A pesar de que no nos cansamos de escuchar acerca de todo el ardor de estomago que damos las feministas al macho hetero medio, siempre ha habido parafílicos u osados a los que les gustan los retos donjuanescos más que a Toni Cantó un lápiz. Y, a pesar de que los hombres nos dan ardor de estomago y todas somos lesbianas que venderíamos a nuestra progenitora por quitarnos un pecho si así pudiéramos disparar el arco con más comodidad, de vez en cuando no hay quien nos quite un buen hatefuck de categoría.
Muchas te dirán que no existe un manual de uso universal para tratar con feminista radicals. Mentira. Si quieres ser el afortunado, he aquí una selección de consejos que te serán de gran ayuda en la aventura de conseguir una relación sexoafectiva con cualquiera de nuestra especie.
1) Pelos, siempre pelos
Te sorprenderá comprobar que las feminista radicals no estamos en contra de los piropos, solo de los rebuznos. “Qué guapa estás hoy”, nunca. “Qué lozanas lucen hoy tus axilas, mi amor”, siempre. Alaba su vello corporal, no pares de recordarle lo sedoso y brillante que lo tiene, pregúntale sobre los productos específicos que utiliza, cada cuanto se corta las puntas, etc. Comenta siempre lo alucinante que te resulta que siga habiendo tanto debate absurdo sobre higiene y tanto escándalo por una decisión personal de las mujeres.
2) Strap-ons are forever
Muéstrate ABIERTAMENTE a favor de la liberación traseril. Susúrrale al oído que ella es la elegida, la primera que habrá de darte placer con el puño. Eso la volverá loca y conquistará para siempre.
3) Soy una chico muy comprometida
Si no tienes por costumbre expresarte en femenino no empieces a hacerlo sólo para meterla en caliente. Lo creas o no, se nota a la legua cuando lo fuerzas, figura. Una feminista radical valora la naturalidad por encima de todas las cosas, como bien dejamos patente en el punto
4) ¿prespitación sí o no?
Apáñatelas para enterarte de si tu hirsuto objeto de deseo es una abolicionista convencida o una regulacionista radical. Es el caballo de batalla más estropeado en nuestra disciplina, y te evitará cagadones muy rellenitos.
Si tu princesa resulta ser regulacionista triunfarás con un “La lectura de la Teoría King Kong me cambió la vida“. Si se trata de una abolicionista estricta dile que llevas tatuada la cara de Beatriz Gimeno en la nalga izquierda. Se volverá loca de deseo.
5) Animalitos, os quiero libres, lindos y locos
La inmensa mayoría de feminista radicals son además veganazis antiespecistas: evita hablar de la cucaracha que te has cargado esta mañana en el váter, no planees una hermosa tarde de toros en Las Ventas, ni la lleves a cenar al Boñar de León, si quieres que tu pequeña amazona caiga rendida a tus pies. Y no desesperes: todas acaban bajando la guardia, por mucho que hayan leído a la Preciado. Al fin y al cabo, y como bien señalan con fino humor ciertos anuncios de cerveza, ¡somos mujeres, jiji!
6) Sé el aliado que ella necesita (porque, por mucho que nos empeñemos en que no necesitamos a los machos en nuestra lucha, estaríamos perdidas sin vosotros arrojando luz sobre el Verdadero Feminismo)
Escucha mucho, empápate de todo lo que te cuente, y si tienes la necesidad imperiosa de interrumpir porque al fin y al cabo eres hombre y estás acostumbrado a que se te oiga más alto, que sea para decir “yo me considero un simple aliado, pero la lucha es vuestra”. O algo así como “el test de Bechdel, aunque significativo, no contempla toda la complejidad de la representatividad femenina en el cine“. Awww.
7) Amarás a Leslie Knope por encima de todas las cosas
Tu nueva serie favorita es Parks and Rec y Amy Poehler es tu profeta.
8)Estimulantes actividades en pareja
Proponle (con tacto, que no se note que quieres imponer tu masculina voluntad) hacer un curso de Nociones Comunes juntos, cuanto más líquido suene el título, mejor. Una vez allí, mucho ojo. Traficantes de Sueños es un campo de penes que comparten tus mismas intenciones. Marca territorio (de forma sutil, si ella se da cuenta estás perdido: su heterosexualidad está siempre pendiente de un hilo, y si no vas con cuidado puede acabar por largarse con esa compa de pupitre de pelo corto y camiseta de tirantes).
9) Medios afines
No pierdas ocasión para manifestar lo mucho que desprecias la Jotdown y lo lamentable de cómo tratan el tema feminista las revistas satíricas españolas: caída de ropa interior instantánea asegurada.
