No entiendo como en los países cristianos y fiel a la religión del amores se prohibiera entre los suyos el ejercicio de la usura al mismo tiempo que se les permitía a los judíos ejercerlo en su propio seno. Acaso pueda entender que de ese "trabajo sucio", los reyes y la propia Iglesia contaban con una disponibilidad de fondos en plazos imposibles sin la acumulación de capital exclusivo de la práctica usurera. Es hoy, como ayer, la adquisición de deuda el motor que mueve al mundo aceleradamente, tanto como sea capaz de "democratizarse" y llegar así hasta las capas sociales menos favorecidas.
Pero lo que parece que va quedando claro es que la frase célebre que dice "es la economía, menso", no responde a toda la verdad ya que tan solo la refleja en el terreno material de andar por casa en zapatillas y obvia (quizás intencionadamente) que la humanidad tiene "hambre" de otras cosas aunque hoy sean píldoras de colores las que sacian su apetito.
Otros dicen "es la religión", petulantes... y me parece que dicen más verdad, si no toda la verdad. Al mismo tiempo que las sociedades civiles occidentales se alejan del sentido tras*cendente de la vida y lo sustituyen por "promesas" de paraísos en esta tierra, las élites pastoriles se entregan con frenesí al perfeccionamiento espiritual (sea lo que sea que para ellos suponga este concepto) y a la comunicación con el ser (incluso su ser) divino. Viene al pelo la frase de "haz lo que haga y no lo que diga", pues hacen muy distinto, para bien o para mal, de lo que dicen: dicen amar a sus pueblos y lo roban, patrocinan el pensamiento materialista para el rebaño y se tratan entre ellos con todo protocolo de viejas supersticiones o dicen ser ateos y adoran en secreto...
"Algo" no funciona y probablemente la "Gran Mentira" que los nuevos druidas endosan a las grandes religiones, quede pálida y desfallecida frente a la gran mentira que es conducir al mundo a su perdición.
Interesante como siempre Zutano.