el mariscal Zhukov no cejó en sus intentos de conseguir sus objetivos sin lograrlo a pesar de las enormes pérdidas sufridas.
En esta tremenda batalla del día 10 de febrero las bajas españolas pueden cuantificarse en aproximadamente 1.000 muertos, 200 prisioneros y 1.500 heridos y enfermos o sea un 50% de las fuerzas intervinientes. Por parte soviética fueron-como mínimo- el triple de las españolas y en los casos de las primeras oleadas que casi siempre estaban formadas por compañías de castigo caerían casi todos.
Se concedieron tres Laureadas de San Fernando por los combates de ese día:
Capitán Manuel Ruiz de Huidobro de la 3ª/262º- muerto en combate
Capitán Teodoro palacios Cueto de la 5ª/262º - prisionero
Cabo Antonio Ponte Anido de la 3ª/Bón. Zapadores – muerto en combate
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