HelloAsilvestrados
Desincentivadora
Tú no sabes si contribuyes más que yo en impuestos, ya que desconoces por completo los detalles de mi vida, excepto lo que he compartido. Además, en caso de que pague menos impuestos que tú, es importante reconocer que el esfuerzo de pagar impuestos recae más en una persona de recursos limitados que en alguien adinerado. Aunque el rico pueda hacer una contribución financiera mayor, el impacto en el bolsillo del pobre es considerablemente más significativo, a pesar de su menor aporte al estado.y te quedas tan sudamericana... no, no simplemente contribuyo, contribuyo cuatro o cinco veces más que tú, que no es lo mismo... por si no lo sabes, las contribuciones de los individuos son DISCRIMINATORIAS y DESIGUALES... y punitivas con la productividad...
el día que contribuyamos en IGUALDAD, me cuentas... hasta entonces calladita estás más guapa...
en segundo lugar, y continuando con esas clases de sociales que no te dieron en la escuela, eso de que no usas las carreteras o las escuelas no te lo crees ni en tus sueños...
la escuela utilizar la utilizaste... y aunque no te aprovechara mucho por lo que veo, ir sí que fuiste ¿verdad?... pues ahora te toca DEVOLVER a la próxima generación la misma escuela que la anterior te pagó a ti...
e imagino que crees que las lechugas que compras en el súper brotan allí en las estanterías... no vienen por CARRETERA en grandes camiones ¿verdad?... porque tú no usas carreteras (ya las usan otros que te dan servicio a ti)...
si las carreteras fueran de pago (cosa con la que comulgo cien por cien), y no socialistas a cargo de los impuestos, el camionero que te trae las lechugas tendría que pagar peaje por circular por ellas, en lugar de hacerlo gratis... y ese peaje se repercutiría en el precio de la lechuga... y entonces sí que pagarías de verdad las carreteras que utilizas, cuando te comas la lechuga... se te acabaría entonces el chollo socialista de contribuir la cuarta parte del coste público percápita, y presumir en falso de que pagas carreteras...
en el fondo tenemos lo que nos merecemos... y tú eres el producto inevitable del régimen socialista... repites uno por uno todos sus mantras... te has creído hasta el fondo lo de llamar igualdad a la discriminación y el trato desigual, derecho al privilegio, contribuir a ser expropiado como castigo a tu renta (y curiosamente también llamas contribuir a gozar de exenciones fiscales y ser un lastre para lo público)...
pero, como todos los socialistas, y a pesar del discursito, luego vas a ver si puedes poner el cazo y trincar lo más posible... y si el tribunal no te da la razón, es que es machista oiga...
Con respecto al colegio al que asistí, te diré que era lo peor de lo peor en aquel entonces. Así que tampoco es que haya aprovechado mucho lo que, más bien por caridad, los ricos pagaban con sus impuestos para su mantenimiento. ¿Sabes por qué? Porque en esa época los colegios públicos eran un desastre estructural. El primero al que fui, cuando tenía 4 años recién cumplidos, era tan frío que ni siquiera me quitaba el abrigo, y lo llevaba a casa lleno de tiza. Mi hermano, por eso mismo, cogió neumonía. La instalación eléctrica era un peligro. Era un colegio antiguo que abandonamos después de 2 años porque lo iban a demoler por lo mal que estaba. Entonces me trasladé a otro, donde, cuando tenía 10 años, también empezaron a surgir problemas. Tuvimos que hacer dos turnos en el colegio, un mes dando clase en horario normal y otro en un horario besugo, donde salía de clase y ya era noche cerrada. Finalmente, nos ubicaron en un viejo asilo que también tirarían años más tarde. Imagínate para un niño tener que vivir con ese horario escolar tan extraño y en lugares tan deprimentes. Como ves, no he tenido una vida fácil, y esto es solo la punta del iceberg. Pero claro, tú solo ves las cosas desde tu punto de vista; te cuesta ponerte en la situación de una persona vulnerable.
He tenido falta de oportunidades porque no he nacido en un sitio privilegiado, como otros han tenido la suerte de tener, y eso es algo que luego influye en la vida y en las posibilidades para que me vaya bien. Ojalá hubiera podido contribuir posteriormente con mis impuestos pagando más, como a ti te sobra el dinero, pero no es así.
Tu necesidad de silenciarme habla más sobre ti que sobre mí. Mi valía no se mide por mi silencio, sino por mis logros y opiniones. Así que, si tienes un problema con mi voz, es algo que deberías resolver tú mismo. Tal vez deberías reflexionar sobre por qué sientes la necesidad de silenciar a las mujeres en lugar de escuchar lo que tenemos que decir. En resumen, el que debería callarse aquí eres tú.
P.D: Aquí pongo un comic en referencia a lo que es un privilegiado
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