Equivalencias del propano
con otras energías.
1Kg. de propano equivale a:
1,24 m3 de gas natural.
2,80 a 3 m3 de gas ciudad.
1,20 litros de fuel oil.
1,30 litros de gas-oil.
3 a 6 Kg. de leña.
1,6 a 2 Kg. de carbón.
14 kWh. de electricidad .
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No lo digo yo lo dice Repsol que es mas barata la bombona. Lo marco en negrita en el texto
La bombona gana atractivo en tiempos de austeridad. elnortedecastilla.es
La bombona gana atractivo en tiempos de austeridad
Cerca de trescientos hogares de la región se han dado de alta este año en el butano y varios centenares más han vuelto a demandar envases
10.12.12 - 12:09 - Á. BLANCO | VALLADOLID
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Los operadores de este gas licuado del petróleo sirven a más de 250.000 clientes en Castilla y León
El cinturón da de sí más de lo que parecía y ha resultado tener más agujeros para apretar de los que pensábamos. Ante los (gélidos) vientos de austeridad que soplan esta temporada, cada vez más personas optan por cerrar la llave del gas y volver a la más económica bombona de butano. Según han confirmado fuentes del sector, las altas en el servicio de este gas licuado del petróleo (GLP) se producen de un tiempo a esta parte como hace años que no lo hacían, a la vez que clientes que ya estaban inscritos pero no lo utilizaban, han vuelto ahora a echar mano de él. «Se han traído la estufa del pueblo y vuelven a pedir bombonas», explican.
Repsol lidera el mercado del butano en España con una cuota superior al 75%. Cuenta con ocho millones de clientes, de los que 200.000 están en Castilla y León. Las petroleras Cepsa y Galp se reparten el 25% restante, lo que sitúa la cifra total de consumidores en 250.000 personas, puesto que existen usuarios que tienen servicios contratados con más de un operador.
Desde la Dirección Territorial de Repsol GLP señalaron que pese a que la cuota de empresas y particulares que utilizan butano en la comunidad autónoma es pequeña dentro del total nacional (el 2,5%, cuando el peso de la economía regional en el PIB nacional está en el 5,4%), los parámetros se equilibran si hablamos del consumo, que supone el 5,1% del total. Ello es debido a «la climatología de la región y al hecho de que los usuarios responden a un perfil que hace una utilización intensiva del butano», manifestaron. La petrolera vende anualmente unos 2,33 millones de bombonas de butano en Castilla y León y casi otro millón de tanques de propano, de 11 o 35 kilos.
Los usos del butano, que se vende en la clásica bombona naranja de 12,5 kilos, pero también en envases de seis kilos, sobre todo en las gasolineras, son variados. Por un lado están los domésticos, para la cocina, el agua caliente sanitaria y la calefacción. También para estufas, barbacoas y calientapatios (las setas que han proliferado a las puertas de bares y restaurantes para alivio de los fumadores). Además, existen otros usos más industriales, como los de las carretillas elevadoras o las máquinas de asfaltado.
Gran poder calorífico
La extensión del gas natural canalizado es la principal responsable de la progresiva reducción en el consumo de butano, que el año pasado se situó en 34.652 toneladas en Castilla y León frente a las 43.814 del año 2008, según los datos aportados por las petroleras y el Ministerio de Industria y recogidos por el Ente Regional de la Energía. Sin embargo, la caída se ha frenado de forma significativa. Mientras hace cuatro años la bajada anual era del 12%, el año pasado fue del 5%.
«En la última década han bajado los usuarios y las ventas –señaló Guillermo Méndez, director territorial de Repsol– pero hay zonas donde vuelve a haber altas. El gas canalizado es más cómodo, pero también más caro y en una época como la actual, en la que el ahorro se ha vuelto una prioridad, existen familias que vuelven al butano ya que, aunque de otra manera, también se sirve a domicilio».
Desde Repsol detallaron que, en lo que va de año, cuentan con 250 nuevos clientes del servicio de gas butano en la región, de los cuales 79 están en Valladolid. El resto de petroleras no aportaron datos. Los usuarios que se dan de alta, según advierten desde la agencia distribuidora Gas Confort, son solo una parte de los consumidores que han regresado al butano. «Hay bastantes más que ya estaban registrados como clientes, pero que llevaban años sin pedir bombonas y ahora vuelven a hacerlo. Es una tendencia que venimos observando desde 2010», afirmó Guzmán Chicote. «Según nos comentan ellos mismos, el gas natural solo lo usan para el agua caliente y han apagado el interruptor de la calefacción de la caldera. Para calentarse, tiran de estufa».
