Cirujano de hierro
Será en Octubre
Fueron apenas tres meses, entre el 28 de mayo y el 23 de agosto de 1991. En ese periodo ETA colocó 18 bombas contra intereses españoles en Italia. Estallaron 11 y otras 7 fueron desactivadas por los carabineros. No hubo que lamentar muertes pero sí hubo algunos heridos, la mayoría leves. «Nuestra principal hipótesis es que el objetivo era debilitar la imagen de España en un año muy importante porque era el anterior a la Expo de Sevilla y a las Olimpiadas de Barcelona 92», explica Matteo Re, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, que acaba de publicar, junto al historiador del Memorial Gaizka Fernández Soldevilla, 'Storia del terrorismo in Spagna'.
La embajada y el Instituto Cervantes en Roma, el Banco Exterior en Milán, el prestigioso Colegio de España en Bolonia, la oficina consular en Florencia y algunas conocidas empresas españolas repartidas por Italia: una de viajes, otra de autobuses y un banco. Esos fueron los objetivos atacados por ETA durante el año 1991. La banda «no ocultó aquellos ataques contra intereses diplomáticos, económicos y militares. De hecho, los reivindicó», recuerda Re. Lo hizo en 2004 y lo reiteró en su listado de atentados del último Zutabe, en el año 2018. En aquel documento aparecieron tres 'ekintzas' más en Italia, en los años 1992, 1994 y 1997. La primera fue un artefacto contra la agregaduría militar y de Defensa de España en Roma y la última fue un paquete bomba contra un alto cargo militar de las tropas europeas que era de origen español, que ni siquiera llegó a la Prensa.
La campaña se extendió hasta 1992, cuando ETA atacó la Agregaduría Militar y de Defensa de España en Roma. Reuters
La del 3 de febrero de 1994 es algo diferente. Resultó herido de gravedad el chófer de un agregado militar de la embajada española en Roma. «Es la única en que utilizaron una bomba lapa. El resto de atentados son pequeños artefactos explosivos con los que ETA parece tener más intención de lograr repercusión que de causar víctimas. Es una forma de terrorismo muy similar a la del anarquismo en Italia», analiza el profesor titular de la Universidad Juan Carlos.
Ese 'modus operandi' que busca más el impacto mediático que causar daños humanos les sirve también a los dos autores del libro para cimentar una hipótesis sobre el porqué de las acciones de ETA en Italia, donde hubo muchas más que en otros países. El propio libro refleja que se produjeron 4 atentados en Holanda, 3 en Alemania y 1 en Inglaterra, mientras que Italia suma 21. «Todo apunta, aunque seguiremos investigando y tenemos previsto hacerlo en Italia este mismo año, a que existían lazos de ETA con grupos italianos de extrema izquierda o anarquistas ya que en Italia nunca hubo organizaciones violentas ultranacionalistas», valora el docente.
Las Brigadas Rojas, el grupo terrorista italiano más célebre, había desaparecido unos años antes, en 1988. Sólo la mafia ejercía la violencia cuando ETA aterriza en Roma. Poco se sabe de cómo lo hicieron. «El idioma facilitaría la llegada, porque es fácil de entender, y es muy posible que contaran con algún contacto. Además, para aquel año había ya muchos estudiantes españoles en Italia», apuntan los investigadores. Nunca hubo detenciones ni demasiados datos en la mayoría de los casos, así que es difícil saber más de estas acciones terroristas.
La carta de Cossiga
Estos atentados de ETA en Italia representan una parte mínima de la obra que firman al alimón Matteo Re y Gaizka Fernández Soldevilla. 'Storia del terrorismo in Spagna' va mucho más allá. «Diría que en Italia hay un desconocimiento absoluto de lo que fue ETA. Voy a los institutos habitualmente para hablar de estos temas y no saben nada: cero. Pero tampoco hay un conocimiento mucho mayor en la universidad y diría que ni siquiera en el ámbito de los intelectuales», valora Matteo Re.
