Recogido en la sentencia
Un juez canadiense se pronuncia a favor de la peineta como "un derecho consagrado por Dios"
La denuncia interpuesta a un vecino por acoso criminal y amenazas de fin obligó al juez a pronunciarse sobre la falta de "responsabilidad penal" en una peineta: "Ofender a alguien no es un delito".
Un juez canadiense se pronuncia a favor de la peineta como "un derecho consagrado por Dios" | Getty Images
laSexta.com
21 mar 2023 | 17:40
Corría el año 2015 cuando WhatsApp introdujo el emoticono de la peineta. Nueve años más tarde, este gesto ha sido fruto de análisis en una sentencia canadiense. Se trata de dos vecinos, Neall Epstein y Michael Naccache. El segundo de ellos acusó a su vecino de "acoso criminal (s. 264 (1) C.C.) y de proferir amenazas de fin (s. 264.1 (1) C.C.)". En la historia tenía un peso importante la existencia de una peineta, que el denunciante señaló en un principio que se trataba de una amenaza de fin.
Según recoge la sentencia emitida el pasado 27 de febrero, el acusado, a quien su vecino le grababa habitualmente, negó que hiciera un gesto de corte de garganta. El Tribunal de Justicia señala que el vídeo muestra un movimiento lateral, una imagen que cuadra con el testimonio del acusado al explicar que su voluntad era la de expresar "sal aquí", "déjame en paz" o para decir sin rodeos "vete a la cosa".
Las imágenes proporcionadas muestran el dedo medio aún extendido durante el movimiento lateral. Al definir que se trató de una peineta y no de una amenaza de fin, el juez se vio obligado a pronunciarse por este concurrido gesto. En el vídeo también se probó que el padre del denunciante había conducido con el coche muy cerca de los niños del vecino, hecho que motivó la maleducada respuesta de la peineta.
"Para ser muy claros, no es un crimen darle a alguien el dedo. Voltear el pájaro proverbial es un derecho consagrado por Dios y consagrado que pertenece a todos los canadienses de sangre roja. Puede que no sea civilizado, puede que no sea educado, puede que no sea caballeroso", resolvió.
LA JUNGLA / SOCIAL
Historia de la peineta: la pulla entre griegos que se convirtió en insulto universal
En la Jungla. Si alguien te muestra el dedo índice con el puño cerrado sabes que no te desea nada bueno. Su origen se remonta a la Antigua Grecia.
9 junio, 2019 00:48GUARDAR
Javier Elio
Peineta, corte de mangas, butifarra, higa, enseñar el dedo o “hacer el fuck you”. Cerrar el puño manteniendo el dedo corazón levantado es un gesto universal de negación o de desprecio al prójimo. Es fácil de realizar, puede imponerse a los decibelios de cualquier discoteca y puede ser visto a grandes distancias. Tan universal es que tiene su propio emoji.
Es, además, uno de los gestos más ancestrales que se conocen. Como suele ocurrir con expresiones y gestos que han perdurado durante siglos, su significado ha ido cambiando y adaptándose a los tiempos, pero nunca ha tenido un significado amable para el receptor.
El origen de la peineta: un dedo para Sócrates
Los primeros indicios de este gesto se remonta a 2.500 años atras, en la Antigua Grecia. Aristófanes escribió Las nubes, una obra teatral satírica que cargaba contra varios filósofos, entre ellos Sócrates, quien consideraba que llenaba a los jóvenes de tonterías. Así, les dedicaba este gesto que, para sorpresa de nadie, representaba un falo.
A pesar de que buena parte de la sociedad griega aceptaba las relaciones gayses, en determinadas zonas y tiempos también podía tener una connotaciones negativas sobre la masculinidad. Con el tiempo, en Atenas pasó a ser un gesto que se dirigía a los demagogos.
Los romanos siempre fueron dados a copiar a los griegos, y este gesto no fue una excepción, conocido como el "dedo impúdico". En esta época nació también otro gesto estrechamente relacionado: el corte de mangas.
En un origen era una señal usada por los prostitutos para anunciar que estaban disponible. No tardó en extenderse a modo de insulto, dando a entender que la persona a receptora de tal señal hacía uso de un servicio mal visto, aquí si, por la sociedad romana.
Bustos romanos enseñando su dedo.
Se cuenta que al emperador Calígula le gustaba hacer que sus súbditos le besasen el anillo que llevaba en el dedo índice, regalándoles una peineta mientras se arrodillaban.
