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Madmaxista
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15.000 lobbistas para cerca de 700 diputados
Red Tercera Vía
La ciudad belga es el símbolo de las instituciones comunitarias, pero también la mayor residencia de grupos económicos de presión que luchan porque la convergencia europea “siga sus intereses”.
Entre los dos edificios principales del Parlamento Europeo hay un árbol plantado desde 2001 por la Sociedad Europea de Profesionales de Asuntos Públicos (SEAP), un homenaje al papel clave de los lobbies en la toma de decisiones de la Unión Europea, explica Eric Weselius en el libro Traficantes de Salud. Weselius es uno de los activistas de Corpororate Europe Observatory (CEO), una fundación antilobbies con sede en Ámsterdam, que desde 2005 realiza visitas guiadas por los cuatro kilómetros y 30 calles del barrio europeo. “En la actualidad, se contabilizan más de 15.000 lobbistas, que influyen de forma significativa en la toma de decisiones de la UE, la gran mayoría de las cuales están al servicio de los intereses de las grandes empresas”, según la organización ALTER-EU, una alianza para la tras*parencia y regulación ética de los lobbies.
Según Lobby Watch, el 90% de las oficinas del barrio europeo están en manos de grupos de presión. El resto, instituciones europeas, pendiente estos días de quienes ocupan sus correspondientes oficinas y escaños los próximos cinco años. El resto del barrio europeo espera a sus nuevos inquilinos. La presencia de estos grupos no es ningún secreto. 1.500 organizaciones, de los 2.000 grupos de presión que según la Comisión Europea existirían en Bruselas, se han inscrito en el registro voluntario de “grupos de interés” que ha creado la Comisión.
Registro para lavar la imagen Los registros se pusieron en marcha en 2008 y cuentan con la aprobación de la mayoría de los lobbies: “La industria nuclear muestra su apoyo a esta iniciativa que marca un antes y un después para las entidades dedicadas a hacer lobby”, explicaba el Foro Atómico Europeo tras incluirse en el listado de la Comisión. Un grupo que ha logrado en los últimos años, con el pretexto del cambio climático, que Europa retome el debate de la energía nuclear [ver páginas 18 y 19].
Además, el Parlamento europeo publica en su web la lista de grupos de interés acreditados para acceder habitualmente a sus instalaciones. Aunque en estos meses han visto “cómo la oficina que tenían en el interior del Parlamento ha desaparecido por órdenes del propio presidente”, dice Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción, organización inmersa en la campaña “Comprometamos a nuestros eurodiputados” [ver recuadro].
“La propia Comisión pretende mejorar la tras*parencia de estas organizaciones. Esto ni es bueno ni es malo a priori, reconoce el derecho a ser escuchado e influyente de cualquier grupo, pero lo condiciona a tener recursos”, explica Ricardo Gómez Muñoz, de ATTAC. Sin muchas competencias para legislar, el Parlamento sí que tiene capacidad de bloquear y retrasar decisiones. “Pero hay mucho flujo de parlamentarios a la Comisión y al resto de instituciones. También son útiles para sus intereses; por ejemplo, acompañan a los eurodiputados en sus viajes fuera de la Unión. Una gran ocasión para favorecer los acuerdos de libre comercio”, reconoce a DIAGONAL Gómez Muñoz.
“Si analizamos el debate de la reforma de arquitectura financiera comprobamos cómo se ha consultado con los bancos y el sector empresarial. Por eso la UE no ha dado pasos para prohibir paraísos o regular los hedge funds [fondos de inversión libre]”, reconoce Kucharz.
Entre los sectores que suelen cosechar importantes éxitos en sus presiones se encuentra “el sector automovilístico, que también da empleo a otros sectores, o el energético, que no ha dejado el avance de las nuevas tecnologías”, analiza Kucharz. Rafa Carrasco, uno de los autores de Traficantes de Salud, incrementa esta lista con grupos como Business Europe o la Mesa Redonda Europea de Industriales, la AmCham (la voz ante la UE de las multinacionales norteamericanas) y la patronal química CEFIC.
¿QUÉ ES LA EUROPA GLOBAL?
“Otra situación también escandalosa es la campaña ‘Europa Global: Competir en el mundo’, negociada directamente entre Business Europe (patronal de patronales) y la Dirección General de Comercio”, relata Kucharz. Una situación que denunció Corporate Europe Observatory (CEO) a finales de 2008: “La Dirección General de Comercio sigue dando a Business Europe un acceso privilegiado, incluso a las negociaciones en curso de acuerdos bilaterales de libre comercio”.