El profesor de la Rey Juan Carlos pone algunos ejemplos que retratan ese desconocimiento de la realidad del terrorismo en Euskadi. Para Matteo Re, el caso más significativo es el del ex primer ministro Francesco Cossiga, que escribió «una carta en la que hablaba del 'conflicto entre España y Euskal Herria, que tanto luto ha dejado en ambos bandos'. Empleaba esa terminología asumida de la izquierda abertzale».
1991, cuando ETA intentó explotar 18 bombas en Italia | El Correo
La embajada y el Instituto Cervantes en Roma, el Banco Exterior en Milán, el prestigioso Colegio de España en Bolonia, la oficina consular en Florencia y algunas conocidas empresas españolas repartidas por Italia: una de viajes, otra de autobuses y un banco. Esos fueron los objetivos atacados por ETA durante el año 1991. La banda «no ocultó aquellos ataques contra intereses diplomáticos, económicos y militares. De hecho, los reivindicó», recuerda Re. Lo hizo en 2004 y lo reiteró en su listado de atentados del último Zutabe, en el año 2018. En aquel documento aparecieron tres 'ekintzas' más en Italia, en los años 1992, 1994 y 1997. La primera fue un artefacto contra la agregaduría militar y de Defensa de España en Roma y la última fue un paquete bomba contra un alto cargo militar de las tropas europeas que era de origen español, que ni siquiera llegó a la Prensa.
La campaña se extendió hasta 1992, cuando ETA atacó la Agregaduría Militar y de Defensa de España en Roma. Reuters
La del 3 de febrero de 1994 es algo diferente. Resultó herido de gravedad el chófer de un agregado militar de la embajada española en Roma. «Es la única en que utilizaron una bomba lapa. El resto de atentados son pequeños artefactos explosivos con los que ETA parece tener más intención de lograr repercusión que de causar víctimas. Es una forma de terrorismo muy similar a la del anarquismo en Italia», analiza el profesor titular de la Universidad Juan Carlos.
Ese 'modus operandi' que busca más el impacto mediático que causar daños humanos les sirve también a los dos autores del libro para cimentar una hipótesis sobre el porqué de las acciones de ETA en Italia, donde hubo muchas más que en otros países. El propio libro refleja que se produjeron 4 atentados en Holanda, 3 en Alemania y 1 en Inglaterra, mientras que Italia suma 21. «Todo apunta, aunque seguiremos investigando y tenemos previsto hacerlo en Italia este mismo año, a que existían lazos de ETA con grupos italianos de extrema izquierda o anarquistas ya que en Italia nunca hubo organizaciones violentas ultranacionalistas», valora el docente.
Las Brigadas Rojas, el grupo terrorista italiano más célebre, había desaparecido unos años antes, en 1988. Sólo la mafia ejercía la violencia cuando ETA aterriza en Roma. Poco se sabe de cómo lo hicieron. «El idioma facilitaría la llegada, porque es fácil de entender, y es muy posible que contaran con algún contacto. Además, para aquel año había ya muchos estudiantes españoles en Italia», apuntan los investigadores. Nunca hubo detenciones ni demasiados datos en la mayoría de los casos, así que es difícil saber más de estas acciones terroristas.
La carta de Cossiga
Estos atentados de ETA en Italia representan una parte mínima de la obra que firman al alimón Matteo Re y Gaizka Fernández Soldevilla. 'Storia del terrorismo in Spagna' va mucho más allá. «Diría que en Italia hay un desconocimiento absoluto de lo que fue ETA. Voy a los institutos habitualmente para hablar de estos temas y no saben nada: cero. Pero tampoco hay un conocimiento mucho mayor en la universidad y diría que ni siquiera en el ámbito de los intelectuales», valora Matteo Re.
El profesor de la Rey Juan Carlos pone algunos ejemplos que retratan ese desconocimiento de la realidad del terrorismo en Euskadi. Para Matteo Re, el caso más significativo es el del ex primer ministro Francesco Cossiga, que escribió «una carta en la que hablaba del 'conflicto entre España y Euskal Herria, que tanto luto ha dejado en ambos bandos'. Empleaba esa terminología asumida de la izquierda abertzale».
1991, cuando ETA intentó explotar 18 bombas en Italia | El Correo