10) “Siempre me han gustado las mujeres fuertes”
¡Cuidado!, así de primeras puede sonar a que tienes mommy issues. No te muestres excesivamente hembrista, al menos en las primeras citas, con declaraciones al estilo de “Yo siempre he pensado que las mujeres sois superiores a nosotros”. Corres el riesgo de parecer demasiado ansioso y facilón.
- See more at: 10 insider tips para ligar con feminista radicals | Madriz
Muchas te dirán que no existe un manual de uso universal para tratar con feminista radicals. Mentira. Si quieres ser el afortunado, he aquí una selección de consejos que te serán de gran ayuda en la aventura de conseguir una relación sexoafectiva con cualquiera de nuestra especie.
1) Pelos, siempre pelos
Te sorprenderá comprobar que las feminista radicals no estamos en contra de los piropos, solo de los rebuznos. “Qué guapa estás hoy”, nunca. “Qué lozanas lucen hoy tus axilas, mi amor”, siempre. Alaba su vello corporal, no pares de recordarle lo sedoso y brillante que lo tiene, pregúntale sobre los productos específicos que utiliza, cada cuanto se corta las puntas, etc. Comenta siempre lo alucinante que te resulta que siga habiendo tanto debate absurdo sobre higiene y tanto escándalo por una decisión personal de las mujeres.
2) Strap-ons are forever
Muéstrate ABIERTAMENTE a favor de la liberación traseril. Susúrrale al oído que ella es la elegida, la primera que habrá de darte placer con el puño. Eso la volverá loca y conquistará para siempre.
3) Soy una chico muy comprometida
Si no tienes por costumbre expresarte en femenino no empieces a hacerlo sólo para meterla en caliente. Lo creas o no, se nota a la legua cuando lo fuerzas, figura. Una feminista radical valora la naturalidad por encima de todas las cosas, como bien dejamos patente en el punto
4) ¿prespitación sí o no?
Apáñatelas para enterarte de si tu hirsuto objeto de deseo es una abolicionista convencida o una regulacionista radical. Es el caballo de batalla más estropeado en nuestra disciplina, y te evitará cagadones muy rellenitos.
Si tu princesa resulta ser regulacionista triunfarás con un “La lectura de la Teoría King Kong me cambió la vida“. Si se trata de una abolicionista estricta dile que llevas tatuada la cara de Beatriz Gimeno en la nalga izquierda. Se volverá loca de deseo.
5) Animalitos, os quiero libres, lindos y locos
La inmensa mayoría de feminista radicals son además veganazis antiespecistas: evita hablar de la cucaracha que te has cargado esta mañana en el váter, no planees una hermosa tarde de toros en Las Ventas, ni la lleves a cenar al Boñar de León, si quieres que tu pequeña amazona caiga rendida a tus pies. Y no desesperes: todas acaban bajando la guardia, por mucho que hayan leído a la Preciado. Al fin y al cabo, y como bien señalan con fino humor ciertos anuncios de cerveza, ¡somos mujeres, jiji!
6) Sé el aliado que ella necesita (porque, por mucho que nos empeñemos en que no necesitamos a los machos en nuestra lucha, estaríamos perdidas sin vosotros arrojando luz sobre el Verdadero Feminismo)
Escucha mucho, empápate de todo lo que te cuente, y si tienes la necesidad imperiosa de interrumpir porque al fin y al cabo eres hombre y estás acostumbrado a que se te oiga más alto, que sea para decir “yo me considero un simple aliado, pero la lucha es vuestra”. O algo así como “el test de Bechdel, aunque significativo, no contempla toda la complejidad de la representatividad femenina en el cine“. Awww.
7) Amarás a Leslie Knope por encima de todas las cosas
Tu nueva serie favorita es Parks and Rec y Amy Poehler es tu profeta.
8)Estimulantes actividades en pareja
Proponle (con tacto, que no se note que quieres imponer tu masculina voluntad) hacer un curso de Nociones Comunes juntos, cuanto más líquido suene el título, mejor. Una vez allí, mucho ojo. Traficantes de Sueños es un campo de penes que comparten tus mismas intenciones. Marca territorio (de forma sutil, si ella se da cuenta estás perdido: su heterosexualidad está siempre pendiente de un hilo, y si no vas con cuidado puede acabar por largarse con esa compa de pupitre de pelo corto y camiseta de tirantes).
9) Medios afines
No pierdas ocasión para manifestar lo mucho que desprecias la Jotdown y lo lamentable de cómo tratan el tema feminista las revistas satíricas españolas: caída de ropa interior instantánea asegurada.
10) “Siempre me han gustado las mujeres fuertes”
¡Cuidado!, así de primeras puede sonar a que tienes mommy issues. No te muestres excesivamente hembrista, al menos en las primeras citas, con declaraciones al estilo de “Yo siempre he pensado que las mujeres sois superiores a nosotros”. Corres el riesgo de parecer demasiado ansioso y facilón.
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