La variante de dos dedos británica
El gesto tuvo una decadencia de uso durante la Edad Media, posiblemente debido a la influencia de la Iglesia. Sin embargo, durante la Guerra de los 100 años nació una variedad del gesto, muy habitual en los países sajones.
El 25 de octubre de 1415 los ingleses lograron una importantísima e inesperada victoria en Agincourt a pesar de que los franceses les superaban ampliamente en número. Buena parte de las fuerzas inglesas eran arqueros, y antes de la batalla los franceses amenazaron con cortarles el dedo índice y el corazón a para que no pudieran usar nunca más ese arma.
Sin embargo, la batalla no fue bien para los franceses.No tuvieron en cuenta que el terreno, embarrado, ralentizaría las cargas de caballería, que fueron un completo desastre y quedaron aniquilados por los arqueros enemigos. Tras la victoria, fueron los ingleses quienes se mofaron de los franceses enseñándoles el dedo índice y el corazón, gesto que se popularizó en las islas.
El dedo en la era moderna: un gesto contra la propaganda
El gesto resurgió a finales del siglo XIX y llegó a EEUU a través de pagapensiones italianos. El pitcher de los Boston Beaneaters inmortalizó su dedo en 1886 en una foto que se hizo su equipo junto a los New York Giants. Durante los años siguientes el gesto cobró fuerza en occidente, aunque no en otras zonas del mundo.
risioneros americanos mostrando su dedo al ser fotografiados por os norcoreanos.
Durante la Guerra de Corea, soldados americanos aprovecharon que sus captores no conocían el significado del gesto para boicotear fotos propagandísticas en las que los coreanos mostraban a los prisioneros.
Hoy, gracias al cine y a Internet, el gesto se ha internacionalizado de forma casi absoluta. Y no parece que Kim Jong-un fuese a permitir algo similar. Parece conocer bien el gesto.
Vimos anteriormente un gesto de peineta ‘inconsciente’ realizada por el actor Leonardo Di Caprio en su recogida del galardón en la gala de los Óscars. En esta ocasión, el dedo corazón vuelve a adquirir un gran protagonismo, aunque parece que ahora este gesto se realiza de un modo más consciente y con un significado nada ofensivo.
Pero, ¿qué significa y de dónde proviene este gesto? El gesto de peineta, o higa, se describe con el puño cerrado elevando el dedo corazón con el dorso de la mano hacia fuera. Se trata de uno de los gestos insultantes más populares, en lo que a comunicación no verbal se refiere, dio mucho que hablar en la Guerra de los Cien Años, que enfrentó a Inglaterra y Francia entre 1337 y 1453. Muchos atribuyen el origen del gesto a este pasaje histórico. Cuenta la leyenda que en la batalla de Agincourt los franceses se habían propuesto cortar el dedo corazón a todo arquero inglés que lograsen capturar, así los arqueros mutilados de poco servirían en la batalla. Cuando la batalla comenzó a decantarse a favor de los ingleses, los arqueros comenzaron a enseñar su dedo corazón a los franceses como burla.
Pero también existen otras muchas fuentes que apuntan a que los orígenes del gesto se remontan a la antigua Roma y Grecia. En la obra ‘Las nubes’ de Aristófanes, en el 423 a.C, el dramaturgo manifestó su antipatía hacia Sócrates. En esta comedia, un personaje rústico, un labriego poco instruido, queda sorprendido al conocer la existencia de los ‘versos dáctilos’ que explica el poeta. El labriego piensa que al hablar de dáctilo Sócrates se refería a dedo, así que levanta el dedo corazón y pregunta: «¿éste tal vez?». El gesto se extendió rápido como sinónimo de zafiedad.
De Grecia a Roma. La peineta fue el gesto obsceno que Calígula ejecutó cuando ofreció su mano al tribuno Casio Querea (a quien solía tratar de afeminado) para que se la besara. Se dice que Calígula tenía predilección por este gesto como modo de humillar a sus súbditos.
Además, en la Antigüedad la peineta tenía otro uso que no se había mantenido en el tiempo (hasta ahora): se utilizaba para alejar el mal de ojo. La explicación está en la imitación que el gesto hace del órgano sensual masculino, al que se le atribuía poder para alejar esta especie de maldiciones. Los amuletos en forma de falo eran de lo más frecuente. Pero los poderes mágicos del gesto no han llegado hasta nuestros días… bueno, más bien hasta que ha llegado el nadador Santo Condorelli, que recupera esta connotación del gesto hasta ahora olvidada.