“COMPROMETE A UN EURODIPUTADO” Y “EUROPA, ¿PA’QUÉ?”, LA RESPUESTA DE LOS MOVIMIENTOS
Desde el 29 de abril, ATTAC- Europa junto a Amigos de la Tierra, ALTER-EU y Seattle to Brussels, de la que forman parte en el Estado español Ecologistas en Acción y ¡PROU OMC! han iniciado una campaña (http://www.electioncampaign. eu) para “dar un giro radical a la política social y económica de la Unión”.
Estas cuatro redes civiles paneuropeas agrupan a más de 400 movimientos sociales de todo tipo. En su página web ofrecen la posibilidad de enviar un “escrito a los parlamentarios para que se comprometan a diferentes cambios” en sus políticas, explica Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción y Seattle to Brussels. “Las respuestas las haremos públicas para que la gente conozca quiénes y a qué se comprometen”, dice Ricardo Gómez Muñoz, de ATTAC.
Su objetivo: conseguir que los intereses públicos, los intereses de todos, “estén por encima de los beneficios privados”; “acabar con el dominio de las grandes empresas en la política europea”; “un sistema de comercio justo con los países menos desarrollados”; “acabar realmente con los paraísos fiscales y la corrupción que los produce”, según hacían público estas organizaciones tras le pegada de cárteles inicial en la sede del Parlamento en Bruselas. Por otra parte, en el Estado español, desde finales de 2008, se está llevando a cabo la campaña “UE ¿pa’ qué?”, conformada por Baladre, CGT, Confederación Intersindical, Ecologistas en Acción, Ekologistak Martxan, Izquierda Anticapitalista, ¿Quién debe a quién?, OMAL-Paz con Dignidad y Verdegaia.
La campaña se pregunta “¿crisis de qué y de quién?”. “Necesitamos otra forma de política europea, basada en un internacionalismo que no tiene nada que ver con lo que se hace ahora, implicaría políticas sociales distintas”, explica Erika González, de OMALPaz con Dignidad. Además de en las elecciones, centrarán sus denuncias en la próxima presidencia europea del Estado español, durante el primer semestre de 2010, que tendrá como principal exponente la cumbre de la UE-América Latina y Caribe de primavera de 2010 en Madrid.
Periódico Diagonal
Red Tercera Vía
La ciudad belga es el símbolo de las instituciones comunitarias, pero también la mayor residencia de grupos económicos de presión que luchan porque la convergencia europea “siga sus intereses”.
Entre los dos edificios principales del Parlamento Europeo hay un árbol plantado desde 2001 por la Sociedad Europea de Profesionales de Asuntos Públicos (SEAP), un homenaje al papel clave de los lobbies en la toma de decisiones de la Unión Europea, explica Eric Weselius en el libro Traficantes de Salud. Weselius es uno de los activistas de Corpororate Europe Observatory (CEO), una fundación antilobbies con sede en Ámsterdam, que desde 2005 realiza visitas guiadas por los cuatro kilómetros y 30 calles del barrio europeo. “En la actualidad, se contabilizan más de 15.000 lobbistas, que influyen de forma significativa en la toma de decisiones de la UE, la gran mayoría de las cuales están al servicio de los intereses de las grandes empresas”, según la organización ALTER-EU, una alianza para la tras*parencia y regulación ética de los lobbies.
Según Lobby Watch, el 90% de las oficinas del barrio europeo están en manos de grupos de presión. El resto, instituciones europeas, pendiente estos días de quienes ocupan sus correspondientes oficinas y escaños los próximos cinco años. El resto del barrio europeo espera a sus nuevos inquilinos. La presencia de estos grupos no es ningún secreto. 1.500 organizaciones, de los 2.000 grupos de presión que según la Comisión Europea existirían en Bruselas, se han inscrito en el registro voluntario de “grupos de interés” que ha creado la Comisión.
Registro para lavar la imagen Los registros se pusieron en marcha en 2008 y cuentan con la aprobación de la mayoría de los lobbies: “La industria nuclear muestra su apoyo a esta iniciativa que marca un antes y un después para las entidades dedicadas a hacer lobby”, explicaba el Foro Atómico Europeo tras incluirse en el listado de la Comisión. Un grupo que ha logrado en los últimos años, con el pretexto del cambio climático, que Europa retome el debate de la energía nuclear [ver páginas 18 y 19].
