Si se profundiza lo suficiente en la historia es posible notar una combinación de acontecimientos extraños que moldearon el mundo moderno, y quizá una de las evidencias más misteriosas la revele una mirada de cerca a la vida de Hitler y su historia de ascenso al poder. No fueron pocos los encuentros de Hitler con la fin, pero este hombre, de forma milagrosa, logró salir vivo de todos estos episodios. Como si fuerzas sobrenaturales protegieran al líder del Tercer Reich.
1 – De niño, Hitler fue salvado de un ahogamiento.
En un día de enero de 1894, un niño jugaba con sus amigos cuando corrió sobre la delgada capa de hielo que se había formado sobre el río Eno. El hielo cedió ante el peso y el pequeño cayó a las heladas aguas, inmediatamente después inició una lucha para no ser arrastrado por la fuerte corriente del río.
Un niño más grande llamado Johann Kuehberger, que vivía en los alrededores, escuchó el pedido de auxilio del pequeño. Johann corrió al rio, se zambulló y recató al indefenso infante de morir por ahogamiento o hipotermia. Era Adolfo Hitler, un niño de apenas cuatros años de edad.
Hitler nunca mencionó este episodio de su infancia. La historia se descubrió a últimas fechas en recortes muy viejos de un periódico alemán, que publicó el hecho en la época. Kuehberger, el salvador de Hitler, con el tiempo se convertiría en un sacerdote.
2 – Hitler escapó con vida de un linchamiento.
Algunos años antes de llegar al poder en Alemania, no era más que un provocador de derecha que organizaba discursos incendiarios en Múnich. Después de una ponencia particularmente provocadora, Hitler fue perseguido por una multitud enardecida de unos 200 hombres.
Hitler estaba en el suelo, siendo vapuleado, cuando algunos de los agresores se presentaron con bayonetas, estaban dispuestos a apuñalarlo hasta la fin. Pero en aquel preciso momento, ocho hombres con armas propias, intervinieron e impidieron que la enfurecida multitud linchara a Hitler.
Uno de sus salvadores era un irlandés de nombre Michael Keogh. Por una extraña coincidencia del destino, Hitler había luchado con Keogh en la Primera Guerra Mundial. Más tarde, Keogh fue ejecutado por agitadores nazis durante una purga conocida como “La noche de los cuchillos largos“.
3 – Hitler sobrevivió a un ataque con gas mostaza.
En una batalla en 1918, en Bélgica, un joven de nombre Adolfo Hitler fue alcanzado por una granada de gas mostaza británica, lo que fácilmente pudo haberle costado la vida, dado que decenas de miles de soldados murieron a manos del gas mostaza en la Primera Guerra Mundial. Después de que Hitler fue alcanzado por la granada de gas,quedó temporalmente ciego y fue llevado a un hospital militar alemán, localizado en las proximidades.
Desafortunadamente, para el resto del mundo, Hitler resultó sin heridas de gravedad de aquel episodio y su visión volvió progresivamente. Hitler siguió luchando en la Primera Guerra Mundial poco después de su alta médica. Registros médicos recientes descubiertos señalan que no quedó ciego por el gas. En lugar de esto, la ceguera temporal del soldado Hitler resultó por trastornos emocionales o, según lo descrito en los informes médicos, por ambliopia histérica. Hitler quedó tan marcado por ese episodio que prohibió el uso de gas mostaza en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial.
4 – Hitler fue perdonado por un francotirador inglés.
Ser alcanzado por gas mostaza no fue el único encuentro que Hitler tuvo con la fin durante la Primera Guerra Mundial.
Casi al final de la guerra, soldados británicos capturaron y repararon un puente que los alemanes habían destruido parcialmente para impedir el tráfico de vehículos a una ciudad francesa ocupada. Tras una batalla de la que salía victorioso, Henry Tandey, un joven soldado británico, se detuvo a descansar. Fue entonces que divisó a un solitario soldado alemán, saliendo de debajo del puente por detrás de algunos arbustos, intentando escapar.
Tandey apuntó, pero en el instante en que iba a presionar el gatillo, bajó el arma porqué creyó que el soldado estaba herido. Ese soldado alemán tenía 29 años y era Adolfo Hitler. En 1940, cuando le preguntaron sobre su misericordioso acto, Tandey respondió: “no acostumbro a disparar a un hombre herido”.
Años más tarde, quizá Tandey hubiera preferido ser un poco menos misericordioso, cuando tuvo que enfrentar nuevamente a Hitler en la Segunda Guerra Mundial.