El lenguaje de los signos es un sistema de expresión gestual que permite a los sordos comunicarse entre ellos o con cualquiera que lo conozca. Eso sí, reconozco que, dadas mis limitaciones a la hora de expresarme en otros idiomas (en castellano me defiendo y en inglés, siempre que sea nivel iniciación), he tenido que recurrir a esta forma de comunicación en alguno de mis viajes. Lógicamente, no al sistema de signos oficial que no conozco, sino al “vulgar” reconocido en casi todas las partes del mundo, incluso en la Antigua Roma.
Creo que casi todos en alguna ocasión hemos regalado a alguno de nuestros interlocutores el gesto de significado obsceno y ofensivo que se hace levantado el brazo con el dedo corazón extendido y la palma hacia dentro (lo que viene siendo la peineta de toda la vida), recreando, aunque no nos hayamos parado a pensarlo, una figura que representa el miembro viril y los testículos. En Roma, con este gesto, hecho con el digitus impudicus o digitus infamis (dedo impúdico u obsceno), podíamos querer decir “que te den...” (lo mismo que hoy en día), pero también representaba la protección contra el mal de ojo. Nada raro, ya que el falo está presente en la cultura romana como símbolo protector. De hecho, era habitual que los niños portasen amuletos fálicos colgados al cuello o incluso pintar falos sobre las puertas de las casas. Un pequeño inciso para el que haya viajado a Pompeya y haya visto falos grabados en el suelo y se pregunte si protegían a los que pasaban por la calle: no, en este caso indicaban la dirección de los lupanares.
Hay varias referencias a la peineta en los Epigramas del poeta bilbilitano Marcial (siglo I).
Ríete Sextilo, de quien te haya llamado lgtb, y levántale el dedo de en medio.
Enseña el dedo, pero el obsceno, a Alconte y a Dasio y a Símaco.
En el siglo VII, ya lo recoge también San Isidoro de Sevilla en su obra Etimologías cuando habla del nombre de los dedos...
Tertius impudicus, quod plerumque per eum probri insectatio exprimitur (El tercero, impúdico, porque con frecuencia se expresa con él alguna burla infame)
Es curiosa la descripción que hace del anular:
Quartus anularis, eo quod in ipso anulus geritur. [...] (El cuarto, anular, porque en él se lleva el anillo).
Según el santo, el anillo (de compromiso o de casado) se pone en el cuarto dedo de la mano (anular) porque hay en él una vena que desde allí lleva la sangre directamente (sin pasar por Pinto ni Valdemoro) al corazón. Y aunque a fecha de hoy los anatomistas todavía no la hayan encontrado, como explicación romántica mola. Y, además, son palabras de un santo. Respecto al meñique...
Quintus auricularis, pro eo quod eo autem scalpimus […] (El quinto, auricular, porque con él nos rascamos el oído).
Hay otro versión más antigua que sitúa su origen en la antigua Grecia, concretamente en la obra Las nubes (423 a.C) del dramaturgo Aristófanes. En esta comedia, un labriego poco instruido queda sorprendido al conocer la existencia de los versos dáctilos que explica Sócrates –en la métrica grecolatina, el dáctilo es una sílaba larga seguida de dos breves–.
El campesino, que estaba convencido que si tuviese que trabajar no tendría tiempo para filosofar, piensa que al hablar de dáctilo Sócrates se refería a dedo, y mostrando su animadversión levanta el dedo corazón y pregunta: ¿éste tal vez? Y, realmente, dáctilo viene del griego dáktylos, que significa “dedo”. Si pensáis en las articulaciones de los dedos, la definición de dáctilo es fácil de recordar: el hueso más largo de un dedo es el primero, seguido de dos huesos más cortos.
Tropa esta es la iniciativa y algo de historia, que nunca viene mal. Si estáis de acuerdo pues eso... veamos si con cada uno-a podemos lograr que en España tengamos el DÍA 27 DE FEBRERO COMO EL DÍA MUNDIAL DE LA PEINETA... EN ESPAÑA... si eres patriota... pues eso... Que manda peineta que tuviera que venir un juez canadiense para reivindicar lo que es nuestro... pues eso.