No lo dice claramente. Simplemente afirma que a partir del 1948 el PCE dejo de incentivar este tipo de lucha...pero hay que recordar que muchos maquis fueron traicionados por sus dirigentes en el exilio. Y éso hay que recordarlo SIEMPRE...porque personas como Santiago Carrilllo vivian de cine...y los de la Psoe igual.
EL “INFORME ABAD”
No es Grimau el único que sospechó de Carrillo y sus métodos, ya en 1948, Enrique Líster preparó un informe para el Buró Político en el que exponía su preocupación por las repetidas detenciones de camaradas, informe que provocó una airada reacción de Carrillo y Francisco Antón. Algo más tarde, Francisco Abad, responsable de comunicaciones por radio desde Francia con el interior del país, expresó su estupor ante las continuas detenciones que se producían en España de militantes comunistas que llegaban desde Francia, manifestando el temor de que la policía franquista estuviera infiltrada en el aparato del partido. Abad redactó un informe de 120 páginas que hizo llegar a Dolores Ibarruri y Fernando Claudín, quienes, en lugar de abrir una investigación, se dedicaron a aterrorizar a Abad para que lo retirara. El original de este informe se encuentra en los archivos del PCUS, en Moscú, donde los tentáculos de Carrillo no han podido hacerlo desaparecer.
Abad falleció al regresar de su exilio en Moscú, pero antes tuvo ocasión de entregarle a su hija Katya Abad, que vivía en España desde 1974 y fue secretaria de la Asociación de Amistad España-URSS, un resumen de 21 folios del citado documento. En estos papeles se expone el papel de Carrillo en el asesinato de varios jefes de la guerrilla antifranquista, dice Abad, “para depurar a los componentes del movimiento guerrillero que, más tarde o más temprano, tendrían que abandonar el monte para incorporarse a la lucha en las fábricas o regresar a Francia. Santiago montó un equipo de castigo compuesto por “Antonio” (José Gros), “Sebastián” (Félix Pérez) y “Partebocas” (Ricardo Navacerrada). Abad relata, entre las “hazañas” de este grupo de verdugos a las órdenes de Carrillo, el asesinato del que fue durante muchos años jefe del Estado Mayor de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón, “Pepito” o “El Gafas”. Nunca se dijo nada sobre el paradero final de “Pepito”. Sin explicaciones, ni acusaciones, fue asesinado, y cuando los guerrilleros preguntaban por su compañero la dirección, “contestaba siempre que se había quedado en Varsovia”.
Después, durante muchos años, José Gros fue guardaespaldas de Carrillo, y Félix Pérez, escolta de Dolores Ibarruri. Ambos ascendieeron al Comité Central del PCE.
En sus memorias de la desmemoria, nada dice Carrillo sobre este informe, ni siquiera menciona a Francisco Abad. Preguntado, en diciembre de 2008, por un periodista del diario madrileño “El Mundo”, acerca de Abad, Carrillo se limitó a decir que Francisco Abad era un hombre trastornado y que la KGB lo manipuló para liquidarlo políticamente, por mis diferencias con el PCUS. El informe de Abad fue redactado en 1955, ¿qué diferencias tenía Carillo con el PCUS en ese período?.
En junio de 1961, poco antes de su fin, Luis Vicente Uribe, miembro del Secretariado del PCE y ex ministro de Agricultura durante el gobierno del Frente Popular, le confesó a Líster que el examen y la decisión sobre las eliminaciones físicas se hicieron siempre en el Secretariado, y el encargado de asegurar su ejecución era Carrillo, quien tenía los ejecutores en su aparato, y le comentó el llamado caso Comorera. Joan Comorera fue fundador y secretario general del PSUC, también fue conseller de la Generalitat Catalana con Lluis Companys. Divergencias de línea política llevaron a que Carrillo y Antón propusieran la liquidación física de Comorera y, a través de un chivato que tenía Carrillo infiltrado en el circulo de Comorera, conoció la decisión de éste de cruzar la frontera, lugar de paso y fecha, y allí envío Carrillo su equipo de verdugos, formado por seis ejecutores que estuvieron en la montaña esperando el paso de Comorera durante tres semanas. Espera que fue baldía, pues Comorera, desconfiando de Carrillo, cambió a última hora su itinerario, gracias a lo cual salvó la vida.
Fuente:
La memoria de un impostor