5 – Hitler estuvo a punto de suicidarse pero se lo impidieron.
Pese al nacionalismo extremo de los nazis, un alemán instruido en Harvard y su esposa norteamericana, formaban parte del círculo interno de Hitler. Ernst “Putzi” Hanfstaengly su esposa Hellen, conocieron a Hitler cuando se mudaron de Nueva York a Múnich en 1921. Hellen sería una de las salvadoras de Hitler.
La pareja escuchó por primera vez de Hitler cuando daba un discurso en una cervecería de Múnich, y desde entonces se aferraron a las ideas del dictador. Hitler se convirtió en un amigo íntimo de Putzi y Hellen. Años más tarde, los tres participaban en el Putsch de Múnich, un golpe en que los nazis intentaron, sin éxito, tomar el poder en Alemania.
Tras el golpe fallido el grupo huyó a la casa del matrimonio, a las afueras de Múnich. Allí, Hitler se mostró mentalmente perturbado después de darse cuenta que tenía que enfrentar acusaciones de alta traición. Hitler dijo: “Ahora todo está perdido. No tiene caso continuar”. Entonces, tomó una pistola de un armario y, antes de que lograra quitarse la vida, Hellen lo tomó del brazo y le quitó el arma.
Esa misma casa después fue cercada por la policía y Hitler fue a prisión.
6 – Hitler escapó de la pena capital.
Después de ser atrapado, Hitler recibió acusaciones por traición cuyo castigo, en aquel momento en la República de Weimar, era la fin. Pero, por increíble que parezca, Hitler nunca recibió la pena de fin en su condena por traición en 1923.
Poco antes del juicio de Hitler, el gobierno de Weimar había declarado estado de emergencia, un acto que cambió drásticamente al sistema judicial alemán. En consecuencia, Hitler no recibiría un juicio por el jurado. En lugar de eso, un juez decidiría el destino del dictador. El juez destinado para el caso de Hitler, George Neithardt, era un seguidor de las ideas fascistas, incluso habiendo participado en grupos de derecha.
Neithardt ni siquiera se molestó en dar al caso la apariencia de un juicio legítimo, dejando que Hitler ofreciera un discurso para el público en el tribunal, lo que convirtió al juicio de Hitler en un medio para que el hombre esparciera sus ideales políticos.
Técnicamente, Hitler fue condenado por traición, pero en lugar de recibir la pena de fin, se le sentenció a cinco años en prisión, de los que solamente cumplió nueve meses.
7 – Hitler resultó ileso de un atentado con bomba.
Quizá ya escuchaste hablar del famoso intento de magnicidio, perpetrado por oficiales nazis de alto rango en 1944 para asesinar a Hitler, como se retrata en la películaOperación Valkiria. Pero existió un intento mucho menos conocido que estuvo más cerca de apiolar a Hitler poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Contrario al enredo de la Operación Valkiria, este intento de asesinato fue orquestado y ejecutado por un conspirador solitario, que no ostentaba ninguna posición de poder en el partido nancy. Se trataba de un simple carpintero alemán llamado Johann Georg Elser.
Era un ferviente izquierdista en Alemania, lo que lo situaba en el extremo opuesto de las preferencias políticas de Hitler y del Partido nancy. Elser votó a favor del Partido Comunista alemán que, en la época, era la principal fuerza de oposición de los nazis en Alemania. Los comunistas y sus socios fueron los primeros que Hitler ejecutó una vez que llegó al poder.
Después que los nazis llegaran al gobierno alemán, Elser desarrolló tanta aversión por Hitler y su política que abandonó su profesión de carpintero y consiguió empleo en una fábrica de bombas. Su objetivo específico era utilizar su nuevo trabajo para asesinar personalmente a Hitler.
En su nuevo trabajo en la fábrica de armamento Waldenmaier en Heidenheim, Alemania, Elser adquirió el conocimiento necesario para fabricar una bomba. Tras construir el artefacto pasó un mes cavando un compartimento en un pilar bajo la plataforma donde Hitler daría su discurso anual, el sitio donde se produjo la Putsch de Múnich. Elser plantó la bomba antes de que Hitler y su comité llegaran al lugar y la cronometró para que explotara cuando Hitler estuviera dando el discurso.
Sin embargo, este discurso de Hitler fue mucho más corto de lo habitual. Debido al mal tiempo, Hitler abandonó el podio minutos antes de que la bomba explotara. En la explosión, 8 personas murieron y 63 resultaron heridas, pero Hitler, por supuesto, escapó ileso. El padre de Eva Braun, amante y esposa de Hitler, fue herido en este ataque.
