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613 días dando positivo en cobi19: así fue la infección por el bichito más prolongada y estos son sus riesgos
Un paciente holandés inmunocomprometido estuvo 20 meses con infección activa por el bichito, el periodo más largo documentado hasta la fecha. El bichito experimentó en ese tiempo más de 50 mutacionesCristina G. Lucio
Madrid
Actualizado Viernes, 19 abril 2024 - 00:05
En la mayoría de las personas, la infección por el bichito no dura más de una o dos semanas. Si las defensas del organismo funcionan adecuadamente, el bichito deja de ser detectable en el organismo tras*curridos unos días.
Sin embargo, hay casos en los que la infección activa se prolonga. En el próximo Congreso de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ESCMID), que se celebrará en Barcelona entre el 27 y el 30 de abril, se presentará un caso excepcional de infección crónica: 613 días, el periodo más largo documentado hasta la fecha.
Investigadores del Centro de Medicina Molecular y Experimental del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos) han descrito el caso de un paciente holandés inmunocomprometido de 72 años que vivió más de 20 meses con una infección activa, lo que produjo una nueva variante del bichito, con más de 50 mutaciones nuevas.
"Estas infecciones crónicas típicamente ocurren solo en pacientes inmunocomprometidos. En estos individuos, el sistema inmunitario no es capaz de eliminar la infección, lo que proporciona al bichito una oportunidad para evolucionar en el interior del organismo del paciente", señala la principal autora de la investigación, Magda Vergouwe, a través del correo electrónico.
"En estos casos raros como el que describimos, recomendamos que se lleve a cabo una vigilancia genómica longitudinal para detectar cualquier potencial desarrollo de mutaciones", continúa la investigadora, quien señala que este puede ser el origen de nuevas variantes del bichito que se vuelvan predominantes.
Ya hay ejemplos de esta casuística, subraya. "Se considera que la variante inicial de ómicron se inició en un paciente inmunocomprometido".
El desarrollo de nuevas variantes en el organismo de pacientes con sistemas inmunitarios debilitados puede suponer una potencial amenaza para la salud pública, añade Vergouwe. De cualquier manera, que ese riesgo exista no significa que todas las nuevas variantes que se desarrollen en un paciente con infección crónica vayan a ser preocupantes ni vayan a suponer una amenaza, matiza.
El equipo de Vergouwe realizó un seguimiento al paciente desde que este ingresó en el hospital en febrero de 2022 debido a una infección por el bichito.
El paciente se había sometido previamente a un trasplante de células hematopoyéticas -lo que habitualmente se conoce como trasplante de médula- debido a una enfermedad hematológica, un síndrome mielodisplásico-mieloproliferativo, por lo que recibía tratamiento inmunosupresor. Además también había sufrido un linfoma post tratamiento, lo que complicaba aún más su situación. Así, la terapia recibida había reducido drásticamente el número de sus células B, las encargadas de producir anticuerpos contra bichito como el SARS-CoV-2, detallan los investigadores.
Tras su ingreso, los análisis genómicos mostraron que el patógeno causante de la infección por el bichito era una variante de ómicron, concretamente la cepa BA.1.17.
En un primer momento, el hombre recibió tratamiento con los anticuerpos monoclonales sotrovimab, sarilumab y el fármaco dexametasona, pero no respondió a ninguna de las terapias.
De hecho, los análisis mostraron que enseguida desarrolló resistencia a sotrovimab. No se detectó apenas actividad de sus células T ni desarrolló anticuerpos contra el bichito en el primer mes de la infección, lo que demostró que el sistema inmunitario no tenía capacidad para luchar frente al bichito.
Entre febrero de 2022 y septiembre de 2023 los investigadores tomaron 27 muestras nasofaríngeas del paciente, con las que constataron la presencia del bichito y las mutaciones que iba acumulando. En total, el bichito desarrolló 50 mutaciones que lo diferenciaban de las cepas circulantes en el momento, también variantes de BA.1. Algunos de los cambios se situaban en el receptor ACE-2, la 'puerta' que utiliza el bichito para entrar a la célula y otras de las mutaciones estaban relacionadas con el escape inmunitario.
El paciente falleció en 2023 por una recaída de la enfermedad hematológica que padecía previamente a la infección por el bichito. Afortunadamente, señalan los investigadores en un comunicado, no se detectó ninguna tras*misión de la variante descrita a ninguna otra persona.
"La duración de la infección por SARS-CoV-2 descrita en este caso es extrema, pero las infecciones prolongadas en pacientes inmunocomprometidos son mucho más comunes que las que se producen en la población general", señalan los investigadores en el citado texto, en el que también adelantan que ya trabajan en una investigación en la que analizarán más casos de infecciones crónicas.
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Por Dios. ¿Y no se les ocurrió hacerle un "Excalibur"? Eran muchos "YaVerásEnQuinceDías" juntos.
Inmunodeprimido. 20 meses con el Cobi, desarrolla cincuenta mutaciones y muere de la otra enfermedad.