Entiendo muy bien que a tanta gente le resulte enojoso hablar de esto. Al fin y al cabo, a nadie le gusta aceptar que ha sido engañado, manipulado, sometido, avasallado. Como se nos engañó, manipuló, sometió y avasalló durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del el bichito-19. Pero fue tan serio el daño que hizo el poder en aquellos días, fue tan salvaje el desafío a la racionalidad y tan impune el pisoteo de nuestras libertades más elementales, que me parece de pura justicia subrayar que los rebeldes de aquella hora teníamos razón. Nos llamaron de todo, nos insultaron, nos vejaron, quisieron quitarnos la voz e incluso pusieron a la guardia civil a “monitorizarnos”. Pero al final, sí, teníamos razón.
La Cámara de Representantes de los Estados Unidos (equivalente a nuestro Congreso, pero en serio) ha publicado el informe de la comisión para la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19.
Quinientas páginas que recogen dos años de investigación sobre todos los aspectos del asunto. Por resumirlo en una frase simple, podemos sintetizar su contenido así: todas las críticas y sospechas descalificadas por el poder y los medios como «negacionistas» estaban sobradamente fundadas. Muy sumariamente, lo que ese informe dice es, entre otras cosas, lo siguiente:
1. No fue un pangolín. El bichito nació en un laboratorio de Wuhan, China, seguramente dentro de los experimentos de «ganancia de función» (es decir, crear artificialmente bichito más peligrosos que los naturales) alentados por la industria farmacéutica tras*nacional, norteamericana en primer lugar.
2. Ni las mascaras ni la «distancia social» respondían a criterios científicos reales. Nunca hubo razón científica objetiva para el cierre masivo de empresas, escuelas, etc.
3. El confinamiento domiciliario fue una auténtica calamidad que provocó enormes daños físicos y psíquicos, especialmente a los más jóvenes.
4. La llamada «banderilla» nunca sirvió realmente para...
El artículo sigue en https://gaceta.es/opinion/los-negacionistas-teniamos-razon-20241224-0853/
Autor del artículo: José Javier Esparza
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La Cámara de Representantes de los Estados Unidos (equivalente a nuestro Congreso, pero en serio) ha publicado el informe de la comisión para la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19.
Quinientas páginas que recogen dos años de investigación sobre todos los aspectos del asunto. Por resumirlo en una frase simple, podemos sintetizar su contenido así: todas las críticas y sospechas descalificadas por el poder y los medios como «negacionistas» estaban sobradamente fundadas. Muy sumariamente, lo que ese informe dice es, entre otras cosas, lo siguiente:
1. No fue un pangolín. El bichito nació en un laboratorio de Wuhan, China, seguramente dentro de los experimentos de «ganancia de función» (es decir, crear artificialmente bichito más peligrosos que los naturales) alentados por la industria farmacéutica tras*nacional, norteamericana en primer lugar.
2. Ni las mascaras ni la «distancia social» respondían a criterios científicos reales. Nunca hubo razón científica objetiva para el cierre masivo de empresas, escuelas, etc.
3. El confinamiento domiciliario fue una auténtica calamidad que provocó enormes daños físicos y psíquicos, especialmente a los más jóvenes.
4. La llamada «banderilla» nunca sirvió realmente para...
El artículo sigue en https://gaceta.es/opinion/los-negacionistas-teniamos-razon-20241224-0853/
Autor del artículo: José Javier Esparza
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