Tras el atentado, Elser intentó huir a Suiza, pero fue atrapado en la frontera. Fue a prisión y recibió la pena de fin por su crimen.
Holocaust Encyclopedia | United States Holocaust Memorial Museum
1 – De niño, Hitler fue salvado de un ahogamiento.
En un día de enero de 1894, un niño jugaba con sus amigos cuando corrió sobre la delgada capa de hielo que se había formado sobre el río Eno. El hielo cedió ante el peso y el pequeño cayó a las heladas aguas, inmediatamente después inició una lucha para no ser arrastrado por la fuerte corriente del río.
Un niño más grande llamado Johann Kuehberger, que vivía en los alrededores, escuchó el pedido de auxilio del pequeño. Johann corrió al rio, se zambulló y recató al indefenso infante de morir por ahogamiento o hipotermia. Era Adolfo Hitler, un niño de apenas cuatros años de edad.
Hitler nunca mencionó este episodio de su infancia. La historia se descubrió a últimas fechas en recortes muy viejos de un periódico alemán, que publicó el hecho en la época. Kuehberger, el salvador de Hitler, con el tiempo se convertiría en un sacerdote.
2 – Hitler escapó con vida de un linchamiento.
Algunos años antes de llegar al poder en Alemania, no era más que un provocador de derecha que organizaba discursos incendiarios en Múnich. Después de una ponencia particularmente provocadora, Hitler fue perseguido por una multitud enardecida de unos 200 hombres.
Hitler estaba en el suelo, siendo vapuleado, cuando algunos de los agresores se presentaron con bayonetas, estaban dispuestos a apuñalarlo hasta la fin. Pero en aquel preciso momento, ocho hombres con armas propias, intervinieron e impidieron que la enfurecida multitud linchara a Hitler.
Uno de sus salvadores era un irlandés de nombre Michael Keogh. Por una extraña coincidencia del destino, Hitler había luchado con Keogh en la Primera Guerra Mundial. Más tarde, Keogh fue ejecutado por agitadores nazis durante una purga conocida como “La noche de los cuchillos largos“.
3 – Hitler sobrevivió a un ataque con gas mostaza.
En una batalla en 1918, en Bélgica, un joven de nombre Adolfo Hitler fue alcanzado por una granada de gas mostaza británica, lo que fácilmente pudo haberle costado la vida, dado que decenas de miles de soldados murieron a manos del gas mostaza en la Primera Guerra Mundial. Después de que Hitler fue alcanzado por la granada de gas,quedó temporalmente ciego y fue llevado a un hospital militar alemán, localizado en las proximidades.
Desafortunadamente, para el resto del mundo, Hitler resultó sin heridas de gravedad de aquel episodio y su visión volvió progresivamente. Hitler siguió luchando en la Primera Guerra Mundial poco después de su alta médica. Registros médicos recientes descubiertos señalan que no quedó ciego por el gas. En lugar de esto, la ceguera temporal del soldado Hitler resultó por trastornos emocionales o, según lo descrito en los informes médicos, por ambliopia histérica. Hitler quedó tan marcado por ese episodio que prohibió el uso de gas mostaza en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial.
4 – Hitler fue perdonado por un francotirador inglés.
Ser alcanzado por gas mostaza no fue el único encuentro que Hitler tuvo con la fin durante la Primera Guerra Mundial.
Casi al final de la guerra, soldados británicos capturaron y repararon un puente que los alemanes habían destruido parcialmente para impedir el tráfico de vehículos a una ciudad francesa ocupada. Tras una batalla de la que salía victorioso, Henry Tandey, un joven soldado británico, se detuvo a descansar. Fue entonces que divisó a un solitario soldado alemán, saliendo de debajo del puente por detrás de algunos arbustos, intentando escapar.
Tandey apuntó, pero en el instante en que iba a presionar el gatillo, bajó el arma porqué creyó que el soldado estaba herido. Ese soldado alemán tenía 29 años y era Adolfo Hitler. En 1940, cuando le preguntaron sobre su misericordioso acto, Tandey respondió: “no acostumbro a disparar a un hombre herido”.
Años más tarde, quizá Tandey hubiera preferido ser un poco menos misericordioso, cuando tuvo que enfrentar nuevamente a Hitler en la Segunda Guerra Mundial.
5 – Hitler estuvo a punto de suicidarse pero se lo impidieron.
Pese al nacionalismo extremo de los nazis, un alemán instruido en Harvard y su esposa norteamericana, formaban parte del círculo interno de Hitler. Ernst “Putzi” Hanfstaengly su esposa Hellen, conocieron a Hitler cuando se mudaron de Nueva York a Múnich en 1921. Hellen sería una de las salvadoras de Hitler.