Los nueve camiones de reparto de bombonas de Gas Confort las distribuyen en todos los barrios de Valladolid sin excepción, si bien es en las Delicias, Pajarillos y la Rondilla en los que más venden. Sin embargo, donde más altas observaron el año pasado fue en Parquesol.
Pese a ser la provincia más poblada de la comunidad autónoma, Valladolid no es la que más butano consume. El primer lugar lo ocupa León, con el 19% del total, seguida de Ávila (18%), Salamanca (14%) y Burgos (13%). A continuación se sitúa la provincia vallisoletana, con el 11%, a la que siguen Zamora (9%), Palencia (7%), Segovia (6%) y Soria (3%).
Con un poder calorífico de 12,7 kWh por cada kilo de butano –según cálculos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE)– y considerando que de cada bombona de 12,5 kilos se aprovecha el 90% de su contenido, el precio de cada kWh generado con este gas licuado del petróleo es de 11,26 céntimos de euro.
El coste del kWh generado con gas natural –que tiene un poder calorífico algo inferior, de 10,8 kWh por m3– no puede calcularse de una forma equivalente, ya que depende del consumo que cada usuario realice. En la factura aparece un término fijo de 8,99 euros al mes al que hay que sumar otro variable, resultado de multiplicar el gas consumido por 5,17 céntimos de euro.
Catorce bombonas anuales
Pero la diferencia fundamental estriba en que dentro del recibo de gas canalizado aparecen una serie de conceptos que encarecen el precio final de forma sustancial. Se trata del alquiler del contador (16,28 euros al año en el caso de Gas Natural) y, en algunos casos, el denominado 'canon IRC', que se abona por el uso y mantenimiento de la instalación común del edificio cuando esta es propiedad de la comercializadora (79,72 euros anuales). A todos los apartados anteriores hay que añadirles el 21% de IVA, que en el caso de los 16,10 euros que cuesta la bombona ya está incluido.
Según un informe comparativo de energías elaborado por Gas Natural, para aquellos usuarios que abonan el combustible y el alquiler del contador, resulta más barato utilizar butano siempre que el consumo sea inferior a 14 bombonas anuales. A partir de 15 comienza a ser rentable el gas canalizado. Si el cliente abona el canon IRC, entonces la bombona es más económica en todos los consumos.
Cuando el gas natural canalizado irrumpió en los hogares españoles en la década de los 90, algunos empezaron a llamar al butano 'la energía de los pobres'. En un país que durante años ha vivido por encima de sus posibilidades y que ahora espera empobrecido la posible llegada de un rescate para su economía, ¿vivirá la bombona una segunda edad dorada?
Los operadores aseguran que venden con pérdidas
El precio de la bombona de butano de 12,5 kilos está regulado por ley, por lo que es fijo. La de seis kilos tiene precio libre. Tras comenzar 2012 con un coste de 15,09 euros, en abril subió el 2,9% y en julio, otro 5,9%. Sin embargo en octubre se abarató 77 céntimos (el 4,6%) y quedó establecido en su actual precio de 16,10 euros.
El pasado mes de junio, la sala tercera de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo emitió un fallo contrario a la orden ministerial de 2009 en la que se fija la fórmula de revisión del precio de la bombona e instaba a volver al sistema anterior, de 2008. Atendía a los argumentos de la Asociación Española de Operadores de Gas Licuado del Petróleo (AOGLP), según los cuales se ven obligados a vender a pérdidas. La subida, de haberse aplicado la sentencia, debía haber sido del 19%, pero el Ministerio de Industria no ha seguido sus indicaciones.
La patronal de los operadores asegura que la fórmula de fijación del precio «mantiene al sector en una situación insostenible, porque condena a vender la bombona por debajo de sus costes reales». Según la AOGLP, las empresas sufren una pérdida de dos euros por cada envase vendido. Además, recuerdan que «en Portugal o Francia su precio es un 80% superior».
La situación es particularmente patente en territorios como Castilla y León, según señaló Guillermo Méndez, director territorial de Repsol. «La dispersión de la población multiplica el coste de la distribución y en provincias como Soria, que en algunas zonas tiene una densidad similar a la de un desierto, el reparto de la bombona se convierte casi en un servicio social».
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