Además, el Parlamento europeo publica en su web la lista de grupos de interés acreditados para acceder habitualmente a sus instalaciones. Aunque en estos meses han visto “cómo la oficina que tenían en el interior del Parlamento ha desaparecido por órdenes del propio presidente”, dice Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción, organización inmersa en la campaña “Comprometamos a nuestros eurodiputados” [ver recuadro].
“La propia Comisión pretende mejorar la tras*parencia de estas organizaciones. Esto ni es bueno ni es malo a priori, reconoce el derecho a ser escuchado e influyente de cualquier grupo, pero lo condiciona a tener recursos”, explica Ricardo Gómez Muñoz, de ATTAC. Sin muchas competencias para legislar, el Parlamento sí que tiene capacidad de bloquear y retrasar decisiones. “Pero hay mucho flujo de parlamentarios a la Comisión y al resto de instituciones. También son útiles para sus intereses; por ejemplo, acompañan a los eurodiputados en sus viajes fuera de la Unión. Una gran ocasión para favorecer los acuerdos de libre comercio”, reconoce a DIAGONAL Gómez Muñoz.
“Si analizamos el debate de la reforma de arquitectura financiera comprobamos cómo se ha consultado con los bancos y el sector empresarial. Por eso la UE no ha dado pasos para prohibir paraísos o regular los hedge funds [fondos de inversión libre]”, reconoce Kucharz.
Entre los sectores que suelen cosechar importantes éxitos en sus presiones se encuentra “el sector automovilístico, que también da empleo a otros sectores, o el energético, que no ha dejado el avance de las nuevas tecnologías”, analiza Kucharz. Rafa Carrasco, uno de los autores de Traficantes de Salud, incrementa esta lista con grupos como Business Europe o la Mesa Redonda Europea de Industriales, la AmCham (la voz ante la UE de las multinacionales norteamericanas) y la patronal química CEFIC.
¿QUÉ ES LA EUROPA GLOBAL?
“Otra situación también escandalosa es la campaña ‘Europa Global: Competir en el mundo’, negociada directamente entre Business Europe (patronal de patronales) y la Dirección General de Comercio”, relata Kucharz. Una situación que denunció Corporate Europe Observatory (CEO) a finales de 2008: “La Dirección General de Comercio sigue dando a Business Europe un acceso privilegiado, incluso a las negociaciones en curso de acuerdos bilaterales de libre comercio”.
“COMPROMETE A UN EURODIPUTADO” Y “EUROPA, ¿PA’QUÉ?”, LA RESPUESTA DE LOS MOVIMIENTOS
Desde el 29 de abril, ATTAC- Europa junto a Amigos de la Tierra, ALTER-EU y Seattle to Brussels, de la que forman parte en el Estado español Ecologistas en Acción y ¡PROU OMC! han iniciado una campaña (http://www.electioncampaign. eu) para “dar un giro radical a la política social y económica de la Unión”.
Estas cuatro redes civiles paneuropeas agrupan a más de 400 movimientos sociales de todo tipo. En su página web ofrecen la posibilidad de enviar un “escrito a los parlamentarios para que se comprometan a diferentes cambios” en sus políticas, explica Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción y Seattle to Brussels. “Las respuestas las haremos públicas para que la gente conozca quiénes y a qué se comprometen”, dice Ricardo Gómez Muñoz, de ATTAC.
Su objetivo: conseguir que los intereses públicos, los intereses de todos, “estén por encima de los beneficios privados”; “acabar con el dominio de las grandes empresas en la política europea”; “un sistema de comercio justo con los países menos desarrollados”; “acabar realmente con los paraísos fiscales y la corrupción que los produce”, según hacían público estas organizaciones tras le pegada de cárteles inicial en la sede del Parlamento en Bruselas. Por otra parte, en el Estado español, desde finales de 2008, se está llevando a cabo la campaña “UE ¿pa’ qué?”, conformada por Baladre, CGT, Confederación Intersindical, Ecologistas en Acción, Ekologistak Martxan, Izquierda Anticapitalista, ¿Quién debe a quién?, OMAL-Paz con Dignidad y Verdegaia.
La campaña se pregunta “¿crisis de qué y de quién?”. “Necesitamos otra forma de política europea, basada en un internacionalismo que no tiene nada que ver con lo que se hace ahora, implicaría políticas sociales distintas”, explica Erika González, de OMALPaz con Dignidad. Además de en las elecciones, centrarán sus denuncias en la próxima presidencia europea del Estado español, durante el primer semestre de 2010, que tendrá como principal exponente la cumbre de la UE-América Latina y Caribe de primavera de 2010 en Madrid.
Periódico Diagonal