La pareja escuchó por primera vez de Hitler cuando daba un discurso en una cervecería de Múnich, y desde entonces se aferraron a las ideas del dictador. Hitler se convirtió en un amigo íntimo de Putzi y Hellen. Años más tarde, los tres participaban en el Putsch de Múnich, un golpe en que los nazis intentaron, sin éxito, tomar el poder en Alemania.
Tras el golpe fallido el grupo huyó a la casa del matrimonio, a las afueras de Múnich. Allí, Hitler se mostró mentalmente perturbado después de darse cuenta que tenía que enfrentar acusaciones de alta traición. Hitler dijo: “Ahora todo está perdido. No tiene caso continuar”. Entonces, tomó una pistola de un armario y, antes de que lograra quitarse la vida, Hellen lo tomó del brazo y le quitó el arma.
Esa misma casa después fue cercada por la policía y Hitler fue a prisión.
6 – Hitler escapó de la pena capital.
Después de ser atrapado, Hitler recibió acusaciones por traición cuyo castigo, en aquel momento en la República de Weimar, era la fin. Pero, por increíble que parezca, Hitler nunca recibió la pena de fin en su condena por traición en 1923.
Poco antes del juicio de Hitler, el gobierno de Weimar había declarado estado de emergencia, un acto que cambió drásticamente al sistema judicial alemán. En consecuencia, Hitler no recibiría un juicio por el jurado. En lugar de eso, un juez decidiría el destino del dictador. El juez destinado para el caso de Hitler, George Neithardt, era un seguidor de las ideas fascistas, incluso habiendo participado en grupos de derecha.
Neithardt ni siquiera se molestó en dar al caso la apariencia de un juicio legítimo, dejando que Hitler ofreciera un discurso para el público en el tribunal, lo que convirtió al juicio de Hitler en un medio para que el hombre esparciera sus ideales políticos.
Técnicamente, Hitler fue condenado por traición, pero en lugar de recibir la pena de fin, se le sentenció a cinco años en prisión, de los que solamente cumplió nueve meses.
7 – Hitler resultó ileso de un atentado con bomba.
Quizá ya escuchaste hablar del famoso intento de magnicidio, perpetrado por oficiales nazis de alto rango en 1944 para asesinar a Hitler, como se retrata en la películaOperación Valkiria. Pero existió un intento mucho menos conocido que estuvo más cerca de apiolar a Hitler poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Contrario al enredo de la Operación Valkiria, este intento de asesinato fue orquestado y ejecutado por un conspirador solitario, que no ostentaba ninguna posición de poder en el partido nancy. Se trataba de un simple carpintero alemán llamado Johann Georg Elser.
Era un ferviente izquierdista en Alemania, lo que lo situaba en el extremo opuesto de las preferencias políticas de Hitler y del Partido nancy. Elser votó a favor del Partido Comunista alemán que, en la época, era la principal fuerza de oposición de los nazis en Alemania. Los comunistas y sus socios fueron los primeros que Hitler ejecutó una vez que llegó al poder.
Después que los nazis llegaran al gobierno alemán, Elser desarrolló tanta aversión por Hitler y su política que abandonó su profesión de carpintero y consiguió empleo en una fábrica de bombas. Su objetivo específico era utilizar su nuevo trabajo para asesinar personalmente a Hitler.
En su nuevo trabajo en la fábrica de armamento Waldenmaier en Heidenheim, Alemania, Elser adquirió el conocimiento necesario para fabricar una bomba. Tras construir el artefacto pasó un mes cavando un compartimento en un pilar bajo la plataforma donde Hitler daría su discurso anual, el sitio donde se produjo la Putsch de Múnich. Elser plantó la bomba antes de que Hitler y su comité llegaran al lugar y la cronometró para que explotara cuando Hitler estuviera dando el discurso.
Sin embargo, este discurso de Hitler fue mucho más corto de lo habitual. Debido al mal tiempo, Hitler abandonó el podio minutos antes de que la bomba explotara. En la explosión, 8 personas murieron y 63 resultaron heridas, pero Hitler, por supuesto, escapó ileso. El padre de Eva Braun, amante y esposa de Hitler, fue herido en este ataque.
Tras el atentado, Elser intentó huir a Suiza, pero fue atrapado en la frontera. Fue a prisión y recibió la pena de fin por su crimen.
Holocaust Encyclopedia | United States Holocaust Memorial Museum