Uno de los primeros supermercados de Madrid fue el Mercado de la Cebada, que era como Mercamadrid, pero igual (entonces), aunque los puestos estuvieran sin techado; pero el concepto, función y hasta aspecto, era muy similar. La plaza de los carros, para los que sean o sepan de Madrid, era la misma o estaba al lado y así se llamaba porque llegaban carros cargados de enseres o pasajeros (que dice que la dijeron así por tal cosa, pero, repito, allí llegaban pasajeros y viandas de todos tipo, sobre todo los cereales por los que se conoció a esta plaza como Plaza de la trabajo manual, y no por otras cosas de misma mención por las que ahora, con razón, es conocida, aunque yo diría que si por tal cosa debiera ser conocida, debiera llamarse de la media trabajo manual, que es como se cataloga una relación que no tiene futuro o poco de aprovechar).
Nota; justo al lado, está la calle de los Mancebos, llamada así porque en tal calle, estrecha calle, se juntaban numerosos burdeles en donde los mancebos iban a descargar el entusiasmo que todavía no podían desechar en tálamo nupcial y lo hacían o ensayaban con meretrices que así se hacían distinguir de otras:
Wikpedia:
Ir de picos pardos es una expresión equivalente a ir de parranda o salir de fiesta. Esta expresión se ha venido utilizando desde hace siglos:En el
Renacimiento el término empezó a utilizarse porque las mujeres llevaban una falda que era un lienzo de forma cuadrada, con una abertura en el centro. Esta abertura se ajustaba a la cintura y la falda resultante tenía cuatro picos. En el
Quijote se habla de la
condesa Trifaldi, y explica Cervantes que lleva una falda con tres picos en vez de cuatro (nota propia: tal vez para referirse a una cortesana sin decirlo abiertamente, como, por otra parte, tantas cosas son dichas sin decir en El Quijote, sobre todo, viniendo de un recaudador de impuestos como era Cervantes, que sabe algo más que el vulgo de las cosas del poder y las razones de tanta verdadera desazón e injusticia).
Nota. Las rameras, mujeres que cobran por mantener relaciones sensuales, se llamaban así porque portaban una rama para diferenciarse de las que no lo eran, que podían solo portar contrato de matrimonio, como casi todas nuestras madres, o de aquiesciencia con el poder, como casi todas las madres de las madres, hermanas o persona femenina conocida, excepto mi progenitora, mi hermana y las vuestras... eso sí.